El blog en altamar, aunque altamar exhiba un copyright.
El blog sin respaldo de un medio.
La entrada no para ser publicada en la página de opinión sino cercada por su propia incertidumbre (entre el anonimato y la botellalmar).
La entrada no como cuento ni como artículo de opinión ni, mucho menos, como poema.
Esto que no irá al periódico ni al suplemento.
El blog no como sustituto.
La entrada como una ardorosa púa en el pie: la púa de la escritura, el pie de la letra.
La voz antes de ser "ciudadana" o cualquiera de esas mierdas baratas que venden los medios.
El ego domado en el mar.
La distancia material y necesaria entre la voz y la subjetividad.
El ego múltiple.
La sexualidad de la letra que navega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario