domingo, diciembre 13, 2009

De la críptica inconstante

Leo la, a mi parecer, fallida (fallecida, diría él) novela de Guillermo Cabrera Infante La ninfa inconstante.

Mi escepticismo es casi vargallosiano: no hay una estructura realmente trabajada del texto, hay poca profundidad en los personajes, gana la vagancia por la ya consabida estructura de la ciudad (de La Habana) y por el entretenimiento verbal hasta llegar, lo dice el honesto narrador, a la chacota.

Lo curioso y a la vez dudoso es pues que mi reclamo se haga con respecto a lo convincente de la representación: desde cuándo un yo realista?. Además, que se joda Vargas Llosa, ese pesado reaccionario, y que se joda su estética muerta.

La novela del Infame es de/forme o in/forme pero tiene cualidades:

1. Contra cualquier expectativa, no es nostálgica.

2. De forma desesperada lucha por mantener la estructura pre 59 de La Habana: al punto de poder verse como un honesto artificio modernista: éticamente sólida, en otras palabras.

3. La ninfa es a la vez un escarceo erótico y una interrogación de la memoria: su función alegórica necesariamente destartala al autor-como-dios: la ninfa baila entre la memoria y la reproducción chocarrera de significantes y significados.

4. La deformidad de la novela es virtualmente necesaria: si no, no sería.

5. Es un artefacto que inopinadamente se puede volver en contra de la posición ideológica del autor: sí, señores imperialistas, construir el socialismo (o esta novela) es una tarea difícil.

2 comentarios:

DrJ dijo...

"Además, que se joda Vargas Llosa, ese pesado reaccionario, y que se joda su estética muerta".

Muy de acuerdo. Espero que te hayas instalado alla en Santiago.

Saludos, JeffB

Leonel Delgado Aburto dijo...

Saludos, Jeff.