1. Desde el inicio del conflicto actual
en Nicaragua, me pareció que se reincidía en un modelo insurreccional,
sostenido ideológicamente por una retórica sacrificial: la sangre que da
sentido a lo político.
2. Debería decirse a esta altura
"sólo la sangre da sentido a lo político en Nicaragua". Eso apunta a
un fracaso nacional fundamental: las elites políticas junto a todos los actores
políticos y sociales han sido incapaces, luego de cuarenta años de la última
revolución, de resolver los conflictos de manera pacífica.
3. Pero no estamos para autocríticas. Nadie
quiere autocriticarse ni empresarios ni clase media ni sandinismo ni la
profundamente conservadora y politizada Iglesia católica nicaragüense ni nadie.
4. Lo menos autocrítico del mundo se
deja ver en la suerte de la bandera azul y blanco: todos se envuelven en ese
trapo, nadie quiere criticar las bases violentas de lo que simboliza.
5. Gente contrarrevolucionaria
reconocida como Humberto Belli se refieren con soltura a la "revolución
azul y blanco". Por mi parte no quiero estar en esa acera azul y blanco
junto a ideólogos como Belli.
6. Encabezado por los empresarios y por
la Iglesia católica, este movimiento masivo mezcla rasgos revolucionarios con ansiedades
democratizantes y muchos empujes contrarrevolucionarios. Es quizá una capa más
de las muchas capas contrarrevolucionarias vividas: Esquipulas 1987; el
gobierno de restauración Chamorro, los gobiernos conservadores que llevaban el
título de liberales; el gobierno del FSLN mediatizado por alianzas con
empresarios y obispos. Somos el país de la contrarrevolución interminable.
7. Sergio Ramírez que es un tipo de
escritor incapaz de dejar de hacer ideología, incluso cuando sus términos son
llevados "hasta el escándalo por sucesivas y contrarias lealtades" (para
citar a un clásico), anunció en esta coyuntura que habíamos llegado "por
fin" al siglo XXI. Pero no, esta reincidencia insurreccional y sacrificial
es muy siglo XX. ¿O no será aún más remota?
8. Pienso en lo robusto del poder de la
Iglesia católica nicaragüense y cómo se consolida en estas circunstancias. Mientras otras
Iglesias se derrumban entre escándalos de pedofilia y abuso, la nicaragüense es
adulada con frecuencia por su "moralidad". Todos sabemos que no hay
tal moralidad, pero lo acatamos como parte del paquete
"revolucionario".
9. Me han preguntado algunos amigos que
cuáles son los medios de comunicación nacionales más objetivos para seguir las
noticias sobre Nicaragua. Pero ya no queda periodismo, sólo trincheras, tranques y
barricadas.