Con la al parecer inminente normalización de relaciones entre el gobierno de Nicaragua y el gobierno golpista hondureño, la historia del golpe llega a un "final" esperado.
"El golpe quedó atrás", reza el subtítulo de un diario nacional. Y es curioso el funcionamiento ideológico con que se articula ese supuesto cambio de temporalidad.
La conciencia tantas veces manipuladora de los medios dominantes y el pragmatismo político que ha carscterizado siempre al sandinismo pretenden pues doblar la hoja, y con ella suturar la posibilidad de historia, de seguir contando de verdad lo que ha pasado en Honduras. (Por favor, no mencionen aquí al "sandinismo ético" que esa antigualla solo entusiasma a la parte jesuítica de la clase media que anda en busca de apaciguar su mala conciencia).
Manipulación mediática y pragmatismo políto versus historia, con minúscula porque vendrá ya la Historia de los notables a (ab)usar su propio sello. De hecho la tercera pata en este "dejar atrás" a la historia latía ya en tantas declaraciones frívolas y poco ingeniosas ("lo de Honduras está enredado, no sé qué opinar"), cuando no abiertamente pro-golpe de los notables, quienes en alianza con los medios lograron provocar un clima de "lo irremediable" y de "lo pragmático", y una idea sancionada de "lo democrático" antes los sucesos históricos centroamericanos más decisivos en lo que va del siglo.
A pesar, pues, de los silenciamientos que ahora se inician (sancionados por derecha e izquierda, recordemos de paso que Funes es otro pragmático) hay que estar atentos a las versiones más erizadas y menos conformes que provengan del movimiento popular que defendió en Honduras la institucionalidad. Son los que mejor saben qué temporalidades se han cerrado y cuáles están abiertas.
2 comentarios:
Suturar, sanear, borrar y olvidar, inconcebible pero no me sorprende. ¿Viste que aceptaron la propuesta para LASA? Ojalá que podas asistir, Saludos, Bill
Hola, Bill. Sí, voy a hacer lo posible por asistir. Saludos.
Publicar un comentario