lunes, junio 15, 2015

Geología y calistenia

Nada se arregló con el tiempo, no pasó el frío

Dio la vuelta tan al norte el sol, bañando la periferia

Del edificio. Y el edificio anclado en su sitio: nada se arregló

Con el cambio de sitio aviones kilómetros el desollamiento típico

De la migración, el exilio o la movilidad (la calistenia poética de otros

Atardeceres). Aprendidas en cada parpadeo las hojas alamedas

Luces urbanas. Rincones que de pronto hablaron en secreto.

"Vos que empujabas los planetas..."

Estoy más melancólico que Caetano Veloso en sus últimos discos (a partir de )

Que Beck en sus mares. Sé que de cualquier chispa ambulante

Saltará un signo. Pero hoy digo que con el tiempo nada se arregló

El acomodamiento de mi propia geología en un traje tan vasto.


miércoles, junio 10, 2015

De lo monacal

En España existe un Premio de Poesía "Reina Sofía". Es en serio.

La disonancia entre Reina y arte literario, entre Corte y república de letras, entre Nobleza y prometeos modernos (los poetas), es, por lo menos, significativa. (Pero en España todos los premios honran a la Corte? Hay premios príncipe y princesa de Asturias! Y en un país que podría preciarse de Góngoras, Quevedos y Lorcas.)

(Qué sería de un republicano modernista como Vargas Vila caso de que hubiese ganado un premio como este? Lo protestaría?)

Hace algunos años cuando Ernesto Cardenal recibió el Premio "Reina Sofía" (sic) la disonancia fue, si cabe, más acentuada. Un gran poeta comunista en el dominio de la dialéctica cortesana.(No se trata, por supuesto, del merecimiento de Cardenal, sino del nombre del Premio.)

En el reciente encuentro Centroamérica Cuenta realizado en Nicaragua (encuentro de narradores, libreros, editores y embajadores), ocurrió otra interesante disonancia. El encuentro saluda a Cardenal por sus 90 años (ya este blog hizo el homenaje respectivo).  Pero a la vez  homenajea a Charlie Hebdo (y en este blog no somos Chalie) y con ello la libertad de expresión. (Son recientes todavía las disidencias dentro del Pen Club, precisamente, por un "premio a la libertad de expresión" para Charlie Hebdo. Disidencias que no afloraron en el encuentro de Managua. Pero ¿no es el caso que todas las disidencias en Nicaragua son tardías y extemporáneas?)

Si algo se puede decir de Cardenal es que seguramente no cree en una entelequia abstracta de la libertad de expresión, al menos no como se ha absolutizado a partir del caso Charlie Hebdo. Busco un ejemplo en sus Memorias. Cardenal no se arrepiente de la censura sandinista al diario de derecha La Prensa durante los años 80. (Leer al respecto La revolución perdida).

De hecho, con todo y que en este caso Cardenal lleva la razón, se podría acotar que su visión del mundo es mucho más "medieval" o "primitiva" si se quiere que el blando y superficial republicanismo a la Charlie Hebdo. Véase si no, la entrevista que  Berna González hace a Cardenal en El País, y en la que el poeta junta (o quiere juntar tercamente) ciencia, política y religión.

La misma Berna González había informado, en su reporte sobre Centroamérica cuenta, que Cardenal estaba  "condenado al ostracismo como aquellos que fueron sandinistas y abandonaron sus filas". Esa media verdad desentiende el hecho que Cardenal asume lo monacal en medio del vendabal moderno, y que esa es en parte su distinción (ave Bourdieu) con respecto al resto. (Su poesía monacal, es suya en él. Tantos pajes y esclavos que se desperdiciaron en el exteriorismo!)

Asimismo, es notable la duda que Cardenal instala con respecto a cadenas de habla como la entrevista, y en la propia entrevista aludida:
Ya la entrevista se está haciendo muy larga y voy a empezar a decir tonterías.
Le doy una interpretación alegórica a esta cita. No es sólo aquella entrevista la que se alarga y desvaría. Es toda la poética exteriorista de Cardenal la que trastabilla.