Tiendo a ver el catolicismo más como un lastre—social,
político y moral— en la historia de Nicaragua, que como un elemento
constructivo. Veo a los Obispos como el poder masculino, homosocial y patriarcal
en esencia. De Obando a Báez me parecen la misma oscuridad. Me parece que se
requiere ante tanto poder incuestionable de la Iglesia, más secularidad. Sobre todo,
a partir de 2018 se quiere ver a estos señores Obispos como depositarios de una
nueva moral o de la moralidad de la nación, etcétera. Intelectuales de la talla
de Sergio Ramírez lo han afirmado (entrada de Facebook del 20 de julio de 2018).
Yo pienso lo contrario (es decir, que la moral de los obispos tiene que ver con
su institución y no con el país), y quizá deba alegrarme de no coincidir en
esto con la idea dominante entre intelectuales. Yo sigo viendo a “un hombre con
sonrisa brutal y ojos de pícaro” para recordar al poeta, cada vez que se asoma
un obispo nicaragüense en la pantalla de la computadora.
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lunes, agosto 03, 2020
Obispos
miércoles, enero 25, 2017
En la cueva de un solitario
Es inevitable que en todo discurso heterodoxo se cuele una instancia, un resto institucional. ¿Es inevitable?
Leo en Vida en el amor de Ernesto Cardenal un amor desemejante y radical: el amor de los místicos. Pienso en el catálogo de De Certeau, y en el amparo de Merton.
Pero no deja de haber capítulos en que la juventud acude al matrimonio, y en que este matrimonio acaba por reivindicar a la Iglesia.
El recuerdo disciplinario y fascista con que los letrados vanguardistas asumen el catolicismo en Nicaragua es proyectado, en cierto sentido, en esta concepción poco heterodoxa. Dice Cardenal:
Estas frases, que hubiesen quizá complacido al mismísimo Wojtyla, indica que la heterodoxia, como el barrilete, es sostenida, a veces, por vieja mano.
A veces parece impensable el sujeto sin institución.
Leo en Vida en el amor de Ernesto Cardenal un amor desemejante y radical: el amor de los místicos. Pienso en el catálogo de De Certeau, y en el amparo de Merton.
Pero no deja de haber capítulos en que la juventud acude al matrimonio, y en que este matrimonio acaba por reivindicar a la Iglesia.
El recuerdo disciplinario y fascista con que los letrados vanguardistas asumen el catolicismo en Nicaragua es proyectado, en cierto sentido, en esta concepción poco heterodoxa. Dice Cardenal:
"en la cueva de un solitario está presente toda la Iglesia militante, purgante y triunfante"
Estas frases, que hubiesen quizá complacido al mismísimo Wojtyla, indica que la heterodoxia, como el barrilete, es sostenida, a veces, por vieja mano.
A veces parece impensable el sujeto sin institución.
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viernes, julio 29, 2011
Abstinencias
"Krushev fue más encantador que Stalin aunque no terminó con el stalinismo.
Asimismo Benedicto".
Pavel Carías Ejercicios físicos
Estimado autor del Blog Notas poco rigurosas:
Saludos de un lector frecuente, aunque no siempre entusiasmado, de su blog. Estoy estos días haciendo manifiestos. Vivo mi Segunda Vanguardia. Le adelanto un fragmento de mi más reciente intervención política. No decido aún si cortarla en versos o dejarla como prosa atropeyada (sic) (es lo que es todavía). Pero la urgencia del "debate" (y cómo se degradado, dios mío, esa palabra en nuestra patria!) me obliga a poner silencio al silencio (no se entienda más que eso como mi cara intención).
A ver si Ud. se atreve a colgarlo.
Saludos
Pável
"Aunque de manera engañosa y abultada se ha acusado a Monseñor Silvio Báez de ser "la voz de la modernidad", y medios disciplinadamente anti-institucionales muestran esperanzas en la institución antidemocrática por esencia, es decir, la eclesial.
(Porque los medios que son asimismo toda una institución antidemocrática tampoco harán el harakiri autocrítico ni le tocarán las partes íntimas a la Iglesia.)
Aunque, pues, se invoque extrañamente la modernidad desde esa oscurana medieval, lo cierto es que la vida política del país se ha reducido estos días a que los ciudadanos y ciudadanas tomen la extravangante decisión de a cuál de los Obispos chinear. Porque son varios, pesados, furibundos e ideológicos.
Unos cargan, obesidad más u obesidad menos, a los modernos y otros a los antiguos.
Qué diría Bourdieu, virgen santa, si nos mirara a nosotros intelectuales de antaño en esta piñata de Obispos que se han chupado, incultos de ellos, la Batalla de las Vanguardias.
Hay que absternerse, ciudadanos, ciudadanas. Los gachupines son los nuevos Hombres de Negro. Y viven en Nicaragua".
(Siguen otros pensamientos que mantienen la misma obcecación periférica pero incurren en procacidades gratuitas. Por respeto a los modernos (y antiguos) evito copiarlos. Vale. lda.)
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