viernes, diciembre 24, 2010

La última promesa costumbrista

Siempre enseño o tengo de referencia en mi enseñanza Balcanes y volcanes de Sergio Ramírez, una de las pocas explicaciones de la cultura centroamericana con aspiraciones globales. (En realidad heredera de la impronta de Torres Rivas y Martínez Peláez, cierto marxismo postcolonial que apuntó en Centroamérica en los 1960s y la teoría de la dependencia.)

Podría leerse Balcanes y Volcanes, entre otras cosas, como una condena a la ideología costumbrista que alentada por la estructura cultural y mental atrasada de la élite centroamericana, impregna todos los espacios (incluido el uso de los medios de comunicación). No es Centroamérica la subregión latinoamericana del primer golpe de estado victorioso del siglo XXI?

Es cierto que ha sido turbulento el presente político centroamericano. Pero no deja de ser curioso que se anuncie el apoyo de Sergio Ramírez al candidato presidencial Fabio Gadea Mantilla, según Ramírez ( cito del diario de derecha La Prensa) “la única alternativa democrática que tenemos en el país”.

Gadea Mantilla es, si algo, la quintaesencia del costumbrismo (los campesinos de sus cuentos transmitidos por radio están reducidos a la sentimentalidad estereotipada). Al menos desde el punto de vista literario y cultural Fabio Gadea no es la alternativa más democrática que tenemos en Centroamérica.

El mismo Ramírez apunta en su libro que hay un tránsito del costumbrismo a la expresión más compleja de la realidad rural, paso que en la cosmovisión de Gadea ni siquiera se avizora. Su idea literaria y cultural general es conservadora. Ante un poema vanguardista se persigna exigiendo el dogma rubendariano, para no hablar de sus posiciones retrógradas en asuntos de ciudadanía y política: su homofobia es manifiesta, por ejemplo.

Así que el apoyo político a un retrogrado cultural da en qué pensar. Sobre todo cómo es que se concibe la cultura en su (aparente) subordinación a la política. Un expediente cultural de los políticos no estaría mal. Un expediente político de los líderes culturales tampoco.

sábado, diciembre 18, 2010

Elipsis

Estoy revisando el año. Un año balbuciente (me refiero sobre todo al número de entradas en el blog).

Meses enteros con una vacía entrada.

Durante algunas semanas acaricié la idea de cerrar este, y abrir otro blog, con el título "Diario de Isonauta". Me ha detenido mi manifiesta falta de disciplina con los diarios.

Eso y la conciencia de que la escritura no es sólo la confirmación de la narrativa sino el deseo (improbable) de escapársele.

Como los fieles lectores han visto, algunas urgencias (se gana el Nobel un contrainsurgente o se quieren ganar a la juventud los notables) me llevan a las entradas poco rigurosas.

Debería marcar mi entrada favorita del año. Me quedaría, probablemente, con El país bajo mi maquillaje.

Tengo, además, la tentación maligna de señalar algunos textos peores que se han dicho o publicado por otros medios, por otros. Quizá el problema no sea que sean malos textos (que lo son) sino que me escandalizan. Mejor dicho: son malos porque los adopto, porque de alguna manera los amparo y los rechazo (fábula de aborto, ciclo de tortura).

Esa interiorización es riesgosa, así que dejaré esta elipsis en su lugar.

Este blog querría vivir del mito de los márgenes. Cuando alguien dice, por ejemplo, que le dedicarán un número de El Hilo Azul a Beltrán Morales, el bloguero se espanta porque Morales, por su obra y vida, estaría mejor en una revista contestataria. Pero escacean las revistas contestatarias en Nicaragua.

La última vez que vi a Morales citado fue en un poema de Roberto Bolaño, éste sintiendo sin duda su hermandad en Parra. El problema es si será posible dar cuenta de un antipoeta desde los ámbitos conservadores de la cultura llamada nacional. Ningún gesto en esos mundos es inocente: todos son de apropiación. Todos responden a la lógica de lo que Morales llamaba el Museo de Cera de la literatura nacional.

Y la peor indicación del estado de la cultura llamada nacional es su estado permanente de homenaje, tributo y canonización urgente.

martes, diciembre 14, 2010

Peste cristal

Wikileaks es reclamado por los anarquistas (sesudos o frívolos, que suelen ser ambos) pero usado por los liberales.

Es como si el reclamo y el (valor de) uso jugaran a la distancia y a la impureza.

Se ha dado el caso incluso que se reclame Wikileaks para la literatura (o más exactamente, para la mala literatura): algo así como mi novela prefiguraba la transparencia gubernamental que ahora wikileaks vuelve evidente.

Muchos profetas apresurados vaticinan que Wikileaks impactará en los medios.

Assange no está divorciado de la hermenéutica (cree que debemos ir directamente a los archivos a sacar nuestra propias conclusiones). Pero algunos de sus gestos parecen contradecir tal postura. Es como si creyera con toda solvencia en la pureza del reclamo y no se diera cuenta de la impureza de la interpretación (la que hacen con toda soltura los medios).

De hecho entre sus afirmaciones más contradictorias está este romanticismo epistémico: la verdad siempre vencerá.

Curioso, contradictorio y romático eslogan para un mundo en que la "verdad" es por lo general derrotada y en que las verdades oficiales son por lo general las triunfadoras.

La coyuntura "post" trataba, en principio, de esa contradicción. Uno de sus padrinos (desde la derecha) miraba cómo lo esencial se escapaba siempre. Otro, en su variante psicoanalítica, enseñó los trabajos de intepretación del inconsciente.

La verdad tal como es reclamada en la coyuntura actual es más disolvente, rápida, deslizante y crédula.

Y aparece urgida por separarse de su propia credulidad.

miércoles, diciembre 01, 2010

Cirujías

Sí, hay un hiato entre la crítica y los escritores.

Escritores de esos que CMR llamó "publicadores de libros".

No juego al radical, hablo de un hecho.

Es que el crítico está acostumbrado a pensar en términos históricos o, al menos, historicistas. No saca la pistola sino a don Pedro Henríquez Ureña, edición Ayacucho.

Lo que es El País y la ferias de libro les tiene muy sin cuidado quién diablos es ese pobrecito de don Pedro.

Su sentido de la historia es sintético, con la pasión y el grosor de un lugar común. Vea sino este conversatorio.

A mí me horrorizó la terrible deshistorización de esa conversación, la reducción de lo latinoamericano a una anécdota light sobre los temas mercadeables. El ANTES y DESPUÉS de una cirugía estética llamada historia de la cultura.

La TV se ha cagao en (nos)OTROS.

(pobre don Pedro desvelado/ con su Historia cultural y literaria/ de la América hispánica)

El país es horrible. Cómo puede conformarse con metáforas tan convencionales pero sobre todo IDEOLÓGICAS (se vale alzar la voz en esta parte) como la que atribuye el carácter de "bálsamo" a la cultura, o la que acaba invocando casi como Delia Fiallos "el drama avasallador de la condición humana".

Cómo acumular "temas eternos" con avidez televisiva? Léase ese conversatorio.

Cómo llegar al "tema menor" sin pasar por la "literatura menor" (¡por fin un tema deleuziano que puede ser latinoamericano!)?

Por qué inventar que el humor lo ha descubierto ahora el neocapitalismo desconociendo una obvia acumulación colonial de ironía y humor, señor Güegüense?

Se me ocurre un cuento sobre un crítico (un crítico digamos pre-sartreano pre-foucaultiano) que es devorado no por el New Age Orientalista ni por la TV ni por la Universidad sino por "la condición humana" (no, no le puedo quitar las comillas).

Sí, hay un hiato entre la crítica y los escritores.

Yo por mi parte espero que no se reconcilien nunca.

lunes, noviembre 01, 2010

Nombres con más frecuencia mencionados en este blog

José Coronel Urtecho 20

Rubén Darío 18

Ernesto Cardenal 15

Jorge Luis Borges 14

Octavio Paz 13

Sergio Ramírez 12

José Lezama Lima 11

Roberto Bolaño 8

Julio Cortázar 8

Jacques Derrida 8

Bob Dylan 7

Foucault 7

Luis Cardoza y Aragón 6

Roque Dalton 5

John Lennon 5

Mario Vargas Llosa 5

Prince 5

Edward Said 5

Ángel Rama 4

Gabriel García Márquez 4

David Bowie 4

Carlos Fuentes 4

Eunice Odio 3

César Vallejo 3

Stendhal 3

Luis de Góngora 3

Flaubert 2

Gioconda Belli 2

Guillermo Cabrera Infante 2

José Agustín 2

Jorge Volpi 2

T.S. Eliot 2


Dicen algo los nombres: fobias, favoritos. Un índide inconsciente con dejes de abyección.

sábado, octubre 09, 2010

El Nobel contrainsurgente

Algunos links críticos (y no celebratorios) sobre Vargas Llosa en ocasión del Premio Nobel de Literatura:

Idelber Avelar hace una apretada y muy buena síntesis de la deriva literaria-ideológica del peruano.

Tercera
describe cómo fue narrado intencionadamente el Nobel por los medios españoles, coincidiendo con los intereses económicos del mercado editorial.

Kurupí dice que en las novelas del nuevo Nobel subyace la idea "que Perú es el culo del mundo y solo queda europeizarse, blankiñosarse o morir..."

Juan Sobalvarro narra
cómo se vive el anuncio y parafernalia del Nobel desde la cotidianidad de Managua.

Por mi parte: el Vargas Llosa que me parece más infame es el de La utopía arcaica, su libro anti-Arguedas. Pura prosa de contrainsurgencia.

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P.S. 15/10/2010

En Nicaragua se han publicado algunos penosos comentarios encomiásticos de la posición política de MVLl antes que de su literatura.

Oguer Reyes Guido prodiga metáforas caninas para enjuiciar a los detractores de Vargas Llosa, quizá lo sorprendería saber que en La ciudad y los perros, éstos no son caninos.

Para Sofía Montenegro Vargas Llosa sería un paradigma del intelectual crítico, aquel que "nunca ha creído que las ideologías sean más importantes que las personas". Esto equivale a tomarle la palabra al peruano-español sin la mínima distancia crítica, más cuando hay pruebas textuales y políticas de que MVLl pone la ideologia neoliberal por sobre cualquier concepto de diversidad cultural.

A propósito, el texto de Luis Martín-Cabrera, Contra la escritura letrada de Vargas-Llosa, que enfatiza la postura "letrada" de MVLl ante Arguedas.

Por su parte Manuel Talens y Juan Miguel Company-Ramón en Mario Vargas Llosa como síntoma caracterizan la entrega del Nobel dentro de las encrucijadas del poder geopolítico.

En El Boomerang, especie de grupo corporativo de blogs de la editorial Santillana, ha habido algunas reacciones esperables y frívolas, tal la de Vicente Molina Foix que aprovecha la ocasión para descalificar al Nobel guatemalteco Miguel Ángel Asturias.

En el mismo Boomerang, Julio Ortega esgrime una esperanza diplomática: "El Premio Nobel hará que la obra de Mario Vargas Llosa sea, por fin, leida más allá de la política." Tal lectura implicaría un retroceso teórico-crítico de por lo menos 45 años. (Un originario mundo pre-foucaultiano que no creo sea esperanza de Ortega.)

A propósito del francés, la entrada en O Biscoito Fino e a Massa O anti-Foucault, por Pedro Meira Monteiro. En efecto, quien parece desear un mundo pre-postestructuralismo es el propio Nobel de literatura. (En Letras Libres el discurso de Vargas Llosa Breve discurso sobre la cultura)

Y para recordar un poco algo de la concreta práctica política del Nobel reciente, un artículo de 2003 por Santiago Alba Rico, Trofeos de Guerra que enmarca bien el liberalismo de MVLl en la guerra neocolonial de Irak, y sus consecuencias.

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P.S. 2 17/10/2010


Francamente ingenua me parece la propuesta de Javier Cercas en El País de rescatar a Vargas Llosa para la izquierda. Aunque "izquierda" puede ser un concepto laxo, en el terreno exclusivamente literario y latinoamericano refiere a la heterogeneidad cultural (un libro básico: Rama, Transculturación narrativa). Es en ese terreno en donde el Nobel es más contrainsurgente.

martes, septiembre 28, 2010

Borges según Coetzee

En su Costas extrañas: ensayos, 1986-1999 J.M. Coetzee incluye una interesante recensión de las Collected Fictions de Borges.

Quisiera hacer ver en este caso no tanto la inteligencia de la reseña (muy notable) sino, más bien, el carácter frances que tiene el Borges que Coetzee lee. Curioso el desapego latinoamericano de este Borges tragado, en cierta medida, por Menard.

El siguiente párrafo ilustra este desvío (y desvarío quizá):

Aparte de su tierra natal, Argentina, había un país donde ya se conocía el nombre de Borges. El crítico y editor francés Roger Caillois había estado exiliado en Buenos Aires entre 1939 y 1945. Después de la guerra, dio a conocer a Borges en Francia, publicando Ficciones en 1951 y Labyrinthes en 1953... En el decenio de 1950, Borges era más reconocido y tenía mayor número de lectores en Francia que en Argentina. Resulta curioso que, en este aspecto, su carrera se asemeje a la de su precursor en la ficción especulativa, Edgar Allan Poe, a quien Baudelaire defendía y que fue acogido con entusiasmo por el público francés.


Para pensar la geografía por países de Coetzee quizá habría que preguntar algo así como qué será Reyes en el espectro francés de Borges?. Pues en su contabilidad territorial los países latinoamericanos no cuentan como lectores o interlocutores (es casi lo mismo), como se puede ver en la colocación de un "mayor número de lectores en Francia" y el paralelismo canónico con Poe. (Poe que por cierto Darío leía también como caso francés opuesto al hierro de la urbe newyorkina.)

La fábula quizá sea que las patrias literarias (como las otras) son inventadas. También que incluso patrias literarias existentes pueden ser patrias invisibles. En alguna parte del mundo, en efecto, estarán desapareciendo ahora mismo los lectores.

El artículo de Coetzee (una reseña aparecida originalmente en el New York Review of Books) abunda en las sutilezas de la traducción, en las debatibles intervenciones de los textos, de Borges y por él mismo, a posteriori y en otro idioma, en el declive de los poderes narrativos del argentino (el centro del Aleph son sus cuentos de los 30s y 40s; en Coetzee, así como no hay un Borges latinoamericano, no lo hay poeta), en cómo la violencia de compadritos y cuchilleros relumbra (como la hoja de un puñal) aquí o allá en sus textos. No hay la presencia de Bioy. Hay algún reproche al (tantas veces insoportable) Borges mediático ("de hecho se convirtió en un parlanchín", dice Coetzee).

Curiosamente, Coetzee desprecia casi a "Pierre Menard" (lo de "autor del Quijote" se ha perdido, al parecer, en la traduccion). Es "un relato de ficción no muy satisfactorio", informa.

Sólo para contrastar desde el margen. Hace algún tiempo en este mismo blog puse los títulos de 10 textos de Borges que me parecían imprescindibles. Cada lector tendrá su canon borgeano (sería incluso una forma de saber de los amigos intercambiar fantasmagóricas versiones de Borges). Los míos (una lista que no quería perderse la astucia del ensayo y la infamia de la intervención política) eran:

El Aleph

Arte de injuriar

Two English Poems.

Otro poema de los dones.

El sur

El jardín de los senderos que se bifurcan

Kafka y sus precursores

El evangelio según San Marcos

Funes el memorioso

Discurso ante Pinochet.

jueves, septiembre 16, 2010

Hacia una antología apocalíptica

Me gustaría presentar a partir de aquí un segmento descriptivo. Es preciso, por cuestiones de metodología, y también por cuestiones de proximidad e incluso de desconocimiento, hacer un corte geográfico que intentará situar mis hipótesis principales en un territorio apocalíptico. Me limito a Managua, dejando como tarea pendiente probar convergencias y divergencias con otras áreas urbanas de Centroamérica. Mi inquisición es, además, interesada por ser partícipe de la sintomatología aquí (re)presentada.

Mis fuentes son una pequeña selección de textos de tema distópico seleccionados para la revista L´Ordinaire Latino-American de la Universidad de Toulouse-Mirail, y los libros Holanda, que es una colección de cuentos del joven escritor Rodrigo Peñalba, y el poemario La casa de fuego de Marta Leonor González. En este corpus trataré de observar un sentido destructivo, relacionándolo con la modernidad y las tradiciones políticas y estéticas que señalé al principio.

La escritura nace de la destrucción. La circulación mediática de los desastres naturales y no naturales (New Orleáns, Cuba, el Golfo de México, Pakistán: y con referentes nacionales Managua, pero también Bilwi o Casitas), intensifica una expresividad que explora este condicionamiento discursivo. El personaje del cuento de Rodrigo Peñalba “Inundación” espera en los techos de una Managua inundada a que llegue por aire la salvación. Leo fragmentos del último párrafo de la narración, que mezcla la imaginería de la ciencia ficción y el apocalipsis, con las de las labores de rescate:

Una visión bajo del cielo, con cuatro brazos que agitados a gran velocidad se mantenía suspendida como si colgara de un gran lazo. Cuerpo voluminoso y hueco, y en su interior seres con cráneos de acero y cruces rojas en el pecho que colgaban como crías de marsupial con los cordones umbilicales todavía fijos a su madre. (…) Abandonado me dejé llevar dentro del ser voluminoso, elevándome por los aires, con el océano que enterró a Managua abajo, océano uniforme, perfecto, lodoso, cubierto de nubes, fondo tapizado de cadáveres atrapados en sus casas. El infierno, la perfección. Infierno. Pasteles. Y cielos de cielos, infiernos de infiernos, pasteles de toda suerte. Sube helicóptero, sube. (Holanda 22-23)


Quiero hacer ver que la cerebración del personaje al momento del rescate incluye la evocación de versos de Carlos Martínez Rivas (“Y cielos de cielos, infiernos de infiernos”). Ese paroxismo de la destrucción que anula fronteras entre realidades discursivas, no deja de mostrar una antigua huella literaria entre la suciedad de la inundación (que es también asunto mediático), la poesía es el indicio infernal más cercano al bocado. Como nota marginal habría que decir que la postmodernidad en ámbitos de modernidad abigarrada del estilo de Managua, no se expresa tanto o no sólo por una conversión arquitectónica y urbanística ecléctica, sino también por el rol, con frecuencia amenazador, de la naturaleza y los discursos que quieren apropiársela.

El poema de Ezequiel D´León Masis “Convulsión de suelo” conjetura precisamente el resultado mediático, discursivo y estético de “un terremoto de escala provinciana”, pensando que tal cataclismo ocurriera en Managua (por supuesto, este cálculo está dentro de toda probabilidad para una capital destruida dos veces por terremotos durante el siglo XX). El poema está articulado como apuesta metatextual en la que una lógica de mercado acaba imponiéndose. La primera parte plantea la maquinación estética. Dice así:
El malestar de la vigilia me ha llevado a calcular francas estupideces, como ésta que me aturde ahora acerca de las probabilidades performativas—o suceptibilidades de ser performance—que pueda brindar un terremoto de escala provinciana. La argumentación teórica podría plantearse sobre el concepto de la deconstrucción visual de los elementos arquitectónicos de una ciudad, un pueblo. La obra podrá ser titulada Convulsión de suelo, título que—sé que insisto en algo evidente—será posterior al desastre telúrico…


Aquí resulta evidente que el estado de la función del arte en donde se entrelazan una índole conceptual (hablar de la destrucción) con otra tecnocrática (calcular, planificar, racionalizar la destrucción: una especie de razón postmoderna bifronte. El discurrir del poema deja ver más claramente esta interrelación, pero situando el locus de tal alianza: los medios y el mercado del arte. Dice así el final del poema:
No dejemos de lado la cuestión de la escala provinciana: piénsese que un cataclismo capitalino será cubierto, a sus anchas y chanchas, por los mass media y, nones, lo que se quiere es llevar a categoría de alta costura visual un estruendo que poco se celebre en la boca del alboroto noticiante; así, la sopa que iba a estropearse en la intimidad de la casa deviene proyecto promisorio, capaz de sacarle cierta sumita de billetes a alguna de estas bienales burguesas de la periferia. El arte puede ser más intrincado de lo que apenas solemos imaginar, y hasta más rentable.


En realidad enclavado en el centro del poema de D´Leon Masís aparece un designio “otro” el del trazo modernista (referido a un cuento de Alejo Carpentier) que sublima la lógica devoradora de la destrucción, pero que figura también un camino cerrado.

Otra versión del nacimiento de la escritura a partir de la destrucción aparece en el poema “Que tome vitamina D (de destrucción)” de María del Carmen Pérez. Este caso es más directamente apocalíptico y se ocupa de un futuro distópico en que la poesía vegetal terminará dominando a la poesía animal. Aquí la destrucción reconoce un ámbito mucho más doméstico, dejando claro que la destrucción comienza por casa, y por la propia subjetividad. El poema dice así:

El arcángel bajó
puso un lápiz en la siniestra de la poeta-niña
y ella, viéndose magníficamente poderosa
escribió:

Fuego

Azufre


Miedo

y ceniza sobre Managua.


Luego prendió fuego a su propia casa.

Y así, la poesía animal
quedó transfigurada en perras negras
y la poesía vegetal
comenzó a dominar la ciudad
con enredaderas eróticas, espinudas,
árboles y frutas salvajes
que nacían comúnmente
en el centro
de sus salas.


En este poema la pareja contradictoria de la destrucción, que acaba anulando o marginando cualquier expresividad “animal”, podría ser la “comodificación” (es decir, la transformación del espacio urbano en bienes de capital). Si se considera la paz social de tal espacio después de la destrucción se verá quizá la labor ideal de la globalización: jardines tropicales y periféricos en que se concilian la subjetividad y el paisaje. También aquí aparece, sin embargo, la huella discordante del pasado en las figuras marginales de “las perras negras” cuyo hábitat natural es mucho más destructor y destructivo.

Quisiera, para finalizar con mi recorrido descriptivo, pensar qué pasa con esas huellas y márgenes afectados por la destrucción (en sentido literal: la destrucción opera sobre los afectos) pero no anulados por la lógica apaciguadora. La pregunta, obviamente, por una radicalidad estética posible. Podrían considerarse desde ese ángulo los poemas de Marta Leonor González en que se desplaza la subjetividad autorizada (y autoritaria) típica del relato revolucionario. La experiencia de González parece ser doble. Por un lado, la vida familiar, el arraigo de lo común, y la destrucción de ese mundo. Por otro lado, una especie de subjetividad coral que trata de dar nuevo sentido a ese mundo fragmentado, permanentemente asediado por la violencia. La operación también podría describirse como una interrelación entre melancolía y lucidez: añoranza de lo común, lucidez de su esencial lógica violenta. Así, por ejemplo, en el poema “Cultivo familiar”:
Trago las púas que mi padre sembró,
mi hermano las cultiva.
Mamá esconde el cuaderno
donde la niña garabateó
la casa en llamas
destruida por las palabras.


Aquí es evidente una frontera de poder referida al género que la escritura confronta a través de la destrucción, y otra frontera fundamental referida a la edad y la operación de filiación. La escritura está llena de tanteos, de ocultamientos de manuscritos, de equívocos, de revelaciones provisionales cercadas por la disciplina y la violencia simbólica. El poema continúa diciendo:
En este momento
Veo las páginas tachadas
Los poemas que mamá escribió
Con vergüenza
Y el sueño de armar una ventana
Inventar un color
“amarillo no es azul” me dice
Y vuelvo a la paleta
Donde ella confunde el rosa
Con el fucsia.

Pero papá tiene ese jardín de púas para él
Y noches largas de riego
Donde le acompaña la congoja
Y le descubre el color a las piedras.


La ley del padre parece fijar la subjetividad pero los borramientos y bocetos anteriores siguen operando inconscientemente. Son un espacio irrenunciable que obliga a replantearse la cuestión de la unicidad subjetiva y su relación con la escritura. La escritura es fronteriza porque asedia desde espacios menos autorizados, en cierto sentido más blandos, más ocasionales (son los manuscritos ocultos de la madre). En el poema “Ciudad Juarez: los muros hablan” se puede ver como la escritura ocasional y desautorizada del grafiti puede rearticular lo que antes llamé una subjetividad coral. Algunos fragmentos:
…..
¿Quién pronuncia tu nombre Esmeralda
llamado de piedra?

Verde es el musgo y tu canción.
¿Quién te nombra sino tu hija
emparentada con la muerte?

En los muros tu nombre,
en la calle tu sangre salpicada,
las manchas que los minutos borran.
….


La pareja conceptual que invoqué al principio, la de destrucción e inserción, opera aquí de forma testimonial, pero de un testimonio desapegado (quizá desentendido) de la síntesis nacional. Una escritura de las manchas, las huellas, la marca corporal, el testimonio de la desaparición, el boceto transitorio pero válido. González estaría explorando, pues, lo dejado por la destrucción en un sentido cercano a los textos y autores considerados antes, pero penetrando en los (con)textos de tales procesos de cambio que no suelen ser instantáneos o, tal vez, en que opera un Apocalipsis más extasiado.

Para finalizar, algunas conclusiones. Mi percepción general es que estos textos muestran una preocupación política, aunque obviamente no referida a un proyecto político. No los veo como textos abandonados a una idea literaria (y mucho menos mercantil) de lo literario. Son textos que reaccionan al avance de la globalización, que entienden la motivación y el afecto mediático, que teorizan la relación entre técnica y arte, que comprenden de manera radical la importancia de las escrituras otras y el valor testimonial de los trazas de las víctimas de la destrucción postmoderna. Muestran, pues, una continuidad con las tradiciones centroamericanas en lo que se refiere a la presencia de la identidad, y no como una entidad abstracta, sino, más bien, como una identidad pasional. La lección postvanguardista en cuanto al vínculo ético y estético es, por eso mismo, decisiva. La gran escapada del discurso nacional no implica, pues, para estos creadores una sumergida acrítica en la globalización, sino una problematización cuyos indicios creo que es preciso estudiar.

(Fragmento de ponencia presentada en la Universidad de Chile durante el Encuentro Internacional Poesía y Diversidades: perspectivas críticas en el marco del Bicentenario, 2 de septiembre de 2010.)

martes, septiembre 07, 2010

La juventud como objeto de deseo

No había una abate loco durante los sucesos del 48 (en París) que murió gritando: "Ahorcadme si menciono más de dos veces a la juventud!"?

No, no había, es un personaje ficcional.

Pero no tanto.

Aunque tengo ganas de echarle la culpa a Sócrates (yo, que no soy Aristófanes) por el afán sistematizado (gubernamental, pero hoy oenegizado y massmediatizado) de conducir, seducir, d o m i n a r a la juventud, me limitaré a señalar una fábula nacional: La muerte del hombre símbolo.

El hombre símbolo quiere retener aldeanamente a la juventud vendiéndoles la fábula del humanismo. Aunque él mismo sabe que su biblioteca de clásicos lo es sólo de fachada, y que amuebla en verdad una colección de literatura policial. (Sé qué diría Freud al respecto: se sublima en el crimen, la investigación y el detective, la disciplina militar somocista que, pensaba Coronel, debía embriagar a la juventud. Aquí Coronel es sólo un nombre contradictorio que contiene lo cotidiano y lo utópico.)

Aunque siente un corazón cosmopolita (y repite en veladas escolares aquello de "audaz, cosmopolita" ), el hombre símbolo quiere ver cómo será la aldea de jovenes Frankenteins con que sueña (y Mary no tiene la culpa de esto).

El hombre símbolo, es claro, se resiste a morir.

El hombre símbolo es el notable que habla del futuro, y de la universidad, y de las reglas, y de la incultura, y abundantemente (más de las veces que lo permitiría un abate loco) de la juventud.

Ahorcadle, please, cada vez que la mencione.

sábado, septiembre 04, 2010

Los blogs intelectualizan

Es más bien fácil descubrir que los blogs intelectualizan.

El punto cuatro de un reciente decálogo para blogueros, afirma:
"4.No confundir el blog con el ensayo. Por tanto, no intelectualizar."

La verdad es que hay espléndidos blogs que "intelectualizan", lo hacen muy bien, y dan libertad a un formato al que las grandes editoriales llegaron después.

Véanse algunos temas de Mosca Cojonera, por ejemplo: Marx, lector anómalo de Spinoza, Nietzsche contra la democracia, así como penetrantes ensayos sobre Heidegger, entre otros pensadores. Puede verse también las lecturas--de libros de ciencia frecuentemente-- de Pseudópodo.

Este tipo de blogs muestran que no es necesariamente la concesión juvenilista la que define a los blogs. Todo es mucho más denso. (Esto tiene que ver con esa categoría especial llamada el slow blog, el que no se agota en la inmediatez de los sucesos, aunque el asunto de la velocidad aquí es muy relativo.)

Es cierto que hay mucho blog literario que, con todo derecho, se mantiene atento a lo que el mercado del libro ofrece y concede. Pero también hay otros muchos blogs literarios experimentales que al borrar fronteras (por ejemplo entre literatura y pensamiento) intelectualizan también (tan bien). Cito tres casi al azar: uno de Nicaragua, otro de Guatemala y otro de Paraguay para ilustrar la tendencia: La esfera infinita de Ezequiel D´León, Fellinada de Julio Serrano y Kurupí de Cristino Bogado (o sus infinitos alias).

Los usos del blog, como los de la literatura, son muy amplios, y hay sensibilidades mucho más propicias a esto de "intelectualizar" (o "ensayar" en el sentido clásico de Montaigne, o jalándolo más al terreno de las vanguardias, experimentar y contradecir).

Aunque se piensan los blogs generalmente como alternativas a un sistema de comunicación entrelazado con las grandes propiedades y los grandes financistas, también es bueno pensar al blog como alternativa de pensamiento al aplanamiento cultural que opera el mismo sistema.

Desde mi punto de vista, no intelectualizar sería más bien una resignación que una apuesta productiva.

P.S. Por eso los links (que son también escritura) dicen algo del bloguero y del blog. Los links son los hallazgos, lo demás es administración. Y ahí están a la derecha, en éste, la lista de kool blogueros nicas, y de blogs que me gustan: creo que todos intelectualizan.

jueves, agosto 26, 2010

Los fantasmas

Un problema hermenéutico y político muy señalado es averiguar la identidad política de los seguidores del FSLN, esos que llenan la plaza este o cualquier otro 19 de julio.

Mi curiosidad ha vuelto de forma indirecta, al leer en Envio una especie de diagnóstico contundente que salta por sobre cualquier duda interpretativa o metodológica.

En su reseña de la última celebración del aniversario de la revolución, dice la revista:
Asiduos participantes en esta celebración vienen observando, este año con más claridad, que el gentío que llena la plaza es una multitud mayoritariamente sin identidad política, mucho menos que tenga una identidad “revolucionaria”, tal como se les describe y excita desde la tarima oficial. Se nota esto en las conversaciones que se cruzan y se escuchan, en las consignas, en la forma de “participar”. Se trata sólo de estar ahí y de estar porque sí. El contradictorio hecho de una multitud despolitizada en una concentración política refleja la deriva del FSLN, donde la educación política ha sido sustituida por un activismo dirigido centralistamente o forzado desde las instituciones del gobierno. (acá el artículo completo)


¿No es extraño y singular el caso de una multitud reunida en un acto político (no se trata de un concierto de rock, ciertamente) que carece de identidad política?

Los "asiduos participantes" deberían meditar más el caso. ¿Descartaron una eventual trama populista? ¿Agotaron a Canclini, a Laclau y confiaron únicamente en sus ojos, su asiduidad, su "claridad"? ¿Y qué pasa en la plaza con los simbolos? ¿Qué narrativa transmite el acto? ¿Es como quiere Canclini en todo populismo, una representación melodramática? ¿Se trata "de un PRI más en Mesoamérica"? ¿En qué momento y por qué medios se rompe la sintonía entre masa y partido para el caso mexicano? ¿Cómo se traspone eso para el caso nicaragüense?

Los medios no vacilan cuando dicen que los seguidores del FSLN participan de una especie de borreguismo político. Ese desprecio clasista (y racial) es difícil de ser superado desde los medios (dado el nivel ético con que trabajan).

No obstante, si algo enseña la escritura academica es que debe haber cierto respeto interpretivo ante los movimientos políticos y, diría yo, sobre todo sus seguidores: el mismo respecto que se merecerían, por ejemplo, las masas que se movían apoyando al PLC y Alemán en los años 1990s ¿tampoco tenían identidad política o da pereza buscar explicaciones?. Por supuesto, debe darse una visión crítica de tales grupos, pero dentro de un marco interpretativo plausible. Todos queremos saber. Paralelamente, no queremos conformarnos con vistas superficiales.

Si alguien informa que una plaza está llena de fantasmas, mi curiosidad iría a preguntar sobre todo qué faculta (y desde qué facultad!) esa visión fantasmática de la realidad que traspone el deber interpretativo por la fantasía ideológica.

viernes, agosto 20, 2010

Varia

Aires neoliberales. Según se desprende de la propuesta de reforma a la seguridad social en Nicaragua y otros gestos visibles, el pacto Estado-FMI sigue en su sitio. Con razón Amaru Barahona se pregunta hoy en END: ¿Quién dice que nos va bien con el Cafta?. ¿Será cosa de ministros y funcionarios estrategicamente ubicados en el gobierno? Así lo sugiere Barahona, preguntando: "¿cómo hacemos para detener esa vocación orgiástica hacia los TLC que tienen los jerarcas y tecnócratas del Mific?". Pero, ¿será que hay posibilidad de un giro de izquierda en el gobierno?

Civilización y barbarie. La perdurable dicotomía está siendo usada para acusar de animalidad a los caudillos y seguidores (la "civilización" aquí es bastante conocida y ampliamente sospechada). Extraño retoño del liberalismo del siglo XIX en el injerto neoliberal del siglo XXI. Si la oposición necesita de esas masas para abortar el proyecto político del FSLN no es con la mirada de Sarmiento que van a lograrlo.

Poema. Me ha gustado mucho éste de Ezequiel que está en La Esfera Infinita. ¿No es tiempo de discutir si las esferas letradas cooptan a los jóvenes aspirantes?

Cuba. Leo, en invito a leer, el debate sobre el socialismo en la isla (sitio web de Kaos). Mucho más sustancioso que leer a la insipida Yoani. ¿Sólo el camino capitalista chino va a quedar como alternativa? ¿Es posible un socialismo autogestionario?

Clases sociales. Pregunta Persola que "dónde está esa generación activa y entusiasta". Parte de la respuesta es que está dividida en clases.

Twitter. Allí soy isonauta.

miércoles, julio 21, 2010

Recurrencia

Monsivais leyendo a Cabrera Infante y a Puig. Bolero y habanera.

Los del "boom" todavía highbrownovelanacional volviéndose advertidos. Viejos y pesados elefantes en sus fuentes.

La modernidad había sido la reescritura urbana del modernismo hispanoamericano. El aleph verdadero y cantarín. La rosa de Darío en las manos de Juan Gabriel.

jueves, julio 08, 2010

Cátedras van

En su edición del día 7 de julio, El Nuevo Diario usó uno de esos subtítulos infames a que nos tienen acostumbrados los medios políticos (todos lo son en Nicaragua, por desgracia).

Reaccionando ante al anuncio del gobierno sobre la fundación de una Cátedra Sandino, END propone: "Autonomía universitaria queda pintada en la pared y currículo aumentado con estudios delirantes."

Por supuesto, no es desde la Presidencia que se debería pensar (en estudiar) a Sandino académicamente. Pero esto no convierte de hecho el estudio de Sandino en un asunto "delirante". (Me imagino que cuando Cardenal dio a conocer su gran poema sandinista "Hora 0" muchos habrán pensado que el poeta (todavia no trapense) deliraba).

Hay que admitir con pena que tuvieron que haber sido las Universidades las que propusieran el estudio universitario de Sandino. Tuvieron 31 años para hacerlo (el tiempo que tiene Sandino de haber sido admitido--sin duda polémicamente--en el panteón de héroes nacionales), y todavía no lo han hecho.

Una verdad paralela e íntima de este asunto, y que tiene poco de delirante aunque lo parezca, es el poco interés que las Humanidades y la Ciencias Sociales despiertan en el sistema universitario nacional. Pareciera ser que por defecto todo universitario del país debe escoger entre la tecnocracia, la administración o el derecho. No hay recursos para investigación en las áreas humanísticas y de ciencias sociales. Esto al Estado no le interesa, y, al parecer, a las Universidades no les preocupa.

Esta situación produce un efecto personalista bastante evidente. Hay dos o tres notables que pretenden concentrar los saberes del canon patriótico: son darianos autonombrados, sandinólogos amateur, filósofos improvisados, vigilantes de la ética social y permanentes precandidatos políticos a algún cargo. Con tanta falta de autonomía política y académica como han acumulado, suelen, como ya lo he dicho en otras ocasiones, perorar sobre la autonomía.

Son parte importante del fraude nacional en que se ha convertido el sistema educativo del país pero hablan desde un recinto de pretendida pureza, y con autoridad. Responden, en realidad, a la poca democrática estructuración que tiene el saber en Nicaragua, y a una realidad que, no obstante la revolución del 79, no ha sido superada. En este sentido coincido casi con la sorna que END pone en su titular, interrogándose sobre si habrá una revolución cultural.

A juzgar por las cátedras administradas desde la presidencia, la salud todológica de los notables, el desprecio universitario del saber humanístico y la liviandad con que los medios abordan estos temas, hay que responder que no.

Significativo, de todas maneras, es que en esta misma semana se presentará la segunda edición del libro de Volker Wünderich Sandino: una biografía política, libro con que todos: catedráticos, notables y medios podrían comenzar a debatir sobre el héroe.

Volviendo a END, noto que en los sótanos de las intervenciones anónimas de sus ciberlectores, el debate tampoco es muy creativo que digamos. Hay un relente somocista bastante peculiar en esas discusiones, y al parecer, el diario se deja arrastrar por una especie de incitación a su barra signficante.

Hoy, titulan la zaga como Todo huele a “Cátedra Ortega”, y entrevistan a dos especialistas de las cátedras darianas, que piden la reivindicación de Darío, el universal, sobre Sandino, el regional.

En Nicaragua, el bizantinismo nunca estará divorciado de la información superficial.

jueves, julio 01, 2010

Seguidme en twitter

que no tengo otro tiempo más que ser de vez en cuando un isonauta

algunas temáticas recientes


sassy
sassy version of my funny valentine: eso no es música, sino filosofía
había perdido la voz, asunto secundario, no la gestualidad
qué grosería decir que hacía como moscardón

marchemos compañeros
marchemos compañeros: ¿el estalinismo del FSLN o el neoliberalismo del MRS?
marchemos compañeros: o seguir esperando poder enterrar el corazón del enemigo como el MPRS?
marchemos compañeros: o seguir usufructuando discursivamente a la revolución como hacen los intelectuales?
marchemos compañeros: es tan diverso el sandinismo!
marchemos compañeros: tan diverso, lástima que con horizonte capitalista

proyectos
cómo no decir "este proyecto consiste" porque los proyectos nunca consisten, help santo austin
mejora la cosa "mi proyecto intentará"? pero un proyecto es una fuerza ciega sin voluntad real y capacidad de intento
hacer un proyecto: juntar a kafka y nietszche para diseñar un programa de gobierno (dios santo que no se entere la academia)
querido jacques (derrida) acabé descubriendo que la palabra "proyecto" está empapada de presencia!

martes, junio 08, 2010

Agenda

Tengo que leer a la Eunice. Ir a la farmacia por antiácidos.

Vigilar la temperatura.

El monóxido.

Esperar la tarde soleada. Sentir un poco de pena de ver a la tierra convertida en gigantesco balón de fútbol. Quejarme del consumismo.

Seguir imaginando que doy una charla sobre transculturación.

Prestar libros imaginarios a amigos no menos imaginarios.

Recordar gestos de gente que vi muy pocas veces hace 30 años pero que están vivas en unas residencias bonitas y cálidas de Oregon.

Pensar mi proyecto.

Ver más libros e imaginar que los compro en un rincón de Santiago.

Hablar esta vez de verdad sobre la Eunice. Ella entrando a iglesias algo oscuras y pequeñas que tienen en alguna parte a San Miguel Arcángel. Y al entrar ella con una vela se va agrandando la iglesia catedral súbita dios errante.

Sí, alguien prepara una novela sobre la Eunice. Comentar en voz alta, solo, "se van a cagar en ella".

No decir esto en mi seminario. Borrar esto de mi diario. Censurar esto en mi blog.

Caminar por Ñuñoa. Saberse los perros, los melancólicos y los atados. El San Bernardo tan imponente. El perro errante que me simpatiza. Definitivamente odio los gatos, me simpatizan los perros.

No es un paseo pero casi. Me olvido de las cosas prosaicas y quedan las verticales esas que dijo el sucio señor Barthes. (Doble hijueputa gonorrea provincialismo francés.)

Regresar a casa y deambular. Planificar las cartas que escribiré mañana.

Al anochecer, por fin, alumbrado con la lámpara solar leer lentamente paladeado y casi místico antes de sufrir el sueño.

lunes, mayo 31, 2010

Luzardo

Los medios ya no son la putas de los partidos políticos, dijo el muy machista.

Se conforman con ser las queridas de la élite bien pensante (el redomaado clasista)

Las doñas Bárbaras de las hordas civilizadas (el literato blando).

Los Luzardo de las masas.

viernes, mayo 14, 2010

Postal y mudo

Estoy por sellar esta carta en silencio.

No silencio mío (en realidad tarareo, incluso hago karaoke: rose garden me cae bien), sino silencio de la carta misma: que no dice nada, pues.

Pero me crié en una época estentórea, y en adolescencia plena tenía el mejor de los ambientes para la epístola: guerras, separaciones, particiones anónimas.

Así escribí mis primeras cartas verdaderas: cartas de guerra.

Es usual echarle la culpa a la técnica (ya no digamos Heidegger tan pop por estos lados finales del hemisferio).

Es usual también (como Derrida) decir que la mano que escribe la carta es la mano onanista, la del cálamo que deja correr su negra fuente.

La carta virtual podría enumerar, contarte que vi las calles desde el noveno piso, que ahora llueve, que estoy en otra historia.

Y no es sólo el archivo de cartas el que se ha movido (la foto movida tan emotiva): se ha movido la videoteca (la que tanto queríamos) y está toda de fuera, herida de muerte mostrando tripas, sangrando sus kurosawas.

Pienso también en correspondencias completas metidas en el cajón solo aparentemente mudas.

En fin, que mi arte epistolar se evaporó como se evaporan hoy mis emails más formales, estimado profesor, hoy que llueve no va acusar Ud. sólamente a la técnica.

Así te pido que puedas contar este silencio.

Que también buscaban amo

Por qué no aprovechan los recientes sucesos para debatir más a fondo el sentido que tiene la educación universitaria en Nicaragua?

Desde las razones por las que el poder administrativo tiene mucho más importancia que el saber/poder (el catálogo de rectores no produce conocimiento!), hasta si los porcentajes del 6% que se invierten en investigación (¿se invierte algo?) son adecuados.

(Por supuesto que no lo son, pero alguna pregunta retórica habría que plantear.)

"Es que todo lo invertimos en becas para que los chavalos pobres estudien." Sí pero ¿eso no es igual a decir que "nosotros" les administramos a los chavalos pobres el lugar social que van a tener en el futuro? Es "nuestra" prometeica apuesta.

Y que la lección aprendida es que administrarle la vida a alguien (biopolítica, señores rectos y rectores) es la gran conquista del "saber administrativo" que todos ponen en primer plano.

(Ya sé que rectores o ex que de casualidad se toparon con Derrida en una fiesta parisina ahuecarán la voz para recitar a Unamuno.)

Por qué no ir a analizar la historia (o la memoria que está más de moda que la otra) y analizar con sinceridad las razones de la entrega de los notables al poder político-administrativo (y con ellos, divos del saber administrativo, entregando la Universidad) en las coyunturas de auge revolucionario.

En fin, quizá la tecnocracia administrativa primitiva no va con la filosofía regenerativa del 98 que parece ser el horizonte epistémico (aunque huérfano de teoría y de recursos) de las Autoridades.