jueves, febrero 14, 2008

5 consejos para afrontar el estrés del commuter

Third World Commuter (that´s me)

Commuting, dice la Biblia, "es el proceso de viaje entre un lugar de residencia y uno de trabajo".

En mi caso Jinotepe (ciudad fresca etcétera) y Managua (ciudad infernal etcétera).

Viajo en bus. Últimamente con audífonos Koss para evitar a las putas emisoras favoritas de los choferes, las emisoras más siniestras del dial nica: 98.7 y 95.5 FM, amor, muerte o romanticismo.

En mi nota Intermortales ya describí algo de los mecanismos culturales que operan en un viaje simple con los chicos reaggetoneros. No mencioné por parapraxia evidente estas últimas emisoras siniestras (las "románticas") que pertenecen más bien a los desvencijados (20 años en permanente uso) buses de la ex-Turnica (llamada de manera escandalosa y machista por algunos al ponerle, después de la segunda sílaba, el vocablo que representa a California y al Calcio--CA).

Si Ud. va a Jinotepe by bus va a tener esas dos opciones básicas: reaggeton o 98.7. Pero si Ud. va, y va a diario, también puede desarrollar mecanismos de defensa, de los que propongo algunos.

Tips para soportar el típico estrés del commuter nica sureño

1. Haga listas de la mala música que escucha. Si no queda más remedio que escuchar de verdad esas emisoras (y escucharlas por lo general a alto volumen), entreténgase en una especie de top 40 negativo y vengativo. Yo titulo al mío, por lo general, "Abominables del día" o, en días de más estrés, "Asesinables del día". Como curiosidad, ¿quiénes encabezan mis listas de las últimas semanas?
Semanas de febrero 2008
a. Andrea Bocelli
b.Celine Dion
c.Yuri
d. Ricardo Montaner
e. Jarabe de palo
f. Ana Gabriel
g. Maná

Un corolario correspondiente: elaborar listas de lo mediocre también exige concentración y gusto.

2. Cargue Lea libros durante el viaje. Especialmente el viaje de la mañana es estupendo para leer, sobre todo en esas ocasiones casi íntimas en que el chofer ha apagado el radio, los gases asfixiantes no entran tanto dentro del bus, hace un azul purísimo en el cielo... En fechas de más fortuna leí así varias de las obras de Stendhal, traducidas por Consuelo Berges. Así he leído recientemente los Cuentos fantásticos de Kafka.

3. Admire el paisaje/ dé cuenta de las estaciones. Excepto cuando la lluvia, la bajada y subida de El Crucero es una experiencia colorida. Va siendo cada vez menos. Ese bello bosque de la bajada va mostrando cada vez más zonas peloneadas. Va disminuyendo la gama de los verdes. ¿Por qué no hacen un parque nacional- reserva en esta zona? ¿Veremos a la Medusa Managua tragarse este paisaje? Todavía se puede esperar con entusiasmo, sin embargo, el florecimiento de los corteses entre febrero y marzo.

4. Escuche una música particular. Recientemente he migrado del toca CD portable al toca mp3. Las dificultades del viaje me han obligado a buscar mejores audífonos: hay que cuidar los oídos y librarse de 98.7. Hay músicas que no son para viajar. Nunca podré escuchar a Thelonious en un bus atestado de pasajeros, eso es mucho más íntimo. Pero hay músicas más extrovertidas y dúctiles. Para mí ha sido últimamente sobre todo Bacharach en varias versiones: la que hizo Dusty, por ejemplo, de I just don´t know what to do with my self.

5. Disfrute su pertenencia. Tomar el bus para la capital y regresar a la ciudad dormitorio es una declaración de pertenencia. El clima, la gente, la velocidad, el paisaje , el fin de semana, todo espera tras esa breve aventura diaria.

(Tono turístico de este artículo cortesía del Festival de Poesía).





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu idea de elaborar una lista con las peores canciones del transporte publico, me gusta... Yo hago cada día 130km para trabajar, durante años utilizé bus. Ahora gracias a DIos tengo un coche y yo decido la música que hay que escuchar...uff que recuerdos...

Leonel Delgado Aburto dijo...

Pues muy bien por ti, Calamarín...

Mi lista de las peores del transporte público crece cada día. A veces es angustiante y a veces divertida.

Saludos