Mostrando entradas con la etiqueta Pasolini. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pasolini. Mostrar todas las entradas

jueves, noviembre 21, 2019

Imitación de PPP


Chavalos ensimismados en la bandera

Con la conciencia limpia y los cachivaches metafóricos heredados del 79

La barricada, el pañuelo, el narcisismo clasemediero

Y el vértigo del amor propio intercambiable con un sereno culto sacrificial: por esos muertos

Sobre todo, los prejuicios jesuíticos de clase que se transmiten

De generación en generación a través de redes familiares idealistas

--siendo la UCA el último y lugar fronterizo interclasista donde se canta la Misa Campesina

(allí mismo donde uno a uno los jesuitas fueron disfrazándose de hippies alguna tarde remota de los años 70s)--.

De haber algo más allá del ensimismamiento qué sería?

Invocarán con la voz de Coronel la sombra de Pound y a través suyo la de Confucio

En un mundo multipolar lleno de cicatrices terrestres?


Ah Uds., penetrados rudamente por el gorro frigio

Y por el polvo drogadicto del nacionalismo

jueves, septiembre 20, 2007

Que también el humorismo

Busco el poema en que Pasolini, a una hora cincuenta de NY, piensa que el humorismo es lo que hacen los hombres importantes, y que todo viene de no haber sido abandonado en el desierto.

Búsquese cualquier efigie del humorismo: la risa "sana" y "profiláctica" de Octavio Paz, o, más frecuentemente, cualquier contenta y "bergmaniana" (y correcta) fábula de Woody Allen.

En Análisis tardío, dice PPP, "que también el humorismo forma parte del bloque inamovible".

Y hay ya tantos y excesivos humoristas por el mundo.

Pero dónde tentar una alegría que no sea puro nihilismo, puro cartesianismo calibanesco; esa que el otro poeta aludía al decir que nunca quiso jugar al más listo con nadie?

A veces lo encuentro en Lezama, cuando nada con las manos atadas dentro de un tonel de vino.