Las mañanas de domingo cargadas de neblina son las de los que se marchan para Costa Rica. Siluetas, olores, dialectos. ´Tate pendiente de tu cel que te llamo en cuanto llegue.
Otros hablan de la venida del próximo mes. Sienten la náusea de La Virgen, un lugar paradisíaco entre tantos de Nicaragua, con el Lago Cocibolca al alcance de la mano, y ganaderos, y rápidos tránsitos que iluminan el paso.
Luego Peñas Blancas y la suciedad de esos baños de la frontera.
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