Mostrando entradas con la etiqueta sociedad civil. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sociedad civil. Mostrar todas las entradas

miércoles, mayo 20, 2009

Algunos temas políticos

Generalmente, lo que se publica como "debate" en los medios son pleitos personales alrededor de intereses privados, ya sea que se haya privatizado lo que debería ser común, o que se maneje como privado lo estatal (que es casi lo mismo).

El tono escandaloso y airado de este "debate" dice mucho de lo involucrados que están en estos negocios , y en torno al Estado, las clases pudientes, políticos, medios, eclesiásticos, miembros autonombrados de la "sociedad civil", intelectuales, y, ya no se diga, empresarios. Es que escuchamos nada más el "debate" de los poderosos.

Pero al menos en la superficie hay tensiones señaladas: la institucionalidad, por ejemplo, que es invocada permanentemente. La sociedad civil que casi equivale a la clase media alta organizada. El legado de la memoria: héroes nacionales, que quieren ser "despartidizados". La ética, sin aclararse ni debatirse nunca si se trata de que asumamos como ética final la ética liberal y secular (cosa por razones culturales bastante improbable en un país como Nicaragua).

Lo mismo pasa con la institucionalidad. A veces pareciera que todo está bien con una institucionalidad neoliberal. Hay sectores del gobierno y sectores de la "sociedad civil" (incluso partidos que se suponen de izquierda) que lo creen así. Pero esa institucionalidad ha naufragado.

Ante eso, diría la sociedad civil otra vez, quizá por boca de algún intelectual, la (reforma) ética. Pero, de nuevo, depende de cuál ética.

miércoles, enero 23, 2008

miércoles, agosto 15, 2007

NO a Fe NO s.a.

No More FeNosa
Organizaciones de defensa de los consumidores anunciaron el martes que propondrán al gobierno realizar una consulta popular para decidir el futuro de la trasnacional española de electricidad Unión Fenosa en el país. Vía La Primerísima

sábado, julio 28, 2007

La polémica de la derecha posmo

Francois Houtart se ha referido recientemente al MRS llamándolo "derecha posmoderna". Textualmente, la acusación sería que los anaranjados han incurrido en una "alianza de clase de muy definida oposición a todos los programas gubernamentales (de Daniel Ortega) y a la nueva dinámica sociopolítica latinoamericana, posiciones teóricas clásicas de las nuevas derechas posmodernas en todo el mundo".

Por supuesto, la palabra posmoderna, y desinencias parecidas ya no dicen nada.

Pero hubo un tramo histórico en que posmoderno no implicaba necesariamente una celebración de derechas.

Libros "clásicos" de la posmodernidad latinoamericana como Culturas híbridas de García Canclini o La no simultaneidad de lo simultáneo de Carlos Rincón sostienen una (si se quiere, problemática, medrosa o ambigua) ubicación a la izquierda. Y la recopilación de John Beverley et. al. The Postmodernism Debate in Latin America tiende a juntar el postmodernismo con la radicalidad política.

Habría que preguntarse ¿ha entendido el MRS o el FSLN la política como descentramiento, hay anunciación de rizoma en sus políticas? ¿Han comprendido de manera radical la distancia entre representación política y subalternidad?

Hay que decir que no. Hay que decir que el adjetivo posmoderno en estos casos, es todavía una exageración.

En el campo de la política efectiva ambas organizaciones más o menos sandinistas no se han alejado ya bien del culto aficionado o el rechazo tajante a Daniel Ortega.

Pero, por el lado "posmoderno" podrían pactar una agenda social. Con la herencia que tienen en las luchas contra grupos subalternos (la contra y la Costa). Con la rectificación que podrían echar a andar al respecto. Con la herencia ética que comparten vinculada a ciertos principios de la teología de la liberación.

Y deberían ser los intelectuales los que piensen estos temas, un poco más allá de su obsesión por una institucionalidad que sigue siendo mestiza.

Pero faltaría: discutir fuera de toda disciplina partidaria (desde la sociedad no-partidaria), fuera también de las agendas de los medios (no fuera de su órbita e influencia de información, por supuesto, pero sí fuera de las verdades que nos venden), fuera del culto y obsesión por la personalidad.

P.D. La polémica, que incluye la referencia a la "sociedad civil", se ha extendido un poco. Una respuesta algo pacata, disimulada y llena de fabulosas abstracciones (la libertad individual, etc.) de Hugo Torres. Una acotación "desde la piñata" por Wheelock. Además, la polémica de Sergio Ramírez et. al. por la izquierda, Venezuela, la cultura y las telenovelas.

miércoles, julio 25, 2007

Sociedad Civil S. A.

El (improbable) debate nacional ha abundando recientemente en los usos, abusos y conceptos de sociedad civil.

Hay que narrar a la sociedad civil.

He aquí dos versiones: la de la izquierda moderada (Sofía Montenegro) y la de la izquierda un poco menos moderada (Orlando Núñez). Las distancias narrativas son pronunciadas.

¿Fue el gobierno de Chamorro una encarnación de la sociedad civil, la liberarización económica y la libertad de prensa? Según se responda sí (Montenegro pareciera postular que sí) o no a la pregunta se está más lejos o más cerca de una u otra versión de los hechos. La segunda parte del test sería: ¿se critica en esta narrativa al neoliberalismo, de qué manera y con qué presupuestos? En esto también las dos narrativas son opuestas.

Y así, con esas cargas interpretativas, se llega a la situación de la "sociedad civil" durante el mandato de Bolaños, etapa que resulta decisiva para el conflicto actual. Para eso resultan muy sugerentes las anotaciones de Hamlett del 25 y 26 de enero pasado en La Trinchera. Una versión, por así decirlo, más "objetiva", aprovechando que los PLC tenían que echarlas todas contra las herencias del régimen de Bolaños. Las preguntas en este caso serían: ¿en torno a qué principios y suposiciones organizó Bolaños a la sociedad civil y cómo entra en crisis este tipo de organización cuando Ortega vuelve al poder? La versión de Hamlett abunda en los pequeños misterios y los graves resentimientos de los segmentos que se arropan bajo el signo de la sociedad civil.

En cuanto a lo que Ortega intenta hacer desde el gobierno, es notable que uno de los editorialistas más connotados del país haya comparado los Consejos de participación ciudadana, que promueve el gobierno de Ortega, con el fascismo de Mussolini. En mi opinión, un poco exagerado.

Un medio en la web que mantiene más o menos un equilibrio de las voces de izquierda en torno al tema es La Primerísima (William Grigsby), como se deja ver en la interesante respuesta de Vogel a las críticas de Núñez a la Coordinadora Civil. Y quizá no tanto fuera de tema, la crítica de Houtart al MRS. ¿Una agenda de oposición desde el MRS mucho más inteligente que la de Mundo Jarquín? Apunta en la entrevista a Dora María Téllez en END, pero reproducida también por Grigsby.

En el aspecto jurídico, es notable la entrevista de END con Aráuz Ulloa: en esencia, "el debate parece ser más político que jurídico".

Una pregunta necesaria sería: ¿son los medios nicaragüenses medios para tales debates, o sólo es posible politiquear en ellos por las partes más propagandísticas y escandalosas de tales propuestas?