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viernes, junio 08, 2012

Los neoliberales contra las universidades

El FMI quiere, al parecer, que se reasigne el 6% del presupuesto estatal que reciben las Universidades nicaragüenses.

El cometido sería trasladar parte de ese presupuesto a la educación básica y técnica, que son muy carentes en Nicaragua.

La justificación ideológica (aunque con ornamentos desarrollistas) es que hay una especie de derroche en las Universidades que bien podría paliar la precariedad de otros componentes del sistema escolar.

La comunidad universitaria ha protestado por lo que ven como una amenaza al sistema educativo universitario. Creo que están en lo cierto, y su protesta me parece justa.

Ante todo porque el sistema universitario nicaragüense es tan carente como lo es el sistema educativo en su conjunto.

La fábula de una Universidad nicaragüense rica, derrochadora, incompetente y burocrática viene de las miradas neoliberales que han logrado introyectar en muchos el chip del evangelio fondomonetarista.

Hay que saber que el recorte deseado por el FMI forma parte de toda una estrategia de ajuste. El retórico "control del gasto" es decir el recorte a la educación y el bienestar social.


También hay que saber que el dogma neoliberal se ha vuelto endémico a todo nivel en Nicaragua: en sectores del gobierno, ONGs, think tanks, partidos, ideológos, intelectuales, periodistas, medios.


Se puede mencionar, por ejemplo, a la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES) o al ex-ministro de Educación Humberto Belli. Recurriendo a su calidad de expertos, este tipo de organismos o intelectuales de derecha neoliberal, pretenden, siguiendo lecciones de la cultura política del país, "gobernar desde abajo".

El ex-ministro Belli en particular se ha afanado con una serie de declaraciones y artículos en contra del presupuesto universitario.

El 9 de mayo, Belli recomienda revisar la asignación del 6%, o, por lo menos, el pago de gastos básicos de las Universidades (que corren por cuenta del Estado).

El 10 de mayo declara que el 6% es una carga pesada, que las recomendaciones del FMI son buena oportunidad para "debatir", que las universidades gastan mucho y aportan poco, y que en realidad reciben mucho más del 6 %.


El 21 de mayo, Belli escribe que la tasa 6% para educacion universitaria es irracional (claro si la vestimenta neoliberal se propone siempre como racional), que no tiene sustento democrático o de desarrollo. Dice Belli:"estamos ante políticas que deben revisarse en función del bien social", y llama al debate.

El 28 de mayo, Belli ve las manifestaciones de la comunidad universitaria contra el FMI como carentes de razón, y recomienda a gente dentro del gobierno lo racional que sería revisar el 6%.

Belli toca la tecla tecnocrática y neoliberal que sabe presente y activa dentro del gobierno de Ortega. En este sentido es que intenta "gobernar desde abajo", o lo que es lo mismo desde su expertise.

Con relación al neoliberalismo en el gobierno de Ortega es importante la tesis del sociólogo Amaru Barahona, publicada el 31 de mayo, de que hay una convivencia de dos modelos, uno alternativo y de izquierda, tutelado por al ALBA, y otro neoliberal, al que se afilia la política económica oficial de Ortega, y que pasa por seguir las directrices del FMI.

Más recientemente, Barahona dice que esa convivencia de modelos antípodas provocará en pocos años una crisis económica.


Todas las declaraciones de Belli sobre presupuesto universitario (yo no elevaría sus declaraciones al nivel de "debate sobre educación") pueden entenderse como cortejo, afianzamiento, opción por la uniformidad en torno a las políticas fondomonetaristas.


Otra cosa que hay que saber es que Belli, como Ministro de Educación del gobierno de Violeta Chamorro (1990-1996), echó a andar un proyecto de privatización de la educación primaria, que terminó de pauperizarla aún más, luego de la guerra y la crisis económica de los 1980s.


Este tropiezo gubernamental no ha afectado ni su afiliación ideológica ni su lugar de experto en temas de presupuesto educativo gubernamental.

El 4 de junio, Belli echa mano del argumento típico "de clase": con el 6% el albañil financia al doctor. La preocupación "por los más pobres" implica privatizar de manera escalonada la educación: el experimento que ha hecho crisis en Chile el año pasado, lo podríamos estrenar pronto en Nicaragua.


El llamado de Belli al "debate" ha sido contestado en cierta medida por el programa Esta Semana, y el semanario Confidencial, del periodista Carlos F. Chamorro.

Belli es invitado al debate televisivo del día 3 de junio, junto al Telémaco Talavera, rector de la Universidad Agraria y presidente del CNU . El debate no es tanto sobre educación universitaria como sobre presupuesto universitario, y concretamente sobre los temas típicos de la agenda neoliberal: eficiencia económica, transparencia económica, desarrollo económico.

De alguna manera esto lleva a una especie de planteamiento corporativo en torno a la eduación universitaria: cuántos alumnos, cuánto gasto, cuántos empleos, cuánta producción, cuánta ganancia. Por eso entre los consultados en el reportaje que  acompaña al debate se encuentra el presidente del organismo de los empresarios, COSEP.

Se ve, desde esos puntos de vista, a las universidades como potenciales empresas y al sistema universitario  como correa de transmisión entre la educación y el empleo. Esto no es tan sorprendente si se piensa que expertos que vienen de la Universidad, como Carlos Tünnermann, y para colmo con formación humanista, han recomendado ya antes una relación de sangre entre Universidad y empresa. (Ver artículo de Tünnerman del 12 de mayo de 2009, que ya comenté en este blog).

El "debate a fondo" que propone Esta Semana es "sobre la rendición de cuentas del 6%" como lo dice honestamente el periodista Chamorro. ¿No será más eficiente que el Estado deje de pagar los servicios básicos de estas "empresas" para estimular la productividad? Es el tono del "debate", más o menos.

Como se sabe en el ideario de la eficiencia comercial, lo estatal (y aquí las Universidades son esa bestia antidiluviana) es visto como retrógrado, irracional, ineficiente e "ideológico". Ya Belli se afanó suficiente para apuntalar bien el terreno de ese debate.

Una deplorable declaración de Tünnerman a los periodistas de Confidencial termina de configurar la estrategia conciente o inconcientemente neoliberal del "debate":

"Tünnerman explica que una buena estrategia para garantizar el buen uso de fondos es analizar y modificar la cantidad de profesores de planta que poseen las instituciones. "Las universidades estatales tienen profesores de este tipo en un 85% o 90%, asegura. El educador aboga por la promoción de profesores horario y la creación de un eslabon entre la educación básica y la superior." (artículo en Confidencial)."

La eventual destrucción o fragmentación de la comunidad universitaria no parece preocupar en estas declaraciones. La conversión de los educadores en profesores "taxis" que ha sido típica de los procesos de ajuste en América Latina, tampoco. La devaluación de la calidad educativa en general de estas medidas no aparece en tal paisaje ideal.

En el esquema ideológico de intelectuales como Tünnermann lo saberes residen en un grupo muy reducido de notables que hablan por el "pueblo", y generalmente son especialistas en Rubén Darío. Desde ese esquema, la distribución jerárquica de los saberes no es un problema. Por eso quizá pueden coincidir hasta cierto punto con ideólogos del presupuesto universitario (como Belli).


¿Qué tipo de comunidad de saberes es o puede llegar a ser la Universidad? ¿A qué se refiere uno cuando habla de "transparencia" en relación con la Universidad? ¿A los principios intelectuales de nuestra investigación? ¿Al efecto democratizador del saber que puede tener nuestra actividad de extensión? ¿A la honestidad y disciplina intelectual de nuestra docencia?


¿Como no ser adocenados y enjaulados y recortados por el vocabulario economicista y tecnocrático del FMI y los fondomonetaristas? ¿Creen los notables que su deseo privatizador y  jerarquizador del saber--una larga tradición en Centroamérica, se los aseguro--va a llevarse de maravillas con los principios neoliberales?


Una última pregunta que podría plantearse sería en relación al clasismo con que se abordan los problemas del presupuesto universitario. El afán de reducir la eduación universitaria a una educación técnica (de expertos, y no de ideólogos, y mucho menos de intelectuales) esconde el deseo de reservar lo intelectual (por muy adocenado que esté en torno al darianismo conservador) para la elite.


Creo, en cambio, que el pensamiento y las ideas deben impregnar todo el sistema educativo. Es la tarea universitaria que los neoliberales quieren ajustar, deshilvanar y disciplinar.

jueves, julio 08, 2010

Cátedras van

En su edición del día 7 de julio, El Nuevo Diario usó uno de esos subtítulos infames a que nos tienen acostumbrados los medios políticos (todos lo son en Nicaragua, por desgracia).

Reaccionando ante al anuncio del gobierno sobre la fundación de una Cátedra Sandino, END propone: "Autonomía universitaria queda pintada en la pared y currículo aumentado con estudios delirantes."

Por supuesto, no es desde la Presidencia que se debería pensar (en estudiar) a Sandino académicamente. Pero esto no convierte de hecho el estudio de Sandino en un asunto "delirante". (Me imagino que cuando Cardenal dio a conocer su gran poema sandinista "Hora 0" muchos habrán pensado que el poeta (todavia no trapense) deliraba).

Hay que admitir con pena que tuvieron que haber sido las Universidades las que propusieran el estudio universitario de Sandino. Tuvieron 31 años para hacerlo (el tiempo que tiene Sandino de haber sido admitido--sin duda polémicamente--en el panteón de héroes nacionales), y todavía no lo han hecho.

Una verdad paralela e íntima de este asunto, y que tiene poco de delirante aunque lo parezca, es el poco interés que las Humanidades y la Ciencias Sociales despiertan en el sistema universitario nacional. Pareciera ser que por defecto todo universitario del país debe escoger entre la tecnocracia, la administración o el derecho. No hay recursos para investigación en las áreas humanísticas y de ciencias sociales. Esto al Estado no le interesa, y, al parecer, a las Universidades no les preocupa.

Esta situación produce un efecto personalista bastante evidente. Hay dos o tres notables que pretenden concentrar los saberes del canon patriótico: son darianos autonombrados, sandinólogos amateur, filósofos improvisados, vigilantes de la ética social y permanentes precandidatos políticos a algún cargo. Con tanta falta de autonomía política y académica como han acumulado, suelen, como ya lo he dicho en otras ocasiones, perorar sobre la autonomía.

Son parte importante del fraude nacional en que se ha convertido el sistema educativo del país pero hablan desde un recinto de pretendida pureza, y con autoridad. Responden, en realidad, a la poca democrática estructuración que tiene el saber en Nicaragua, y a una realidad que, no obstante la revolución del 79, no ha sido superada. En este sentido coincido casi con la sorna que END pone en su titular, interrogándose sobre si habrá una revolución cultural.

A juzgar por las cátedras administradas desde la presidencia, la salud todológica de los notables, el desprecio universitario del saber humanístico y la liviandad con que los medios abordan estos temas, hay que responder que no.

Significativo, de todas maneras, es que en esta misma semana se presentará la segunda edición del libro de Volker Wünderich Sandino: una biografía política, libro con que todos: catedráticos, notables y medios podrían comenzar a debatir sobre el héroe.

Volviendo a END, noto que en los sótanos de las intervenciones anónimas de sus ciberlectores, el debate tampoco es muy creativo que digamos. Hay un relente somocista bastante peculiar en esas discusiones, y al parecer, el diario se deja arrastrar por una especie de incitación a su barra signficante.

Hoy, titulan la zaga como Todo huele a “Cátedra Ortega”, y entrevistan a dos especialistas de las cátedras darianas, que piden la reivindicación de Darío, el universal, sobre Sandino, el regional.

En Nicaragua, el bizantinismo nunca estará divorciado de la información superficial.

jueves, mayo 14, 2009

16 riesgos de la Universidad frente a la Empresa

Un artículo de Tünnermann sobre "La relación universidad-empresa" que apareció ayer en un diario nacional, motiva en parte estas reflexiones sobre la universidad, la empresa y las humanidades.

1. El riesgo de reducir la Universidad a la producción de lo utilitario, empírico, aplicable.

2. Reducirla, así, en su posibilidad crítica.

3. Viejo "conflicto de las facultades" recolocado en un mercado periférico o infranacional, en donde las Humanidades llevan las de perder.

4. "Sectorizar" la Universidad y la Empresa bajo un paradigma neodesarrollista en que lo crítico es de hecho sustituido.

5. No hacerle ni una sola pregunta académica a la Empresa.

6. No saber nada de la historia cultural de la Empresa. Su excentricidad y sus costumbres. A saber: que funciona con el corazón puesto en el extranjero, y no sabe nada de inversión en educación. Que se educa para gobernar manteniendo una estructura de dominio clasista, racista, etnicista, machista.

7. Quedar satisfecho con que las Humanidades se reduzcan al culto dariano y festivales adyacentes que resultan monumentos a la pobreza cultural. (Y no es pobreza cultural de los pobres, que es de otro tipo, sino pobreza cultural de las clases medias y altas que viven de eso.)

8. Convencer a la Empresa, fundamentalmente la Empresa Financiera, que basta con financiar la mochila de libros de la biblioteca "nicaragüense" para que todo esté en paz, manteniendo cierta hegemonía cultural.

9. Dejar la antropología, historia, sociología, arqueología, ciencias humanas y sociales en sitios "de fuera", ONGs y academias no situadas aquí (lo que enfatiza las agendas excéntricas).

10. Ese saber y esas ciencias no han existido por falta de financiamiento del Estado y la Empresa. Y no es con ensayos nacionales que se subsana ese vacío.

11. No sé si será kantiano, pero la autonomía (su fundamento) no saldrá de la tecnología.

12. No pensar en la tecnología y la ausencia tecnológica más obvia y evidente: saber leer y escribir, enseñar a leer y escribir a los universitarios.

13. ¿Cómo operar un convencimiento cultural en la Empresa?

14. ¿Cómo hacer para que lo que la Empresa invierte en educación (exageremos), no lo invierta con el patetismo de la caridad cristiana, sino con un convencimiento más profundo, liberal, si se quiere, en las bondades de la educación humanista?

15. ¿O será que irremediablemente las Universidades tendrán que devenir empresas, o no ser?

16. Contra la simbiosis Universidad-Empresa.

miércoles, marzo 04, 2009

De la situación educativa en Nicaragua

Los niños del tercer grado, turno vespertino.

Un asunto central de su vida escolar (para algunos de ellos y sus padres el central) es el plato de comida que oferta la escuela.

Gallo pinto, queso o crema.

Para eso los niños llevan platos de plástico todos los días.

La hora de la comida atrasa un poco el desarrolo de las lecciones. Pero, ni modo, es un punto importante. Y en esto todos coincidimos con la maestra.

Hoy no hubo comida porque la madre encargada olvidó cocinar, o quizá birló los granos.

El maíz, por otra parte, está carísimo en Mesoamérica. (A veces la dieta incluye tortillas.)

Algún niño de esos va a volver a pie hasta la zona en donde vive, y esta vez sin haber comido.

lunes, marzo 17, 2008

La lectura también es tecnología

En las Universidades nicaragüenses, y probablemente las de otros países de Centroamérica, se propagandizan unidas la educación participativa y el uso de tecnologías audiovisuales y de información para mejorar la enseñanza.

El entusiasmo es compartible pero advirtiendo siempre: la lectura también es tecnología.

Si se investiga el estado de desarrollo de la educación en el país (o si se quiere “el estado tecnológico” de la educación), hay que considerar como imperativo las habilidades de lectura, comprensión y pensamiento crítico de maestros y estudiantes.

¿Se investiga el desarrollo tecnológico el país? Hay que ver qué pasa con los programas de bibliotecas públicas y bibliotecas escolares.

¿Se considera al libro un bien que debe circular de la manera más expedita entre estudiantes y población en general? Alguien puede venir a decir que ya no se necesitan las bibliotecas porque la red pondrá los textos en las narices del potencial lector. ¿Hay entonces planes de bibliotecas virtuales-populares? (Algo así como lo que se ha hecho en Venezuela con la Biblioteca Ayacucho al poner su inventario on-line).

¿Se quiere decir algo de la relación entre tecnología y economía? Que se vea cuál es la inversión en bibliotecas, y cómo se relaciona el poder adquisitivo de los universitarios (maestros y alumnos) con el precio de los libros. ¿Cuántos libros puede adquirir un profesor horario de una Universidad nicaragüense por el salario parcial que recibe? ¿Cubren las universidades el déficit de libros y lectura?

(Un punto aparte es el estado de las librerías en el país: negocios tantas veces sonsos en que la papelería ahoga a la librería propiamente dicha, hay un ostentoso afán de negocio educativo, y reinan los bestsellers.)

Si no hay un verdadero desarrollo de las tecnologías vinculadas con el libro (creemos que el auge informático complejiza sus posibilidades en cambio de desaparecerlas), se puede incurrir en lo audiovisual sin esencia ni profundidad, en la información “espectacular” pero blanda, en la clase “participativa” pero monocorde y opaca.

Participar en una clase también es una actividad relacionada con esa tecnología que no debemos descuidar: la de la lectura.






miércoles, mayo 16, 2007

El Dr. West habla de esos títulos


Versión en un Seven-Eleven (otoño de 2005)

"Sigues empujándolos, manteniendo los libros en movimiento
Recojes todos esos libros que vas a leer
Y olvidar, y circulas, hombre.
Obtienes ese título básico de educación universitaria
Después obtienes la licenciatura, después el master
después el master del master
después el doctorado,
Sigues, hombre, entonces cuando alguien te quiere correr
Les enseñas ese título, cuando
Todos te dicen hey, no estás trabajando,
No estás ganando dinero,
Vos decís: miren mis títulos y miren mi vida,
Sí, tengo 52, y qué?, aunque les caiga mal,
Pero soy listo, soy tan listo, estoy en la academia
Y todos esos tipos están fuera de aquí ganando
Dinero en todas esas formas, y yo gastando el mío para volverme listo.
Sabes por qué?
Porque cuando yo me muera, compañero, sabes
Qué me va a dar calor, de verdad,
esos títulos."

Kanye West, The College Dropout (2004)
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