Excepto por los muertos (Rugama y Morales)
Todos están muertos.
En el área de poetisas brillaba la nueva revelación: Laura Sotelo. Uno ve divanes en esta poesía, cabelleras de mujer precipitadas en actos de felación. No es un sentimiento despreciable. Comencé a contar las veces que mencionaba, sin citar, a Virginia Woolf. Uno, dos, tres…. Lana terminaba de pistolearse y recibía una llamada en su celular. Era Gonzalo O. Jeremías. Servicio Militar en la Tercera Zona Militar, como ayudante político. Su responsabilidad principal era seleccionar los editoriales y artículos de opinión de Barricada que iban a servir para la concientización política en todas las zonas de guerra. Asimismo, la organización de los actos político-culturales, en los que siempre se otorgaba a sí mismo un papel para danzar en tono alegórico: Sandino era una luz, la patria era una estrella, etc. Ahora, viviendo sus cuarenta, se dedicaba al chisme esmerado y el estado vegetativo. Gozalo O. Jeremías era fan de los Beatles, motivo de más para odiarlo. La Juventud Sandinista aún está viva: demacrada, adulta, arrugada pero siempre oportunista, le dije yo a Lana. Gonzalo no es orteguista, querido, me aclaró Lana. Pero es fan de los Beatles, no querida?
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