Caminar por el barrio alto o por el sur, Station to Station en el
mp3 player. Las avenidas prometen verdes de novelas pastoriles,
recodos de realismo sucio, ángulos de musical, soledades del corredor de fondo.
Todo lo contrario del nirvana estoy lleno de cosas, de las cosas y los nombres.
Los filosofitos que se conformaron con la nada y el blanco, el zorro orientalismo y
esa mirada irónica y colérica con que los miraba el sol: y ahora corren.
Filosofitos mascotas del sistema, hijos de Presley. Las esquinas sucias, un borracho que
orina o patea a otro (más viejo), esa esquina que recojo de La Habana o de Managua, o incluso
de Penn Avenue en el declive que llevaba al Strip District.
Todo ocurre en el tatuaje de un pasado inesperado sobre la piel de un presente abstracto.
Managua Carretera Norte con su contemplación mística de los aviones está a la vuelta de la esquina
El verano sembrado de violetas en las calles con nombres de árboles encinas alerces almendros
Varias ciudades muertas sobre el fantasma de las flores vivas
Los goznes y articulaciones son lo primero que hay que observar
pura materialidad de la calavera que anda.
El fantasma te dirá que estás entre dos clases, entre dos regímenes, en la ciudad partida
y dividida sentirás que flotas, al norte de la etnia la clase
al sur de la clase la etnia
Ora de los músculos, ha caído el verano
en las bocas del Metro se dan cita las clases sociales
Qué hacían los jesuitas en Centroamérica con las otras clases
ese tipo de preguntas políticas cuando voy bajando la pista/la avenida de Tobalaba
o cualquier otra pregunta académico-política
especialmente las relacionadas con el cultivo y la falsa trascendencia
del yo.