domingo, diciembre 15, 2013

Siesta

Esta siesta parpadea, deja caer el libro sobre sí (el libro pesa)

Esta siesta horrible que se queda quieta como el individuo en el nirvana

Cuando despierta cuida su muela en los tonos y derivaciones del enamorado:

Cuánto la quise a esta horadada, minera muela

Y pregunta a los dentistas imaginarios, los ve deslizarse en zapatillas por pasillos medicados

La historia tuya con tu muela en un vitral, en una bala de misión imposible

No despierta para la llamada de la madre o despierta sólo la mitad

Tiene el libro sobre el hemisferio izquierdo (dicho simbólicamente) colocado en el pecho

Al fondo (pero al fondo del inconsciente) Amparo Ochoa canta "Tristeza"

No me reclame, niño, si lo abandono

Así es cuando uno envejece se va volviendo egoísta y menos sensible al otro

Y vos has pasado la vida con audífonos

La siesta como prótesis del amor

sábado, diciembre 07, 2013

Libros leídos a la mitad

Durante 2013

Teoría y crítica literaria
Apter, Emily. Against World Literature: On the Politics of Untranslatability. London: Verso, 2013.

Autoayuda, misticismo y ese tipo de pendejadas
Murakami, .Haruki. What I Talk About When I Talk About Running: A Memoir. Knopf, 2008. 
[Entretenida, en cierto sentido minimalista, memoria en torno a la vida del autor en pistas de carrera (aunque también de bicicletas). Buena lectura para corredores. Menos quizá para literatos puros: se quejarán de la costura alegorica entre atletismo y escritura de novela, y dirán que se trata de un Hemingway que nada caza.]

Merton, Thomas. Spiritual Direction & Meditation. The Liturgical Press, s/f.

Boroson, Martin. The One-Moment Master: Stillness for People on the Go. Random House Ebooks, s/f.

Filosofía pura y dura
Zizek, Slavoj. Less Than Nothing: Hegel and the Shadow of Dialectical Materialism. Verso, 2012.
[Esta es la novela del idealismo alemán hablada en prosa del presente. Una reescritura de Hegel en la intemperie.]

Pérez Soto, Carlos. Sobre Hegel. Santiago: Lom, 2010.
[Ya había comentado algo de este libro.]

Filosofía florida
Comay, Rebecca. Mourning Sickness: Hegel and the  French Revolution. Standford University Press, 2011.
[El idealismo alemán mirando hacia Francia y su revolución imagina que la revolución puede hacerse en Alemania con pensamiento puro: la genealogía de Kant a Hegel, y toda la generación melancólica.] 

Novela
Pamuk, Orhan. El castillo blanco. Mondadori, 2007.

Memoria
Cardenal, Fernando. Sacerdote en la revolución: Memorias. Managua: anamá, 2008.

Poesía
Una tribu de salvajes improvisando a las puertas del infierno: Antología Beat. Compilación y traducción de John Burns y Rubén Medina. Universidad Autónoma de Nuevo Leon, 2012.
[Una decepción hasta cierto punto. Veo a los beats entregados a la vez a una idea institucional y museográfica del arte, y a una búsqueda de equilibrio subjetivo, zen o new age. En algunas partes palpita el afamado eso no es escritura sino mecanografía. Mundo sentimental, rayuelesco, si se perdona la divagación cortazariana, ya desarticulado en las novelas de Houellebecq. Antología bilingüe en que se ve lo vertiginoso y difícil que puede ser una traducción.]

Pound, Ezra. Antología de Ezra Pound: Homenajes desde Chile. versiones y edición de Armando Uribe Arce y Armando Roa Vial. Editorial Universitaria, 2010.

Ensayo
Castellanos Moya, Horacio. La metamorfosis del sabueso: ensayos personales y otros textos. Universidad Diego Portales, 2011
 [Los ensayos terrenales, sobre El Salvador y su cultura, son los más controversiales. Me perturba algo cierta domesticación o relativización que comete en Roque Dalton; las convencionales caricaturas de los cubanos como entes del mal (igual a los rusos en las películas de Hollywood). Los ensayos mentales (sobre literatura del mundo) están mucho mejor, el tipo se concentra más en sus pasiones literarias que en sus tics de escritor de la violencia centroamericana. Como en tantos otros libros este también lleva solapa con frase de Bolaño, lo que de cierta forma lo pone a uno en guardia.]

Rojas, Rafael. La vanguardia peregrina: el escritor cubano, la tradición y el exilio. México: FCE, 2013.

Sheridan, Guillermo. Señales debidas. México: FCE, 2012

Antropología
Viveiros de Castro, Eduardo. Metafísicas caníbales: líneas de antropología postestructural., Buenos Aires: Katz, 2010.
[Vía Deleuze otorgar a los pueblos originarios el saber elaborado por la antropología estructural. Muy interesante.] 

La Biblia (Reina-Valera 1960)
"Evangelio según San Marcos"
"Primera epístola del apostol San Pablo a los corintios"
[Se mete en el debate entre griegos y hebreos, "Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría" (1:22). Entonces da la espalda a esas supersticiones, o da la espalda al mundo antiguo? "¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?" (1:20). Y acá la llamada "opción por los pobres": "lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios" (1:27). Aclaración: intentaría, de darse el caso, una lectura secular, midiendo los gestos políticos de Saulo.]

Teoría crítica
Beasley-Murray, Jon. Posthegemony: Political Theory and Latin America. University of Minnesota Press, 2010

Beverley, John. Latinoamericanism After 9/11. Duke University Press, 2011
[Muy sugerente planteamiento sobre el horizonte (u)tópico de una América Latina after el final de la hegemonía norteamericana. En la revista Política Comun se ha publicado algo del debate sobre el libro.]

Keucheyan, Razmig. The Left Hemisphere: Mapping Critical Theory Today. Verso, 2013.
[El manual que los manualeros nicaragüenses no escribirán.]

Crónicas sobre New Orleans
Inventing New Orleans: Writings of Lafcadio Hearn. S. Frederick Starr, ed. University Press of Mississippi, 2001.
 [New Orleans por mi investigación sobre José Coronel Urtecho que pasó por allí en 1942 invocando a Lafcadio Hearn (y a Mark Twain, etc.), lo que me hizo pensar que también Jim Jarmusch había pasado por ahí para filmar Down by Law... Había escrito una nota poco rigurosa al respecto, y una ponencia que presenté en julio de este año en Costa Rica.]

Adenda 31/12/2013

Novela 
Coetzee, J.M. Scenes from Provincial Life. Peguin Books, 2012

Zambra, Alejandro. Formas de volver a casa. Anagrama, 2011
[novela de la variable "generación", con el potencial peligro de exotizar a la generación joven que no es culpable, o a la generación vieja que sí, etc. En ese sentido imposible sin la dominante Bolaño.]

lunes, noviembre 25, 2013

Esto no es

Esto no es un texto. Son pisadas sospechosas de un hombre que lleva pegada un abeja en la camisa. Son flores caídas del jacarandá, el lila apasionado. Intrincados el perro y el amo en bicicleta. El sendero que no vi sino aquella mañana. Un manto de niebla iba bajando, cerca de las ocho (como suele ocurrir cualquier mañana). Las pisadas acaecen al atardecer, a contraluz. El hombre se orienta en el aire yuxtaponiendo cosas que ha visto, que ve ahora. Su vida momentánea es un manotazo tirado al aire. Piensa esto no es un texto, el leitmotiv es una piedra. Caminará hasta el final de la marca de la hierba, quizá influenciado por la antología beat dirá que esto, la inclinación del sol, la luz, la hierba no son un texto. Volverá a recordar aquella mañana de domingo que salió a correr. Tres perros negros venían a su encuentro. Perros desorientados que habían amanecido como unos Borges avant la lettre en la esquina de un mundo humano, un mundo perro digamos. Y los susodichos perros confundidos se alegraron de verlo, marcharon unos metros tras él. Él que iba cruzando calles por entero literarias (esto no es un texto) Blest Gana, Martín Rivas, Rubén Darío. Y los perros desorientados bailaron un momento uno en torno del otro, las tres divinas personas. Y se fueron. (Había tenido la suerte que una perrita negra musculosa y amable lo siguiera una mañana durante tres kilometros tratándolo casi como camarada. Pero a la altura de Tobalaba atendió algún ruido y siguió en sentido contrario, ella cruzando el aire con su bellísimo hocico negro, brillante y húmedo.) Había un sendero en frente. ¿Cómo correr un día por aquel sendero? Entonces un perro negro (hay varios perros negros en este texto) atacó a un frágil lassie muy parecido a su amo, este escandalizado por el ataque, aquel entrenando de rutina. Se oyeron unos aullidos, unos gritos. El entrenamiento siguió. La niebla iba bajando, incluso el cuerpo caliente reaccionaba al aire frío. Más adelante: los perros obsesionados de las esquinas, en Egaña, la Banda de los Cinco atacando taxis y transeúntes. En esas paradas hay más gente obrera esperando. Gente en el frío sin frente popular. Todos miran a la Banda de los Cinco, secretamente les temen, es un espectáculo del inconsciente. Busco el sol, mujeres escriturales hieren el sendero, sombras dramáticas vocean cosas. Como es domingo por la tarde hombres nunca vistos se juntan en las esquinas a murmurar.

miércoles, noviembre 20, 2013

El desierto sin cine (plan para un cuento largo)

Había una TV blanco y negro que funcionaba a veces haciendo ruido como un motor.

Superficie arenosa sucia marcada con constancia por las interrupciones, el ruido por ejemplo de las motos que circulaban por el barrio.

Los domingos ponían videos de Pearl Jam, "Daughter" o "Jeremy". A principios de los noventa. Aquellos videos les causaban asombro.

La transmisión magnetizada cruzada por olas y barras abstractas, y desfigurando las caras y las poses.

Llovía polvo todo el día durante el verano. Mucho polvo, todo estaba terroso.

No tenía empleo. A veces tomaba una máquina de escribir portátil y escribía un cuento de seis páginas.

Era un espacio más desestructurado y abigarrado que el de Stranger than Paradise. Una modernidad menor.

Quería ser un personaje de Jarmusch. Pero no entendía que traducir esta densidad era terrible.

A veces las hojas del cuento se soltaban de sus manos (se estaba durmiendo) y caían sobre el piso de tierra (no había ladrillos).

La revolución había pasado y cada vez que Violeta Chamorro salía en la TV decía una mala palabra.

Eran veranos disciplinares, de mucho sol. De tardes somníferas.

Manejaba cuadernos con apuntes apurados. Quería copiar aventuradamente la estructura intelectual de los versos de PPP.

Todavía era usual escribir cartas. Mencionaba a Rimbaud, a Thomas Mann. Al archivo fílmico metido en su memoria.

Los noventa eran el desierto sin cine.

Aparte de algunos atisbos de crítica cultural, leía cuentos. "Las nieves del Kilimanjaro". "La muralla china".

Enviaba sus cartas a Bolivia. Único lugar vivo del planeta.

Dejó de escuchar a Pink Floyd. Basta de grandilocuencia, dijo.

Conversaba con sus hermanos sobre fundar un grupo de rock alternativo.

Dónde conseguir los instrumentos? Pero qué puede hacer un chico pobre?

Él no actuaría sino en la sombra. En la parte más abstracta.

Una vez ganó un concurso de cuento y le pagaron seiscientos dólares (era una suma considerable).

Compró una diminuta TV  a color. Ponían "What´s the Frequency Kenneth?" que estaba de moda por entonces.

viernes, noviembre 15, 2013

Dicho al oído


estoy circunscribiendo las cosas 
teléfonos (a veces teléfonos de la muerte) espacios como rosales 
y aguadoras con cántaros y pilas y pozos en los patios 
(jugué todavía en aquel patio casi abandonado con árboles de jocotes 
y tamarindos y la vieja carrocería abandonada de un Chevrolet 
y caramelos de papel) 
y casas hechas de largas tablas pintadas con cal 
y la vida alcalina que transcurría 
asomada al jardín, esperando una brisa de pólvora en 
las fiestas
gencianas y disciplinas y rosas y violetas 
y el pozo devenido en sitio para la ducha 
 (y un gato caminando en la circunferencia del brocal) 
de vez en cuando me topo con esa ruina de recuerdo 
nada de lo que era es de la misma forma 
hay otros olores en el antiguo lugar de la letrina 
el tamarindo ya no está (aun transfigurado bajo un sol de julio) 
los diálogos de la TV blanco y negro están esparcidos en el polvo 
le digo: yo no sabía que este era el lugar fantasma 
la cama en donde durante la siesta lo despertó la madre 
(que había muerto hacía dos años) con un abrazo 
demasiado estrecho y de fuerza desesperada como para no ser cierto 
la cocina donde le sirvió la cena y la jarra de agua fresca (la tinaja acomodada en el 
rincón junto a la gallina) 
el rastro de la memoria de cuando con el hermano mayor iban al muelle 
de Granada a estibar 
estoy viendo estas y otras cosas lentamente 
en noviembre sobre todo 
(un noviembre sudamericano que Ud. no hubiera imaginado) 
bostezo me asomo a la ventana sigo disciplinadamente 
barajando dejando pasar estas imágenes que llevan un ritmo de agua 
(la aguadora clausurada es mi cinematografía) 
le digo estas cosas al oído 
trato de paladear el aire y el olor de la piel de la oreja

lunes, noviembre 11, 2013

Luz en los ojos


Después del terremoto leí los poemas póstumos de Huidobro

Bajo un bombillo hiriente en silencio alguna brisa que llegaba

Atravesando mares

Eran días de calor y de desvelo. No había otra

Bujía. Había un supermercado cerca. Podía salir a comprar

Una luz más suave, blanca

Que cayera con resignación sobre las hojas del libro

(Eran poemas póstumos o tardíos o últimos: el tipo

Había vuelto al suelo a la página a cierta realidad iluminada.)

Pero quién tomaba y retenía el tiempo

Quién era el puño y la estratagema

Los niños dormían y había temblores a veces

Leves o fuertes

Que me hacían apartar la vista del libro--miraba la luz de la bujía

Empecinada flotando en el tiempo

 Había algo de arrebato en las líneas, una mariposa nocturna y lírica

Que se balanceaban en el espesor de aquella luz

Lejana.

jueves, octubre 31, 2013

Niebla

Hoy no amanece sino que niebla. Juegan a estar ocultas las cordilleras. Es el día triste desde que te incorporas por la mañana (pero no amanece sino que niebla). Humedad más vacío más lo mismo más ínfimo camino. Hoy estarás atrapado entre vejestorios, oliendo lo mismo, yendo al mismo lugar finito. Hermano de edades, can, gárgara del mundo.

Hoy tercera persona, lente húmedo, catálogo de disección. Los pájaros equivocados y las ranas evocadas pasarán de puntillas por este día de desprecios. De hecho abres el diario por la mañana (cuando no amanece pero niebla). No. Ni siquiera es un diario de la mañana sino una pantalla. Para decirle lirismos al mundo. Pero lo que buscas es el cardo. Vomitas en el acto: el pezón de la mostrenca Rimbaud niña (o que se cree niña todavía), el bigote del moscardón, la pantaleta modernista.

Amad a tu prójimo como a ti mismo. El coloquialismo no te salva. Necesitas un bicarbonato new age para curarte la tristeza. Es ya la media mañana (aunque no amanece en esta niebla). Y entras al banco. Los viejitos parlotean y esperan. Cierto acento castellano te da en el hígado y esperas por la cajera. Treinta hijueputas junto conmigo haciendo la cola. El trencito asexuado que no arrolla ni arrulla.

Luego dónde puse el dinero? Sabes que es un chocorrón? Es un escarabajo nicaragüense. Un beatle de Nicaragua atrapado en la niebla espesa que por mañana comemos hoy. Entonces ya sabés que es un chocorronero. Un manto de chorrones que zumban. Eso tengo en la cabeza ahora que no sé dónde puta puse el dinero. Hasta que lo encuentro, está dentro de la niebla. Era Pellicer el que escribía esa lindeza?

De entre los viejos soy el más nietzscheano. Pongo linderos más altos. Veo más a lo lejos, con perspectiva de pájaro. Al menos eso creo o quiero creer en mi tiniebla. Si todos perecemos y hedemos, si nuestros trajes y suéteres carne son de las centurias (y centuriones). Yo en cambio sobrevuelo con entereza la niebla. Qué hendija se abrirá de esta mañana (es decir, de esta niebla) para dejarnos entrar?

Antes de pasar al almuerzo, ir a la empresa médica a pedir un reembolso. Todo muy moderno. Los hombres hediondos a tabaco se entretienen con unas pantallas reducidas que les dictan sus síntomas. Alguno tiene atrapado a Mark Chapman en la sístole. Otro tiene un cálculo de malaquita en el riñon izquierdo. Otro tiene un videojuego en que se puede contemplar a Kirsten Dunst niña. Otro tiene a la tortura como amiga y enamorada. Otro aún se cree el pájaro de la niebla.

(Esto para no decir nada de la nueva generación poética de Nicaragua. Quién será la Margaux Hemingway de la poesía nicaragüense? Y la Debbie Harry? Y la triste Pola Negri? Y la siniestra Charlotte Rampling?)

El reembolso es ínfimo en este día de nieblas. Nadie paga por una vida gastada como ya lo sospechaba Sir T. S. Eliot. Aprovecho para putear el sistema previsional. Busco el adecuado cosmopolitismo. Me cago simplemente en la concha de su madre o acuso preferentemente el doble hijueputa gonorrea o lo mando a chingar o a las setenta putas o digo un coño más caribeño? No sé. Soy el Hamlet de las imprecaciones.

Mejor me voy a almorzar.

Niebla cruda.

martes, octubre 29, 2013

Lengua

En su  discurso reciente, al abrir el VI Congreso Internacional de la Lengua Española, Sergio Ramírez se refirió al pavor de "sentirse escritor de un lengua que tiene el país por cárcel, una lengua que no se habla más allá de las propias fronteras". 

Esa apertura lleva a pensar de inmediato en lenguas minoritarias, encerradas u oprimidas. En lenguas coloniales y dominantes. En lenguas imperiales.

De hecho es lo que fue, y en cierto sentido todavia es el castellano.

¿No conserva en su memoria-si es que memorizan las lenguas-actos de supresión y muerte por violencia de otras lenguas?

Ramírez focaliza el drama de autores que, como Kundera, se ven obligados a migrar a lenguas menos minoritarias, y considera una "dolorosa mutilación" eso de "[q]uitarse la lengua uno mismo, o que se la quiten por la fuerza".

¿Es demagógico apuntar en este lugar una memoria colonial de una lengua que ha quitado por la fuerza lenguas? ¿Es oportunista mencionar lenguas indígenas, desaparecidas o vivas o menores?

Pudiera ser. Los que ya hemos de alguna manera expropiado el castellano (calibanismo aceda) no podemos regresar a una lengua originaria, y la migración de lengua nos resultaría costosa. Para no decir nada en nombre de millones de seres humanos que se expresan en otras lenguas en las tierras latinoamericanas. (No hay necesidad de hablar por ellos porque siguen forjando sus propias literaturas, es decir que hablan directamente, y esto sin querer idealizar un lugar subalterno.)

Aun así. El trato con el idioma propio o expropiado también puede ser más tenso que la celebración inconsciente de lo imperial. Al menos es la reflexión a que me lleva el discurso de Ramírez.

En ese sentido, un trato más modesto de la lengua castellana implicaría reconocerla entre otras lenguas latinoamericanas, y sin desdecirse ni dejar de problematizar su pasado colonial.

En la misma España resultaría difícil que un escritor de Cataluña o del País Vasco hiciera un panegírico a la lengua castellana equivalente al que pueden y suelen hacer escritores latinoamericanos. (En cierto sentido, es un discurso típico, y espigarlo por ejemplo en Carlos Fuentes no tiene nada de difícil.)

¿La lengua castellana como invención latinoamericana? Sin duda. La producción y el cuido a cargo de las Academias de la lengua, y la negociación única de la identidad. En ese relato maestro se juntan las geografías y se proclaman las mezclas bajo el índice mandón del castellano.

(Más apropiado decir invención de cierta Latinoamérica. No, por ejemplo, el Borges de "Las alarmas del doctor Américo Castro" que critica las imperfecciones del español, desmitifica su dificultad, y ve a los españoles turbados por  "las atracciones del catalán, del bable, del mallorquín, del galaico, del vascuence y del valenciano".)

Curioso, además, que un patrón discursivo secular (La ciudad letrada sigue siendo acá de utilidad decisiva) se mantenga inerte en un contexto en que el armado geocultural iberoamericano parece en ruinas. (Luego del oneroso Por qué no te callas? de Su Majadera Majestad el Rey de España Don Juan Carlos I presidente de honor del Congreso, se han dibujado otros armados geopolíticos de lo lationamericano más interesantes, y que, sin duda, tendrían que pensar y discutir en otros tonos la cuestión de las lenguas.)

Pero, además, la crisis del proyecto neoliberal y eurocéntrico (dicho de manera estricta: crisis del euro) en la propia España lleva por lo menos a pensar qué relación habrá entre la jerarquía lingüística celebrada y las otras jerarquías que todavía predominan. 
Siempre me ha intrigado saber lo que es sentirse escritor de una lengua que tiene el país por cárcel, una lengua que no se habla más allá de las propias fronteras. - See more at: http://www.confidencial.com.ni/articulo/14456/lengua-vasta-cambiante#sthash.846k16X9.dpuf
Siempre me ha intrigado saber lo que es sentirse escritor de una lengua que tiene el país por cárcel, una lengua que no se habla más allá de las propias fronteras. - See more at: http://www.confidencial.com.ni/articulo/14456/lengua-vasta-cambiante#sthash.846k16X9.dpuf
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Siempre me ha intrigado saber lo que es sentirse escritor de una lengua que tiene el país por cárcel, una lengua que no se habla más allá de las propias fronteras. - See more at: http://www.confidencial.com.ni/articulo/14456/lengua-vasta-cambiante#sthash.846k16X9.dpuf

sábado, octubre 26, 2013

Memoria y sandinismo

Dejo acá copia de la ponencia que leí en el reciente Simposio Virtual A Contracorriente, realizado entre el 17 y el 19 de octubre de 2013.

La pregunta del texto es si se puede retomar a Julio Cortázar como incidencia significativa para el trabajo de la memoria en el sandinismo.

Considero al neoliberalismo como el eje fundacional del contexto de la memoria (hecatombe y apocalipsis). Dejo apuntada la duda sobre si el recuerdo a través de la Personalidad, es la única vía válida. Asimismo, dudo de una memoria en exclusiva hecha en torno al abuso de poder.

Propongo, más bien, buscar disonancias significativas para la labor de reinscripción de la memoria, que resguarde algo del evento fundametal que fue la revolución.


martes, octubre 22, 2013

Bocetos de perro

En la construcción el perro que duerme y sueña

latente negro geométrico

rasca el vacío con la pata, corre por los desiertos de la sal

se ha incorporado tras un código secreto en el olor abstracto

los hombres creen que vigila el muro

pero guarda una negativa

un amo neanderthal corrige las especies en su sueño

en su sistema la mirada no es abrir los ojos

se dejaría arrastrar al lindero del nombre y la necesidad

a través de un paisaje menos monótono

martillean ya los hombres sobre las barracas

hay calor monocorde en los pechos

despertará en el festival incierto

de la carne y el  frío

martes, octubre 15, 2013

Por una antología de la injuria en la poesía nicaragüense

"como encargada del Dulce Reino tengo que tratar todo el tiempo con dulce gente" escuchado en el programa de TV "Hora de aventura"
En un texto reciente publicado en El Nuevo Diario, Julio Valle-Castillo llama a Carlos Martínez Rivas (cimero poeta nicaragüense de la postvanguardia) "dandy del tufo". Al retratar y acusar el hosco carácter del autor de La insurrección solitaria, invoca Valle-Castillo demonios y monstruos en su texto, y no deja de enterarnos que CMR deseaba la muerte de Ernesto Cardenal, o de informar su rechazo del "auténtico amor" de pareja (heterosexual) y sus gustos homoeróticos ("profesaba pasión/ a los travestis").

Me ha interesado, no la corrección o incorrección biográfica o retórica del texto (discutible y seguramente controversial), sino la posibilidad clara a que enrumba: el armado posible de una antología de la poesía nicaragüense no hecha a partir de la idea comunitaria y armónica, sino de la enemistad y el resentimiento, quizá la única forma válida de antología a estas alturas.

Porque se sabe que la idea que la literatura y particularmente la poesía representan a la nación (de ahí las particiones convencionales, los deseos y rencores por décadas, las ansiedades por dotar de nombre a fantasmáticas generaciones) impone un armisticio pacifista en las antologías. De ahí, por ejemplo, que Ernesto Cardenal en su  Flor y canto no prescinda de los textos poéticos de Rosario Murillo.

Se puede prescindir, en las antologías, de los enemigos íntimos, siempre y cuando no sean notorios o notables. Nadie vetará los poemas de Alejandro Serrano Caldera si es que él se decide a escribirlos. Este tipo de acción política sutura imaginariamente las fracturas. (Por supuesto, hay otra variedad de acciones políticas en los procesos de selección o exclusión de textos antológicos. Llama la atención, por ejemplo, la del poeta, varón o mujer, que se niega a estar en determinada antología para "no juntarse con la chusma" según la sabiduría suburbana de Doña Florinda.)

En cambio, pues, de la sutura imaginaria a que apuntan las antologías nacionales, el texto injurioso es sintomático de la batalla por el poder simbólico. (Se disculpará el uso esquemático de Pierre Bourdieu teórico que hará temblar a algunos delicados poetas anti-teóricos.) La incomodidad y la imposibildad, el resentimiento y la imprecación. Cuando mi texto se acomoda mal a una genealogía, probable es que devenga injurioso. Pero claro primero tengo que creer en esa genealogía identitaria.

Los poetas pelean por la filiación. (Soberanía y servidumbre: EMS los miraba ahorcarse con su propia cadena.) En Nicaragua, territorio de dilatada temporalidad literaria, la filiación más buscada es la de la continuidad con los poetas postvanguardistas, Ernesto Cardenal y CMR (y en un apartado luminoso y secreto, Ernesto Mejía Sánchez). Todos podemos disimular alguna ocurrencia ("generación del desasosiego", por ejemplo), pero con la misma unanimidad todos sabemos que aquel trío es gobernante todavía.

El texto injurioso contra Cardenal o contra CMR es sintomático de la batalla simbólica por la filiación. El texto elogioso es a veces mero trámite de continuidad. Véase, por ejemplo, otro texto de JVC: en Carátula, la revista de Sergio Ramírez, un testimonio rutinario de la filiación con Ernesto Cardenal: ni un solo monstruo a la vista. La ansiedad del primer texto (golpear las puertas de la filiación, recibir la negativa, acusar el tufo y la monstruosidad) está ausente en el segundo.

Se recordará el desenfado de la "Oda a Rubén Darío", el poema con que José Coronel Urtecho inaugura la vanguardia nicaragüense. En el primer verso Coronel nos informa que ya se saltó al león de marmolina de Darío, y ya está "conversando" con él. A Darío no le da tiempo de enllavar la tumba: es el asalto inaugural de la filiación, el rapto de la pertenencia.

Con ese texto iniciaría quizá la antología de la injuria. Antología que, por otra parte, incluiría textos clásicos de poetas como Belltrán Morales (cómo prescindir de versos como aquel sobre "el avispado ganadero peripatético vencido por the poetry"; por cierto, no todo el que dice Beltrán, Beltrán se salvará), y alguna nota de poeta joven emproblemado por la filiación y la competencia.

(Se someterá, con esperanza, el financiamiento de este proyecto a los canales convencionales de otorgamiento presupuestario; la selección de textos será democrática.)

viernes, octubre 11, 2013

El guardián en la milpa


Decidido a no ejercer el terrorismo de los mensajes con copia oculta.

Copiando la sombra del hombre fuerte (por antonomasia Somoza) como sujeto y poder subjetivo.

Cantidades constantes de libertad de prensa que endulzan tu paladar, pero cero libertad intelectual (¿acaso lo has pensado?).

La libertad como flatulencia de una ONG.

Subrayando las taras pequeñoburguesas de los perpetuamente púberes escribientes (y que blanden su pubertad como medalla).

Desterrando al cadejo positivista que como un chip coronelesco heredaron tantos nietos y nietas infrarilkistas.

Demostrándote cómo esto y esto otro no podía desesperarte, y seamos sincrónicos: no podía enfermarte en ese mismo círculo podrido del que eres crianza.

Ahora que vuelves de matar de un disparo a tu imagen y semejanza y te emboba una sola palabra.

Las pendejadas estructurales de la literatura junto al río de la basura norteamericana.

Orinas en contra del viento de la academia y tu orina se vuelve con el viento, ya te empapa la cabeza (así acabarás en el sarcófago).

(Alguna liendre subversiva destripada en el margen que se escapa de esta línea.)

Porque, hijos de Joyce, la primera cana aparece siempre en el pubis.