domingo, diciembre 30, 2018

Shut up already damn

Mi hijo adora los payasos.

En realidad les teme.

En realidad tengo dos hijos.

El menor adora los payasos como yo podría decir que adoro los fantasmas.

Adora los cometas.

Los cometas y disfraces, las máscaras.

La experiencia más repetida de mi vida es que me reclaman que hablo muy poco.

A veces revoloteo alrededor de mi hijo sin decir nada. Nada de nada acariciando la nada, en la mañana transparente del sábado. Pongo mi brazo en su cabeza, su hombro, trato de ver el mismo cometa. Entonces recuerdo que tengo dos hijos.

Decidí poner en sus ojos la tierra baldía, una foto fragmentaria.

Uno fotografía su calcetín, el otro su propia figura corriendo en el tiempo.

Por suerte para mis hijos hablo demasiado.