Los muertos de los 70s con caras de poetas constructivos en el estricto
sentido. Los muertos de los 80s tan orgánicos y perseguidos por hormigas.
Los de los 90s peleados con su propia identidad: remolino y sombra
en el triángulo minero. El insomnio de la patria y el de sus insomnieros oficiales:
los poetas. Las columnas oficiales del FSLN y su versión sorry-ass el MRS:
que componen la democracia, arreglan la falda de la Hecatombe del liberalismo que
los engulle. Que hable el paisaje: piedras, páramos, lomas rocosas y cardos
ríos perforados, cercas enloquecidas y sobre todo sol, sol anular.
Esta deriva de guerreros analógicos al paisaje hoy desaparecidos
lo que no quiere decir que ausentes.