jueves, agosto 23, 2007

Paradiso IV

Genealogía del Coronel, José Eugenio. Contrapunteo del tabaco y el azúcar, “aquellas escandalosas y malolientes extensiones de verdes, aquellos sembrados de caña vulgarota y como regalada por la naturaleza, para nosotros que estábamos acostumbrados a un paisaje muy matizado” (188).

Aristocracia irónica, la de la madre del Coronel, la familia que en Pinar del Río se dedicaba al tabaco. El padre del Coronel los arrastra al centro de la Isla. Madre delicada y predispuesta a la muerte (decadente, podría decirse), padre fuerte y altivo.

José Eugenio se dedica a advertir de forma caleidoscópica a los nuevos vecinos: los Olaya, recién llegados de Jacksonville.

Su ingreso al Colegio. Su sexualidad: una colisión con lo propio de la novela. Aguas que corren sobre el cuerpo de los muchachos, sellamiento de partes del cuerpo.
“De tal manera, que durante mucho tiempo, José Eugenio Cemí tuvo del cuerpo el recuerdo que se precisa en la noche treinta y cuatro, cuando en el palacio un joven confiesa, el Rey de las Islas Negras, gimiendo y levantando su túnica, que era hombre de la cabeza a la cintura, y tenía la otra mitad de mármol negro” (209).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como ganadora del Neustadt en donde también fue considerado el actual premio Nobel Orhan Pamuk, creemos que Alegría es mejor candidata que nuestro poeta y amigo Cardenal. Como Mujer, amiga, esposa, hija, madre y poeta independiente de creencias políticas y con una obra literaria y una trayectoria de los más altos niveles comprometida con los valores más excelsos del espíritu humano.

Apoyemos a nuestra gloriosa Claribel, poeta de la Centroamérica integrada!

Leonel Delgado Aburto dijo...

que fijación más neocolonial se tienen con el Nobel!
Asturias que se lo iba a ganar, estaba en silencio antes de ganárselo.