martes, mayo 29, 2007

Policrítica

A De Sibilas y pitias (un excelente blog de recortes y traducciones de poesía), le robo este fragmento de Cortázar, que suena la mar de saludable. Fue publicado originalmente en la revista Casa de las Américas, n º 67, julio-agosto de 1971, según informa esta otra página, que tiene el texto completo.

Policrítica en la hora de los chacales
Julio Cortázar (fragmento)

"De qué sirve escribir la buena prosa,
De qué vale que exponga razones y argumentos
Si los chacales velan, la manada se tira contra el verbo,
Lo mutilan, le sacan lo que quieren, dejan de lado el resto,
Vuelven lo blanco negro, el signo más se cambia en signo menos,
Los chacales son sabios en los télex,
Son las tijeras de la infamia y del malentendido,
Manada universal, blancos, negros, albinos,
Lacayos si no firman y todavía más chacales cuando firman,
De qué sirve escribir midiendo cada frase,
De qué sirve pesar cada acción, cada gesto que expliquen la
Conducta
Si al otro día los periódicos, los consejeros, las agencias,
Los policías disfrazados,
Los asesores del gorila, los abogados de los trusts
Se encargarán de la versión más adecuada para consumo de
inocentes o de crápulas,
fabricarán una vez más la mentira que corre, la duda que se
instala,
y tanta buena gente en tanto pueblo y tanto campo de tanta
tierra nuestra
que abre su diario y busca su verdad y se encuentra
con la mentira maquillada, los bocados a punto, y va tragando
baba prefabricada, mierda en pulcras columnas, y hay quien
cree
y hay quien olvida el resto, tantos años de amor y de combate,
porque así es, compadre, los chacales lo saben: la memoria es
falible
y como en los contratos, como en los testamentos, el diario de
hoy con sus noticias invalida
todo lo precedente, hunde el pasado en la basura de un presente
traficado y mentido.

Entonces no, mejor ser lo que se es,
Decir eso que quema la lengua y el estómago, siempre habrá
Quien entienda
Este lenguaje que del fondo viene"

lunes, mayo 28, 2007

Poemas en El Coloquio de los Perros

Poemas en la revista El Coloquio de los Perros, de Lorand Gaspar, Ahmed Hachem Eraissouni, Sandra Moussempès, Mehdi Akhrif, Sam Hamill, Menna Elfyn, Mohamed Maimouni.

Recorto éste, de Gaspar, traducido por José Manuel Gallardo Parga:


LA MAISON PRÈS DE LA MER – I


8.
el silencio de los muros el pudor de la palabra rosa
murmullos de olor al fondo de los años
y la mar desnuda en las habitaciones desiertas —

mis ojos quedaron de nuevo atrapados en la noche
pero ahora escucho el día que modela
el petirrojo en su garganta —

Tormenta diez

Neblina en El Crucero. El chofer acomoda la felicidad (hecha un trapo húmedo), en la cajuela rota.

Y pensar que esto ha sido un desierto por más de cuatro meses.

A lo lejos se escucha que avanza la tormenta. No se ve todavía. Ahora sí se ve. Casi junto a la luz roja de la antena de radio.

La tormenta dura todo un fin de semana completo. Me golpeo la cabeza con libros, como un personaje excéntrico del Club de la Pelea (película que odio, por cierto).

En una de las tardes metidas en el trópico (ya que por la ventana se ven las grandes hojas verdes y húmedas: quizá el lamento de un perro mojado, o será una rata?) estratificadas y dolientes, me pongo a jugar al diez. Diez versos, diez personas, diez frases estúpidas.

DIEZ LIBROS QUE NO SEAN NOVELAS NI POEMARIOS
Anábasis.
El Dieciocho Brumario.
Papillon.
Los rollos del Mar Muerto.
Trópico de cáncer
Ecce Homo.
Teorema
París era una fiesta
Anti-edipo
Mi último suspiro.

DIEZ NOVELAS
La educación sentimental.
Rojo y negro.
Paradiso.
María.
Los hermanos Karamazov.
El Quijote.
El zorro de arriba y el zorro de abajo.
América
Tres tristes tigres
El tambor de hojalata


DIEZ POETAS
Pasolini
Drummond de Andrade
Dalton
Rimbaud
Vallejo
Cavafis
Pound
Eliot
Lezama
Cernuda

DIEZ PELÍCULAS
Avaricia
Luces de la ciudad
L´Atalante
Miedo devorar alma
Blue Velvet
Pierrot le fou
Andrei Ruvliov
Dios y el diablo en la tierra del sol
El Decamerón
El ángel exterminador


DIEZ DIRECTORES
Buñuel
Vigo
Tarkovski
Fassbinder
Pasolini
Lynch
Glauber Rocha
Herzog
Godard
Chaplin

DIEZ DISCOS
Exile in Main Street
Abbey Road
Vinicius con Toquiño y Maria Creutza en vivo en Buenos Aires 1970.
Tríptico
Sign O The Times
Plastic Ono Band
Colección de Chabuca Granda
Grandes éxitos de Dionne Warwick
Young, Gifted and Black
Solo Monk


DIEZ MUSICOS
Chabuca Granda
John Lennon
Tom Jobim
Stevie Wonder
Hendrix
Thelonious Monk
Prince
Pedro Flores
Coltrane
Charly García

DIEZ TEXTOS DE BORGES
El Aleph
Arte de injuriar
Two English Poems.
Otro poema de los dones.
El sur
El jardín de los senderos que se bifurcan
Kafka y sus precursores
El evangelio según San Marcos
Funes el memorioso
Discurso ante Pinochet
.

DIEZ CANTANTES
Ella Fitzgerald
Daniel Santos
Billie Holiday
Marco Antonio Muñiz
Ray Charles
John Lennon
Dionne Warwick
Carlos Gardel
Dusty Springfield
Caetano Veloso

DIEZ ARTISTAS DEL HIP HOP
RUN-DMC
MC Lyte
Kanye West
Missy Elliott
TLC
Timbaland
Mary J. Blige
Salt N Pepa
Bubba Sparxxx
Ghostfafe Killah

DIEZ CANCIONES DISCO
Heart of Glass
Borderline
The Winner Takes It All
I Will Survive
Heaven Knows
You Should Be Dancing
Disco Inferno
Everybody Dance
Upside Down
Walking On Thin Ice

sábado, mayo 26, 2007

Fassbinder



"Fassbinder fue una fuerza de la naturaleza con pocos equivalentes en la historia del cine. Su carrera duró apenas trece años, pero en ese lapso filmó 41 películas que, más allá de los desniveles de estilo y calidad, tienen una unidad notable. Muchos directores dejan una filmografía; Fassbinder, como los más grandes, dejó una obra. Pero su singularidad no se agota allí. Fue productor, guionista, fotógrafo, montajista, compositor, director de arte, actor, pero, sobre todo, el jefe de una familia (más que de una empresa) cinematográfica que le permitió también revolucionar el modo de producción y hacer películas por poco dinero y en muy poco tiempo". Continúa nota de Clarín

Fotograma de Miedo devorar alma (Angst essen Seele auf, 1974), melodrama de la vieja alemana compasiva, con hijos racistas (entre ellos, como actor, el propio Fassbinder), que inicia amores con un árabe.

viernes, mayo 25, 2007

Toda poética se hizo para escribir una novela

¿Cómo enfrentan los creadores la disolución de una poética? Me refiero no a la reacción conservadora que insiste en la bondad del mundo (de su mundo poético).

Un indicio es Cervantes: su novela es una constelación de poemas, de modos de poesía, de fragmentos y proyectos poéticos (novelas pastoriles, elegías, teatro).

Otro indicio es Paradiso el colmo de la poética neobarroca, pero en forma de novela. Novela: eso que aspira a extender, exaltar una poética, de taladrar la realidad más allá de sus condiciones de posibilidad, pero sin dar con la forma, siendo su propia disolución. Cortázar era mal poeta de taladro parisino.

En referencia a la poética real visceralista que Roberto Bolaño noveliza en Los detectives salvajes, uno de los personajes dice: “era su manera de hacer política, de incidir políticamente en la realidad” (p. 321).

Esa manera de incidir en la realidad se corporiza a veces en la forma de una novela, y es, por eso, una acción política autorreferida (uno de los grandes temas de De Man, por cierto).

¿Queda sólo un gesto de una poética? ¿Pueden los que se autonombran (y he ahí el dilema, siempre es un autonombre) poetas evitar esa disolución? ¿Tenderán a escribir ese tipo de novela de despedida?

Encajes

Porque el encaje es una forma de continuar la guerra por otros medios.

Además, temas compartidos en el Google Reader.

jueves, mayo 24, 2007

Psikeba, sí que va... otra revista

Psikeba--tenía que ser argentina--es otra revista de psicoanálisis y estudios culturales. Dioses tutelares: Sloterdijk, Baudrillard, Lacan, Zizek, Nietzsche... Títulos sintomáticos: Baudrillard; Narcisismo y régimen de mortandad en el Sistema de los objetos. Y un artículo del amigo Restrepo sobre Burroughs.

martes, mayo 22, 2007

Un fragmento sobre la guerra fría

Y toda mi vida (mi muerte) ver árboles. Arboles que ya estaban ahí, resistiéndose al esplendor del sol que esta tarde los entreduerme. Entre esas cortezas estuve raspándome la cara como un espermatozoide que quiere penetrar al óvulo elusivo y duro. Conclusión más esmerada: mandar las savias al diablo. Y morir.

Pero esta tarde soleada que corre, se arrastra, se alza, se vuelve furiosa y mansa, y que yo veo desde el bus, soy el que vuelvo. Entre el terror de la tarde, ya tanto oro no podía ser menos, con la ropa olorosa a sudor, y ya sabré yo que mi madre va a sentir este olor, vuelvo con un bolso sucio entre las piernas, con un pasquín viejísimo de Monje Loco (que circula entre puertas altísimas y pesadas, se esconde, sufre, no da la cara).

De cerca, pero muy de cerca te ves arrugado, dijo mi madre. La frente sobre todo, y cuando sonreís, las patas de gallo, aunque finísimas. Muerto estabas menos entero. La mujer iba y volvía de la cocina a la sala, solícita y fantasmal, pálida. Claro, no era la misma cuenca vaciada de tu ojo derecho, ni tus pies percudidos o nacidos al moho, a la tierra incrustada en la piel. Ponía una taza de café con galletas azucaradas en la mesa verde.

Recorro tu cara como si fuera mi mapa de la frustración, mi mapa de la pérdida. Endulzo el café. Sale una lágrima. Vos decís: la lágrima de Sinead O´Connor, la lágrima de Mandrake. Somos isósceles. Bienaventurado el simétrico asesino. Somos dos bultos en el tiempo, dos bultos muelles y frágiles penetrados a balas o cuchillos; que caen como caen los cuerpos: cerebralmente barcarolas pisadas. Y el olor es el llanto, el olor a altos guanacastes, el grillo que da la hora a la ceiba marginal.

Volví, mamá. Ya que war is over encendé el radio. Coleccionás afeites, eso ya lo sé. Y medias. Afeites degradados, incluso gillettes finísimas para cortarte el pulso, al menos en cada sueño. Volví, mamá, dijo él poniendo sus cosas en el ropero. Ese olor a manteca de animal fundida en jabón, sintió la madre. El se echó sobre la ropa lavada, metió la cabeza en el ropero y lloró. Se fueron mojando las camisas viejas. Salir a ver la lluvia. La mujer fue de nuevo un bulto oscuro que circulaba entre los cuartos.

Sacó la cara casi a gritos (30 de julio). El bulto se había marchado. Andaba en el jardín: jacintos de la luna y el sol rociados por el terciopelo del rocío. El cuarto era oscuro. Unos muebles cubiertos de maque muy sucio, en la cama sábanas viejas y trémulas. Recorrió los pocos metros cuadrados del cuarto, prendió el radio y silbó la barcarola, se trepó en cuerpo y alma al techo, las vigas, las migas abandonadas por los ratones. Estaba borracho del pecho y no de la cabeza. Llamo tres veces al bulto muelle que yacía bajo la luna.

No, no lloró. Era un nudo que caía, se alzaba, siempre ocultándose. No digás sexo, procedencia, aventura. Volví, mamá. Volví de comer coños enteros y salados: eso era la guerra; me anestesiaban en la entrada de los burdeles poblanos. Afuera la tropa se divertía y yo adentro con una mujer tuerta que me observaba. Pantasmeña, fija, rítmica y obsesionada. Una voz metálica que no variaba ni ondulaba. Porque en la montaña se hacían carga los genitales. La guerra es de emasculados. De testículos que adornan un árbol de navidad.

Entonces fue la madre la que lloró. Pero no sabía llorar. Lo mismo cuando lo mataron. No era como las madres plañideras y elegíacas que ensartaban largas oraciones de maldición en períodos angustiantes de pájaros de mal agüero. Sino una mona herida en la axila que se atrevía a pelar los dientes y a chillar.


(Managua, julio, 2000)

lunes, mayo 21, 2007

Guater de la frontera

Aquí a este guater llegan los nicas sumisos y tumefactos a cagar en sobresaltos. Pero en este servicio somos todo ojos, somos el subterráneo de la baticueva de batman. Y los tubos del urinario son nuestro periscopio, y de las bombilllas apagadas se precipitan nuestra fija y única mirada. Aquí batimos tripas a los inocentes, amenazamos con cuchillos a los que cargan billeteras. Aquí hacemos pintas con mierda color oro y mierda color sangre, es nuestra paleta favorita. Ud. que se sienta ahora en el excusado y queda bajo nuestra mirada, descrea de la caligrafía del que trabajosamente alfabetizado mienta la madre. Tampoco interprete mal esta cita teológica en lapicero: Jn. 4-5., seguida del desfile de micos que comienzan con el más estilizado ángulo y terminan en la más frutal curva pareada. No se atreva a palpar las paredes en busca de la textura, del pelo, de la hendidura para ver. Estamos en todas partes. Abajo, Ud. se ha fijado, hay un desfile de falos garabateados, que amenazan con cierto ritmo olímpico besar la línea de micos. Lo llamamos Sucedáneo del Escándalo. No es a masturbarse mirando garabatos que Ud. ha venido acá. A su derecha está la libreta de citas. Una muchacha se llama Maybelín y se comenta la abundancia de sus pelos en el sobaco (aunque algún purista a corregido con una d la l). Siga hacia arriba: hay algunas ahogadas acusaciones. Sienta la implosión al leer: ticos nacos. Recuerde cómo han muerto los cervantillos en el zoológico de San José, pero sea coherente. Ud. piensa de paso: …dejarse ganar por… Y Ud. en su pensamiento se llama Molécula, diríamos casi Molécula sin Cartera, porque lo hemos observado bien mientras miraba los pobrecitos árboles inmundos de Peñas Blancas. Y nosotros ya lo teníamos agarrado de las tripas secas donde Ud. carga todas las piedritas pómez del camino rural de su sueño de anoche. No. No es una alusión a los que han pasado por aquí con los intestinos cargados con bolsitas de coca y han venido secretamente a meterse el dedo de la manera menos viciosa. Nada más lejos de la verdad. Ud. no es de esos. Ud. a veces quisiera superar esta pesantez suya, por ejemplo encerrado en este guater de puercos, donde es un mero asco poner las nalgas. Aquí donde Ud. quizá garabatearía todos los vacíos de su existencia y sus desinencias, sueltos, sordos y en brama, asidos con virtud de raíces a cosas tan de este mundo. Aquí donde no hay duda que los apresurados han soltado orines, mierda, saliva y esperma, en ese orden (y ha faltado el agua). Tal vez alguien ha entrado aquí para aullar. Qué se aúlla, dice Ud., sino la lástima… Para ver si se hallaban un billete o un mirón confiado a quien expoliar, o para hacer una corta oración tan enredada que ni dios pudo acatar su sintaxis. Con mochilitas gastadas, blue jean luyidos, calzoncillos de elásticos estirados. Alguien, algún nica, respondió en inglés a quién sabe qué ruego: your mother. Ud. sabe que eso es intraducible, lo sabe advirtiendo a la musa porno del fondo. Se ha despojado de pelos en la cabeza y pelos en el pubis, pero todavía viaja por los urinarios con mirada distraída, mientras cuelga con exagerada liviandad su sexo de dos mitades. Los superdotados vienen aquí a conquistarla, pero ella no suelta su pañuelo. Ud. está tentado a escribir en la pared algo así como SU PAÑUELO MITOLÓGICO, hasta se busca el lápiz en la bolsa. No sabe dónde está el lápiz. Y encerrado en estas cuatro paredes del inodoro del fondo, comprende Ud. que ha salido de aquí sólo en sueños, como en una película que Ud. ahora recorre. La musa está ahí pegada a la pared, sin calzones. Ud. sostiene la cámara. Algo lo empuja hacia fuera, será el olor de la mierda que hace ahora su vecino de inodoro. Pasa Ud. los restaurantitos envueltos en manteca, cruza también varios años de su vida. Alguien susurra: yo creo y con eso basta. Ve Ud. a Marg posando con su vestido amarillo, refractaria al erotismo.

Más revistas

"Ya saben por qué dejé de leer a Umbral: porque en un desdichado momento escribió que Octavio Paz, a quien yo admiraba, era "un Ortega con poncho". Veinte años después me doy cuenta de que, si invertimos los términos de ese insulto, obtenemos una definición exacta del propio Umbral. En efecto: Umbral es un poncho sin Ortega. Es decir, un armazón (inflado) sin filósofo dentro". José Antonio Montano en el último número de Kiliedro

Artifara preparó a finales del año pasado un monográfico sobre "Narrativa hispanoamericana entre viejo y nuevo milenio".

sábado, mayo 19, 2007

Primera Revista Latinoamericana de Libros

Se lanza la PRL, con fantásticas promesas:

"PRL, la primera revista de libros e ideas de circulación hemisférica. Con los libros más recientes e importantes, y el comentario más calificado. Desde literatura hasta ciencias exactas, pasando por historia, política, economía, filosofía.
Una revista de libros e ideas para el lector adulto y bien informado de Sur, Centro y Norte América. Para el lector y comprador de libros, que anhela participar de las ideas más originales y entender la dirección de las corrientes de pensamiento mundiales. " etcétera

viernes, mayo 18, 2007

Notas en los márgenes de un volumen de Volpi

Jorge Volpi. El fin de la locura. (novela, Seix Barral, 2003)

La parte "biográfica" del postestructuralismo
Althusser hizo la parte trágica, estrangulando a su mujer en un ataque lunático. A Foucault le tocó el martirio, siendo uno de los ilustres muertos de SIDA. Barthes se conformó con la parte irónica, muriendo atropellado a su salida de la Sorbona. ¿La vida o Volpi dotan de argumento a la teoría a posteriori?

El quijote que leía
en vez de novelas de caballería, postestructuralismo.

Los latinoamericanos siempre estuvieron atrapados
en París. Siempre narraron a contrapelo, siempre necesitaron poner la conciencia en manos de la provincia francesa. La novela de Volpi (me gusta hacer un juego vallejiano con su nombre Vusco volver el golpe a Volpi) comienza con Lacan: es la explicación bajo los presupuestos pop de la terminología, objeto a, falo, etcétera. ¿Lecciones paralelas, allá lejos, de Puig y/o Cabrera el Infame? Moraleja: nunca escribas un manual de provincias sobre la provincia francesa, mejor expláyate en una novela.

Aníbal Quevedo no puede sino
escribir en palimpsesto. Lacan le ofrece el substrato, Barthes la forma literaria, Foucault la acción política (que es de lo que se trata en última instancia). Althusser (y me entusiasma ese rescate para la memoria postestructural) ofrece la parte trágica: es el Edipo sonámbulo que se saca los ojos.

Todo novelista debería ser
un poeta atemperado y distante.

No puede haber cultura
sin histrionismo. No se puede desenmascarar al subcomandante Marcos, o hacer de verdad el psicoanálisis de Fidel. Esas son labores blancas. El postestructuralismo (en el caso de Barthes de manera directa) es también un análisis de la moda (no sólo de moda), de la política y la moda.

jueves, mayo 17, 2007

Los poetas se han dedicado

"También en Nicaragua, convertida por un tal Somoza desde hace 25 años en pocilga infernal, los poetas se han dedicado a oscurecer su literatura para proteger al mandón."

Prólogo inédito de Pablo Neruda a "Retorno al Futuro" (1946) de Cardoza y Aragón.

También nota en Clarín.

miércoles, mayo 16, 2007

El Dr. West habla de esos títulos


Versión en un Seven-Eleven (otoño de 2005)

"Sigues empujándolos, manteniendo los libros en movimiento
Recojes todos esos libros que vas a leer
Y olvidar, y circulas, hombre.
Obtienes ese título básico de educación universitaria
Después obtienes la licenciatura, después el master
después el master del master
después el doctorado,
Sigues, hombre, entonces cuando alguien te quiere correr
Les enseñas ese título, cuando
Todos te dicen hey, no estás trabajando,
No estás ganando dinero,
Vos decís: miren mis títulos y miren mi vida,
Sí, tengo 52, y qué?, aunque les caiga mal,
Pero soy listo, soy tan listo, estoy en la academia
Y todos esos tipos están fuera de aquí ganando
Dinero en todas esas formas, y yo gastando el mío para volverme listo.
Sabes por qué?
Porque cuando yo me muera, compañero, sabes
Qué me va a dar calor, de verdad,
esos títulos."

Kanye West, The College Dropout (2004)
link de esta letra

lunes, mayo 14, 2007

Novelas leídas

Corazón tan blanco (Javier Marías, 1992). Calificación: B +
Variación sobre un tema de Macbeth: aquel del crimen secreto. Narrativa fenomenológica, llena de misterios, miradas indirectas, lo que se calla y oculta versus lo que de manera tortuosa se confiesa. Personajes madrileños de una era de bienestar y consumo cuyas raíces oscuras amenazan desde sitios y lugares recónditos. Una lógica secreta y profunda del neoliberalismo enunciada de manera casi teatral por las voces de, nada menos que las señora Thatcher (shakesperiana, autoritaria, siniestra) y el (según la novela, mediocre hasta la babosada) Felipe González. Los fantasmas de los asesinados rondando el establecimiento capitalista triunfal.

La virgen de los sicarios (Fernando Vallejo, 1994). Calificación B-
El gramático lamenta la pérdida de su mundo de infancia (y del lugar de autorización cultural) en una Medellín hiperviolenta, que recorre junto a su joven amante homosexual. Ambigüedad en el tratamiento de la violencia: es por donde se derrumba el mundo, es por donde puede ser sanado, ya que la masa es rechazada en una continua y corriente pulla retórica, y el gramático disfruta la cadena de muertes. Forma de monólogo amargo, y estructuración en torno a ese único recurso (algo de pereza si se compara, por ejemplo, con El beso de la mujer araña). Falta la calidez que de alguna manera ofrece la película que se hizo sobre la novela.

La pesquisa (Juan José Saer, 1994). Calificación B-
Novela policial parisina en que, (no tan) sorpresivamente, el detective resulta implicado. La novela es narrada a un viejo amigo y a un nuevo conocido, por el viajero que regresa de París a la Argentina. Paralelamente, preocupa al trío un manuscrito encontrado, misterioso y de narración homérica. Cuidado casi maniático de la forma, y demostración casi ostentosa de escritura, en la descripción de objetos y paisajes. Grandes trazos muy sugerentes e inteligentes, conexión dilatada. Novela, en última instancia, del reencuentro algo reluctante con el lugar natal, algo que pide a la vez una enunciación y un exorcismo (narrativo). Lectura algo monótona a fuerza de objetividad (en sentido literal: objeto hecho) y deje neoclásico.

El cojo bueno (Rodrigo Rey Rosa, 1996). Calificación A-
Narración fragmentada de un secuestro infame en que un joven guatemalteco de la burguesía pierde un pie. El destino le depara viajar a Marruecos y conocer a Paul Bowles (hecho de obvia inspiración autobiográfica del propio Rey Rosa). Comunicación sobria y para nada doctrinaria de la violencia guatemalteca de las últimas décadas. Mesura y tacto en los saltos de temporalidad y espacio, así como en el trato de los personajes (casi todos varones). Descripción elusiva y elíptica de los efectos vitales del secuestro: la ansiedad de huída, de venganza, de promiscuidad y de esterilidad (figurada y literal: la negativa a reproducirse).

El beso de la mujer araña (Manuel Puig, 1976). Calificación A
Encuentro del revolucionario profesional con el homosexual fantasioso y cinéfilo en la cárcel de la época de contrainsurgencia. Vertiginoso arreglo y (des)encuentro de las historias propias con las historias que Molina (el gay) saca del cine. Consagración de un tipo de “heroína” entregada por amor a la muerte revolucionaria, a partir de un compromiso que comenzó como traición, y la tópica “debilidad de carácter” del homosexual. La base ambigua del amor y la revolución entretenida y enternecida por el melodrama. Cuestionamiento, cálculo narrativo y asunción de lo perturbador de una manera que no puede dejar de señalarse como magistral. Toto (el “traidor” de La traición de Rita Hayworth) crecido, es Molina entretejiendo la telaraña.

viernes, mayo 11, 2007

Movimientos culturales y política cultural del Estado nicaragüense

El Foro Nicaragüense de Cultura y la Red Nicaragüense de Escritoras y Escritores (RENIES), con la contribución del Gobierno de Suiza a través de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), convocan a todos los interesados en el desarrollo de la cultura de nuestro país, al primer foro debate cultural a realizarse en el Auditorio Central de la Universidad del Valle, el sábado 2 de junio de 2007, a partir de las 8:30 a.m.
Tema: Movimientos culturales y política cultural del Estado nicaragüense.
Más info en marcaacme.

jueves, mayo 10, 2007

Y yo siempre llegaba

Está bien, sí tenía una crónica de Antigua.

1. La reunión casi con velas en aquella salita museográfica del hotel. Fui el único que tomó té y no café, y quedó en evidencia al no usar la escudilla.

2. La presentación, otra noche, de la octava o novena novela del joven académico. Tributario de la roman universitaria, se analizaba, en Austin (o era Standford) y su poca sangre indígena. Yo me preguntaba, no es haber terminado ya la Obra tener 7 u 8 (u 11) libros publicados?

3. Mi merodeo por las librerías del centro, en donde hace años conseguí la Obra de Cabrera el Infame (sólo 300,000 menciones en Google, y en virtual disminución!, eso se llama ser olvidado) y de Capote. Digo que adoro esta ciudad con sus brechas y heridas.

4. El extraño con que tarde... Nostalgias imperiales de los Estados Unidos... (sobre todo cuando Micheal Stipe dice que vendrá pronto septiembre, extraño la certeza de los libros ordenados y los trabajos del sol luchando con la sombra en mi rincón planetario)... Frutas en carritos que mitigan el calor.

5. El almuerzo solitario y depresivo (aquel aceite funéreo que dijera César), mientras en la TV de pantalla plana pasan un DVD con la videografía completa de ABBA. Hasta mañana te sabré esperar--rugía Agnetta--dime tú el lugar...

Y yo siempre llegaba a Antigua.

miércoles, mayo 09, 2007

Novela

Leyendo novelas uno descubre la índole sombría de la época. En ese sentido no nos hemos alejado mucho de Thomas Mann y su mirada melancólica.

Los novelistas felices son los más precarios, señor Coelho.

Los únicos felices son los poetas, pero tienen varias desventajas: sufren (y no les queda más remedio que hacer poemas sobre el sufrimiento) y se reproducen con una tasa elevada, sobre todo en países como Nicaragua, así que uno acaba por no distinguirlos, y confundiendo unos con otros.

Los únicos felices son los poetas que diseñan un sistema del mundo: Lezama Lima.

Luego, de espaldas, en lo oscuro, en el orbe sombrío, lo que uno hace es leer novelas.

Las únicas novelas felices son las de Stendhal, escritas, algo ingenuamente, para ser leídas un siglo después (1936: en pleno auge del fascismo!). Todo lo demás es sombrío: las protuberancias que hizo Nietzsche (ese falso novelista) con las tesis del propio Stendhal, la competencia de mercado entre novelistas, los renovadores instantáneos que son tan necesarios para el mercado y para nuestra buena conciencia. Qué será de nosotros si un Bolaño no nos nace cada diez años?

No hay más que leer novelas en plena sombra. Así leí hace tiempo una novela de E.M. Foster, que ya no recuerdo, excepto que sucedía en Italia, todo era meridional y había una manera "sureña" (orientalista diríamos hoy) del sufrimiento. La misma matrix narrativa de los viajes a Niza.

Con otros cultores de las letras, uno no puede menos que ser expansivo, y tener este tipo de conversaciones exaltadas:

--Y en qué estás trabajando?
--Estoy escribiendo una novela
--Ah. Ya.

Luego el mundo puede seguir girando, opacarse, largarse. Pero todo ha sido explicado de nuevo: el génesis instantáneo. (A veces, dependiendo de la intimidad y el énfasis, uno puede decir: "Estoy escribiendo mi novela", que es toda una declaración estética.)

Los nuevos consejos a un (joven) novelista, deberían comenzar por ese apotegma solitario: 1. Sé sombrío. (Esto es, explora todo el espacio de la sombra en los márgenes de las novelas.) De tal certeza podrían elaborarse las reglas del buen comportamiento novelístico:

a.Si narras un crimen que tenga la consistencia de una instalación de arte conceptual.
b. Trata de ser seco y cortante ante los cachivaches del folclor y el nacionalismo. Pero sin mucho éxtasis, que tu ojo corte sin odio. No te lamentes.
c. Que no te ahogue la estructura. Dijo Carpentier que desde La Odisea poco se había inventado en estructuras. Y es cierto.

El etcétera podría ser largo. Todo sea escapar de la felicidad.

lunes, mayo 07, 2007

Cosas prácticas

La cultura es un ámbito moroso en nuestra provincia. Incluso, lo que circula rápido, va lento (aparte de ciertas confesiones íntimas de las estrellas--y aclaro que esta frase se debe leer de manera figurada, pero no poética--hay poco movimiento y confrontación en, por ejemplo, los blogs nacionales).

El problema, en parte, es cómo dar con la talla de un debate que nos incluya sin ahogarnos. (Somos como un imperio soviético en diminuto: nos refriamos apenas salimos a ver la teoría. Mencionaría a algunos resfriados ilustres, pero no vale la pena, pena propia.)

Considérese por comparación cierta vitalidad política cultural de los argentinos. En el Bazar Americano, por ejemplo.

Ese link me ha llegado vía Link (Daniel) del que a la vez he admirado sus cartas a Miguel Fucó, entre otros textos. De esa misma constelación: Cultura Caníbal de Iván Pinto.

Para los que se orillan al límite perturbardor del porno y el erotismo, recomiendo, asimismo, Shidua, que es una Nova Antologia de Poesia Erótica. Ilustrada.

¿Pero qué queda de práctico en todo esto?