Memorias apocalípticas, administrativas y campesinas: por una crítica de la memoria del sandinismo by Leonel Delgado Aburto
sábado, mayo 17, 2014
sábado, marzo 29, 2014
Secreto de otoño
Un viejo sale con sus dos hijos a pasear por el borde del parque
Hace falta la madre pero conversan. Ven el tiempo: alguien enterró
Una hoja ocre en la arena del playground. Alguien en luna llena
busca mirarse, tiza en el pulmón para escribir. El viejo con su gran cabeza
calla y es solemne y tímido y quizá va perdido en un mundo que no era aquí ni es
como era. Un hijo dice: el tiempo va cambiando, hoy se alargó el rosicler
del cielo pero no el día, hay sembrado un árbol ocre entre otros verdes, alguien
ha quemado la nervadura de la hoja. El viejo asiente. Le cuesta alzar la cabeza, cifosis del
septuagenario que no sonríe puesto que aquel paseo suyo es la responsabilidad más seria.
El otro hijo hace ver que se trata en todo caso de una hoja seca y que el incendio
Ocurre allá lejos detrás del parque y los edificios. Y piensa delicadamente: la máquina
Del ojo del padre. El olor de su ropa. La atención de su cabeza. El vacío de la semana.
Le pregunta vagamente por un síntoma: huesos y piel. Hoy fue el primer día fresco en
Varias semanas. Habrá que abrigarse. El frío entrará a la habitación y se hará humedad
Con el paso de los días. Un día nublado habrá llovizna, y viajes a la ventana. Ese vacío
De la hoja ira mudando, esporas en el vello pectoral, un arácnido terco en el vano de la
Ventana caminará dibujando el secreto del otoño.
Hace falta la madre pero conversan. Ven el tiempo: alguien enterró
Una hoja ocre en la arena del playground. Alguien en luna llena
busca mirarse, tiza en el pulmón para escribir. El viejo con su gran cabeza
calla y es solemne y tímido y quizá va perdido en un mundo que no era aquí ni es
como era. Un hijo dice: el tiempo va cambiando, hoy se alargó el rosicler
del cielo pero no el día, hay sembrado un árbol ocre entre otros verdes, alguien
ha quemado la nervadura de la hoja. El viejo asiente. Le cuesta alzar la cabeza, cifosis del
septuagenario que no sonríe puesto que aquel paseo suyo es la responsabilidad más seria.
El otro hijo hace ver que se trata en todo caso de una hoja seca y que el incendio
Ocurre allá lejos detrás del parque y los edificios. Y piensa delicadamente: la máquina
Del ojo del padre. El olor de su ropa. La atención de su cabeza. El vacío de la semana.
Le pregunta vagamente por un síntoma: huesos y piel. Hoy fue el primer día fresco en
Varias semanas. Habrá que abrigarse. El frío entrará a la habitación y se hará humedad
Con el paso de los días. Un día nublado habrá llovizna, y viajes a la ventana. Ese vacío
De la hoja ira mudando, esporas en el vello pectoral, un arácnido terco en el vano de la
Ventana caminará dibujando el secreto del otoño.
domingo, febrero 23, 2014
Verano
La vasta masa del sol una dalia impresionista. La sospecha de varios mares tras varias palabras
En los audífonos
Desdémona frente a una imagen de la virgen (se la puso ahí Verdi)
Encajes y ojos color
vino: humo, aceite, cañones, vapores en el trémolo de la orquesta
Algo se derrumba, un
grito y Desdémona muere cuando estoy llegando a la Avenida Grecia
(Desde ahora en el aire
ácido y madurado del verano se sospecha en un recodo el otoño:
un marzo que es un ramo
seco.)
Busco en la sombra una
letra olvidada, un subrayado que dejé en abril
En este libro
invisible: el idealismo alemán, Kant contra la desfiguración del mundo
Qué factores hacen
posible estas fantasmagorías?
En el radio programan
"Nobody Told Me": Todos están
hablando y nadie dice una palabra
Particularmente los
intelectuales. Decido volver por donde haya un puente
Una perrita raza boxer
tras una rejas de color, un lejano tamarindo
Una sombra sobre un río
imaginario.
sábado, febrero 08, 2014
Escribo papers
la traducción del abstract es rudimentaria
pero levanta la bibliografía
y no he sido lo suficientemente contundente con el acto de habla
pero levanta la bibliografía
y hay vaguedades tecnicistas en cada párrafo
pero levanta la bibliografía
llegué tarde a este libro, en concreto el párrafo del otro
pero levanta la bibliografía
inscripciones, candados, signos, ironías materiales
pero levanta la bibliografía
escalofríos y sombras, contraplanos sobre el río oscuro
pero levanta la bibliografía
¿crees que este cierre (me) haga justicia?
levanta la bibliografía
levanta la bibliografía y tu pelo flotará
pero levanta la bibliografía
y no he sido lo suficientemente contundente con el acto de habla
pero levanta la bibliografía
y hay vaguedades tecnicistas en cada párrafo
pero levanta la bibliografía
llegué tarde a este libro, en concreto el párrafo del otro
pero levanta la bibliografía
inscripciones, candados, signos, ironías materiales
pero levanta la bibliografía
escalofríos y sombras, contraplanos sobre el río oscuro
pero levanta la bibliografía
¿crees que este cierre (me) haga justicia?
levanta la bibliografía
levanta la bibliografía y tu pelo flotará
jueves, enero 16, 2014
Se van los conversacionales
No te dan ganas a veces de ser un conversacional
Ir entre sonidos de radios y baratas, cultivar tu jardín artificial
De tomatillos que decía Dalton, entrar en el mito, la mística y la música
Del jardín y el mercado, empleado que mira la luna
Pero mira se mueren los conversacionales y el mar que golpea
Envejecen a la vez Lou Reed y Juan Gelman y rosas Sabines Cisneros
Funerarias Rojas es la suerte de los rockeros
El corazón cincuentón de los neobarrocos
La barca concha nácar del Lezama traspapelado
Es la marea fotografiada que hoy está y ayer resaca
Metáfora que vuelve y va, elegante o marchita o prójima
Esta baba que era la historia de la poesía latinoamericana
Y aquí te citas como buen ciudadano: Cardenal en la pierna subastada, Retamar
de aguas menstruales, Pacheco del olvido,
Gelman de penas, Daltonismo literario, Sabinas en vez de Sabines
Se van los conversacionales
Sabrán los conversacionales que se van
Ir entre sonidos de radios y baratas, cultivar tu jardín artificial
De tomatillos que decía Dalton, entrar en el mito, la mística y la música
Del jardín y el mercado, empleado que mira la luna
Pero mira se mueren los conversacionales y el mar que golpea
Envejecen a la vez Lou Reed y Juan Gelman y rosas Sabines Cisneros
Funerarias Rojas es la suerte de los rockeros
El corazón cincuentón de los neobarrocos
La barca concha nácar del Lezama traspapelado
Es la marea fotografiada que hoy está y ayer resaca
Metáfora que vuelve y va, elegante o marchita o prójima
Esta baba que era la historia de la poesía latinoamericana
Y aquí te citas como buen ciudadano: Cardenal en la pierna subastada, Retamar
de aguas menstruales, Pacheco del olvido,
Gelman de penas, Daltonismo literario, Sabinas en vez de Sabines
Se van los conversacionales
Sabrán los conversacionales que se van
Etiquetas:
obituario,
poesía conversacional
domingo, diciembre 15, 2013
Siesta
Esta siesta parpadea, deja caer el libro sobre sí (el libro pesa)
Esta siesta horrible que se queda quieta como el individuo en el nirvana
Cuando despierta cuida su muela en los tonos y derivaciones del enamorado:
Cuánto la quise a esta horadada, minera muela
Y pregunta a los dentistas imaginarios, los ve deslizarse en zapatillas por pasillos medicados
La historia tuya con tu muela en un vitral, en una bala de misión imposible
No despierta para la llamada de la madre o despierta sólo la mitad
Tiene el libro sobre el hemisferio izquierdo (dicho simbólicamente) colocado en el pecho
Al fondo (pero al fondo del inconsciente) Amparo Ochoa canta "Tristeza"
No me reclame, niño, si lo abandono
Así es cuando uno envejece se va volviendo egoísta y menos sensible al otro
Y vos has pasado la vida con audífonos
Esta siesta horrible que se queda quieta como el individuo en el nirvana
Cuando despierta cuida su muela en los tonos y derivaciones del enamorado:
Cuánto la quise a esta horadada, minera muela
Y pregunta a los dentistas imaginarios, los ve deslizarse en zapatillas por pasillos medicados
La historia tuya con tu muela en un vitral, en una bala de misión imposible
No despierta para la llamada de la madre o despierta sólo la mitad
Tiene el libro sobre el hemisferio izquierdo (dicho simbólicamente) colocado en el pecho
Al fondo (pero al fondo del inconsciente) Amparo Ochoa canta "Tristeza"
No me reclame, niño, si lo abandono
Así es cuando uno envejece se va volviendo egoísta y menos sensible al otro
Y vos has pasado la vida con audífonos
La siesta como prótesis del amor
sábado, diciembre 07, 2013
Libros leídos a la mitad
Durante 2013
Teoría y crítica literaria
Apter, Emily. Against
World Literature: On the Politics of Untranslatability. London: Verso, 2013.
Autoayuda, misticismo y ese tipo de pendejadas
Murakami, .Haruki. What I Talk About When I Talk About Running: A Memoir. Knopf, 2008.
[Entretenida, en cierto sentido minimalista, memoria en torno a la vida del autor en pistas de carrera (aunque también de bicicletas). Buena lectura para corredores. Menos quizá para literatos puros: se quejarán de la costura alegorica entre atletismo y escritura de novela, y dirán que se trata de un Hemingway que nada caza.]
[Entretenida, en cierto sentido minimalista, memoria en torno a la vida del autor en pistas de carrera (aunque también de bicicletas). Buena lectura para corredores. Menos quizá para literatos puros: se quejarán de la costura alegorica entre atletismo y escritura de novela, y dirán que se trata de un Hemingway que nada caza.]
Merton, Thomas. Spiritual Direction & Meditation. The Liturgical Press, s/f.
Boroson, Martin. The One-Moment Master: Stillness for People on the Go. Random House Ebooks, s/f.
Filosofía pura y dura
Zizek, Slavoj. Less Than Nothing: Hegel and the Shadow of Dialectical Materialism. Verso, 2012.
[Esta es la novela del idealismo alemán hablada en prosa del presente. Una reescritura de Hegel en la intemperie.]
[Esta es la novela del idealismo alemán hablada en prosa del presente. Una reescritura de Hegel en la intemperie.]
Filosofía florida
Comay, Rebecca. Mourning Sickness: Hegel and the French Revolution. Standford University Press, 2011.
[El idealismo alemán mirando hacia Francia y su revolución imagina que la revolución puede hacerse en Alemania con pensamiento puro: la genealogía de Kant a Hegel, y toda la generación melancólica.]
[El idealismo alemán mirando hacia Francia y su revolución imagina que la revolución puede hacerse en Alemania con pensamiento puro: la genealogía de Kant a Hegel, y toda la generación melancólica.]
Novela
Pamuk, Orhan. El castillo blanco. Mondadori, 2007.
Memoria
Cardenal, Fernando. Sacerdote en la revolución: Memorias. Managua: anamá, 2008.
Poesía
Una tribu de salvajes improvisando a las puertas del infierno: Antología Beat. Compilación y traducción de John Burns y Rubén Medina. Universidad Autónoma de Nuevo Leon, 2012.
[Una decepción hasta cierto punto. Veo a los beats entregados a la vez a una idea institucional y museográfica del arte, y a una búsqueda de equilibrio subjetivo, zen o new age. En algunas partes palpita el afamado eso no es escritura sino mecanografía. Mundo sentimental, rayuelesco, si se perdona la divagación cortazariana, ya desarticulado en las novelas de Houellebecq. Antología bilingüe en que se ve lo vertiginoso y difícil que puede ser una traducción.]
[Una decepción hasta cierto punto. Veo a los beats entregados a la vez a una idea institucional y museográfica del arte, y a una búsqueda de equilibrio subjetivo, zen o new age. En algunas partes palpita el afamado eso no es escritura sino mecanografía. Mundo sentimental, rayuelesco, si se perdona la divagación cortazariana, ya desarticulado en las novelas de Houellebecq. Antología bilingüe en que se ve lo vertiginoso y difícil que puede ser una traducción.]
Pound, Ezra. Antología de Ezra Pound: Homenajes desde Chile. versiones y edición de Armando Uribe Arce y Armando Roa Vial. Editorial Universitaria, 2010.
Ensayo
Castellanos Moya, Horacio. La metamorfosis del sabueso: ensayos personales y otros textos. Universidad Diego Portales, 2011
[Los ensayos terrenales, sobre El Salvador y su cultura, son los más controversiales. Me perturba algo cierta domesticación o relativización que comete en Roque Dalton; las convencionales caricaturas de los cubanos como entes del mal (igual a los rusos en las películas de Hollywood). Los ensayos mentales (sobre literatura del mundo) están mucho mejor, el tipo se concentra más en sus pasiones literarias que en sus tics de escritor de la violencia centroamericana. Como en tantos otros libros este también lleva solapa con frase de Bolaño, lo que de cierta forma lo pone a uno en guardia.]
[Los ensayos terrenales, sobre El Salvador y su cultura, son los más controversiales. Me perturba algo cierta domesticación o relativización que comete en Roque Dalton; las convencionales caricaturas de los cubanos como entes del mal (igual a los rusos en las películas de Hollywood). Los ensayos mentales (sobre literatura del mundo) están mucho mejor, el tipo se concentra más en sus pasiones literarias que en sus tics de escritor de la violencia centroamericana. Como en tantos otros libros este también lleva solapa con frase de Bolaño, lo que de cierta forma lo pone a uno en guardia.]
Rojas, Rafael. La vanguardia peregrina: el escritor cubano, la tradición y el exilio. México: FCE, 2013.
Sheridan, Guillermo. Señales debidas. México: FCE, 2012
Antropología
Viveiros de Castro, Eduardo. Metafísicas
caníbales: líneas de antropología postestructural., Buenos
Aires: Katz, 2010.
[Vía Deleuze otorgar a los pueblos originarios el saber elaborado por la antropología estructural. Muy interesante.]
[Vía Deleuze otorgar a los pueblos originarios el saber elaborado por la antropología estructural. Muy interesante.]
La Biblia (Reina-Valera 1960)
"Evangelio según San Marcos"
"Primera epístola del apostol San Pablo a los corintios"
[Se mete en el debate entre griegos y hebreos, "Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría" (1:22). Entonces da la espalda a esas supersticiones, o da la espalda al mundo antiguo? "¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?" (1:20). Y acá la llamada "opción por los pobres": "lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios" (1:27). Aclaración: intentaría, de darse el caso, una lectura secular, midiendo los gestos políticos de Saulo.]
[Se mete en el debate entre griegos y hebreos, "Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría" (1:22). Entonces da la espalda a esas supersticiones, o da la espalda al mundo antiguo? "¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?" (1:20). Y acá la llamada "opción por los pobres": "lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios" (1:27). Aclaración: intentaría, de darse el caso, una lectura secular, midiendo los gestos políticos de Saulo.]
Teoría crítica
Beasley-Murray, Jon. Posthegemony: Political Theory and Latin America. University of Minnesota Press, 2010
Beverley, John. Latinoamericanism After 9/11. Duke University Press, 2011
[Muy sugerente planteamiento sobre el horizonte (u)tópico de una América Latina after el final de la hegemonía norteamericana. En la revista Política Comun se ha publicado algo del debate sobre el libro.]
[Muy sugerente planteamiento sobre el horizonte (u)tópico de una América Latina after el final de la hegemonía norteamericana. En la revista Política Comun se ha publicado algo del debate sobre el libro.]
Keucheyan, Razmig. The Left Hemisphere: Mapping Critical Theory Today. Verso, 2013.
[El manual que los manualeros nicaragüenses no escribirán.]
[El manual que los manualeros nicaragüenses no escribirán.]
Crónicas sobre New Orleans
Inventing New Orleans: Writings of Lafcadio Hearn. S. Frederick Starr, ed. University Press of Mississippi, 2001.
[New Orleans por mi investigación sobre José Coronel Urtecho que pasó por allí en 1942 invocando a Lafcadio Hearn (y a Mark Twain, etc.), lo que me hizo pensar que también Jim Jarmusch había pasado por ahí para filmar Down by Law... Había escrito una nota poco rigurosa al respecto, y una ponencia que presenté en julio de este año en Costa Rica.]
Adenda 31/12/2013
Novela
Coetzee, J.M. Scenes from Provincial Life. Peguin Books, 2012
Zambra, Alejandro. Formas de volver a casa. Anagrama, 2011
[novela de la variable "generación", con el potencial peligro de exotizar a la generación joven que no es culpable, o a la generación vieja que sí, etc. En ese sentido imposible sin la dominante Bolaño.]
[New Orleans por mi investigación sobre José Coronel Urtecho que pasó por allí en 1942 invocando a Lafcadio Hearn (y a Mark Twain, etc.), lo que me hizo pensar que también Jim Jarmusch había pasado por ahí para filmar Down by Law... Había escrito una nota poco rigurosa al respecto, y una ponencia que presenté en julio de este año en Costa Rica.]
Adenda 31/12/2013
Novela
Coetzee, J.M. Scenes from Provincial Life. Peguin Books, 2012
Zambra, Alejandro. Formas de volver a casa. Anagrama, 2011
[novela de la variable "generación", con el potencial peligro de exotizar a la generación joven que no es culpable, o a la generación vieja que sí, etc. En ese sentido imposible sin la dominante Bolaño.]
lunes, noviembre 25, 2013
Esto no es
Esto no es un texto. Son pisadas sospechosas de un hombre que lleva pegada un abeja en la camisa. Son flores caídas del jacarandá, el lila apasionado. Intrincados el perro y el amo en bicicleta. El sendero que no vi sino aquella mañana. Un manto de niebla iba bajando, cerca de las ocho (como suele ocurrir cualquier mañana). Las pisadas acaecen al atardecer, a contraluz. El hombre se orienta en el aire yuxtaponiendo cosas que ha visto, que ve ahora. Su vida momentánea es un manotazo tirado al aire. Piensa esto no es un texto, el leitmotiv es una piedra. Caminará hasta el final de la marca de la hierba, quizá influenciado por la antología beat dirá que esto, la inclinación del sol, la luz, la hierba no son un texto. Volverá a recordar aquella mañana de domingo que salió a correr. Tres perros negros venían a su encuentro. Perros desorientados que habían amanecido como unos Borges avant la lettre en la esquina de un mundo humano, un mundo perro digamos. Y los susodichos perros confundidos se alegraron de verlo, marcharon unos metros tras él. Él que iba cruzando calles por entero literarias (esto no es un texto) Blest Gana, Martín Rivas, Rubén Darío. Y los perros desorientados bailaron un momento uno en torno del otro, las tres divinas personas. Y se fueron. (Había tenido la suerte que una perrita negra musculosa y amable lo siguiera una mañana durante tres kilometros tratándolo casi como camarada. Pero a la altura de Tobalaba atendió algún ruido y siguió en sentido contrario, ella cruzando el aire con su bellísimo hocico negro, brillante y húmedo.) Había un sendero en frente. ¿Cómo correr un día por aquel sendero? Entonces un perro negro (hay varios perros negros en este texto) atacó a un frágil lassie muy parecido a su amo, este escandalizado por el ataque, aquel entrenando de rutina. Se oyeron unos aullidos, unos gritos. El entrenamiento siguió. La niebla iba bajando, incluso el cuerpo caliente reaccionaba al aire frío. Más adelante: los perros obsesionados de las esquinas, en Egaña, la Banda de los Cinco atacando taxis y transeúntes. En esas paradas hay más gente obrera esperando. Gente en el frío sin frente popular. Todos miran a la Banda de los Cinco, secretamente les temen, es un espectáculo del inconsciente. Busco el sol, mujeres escriturales hieren el sendero, sombras dramáticas vocean cosas. Como es domingo por la tarde hombres nunca vistos se juntan en las esquinas a murmurar.
miércoles, noviembre 20, 2013
El desierto sin cine (plan para un cuento largo)
Había una TV blanco y negro que funcionaba a veces haciendo ruido como un motor.
Superficie arenosa sucia marcada con constancia por las interrupciones, el ruido por ejemplo de las motos que circulaban por el barrio.
Los domingos ponían videos de Pearl Jam, "Daughter" o "Jeremy". A principios de los noventa. Aquellos videos les causaban asombro.
La transmisión magnetizada cruzada por olas y barras abstractas, y desfigurando las caras y las poses.
Llovía polvo todo el día durante el verano. Mucho polvo, todo estaba terroso.
No tenía empleo. A veces tomaba una máquina de escribir portátil y escribía un cuento de seis páginas.
Era un espacio más desestructurado y abigarrado que el de Stranger than Paradise. Una modernidad menor.
Quería ser un personaje de Jarmusch. Pero no entendía que traducir esta densidad era terrible.
A veces las hojas del cuento se soltaban de sus manos (se estaba durmiendo) y caían sobre el piso de tierra (no había ladrillos).
La revolución había pasado y cada vez que Violeta Chamorro salía en la TV decía una mala palabra.
Eran veranos disciplinares, de mucho sol. De tardes somníferas.
Manejaba cuadernos con apuntes apurados. Quería copiar aventuradamente la estructura intelectual de los versos de PPP.
Todavía era usual escribir cartas. Mencionaba a Rimbaud, a Thomas Mann. Al archivo fílmico metido en su memoria.
Los noventa eran el desierto sin cine.
Aparte de algunos atisbos de crítica cultural, leía cuentos. "Las nieves del Kilimanjaro". "La muralla china".
Enviaba sus cartas a Bolivia. Único lugar vivo del planeta.
Dejó de escuchar a Pink Floyd. Basta de grandilocuencia, dijo.
Conversaba con sus hermanos sobre fundar un grupo de rock alternativo.
Dónde conseguir los instrumentos? Pero qué puede hacer un chico pobre?
Él no actuaría sino en la sombra. En la parte más abstracta.
Una vez ganó un concurso de cuento y le pagaron seiscientos dólares (era una suma considerable).
Compró una diminuta TV a color. Ponían "What´s the Frequency Kenneth?" que estaba de moda por entonces.
Superficie arenosa sucia marcada con constancia por las interrupciones, el ruido por ejemplo de las motos que circulaban por el barrio.
Los domingos ponían videos de Pearl Jam, "Daughter" o "Jeremy". A principios de los noventa. Aquellos videos les causaban asombro.
La transmisión magnetizada cruzada por olas y barras abstractas, y desfigurando las caras y las poses.
Llovía polvo todo el día durante el verano. Mucho polvo, todo estaba terroso.
No tenía empleo. A veces tomaba una máquina de escribir portátil y escribía un cuento de seis páginas.
Era un espacio más desestructurado y abigarrado que el de Stranger than Paradise. Una modernidad menor.
Quería ser un personaje de Jarmusch. Pero no entendía que traducir esta densidad era terrible.
A veces las hojas del cuento se soltaban de sus manos (se estaba durmiendo) y caían sobre el piso de tierra (no había ladrillos).
La revolución había pasado y cada vez que Violeta Chamorro salía en la TV decía una mala palabra.
Eran veranos disciplinares, de mucho sol. De tardes somníferas.
Manejaba cuadernos con apuntes apurados. Quería copiar aventuradamente la estructura intelectual de los versos de PPP.
Todavía era usual escribir cartas. Mencionaba a Rimbaud, a Thomas Mann. Al archivo fílmico metido en su memoria.
Los noventa eran el desierto sin cine.
Aparte de algunos atisbos de crítica cultural, leía cuentos. "Las nieves del Kilimanjaro". "La muralla china".
Enviaba sus cartas a Bolivia. Único lugar vivo del planeta.
Dejó de escuchar a Pink Floyd. Basta de grandilocuencia, dijo.
Conversaba con sus hermanos sobre fundar un grupo de rock alternativo.
Dónde conseguir los instrumentos? Pero qué puede hacer un chico pobre?
Él no actuaría sino en la sombra. En la parte más abstracta.
Una vez ganó un concurso de cuento y le pagaron seiscientos dólares (era una suma considerable).
Compró una diminuta TV a color. Ponían "What´s the Frequency Kenneth?" que estaba de moda por entonces.
viernes, noviembre 15, 2013
Dicho al oído
estoy circunscribiendo las cosas
teléfonos (a veces teléfonos de la muerte) espacios como rosales
y aguadoras con cántaros y pilas y pozos en los patios
(jugué todavía en aquel patio casi abandonado con árboles de jocotes
y tamarindos y la vieja carrocería abandonada de un Chevrolet
y caramelos de papel)
y casas hechas de largas tablas pintadas con cal
y la vida alcalina que transcurría
asomada al jardín, esperando una brisa de pólvora en
las fiestas
gencianas y disciplinas y rosas y violetas
y el pozo devenido en sitio para la ducha
(y un gato caminando en la circunferencia del brocal)
de vez en cuando me topo con esa ruina de recuerdo
nada de lo que era es de la misma forma
hay otros olores en el antiguo lugar de la letrina
el tamarindo ya no está (aun transfigurado bajo un sol de julio)
los diálogos de la TV blanco y negro están esparcidos en el polvo
le digo: yo no sabía que este era el lugar fantasma
la cama en donde durante la siesta lo despertó la madre
(que había muerto hacía dos años) con un abrazo
demasiado estrecho y de fuerza desesperada como para no ser cierto
la cocina donde le sirvió la cena y la jarra de agua fresca (la tinaja acomodada en el
rincón junto a la gallina)
el rastro de la memoria de cuando con el hermano mayor iban al muelle
de Granada a estibar
estoy viendo estas y otras cosas lentamente
en noviembre sobre todo
(un noviembre sudamericano que Ud. no hubiera imaginado)
bostezo me asomo a la ventana sigo disciplinadamente
barajando dejando pasar estas imágenes que llevan un ritmo de agua
(la aguadora clausurada es mi cinematografía)
le digo estas cosas al oído
trato de paladear el aire y el olor de la piel de la oreja
lunes, noviembre 11, 2013
Luz en los ojos
Después del terremoto leí los poemas póstumos de Huidobro
Bajo un bombillo hiriente en silencio alguna brisa que llegaba
Atravesando mares
Eran días de calor y de desvelo. No había otra
Bujía. Había un supermercado cerca. Podía salir a comprar
Una luz más suave, blanca
Que cayera con resignación sobre las hojas del libro
(Eran poemas póstumos o tardíos o últimos: el tipo
Había vuelto al suelo a la página a cierta realidad iluminada.)
Pero quién tomaba y retenía el tiempo
Quién era el puño y la estratagema
Los niños dormían y había temblores a veces
Leves o fuertes
Que me hacían apartar la vista del libro--miraba la luz de la bujía
Empecinada flotando en el tiempo
Había algo de arrebato en las líneas, una mariposa nocturna y lírica
Que se balanceaban en el espesor de aquella luz
Lejana.
jueves, octubre 31, 2013
Niebla
Hoy no amanece sino que niebla. Juegan a estar ocultas las cordilleras. Es el día triste desde que te incorporas por la mañana (pero no amanece sino que niebla). Humedad más vacío más lo mismo más ínfimo camino. Hoy estarás atrapado entre vejestorios, oliendo lo mismo, yendo al mismo lugar finito. Hermano de edades, can, gárgara del mundo.
Hoy tercera persona, lente húmedo, catálogo de disección. Los pájaros equivocados y las ranas evocadas pasarán de puntillas por este día de desprecios. De hecho abres el diario por la mañana (cuando no amanece pero niebla). No. Ni siquiera es un diario de la mañana sino una pantalla. Para decirle lirismos al mundo. Pero lo que buscas es el cardo. Vomitas en el acto: el pezón de la mostrenca Rimbaud niña (o que se cree niña todavía), el bigote del moscardón, la pantaleta modernista.
Amad a tu prójimo como a ti mismo. El coloquialismo no te salva. Necesitas un bicarbonato new age para curarte la tristeza. Es ya la media mañana (aunque no amanece en esta niebla). Y entras al banco. Los viejitos parlotean y esperan. Cierto acento castellano te da en el hígado y esperas por la cajera. Treinta hijueputas junto conmigo haciendo la cola. El trencito asexuado que no arrolla ni arrulla.
Luego dónde puse el dinero? Sabes que es un chocorrón? Es un escarabajo nicaragüense. Un beatle de Nicaragua atrapado en la niebla espesa que por mañana comemos hoy. Entonces ya sabés que es un chocorronero. Un manto de chorrones que zumban. Eso tengo en la cabeza ahora que no sé dónde puta puse el dinero. Hasta que lo encuentro, está dentro de la niebla. Era Pellicer el que escribía esa lindeza?
De entre los viejos soy el más nietzscheano. Pongo linderos más altos. Veo más a lo lejos, con perspectiva de pájaro. Al menos eso creo o quiero creer en mi tiniebla. Si todos perecemos y hedemos, si nuestros trajes y suéteres carne son de las centurias (y centuriones). Yo en cambio sobrevuelo con entereza la niebla. Qué hendija se abrirá de esta mañana (es decir, de esta niebla) para dejarnos entrar?
Antes de pasar al almuerzo, ir a la empresa médica a pedir un reembolso. Todo muy moderno. Los hombres hediondos a tabaco se entretienen con unas pantallas reducidas que les dictan sus síntomas. Alguno tiene atrapado a Mark Chapman en la sístole. Otro tiene un cálculo de malaquita en el riñon izquierdo. Otro tiene un videojuego en que se puede contemplar a Kirsten Dunst niña. Otro tiene a la tortura como amiga y enamorada. Otro aún se cree el pájaro de la niebla.
(Esto para no decir nada de la nueva generación poética de Nicaragua. Quién será la Margaux Hemingway de la poesía nicaragüense? Y la Debbie Harry? Y la triste Pola Negri? Y la siniestra Charlotte Rampling?)
El reembolso es ínfimo en este día de nieblas. Nadie paga por una vida gastada como ya lo sospechaba Sir T. S. Eliot. Aprovecho para putear el sistema previsional. Busco el adecuado cosmopolitismo. Me cago simplemente en la concha de su madre o acuso preferentemente el doble hijueputa gonorrea o lo mando a chingar o a las setenta putas o digo un coño más caribeño? No sé. Soy el Hamlet de las imprecaciones.
Mejor me voy a almorzar.
Niebla cruda.
Hoy tercera persona, lente húmedo, catálogo de disección. Los pájaros equivocados y las ranas evocadas pasarán de puntillas por este día de desprecios. De hecho abres el diario por la mañana (cuando no amanece pero niebla). No. Ni siquiera es un diario de la mañana sino una pantalla. Para decirle lirismos al mundo. Pero lo que buscas es el cardo. Vomitas en el acto: el pezón de la mostrenca Rimbaud niña (o que se cree niña todavía), el bigote del moscardón, la pantaleta modernista.
Amad a tu prójimo como a ti mismo. El coloquialismo no te salva. Necesitas un bicarbonato new age para curarte la tristeza. Es ya la media mañana (aunque no amanece en esta niebla). Y entras al banco. Los viejitos parlotean y esperan. Cierto acento castellano te da en el hígado y esperas por la cajera. Treinta hijueputas junto conmigo haciendo la cola. El trencito asexuado que no arrolla ni arrulla.
Luego dónde puse el dinero? Sabes que es un chocorrón? Es un escarabajo nicaragüense. Un beatle de Nicaragua atrapado en la niebla espesa que por mañana comemos hoy. Entonces ya sabés que es un chocorronero. Un manto de chorrones que zumban. Eso tengo en la cabeza ahora que no sé dónde puta puse el dinero. Hasta que lo encuentro, está dentro de la niebla. Era Pellicer el que escribía esa lindeza?
De entre los viejos soy el más nietzscheano. Pongo linderos más altos. Veo más a lo lejos, con perspectiva de pájaro. Al menos eso creo o quiero creer en mi tiniebla. Si todos perecemos y hedemos, si nuestros trajes y suéteres carne son de las centurias (y centuriones). Yo en cambio sobrevuelo con entereza la niebla. Qué hendija se abrirá de esta mañana (es decir, de esta niebla) para dejarnos entrar?
Antes de pasar al almuerzo, ir a la empresa médica a pedir un reembolso. Todo muy moderno. Los hombres hediondos a tabaco se entretienen con unas pantallas reducidas que les dictan sus síntomas. Alguno tiene atrapado a Mark Chapman en la sístole. Otro tiene un cálculo de malaquita en el riñon izquierdo. Otro tiene un videojuego en que se puede contemplar a Kirsten Dunst niña. Otro tiene a la tortura como amiga y enamorada. Otro aún se cree el pájaro de la niebla.
(Esto para no decir nada de la nueva generación poética de Nicaragua. Quién será la Margaux Hemingway de la poesía nicaragüense? Y la Debbie Harry? Y la triste Pola Negri? Y la siniestra Charlotte Rampling?)
El reembolso es ínfimo en este día de nieblas. Nadie paga por una vida gastada como ya lo sospechaba Sir T. S. Eliot. Aprovecho para putear el sistema previsional. Busco el adecuado cosmopolitismo. Me cago simplemente en la concha de su madre o acuso preferentemente el doble hijueputa gonorrea o lo mando a chingar o a las setenta putas o digo un coño más caribeño? No sé. Soy el Hamlet de las imprecaciones.
Mejor me voy a almorzar.
Niebla cruda.
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