Es el último empujón del invierno. El aire frío y seco corta el olor de almendras calientes que venden en las aceras (las veredas en chileno).
Seguirán mis buenas notas. Seguirán el espejo y el azogue y el pez imaginario. Seguirán el suspenso y el recodo.
El don del invierno te revisa alfabéticamente. Decís que no lo sabías y que ni siquiera sabías que lo decís.
Entre la K y la J buscás a Jenofonte. Está en el vacío, atrapado entre Henry James, James Joyce (poeta menor) y Kafka.
Tu versión de Anábasis que compraste en La Moderna Poesía se ha borrado hoja por hoja.
(Y Hoja por Hoja está en el Deuteronomio, te advierto).
Se borra lo imantado, se borra el invierno. Brotes en los cerezos que son borradores de otra primavera.
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miércoles, agosto 22, 2012
martes, junio 03, 2008
El blog intermitente
Junio no es verano sino invierno.
Además de las aflicciones globales casi comunes (precio del transporte y huelgas), junio es el mes de mayor trabajo. Cursos que se reinician, estrés. Y sobre todo deberes: deberes de escritura académica.
Junio es una primavera privada y terriblemente verde que produce alergias. ¿Todos los antialérgicos producen somnolencia? (Hay que ver un septiembre en Nicaragua, uno muere de verde, hasta las almas transparentes de las modelos parecen ranas.)
Junio es la intermitencia.
Además de las aflicciones globales casi comunes (precio del transporte y huelgas), junio es el mes de mayor trabajo. Cursos que se reinician, estrés. Y sobre todo deberes: deberes de escritura académica.
Junio es una primavera privada y terriblemente verde que produce alergias. ¿Todos los antialérgicos producen somnolencia? (Hay que ver un septiembre en Nicaragua, uno muere de verde, hasta las almas transparentes de las modelos parecen ranas.)
Junio es la intermitencia.
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