lunes, mayo 21, 2018

Bolero nacional

He decidido mantenerme a distancia de la bandera
no vaya a ser me muerda

sábado, mayo 05, 2018

Plan para una novela


Luego de una noche incómoda, N. despierta. Uno de sus testículos se ha abierto como una granada. No sangra pero algo de lo que debería estar adentro está ahora en sus manos: una mezcla de grasa un poco sanguinolenta con algo que tiene la consistencia de hilos gruesos agrupados. Intenta cerrar la abertura poniendo una capa sobre la otra, pero no sabe si ese tipo de hendidura se cerrará sola.

N. sube las escaleras del dormitorio de oficiales (la época de la novela: los años ochenta, hay guerra civil; hay culto a la guerra) intenta llegar a la computadora para buscar en Google casos parecidos. Pero en ese entonces no existe la internet.

Al finalizar el Servicio Militar, N. regresa al barrio de calles polvorientas, a su casa de piso de tierra, y sin agua corriente. En las calles se ve a los vecinos acarreando (en diversos recipientes, y algunos en carretones) el agua que van a sacar de un pozo.

La simultaneidad aparente de los hechos (el caso de su cuerpo, el servicio militar, el fin del servicio militar, quizá el fin de la guerra: incluso el salto deseable a un era cibernética) gira en torno a los testículos "rajados", ahí donde, como quería el clásico, rajarse significa feminizarse, quizá volver al monstruo primordial: animalizarse.

El testículo como eje significante de la guerra. Aquí el novelista introduce una larga reflexión sobre la interrelación entre discurso y guerra, partiendo de unos versos conocidos de Gioconda Belli (y musicalizados por Carlos Mejía Godoy). Vendrá la guerra, pero estos poetas prometen seguir cantando:

"y en el combate no habrá tregua 
ni freno para el canto 
sino poesía naciendo del hueco oscuro 
del cañón de los fusiles."

Pero N. sabe que la poesía como discurso determinante de lo nacional, ha terminado. Quedan casquillos desperdigados de lo que fueran versos.

N. visita a un gurú new age (mucho budismo zen, mucho Jodoroswky, mucha secta de troskos arrepentidos) quien le recomienda envolver sus testículos en paños azul y blanco (colores de la bandera nacional).

N. se cura lentamente.