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sábado, diciembre 06, 2025

Equus

 “Un antecesor del caballo, el equus, recorría las pampas…”[1] y se salió de la página en disposición intrincada en este momento. Era el caballito de los sueños que me contaba Leonel mi padre porque en América había un antecesor del caballo euroasiático un caballito diminuto y atómico que corría con ansia, dispuesto a perderse en la prehistoria su cabalgar infinito sin atadura o conquista—decía mi padre

Antes de pasar a hablar del Panteón de los Boxeadores Joe Louis Rocky Marciano Sonny Liston—una genealogía épica y cruel que culminaba en Alí, pero de la que él prefería a Ringo Bonavena quizá por latinoamericano y valiente (era el equus que nos retaba secretamente con su línea intrincada)

Aquella América de sus libros en los cursos de la UNAN, un Paul Rivet, un exótico Henri Charrière, un José Gabriel Condorcanqui más que dispuesto en el recorrido irregular y secreto del caballito equus

Y, claro, todo en una película del Teatro González



[1] José Bengoa, Viaje a Caral 52-53

jueves, noviembre 27, 2025

Interestelares

 

Si hubiera tenido buen oído musical

habría escuchado a Dylan, y quizá habría terminado de atar cabos

sobre la relación entre democracia y poesía en América—lo que llaman América en

Estados Unidos

Pero el músico del monasterio se

había decepcionado tanto con él—dio la vuelta diciendo NO con la cabeza

Era el peor caso de sordera musical que había conocido en su vida

Carlos Martínez cantaba un bolero en los patios del Colegio

Agustín Lara, Mi novia arrabalera/ Te quiero con el alma

Te imaginás el vasto y sublime universo sin música?

Un Cántico Cósmico sin declives claves decibeles

Una vida sin Schubert

Quizá eso es santidad

Pero para quien inquiera en una interpretación generacional

Puede buscar esas palabras de Domínguez Michael en que

Confiesa que Octavio Paz era también un tapiado para la música

¡Tan igual en eso a André Bretón! ¡o sólo en eso!

Y la música de la Estación Violenta, preguntareis?

Todo endecasílabo blanco esconde un silencio, una oreja roma

No sorprende entre tanto que en los espacios interestelares Ernesto

Tampoco se encontrara con la música

Long Play no es poesía—si bien Mejía escribió unos afamados Long Play/ Boleros

Un filólogo apegado a la música no es necesariamente un poeta destituido

Como hombre, ha vivido en lo cotidiano; como poeta, no ha claudicado nunca

Aunque quizá bien sus pentagramas sean más concretos, más código que presencia

Algo que impresionará sin duda

A los romos discípulos de Coronel en Nicaragua

viernes, noviembre 21, 2025

Embarcadero 4

 

“Y en el espejo veo al viejo loco” S.R.

El avión destartalado del sueño se abre en horizontes urbanos y pintorescos y entonces

Despierto. Hay que orinar con parsimonia y descubrir el frío, abrigar a la perrita

Volver a la cama con la piel erizada a buscar el calor de María cerrar el telón de los ojos

Sobre el viento armado se mueven todavía personajes de películas en los párpados

Frases que dije ayer en clase: carga uno la memoria de sus muertos, están allí

Pero ahora son los huesos los que cargo, como en Drummond, hueso y flor y memoria

Hay que levantarse: este aliento malsano de la mañana me levantó tantas veces cuando

Quería escaparme en las sábanas como en un vientre, los días de partir siempre

Irme para allá o para acá, para el Servicio Militar o Cuba o los Estados Unidos

Con mujer e hijo, o padre enfermo o gente que me esperaba: la estructura del sueño

Es esa digo de pronto y me levanto: comento para mí mismo que tuve otro sueño con

La Escuela a donde nunca volví, nostalgia perdonada, recodo pastoril (pero la Giovanna y

Fran sí volvieron: de cierta forma volví)

Como es sábado hay que sacar la basura, la perrita teme al frío y me lo dice:

Temo al frío, le digo que yo la voy a cuidar del invierno aunque no de la edad

Qué edad tenés, perrita. Doce, dice. Hoy te voy a pasear más tarde, a mediodía, no me

preguntés cómo pasa el tiempo

Para hoy pronosticaron nubes y algo de lluvia, unas gotas que van a caer y no serán muchas

jueves, agosto 14, 2025

Embarcadero 3

 Tarde o temprano serás abandonado a los demonios, única sabiduría

Mira bien la ciudad que no quisiste, el crepúsculo, las nubes

Cuida como a un brote la ciudad del sueño, la laguna incandescente

El radio insectívoro del taxi con Leo Dan y el boulevard en un día de 1969

De formas quedará la matemática, el trazo, la espalda

Sólo fuiste alguien que subió por el esbozo del río y creyó encontrar el agua

Nocturna y subterránea

sábado, mayo 17, 2025

Epigrama para un perro

 El perro Whitman pretendía olerlo todo, orinarlo todo

 Darío el perro de la rosa sexual al entreabrirse

 Y un perro andaluz dibujado en el pecho

miércoles, noviembre 06, 2024

Taller vivo

 El 16 de octubre recién pasado murió mi amigo Cristóbal

Me ha dado por imaginar que me acompaña por algún trayecto del día y que conversamos

Siempre en esas cortas imaginaciones—como en una película de super 8 en blanco y negro

Encontramos de qué conversar: antes sin querer conversábamos mucho de economía

Y del futuro: éramos adolescentes presionados por salir al mundo del trabajo

Me contaba de su hermana que trabajaba en Managua

Y de la necesidad del trabajo, más allá de la revolución sandinista (otro de nuestros temas)

Que había reinscrito la ley del valor en los cuerpos

Y en esa entrada al mundo del trabajo—luego de que cumplimos el Servicio Militar—

(me acuerdo cuando llegó a visitarme en Matagalpa en algún momento de 1985 y fuimos a

visitar a una señora de Guanuca que lo había hospedado en un Festival de Teatro: él quería

endosarme el cariño de la señora colaboradora en actividades culturales de la revolución, un

gesto sin duda de su gran corazón)

Siempre estaba ayudándome a encontrar empleo—en empresas de la fenecida AgroInra,

como Tecnoplan. Incluso un tiempo hice una prueba de trabajo por un mes en una empresa

que se llamaba H&M (por Héroes y Mártires, un supermercado para la nomenklatura

sandinista)

Cuando me iba para Cuba llegué a buscarlo a Inpesca (la siglas eran interminables) donde

trabajaba por entonces y fuimos a su casa y estuvimos un rato con la Ena, su esposa que

estaba embarazada, y me despedí de ellos (en mi película super 8 todavía los veo decir

adiós mientras me monto en el bus, allá en el barrio San Judas, 1990)

La entrada al mercado del trabajo tuvo al inicio un tropezón: el Servicio Militar

A Cristóbal lo reclutaron en noviembre de 1983, pocas semanas antes de nuestra

graduación al final de la secundaria. Recuerdo también que le escribí una o varias cartas

Que querían ser literarias, una especie de taller vivo

Me pregunto dónde quedaron esas cartas—las que después le envié a mi madre, del

Servicio o de Cuba, la lee todavía (no tengo, no tendré mejor lectora)

Solo recuerdo el Saludo que ponía en las cartas: Compañero, Soldado

Cristóbal también aparece, niño aún, en una de las fotos famosas de Susan Meiselas sobre

la insurrección sandinista. Pero esas fotos suelen tener dueños y derechos, se las pelean los

FSLN o los MRS o los dueños de la memoria. Mejor que se queden ahí en su historia.

La foto vale por otras razones, por otros sentidos.

(La historia no había tocado el fervor por su madre que había muerto en 1978, y que

homenajeaba siempre en mayo, y estaba (estuvo) siempre como una constante de su ser y

personalidad—estaba ahí ya desde la primera vez que le hablé en algún momento de 1979:

todavía veo su talante adversario y dulce en un salón de clase del Alejandro García Vado)

Yo, querido Cristóbal, sigo por el momento escribiendo la carta, aguardando que llegue a

destino. De hecho había deslizado ya algo previsible en un poema en que dije: “Ya la mitad

de mí se perdió en tu memoria. Es buena edad.”

Y es así, compañero.