miércoles, junio 06, 2012
Necesito
Algo para el hambre ideológica que padezco.
Un panfleto de bordes amarillos.
Una música anónima.
Un historiador muerto en diáspora.
Domitila intefiriendo una lectura de Jim (Morrison).
Cosas que diré mañana: "la mera posibilidad
de una historia escrita desde abajo".
El odio que es una perla.
Caballísimo de mí
De preferencia poesía vanguardista.
No que sea abundante el tiempo. La mitad de medio semestre quizá.
Unas semanas frías de junio.
Pero una residencia provisional y lateral en la Facultad de Hablar en Lenguas es como bañarse dos veces en el mismo río.
viernes, abril 06, 2012
Sigue
a reparar los cadáveres de tus poemas. Y así los
embalsamaba. Día a día.
Tu fallida prosodia, tu hueco nocturno
tu estrella desplazada. Todo era fácil si trabajaba
en el poema fallido. Todo era
un trasiego lacónico pero vívido de materiales. (Recordaba también el momento exacto
en que había escuchado por vez primera el verbo trasegar en una
pulpería de Matagalpa: se trasiega lo que se vive.)
En abril cuando el otoño amenazaba
y andaba enseñando por los pasillos a Vallejo, entre
el ruido ensordecedor de la modernización al pie de la vieja Facultad
(la modernización por supuesto del transporte y el smog)
podía soñar con más esmero, incluso masticar el sueño
esas masas de aire frío marcadas una a una.
Eso podría contarles: una avioneta blanca corta
por la mitad la Cordillera. No hay nube ni poema ni mirada
constante.
lunes, febrero 13, 2012
Verano
Verano se sobreentiende es la estación violenta que diría el mexicano. El mediodía de la vida. Coetzee es por entonces un hombre patético, poco hábil en el amor, y al cuidado de su padre con quien, por otra parte, no se lleva bien. La autobiografía es confesional y autoirónica. Dibuja, además, una especie de línea de destino étnico: un afrikaaner que por familia y compromiso con una idea de identidad no puede “madurar” hacia el nacionalismo y la lógica del apartheid. La fuerza centrípeta de la identidad (la melancolía del paisaje) no se equilibra nunca con la fuerza centrífuga del nómada potencial.
La confesión, efecto general de esta autobiografía disfrazada de biografía a varias voces, es, ante todo, sobre la incapacidad de amor y el deseo de trascendencia literaria. Dos motivos, además, localizados meticulosamente en etnia y paisaje.
jueves, febrero 09, 2012
Cosas al caer
He leído muy pocas novelas Premio Alfaguara como para tener una opinión de conjunto sobre lo que representan o podrían representar (sobre todo como fenómeno editorial que podría ser el aspecto más interesante).
Por la lista de premiados, sin embargo, deduzco que se otorga o bien a novelistas consagrados (Poniatowska, Tomás Eloy Martínez), o a novelistas jóvenes con potencial de mercado (Roncagliolo, Neuman, el año pasado Juan Gabriel Vásquez).
Según los editores el “Premio Alfaguara tiene la vocación de contribuir a que desaparezcan las fronteras nacionales y geográficas del idioma, para que toda la familia de los escritores y lectores de habla española sea una sola, a uno y otro lado del Atlántico.”
Ante esta afirmación uno no puede dejar de interrogarse por cuáles serán los requerimientos, ritos de pasaje, autoridades y reglas de esa “familia” transnacionalizada. (Ya no digamos sospechar las Neurosis de esa Familia).
Una forma hipotética de demarcar esos espacios sería leerse todos los Premios y sacar de allí una especie de ideología literaria o cartilla de comportamiento para el Autor y Lector ideal Alfaguara.
Por lo poco que he leído (Sergio Ramírez, Eliseo Alberto, ahora Juan Gabriel Vásquez) los Alfaguara tienden a traducir al espacio editorial transnacional hispánico una problemática histórica nacional a la que no le faltan resonancias regionales. El autor traduce y en cierto sentido espectaculariza esa problemática para hacerla comprensible al lector no familiarizado con los factores geográficos e históricos.
Según recuerdo era el caso de Eliseo Alberto. El problema histórico (y ante todo generacional) era en Caracol Beach la diáspora o exilio cubano. La novela estaba concebida con el impulso y la habilidad argumentativa de un guion cinematográfico, algo cercano al cine narrativo hollywoodense.
En el caso más reciente de Juan Gabriel Vásquez el problema histórico y generacional es el narcotráfico y la violencia en Colombia. Asimismo hay algo de acento cinematográfico en los amores entre el piloto narcotraficante Ricardo Laverde y la chica gringa Elaine Fritts.
Probablemente la pericia para diseñar argumentos que “corran” con desenvoltura junto a las habilidades del buen reportero son elementos clave para sostener este tipo de novela. Esto por supuesto lo colma perfectamente Vásquez en El ruido de las cosas al caer.
En una lectura apresurada y, sin duda, superficial de la novela advierto, además, cierto intento algo titubeante de penetrar en la ambigüedad moral y psicológica de los personajes, un poco al estilo “español” de Javier Marías (en el margen de un capítulo anoto por ironía: “la enfermedad española”). Se podría invocar incluso a Onetti y su trabajo con personajes moralmente derruidos.
Tal intención se contrapone con el requerimiento de la narrativa espectacular y, hasta cierto punto, con el narrador-personaje (en primera persona) de gran parte de la novela que parece colocado “por debajo” del horizonte crítico de la obra como tal. Es decir, que tenemos un personaje-narrador poco dado al rigor analítico consigo mismo.
Es más, parece un personaje-narrador no plenamente consciente de su doble vida, y de sus contradicciones. La vida del profesor pequeñoburgués presto al estereotipo sentimental que, por ejemplo, llama al nacimiento de su hija, en tono de celebridad entrevistada “la experiencia más intensa, más misteriosa, más impredecible que me tocaría vivir” (p. 41), no concuerda plenamente con la del novelista cuyo afán narrativo desplaza cualquier otro compromiso.
El narrador-personaje es una víctima de la violencia del narcotráfico, como tal representativo de una generación. Su vía curativa escritural no es la del diario íntimo, que desprecia cuando un psicólogo se la propone (pp. 66-68), sino la del fisgoneo típicamente novelístico. La reflexión de Laverde en la novela puede resultar significativa al respecto: “«Traté con las hazañas de guerra de mi abuelo», dijo Laverde. «Luego me di cuenta de que nadie quiere escuchar historias heroicas, y en cambio a todo el mundo le gusta que le cuenten la desgracia ajena.»” (p. 155).
Un motivo paralelo es transformado en desasosiego ético del narrador-protagonista: “No hay nada tan obsceno como espiar los últimos segundos de un hombre: deberían ser secretos, inviolables, deberían morir con quien muere…” (p. 84). Este motivo abre por una parte la cuestión heterológica: la ética de narrar al otro o desde el otro. Pero también con más certeza, y con más lógica dentro de la narrativa del libro, lo operación novelística.
Si dentro de la novela el narrador protagonista escoge esa vía ante cualquier otra, diario íntimo o vida familiar, es porque, al parecer, esa lógica discursiva está íntimamente ligada a su constitución subjetiva: su calidad de víctima en busca de sanación escritural, su impotencia sexual, su al parecer inconsciente abandono del entorno, familiar e histórico, prefiriendo la narración de otra vida (en función, en cierto sentido, del complejo suplantador vargalloseano).
(Una pregunta al margen es si la novelística actual, sobre todo la que vende, ya salió o saldrá de ese complejo.)
El regodeo narrativo espectacular acaba desplazando, pues, la preocupación por los seres derruidos. En comparación, uno encuentra en Onetti empleados de astilleros o administradores de prostíbulos que son como artistas (marcados coyunturalmente por la modernidad estética).
En una novela como la de Vásquez, uno halla, en cambio, traficantes de drogas que poseen el brillo y el manierismo de una estrella de cine. A partir de esa identificación se tendría que comenzar a pensar en los efectos estéticos, o quizá en los significados alegóricos de tal preferencia.
P.S. Pasé a leer La ciudad ausente (1992) de Piglia y me dio la impresión que otra forma de poner el argumento anterior es decir que la narrativa espectacular se traga el cuidado por la pequeña historia. Pero que, además, evidencia una falta de vínculo con lo que podría llamarse, con disculpas a Rama, “sistema literario”. Piglia elabora variaciones de un archivo (Martín Fierro, Macedonio, et. al.).
En Vásquez, que cita vaga e irónicamente a Cien años de soledad y se refiere más directamente a poetas (José Asunción Silva, Aurelio Arturo) como modelos de su texto, la cuestión del archivo pareciera más vacilante.
martes, diciembre 13, 2011
Escribir para ocultarse
Era, en tono inocultablemente comercial, un parque del recuerdo. Los que ahí vivían, estaban muertos.
Era un niño concentrado aquél que movía la verja para entrar. Entraba a novelas inglesas. Novelas que tenían colonias en ultramar. El mar debajo de las tumbas.
Los muertos siempre hablan de cine, y sino de qué hablarían?
De boxeo. De la genealogía de Rocky Marciano. Toda la broza del mar y del naufragio que da en las costas de HBO.
(Ya dije que era un sueño de tono comercial.)
Al original le cambió la vida T. S. Eliot. Jugaba el seguido con las sirenas y todo el mate del cielo, servido con galletas azucaradas.
P.S. epígrafe probable:
"Y aunque es cierto que, hábil o torpe, siempre el hombre/
habla para ocultarse..." CMR, "Infierno de cielo"
jueves, diciembre 08, 2011
Lecturas escogidas del 2011
2. Rodrigo Rey Rosa. La orilla africana.
3. José Donoso. El jardín de al lado.
4. Roberto Bolaño. Nocturno de Chile.
5. Pedro Antonio Valdez. La bachata del ángel caído.
Inspirado por.
P.S.
Listas como estas hacen pensar en el mercado en que se compran los libros.
A Valdez lo compré por Internet, y me llegó el libro descartado o robado de una librería pública neoyorkina. Fue parte de una necesidad caribeña en tierra austral.
A Donoso lo encontré en saldos.
A Rey Rosa lo compré en Los Ángeles vía Guatemala.
Bolaño y Capote pertenecen a mercados más estructurados en la ciudad de Santiago. Pero si el chileno convoca a la posposición (ya déjense de joder con Bolaño), Capote sugiere la expansión (me quiero leer todo Capote).
En todas estas novelas hay un escritor en ciernes operando y madurando.
martes, noviembre 08, 2011
Esquivocado
Me detuve para ver entre la hierba un suspiro rugoso, un soplo milenario.
El sol está cerca, pensé. Pero no era aquello ni lagartija ni perro-
zompopo.
Anteriormente entre las calizas canteras había huevos de chombas.
Uno los tomaba en la mano, los apretaba apenas, cerraba los ojos.
Aquella reproducción automática del reptil en la mano, en la constelación.
El sol diseñaba con la piel de los frutos secos, pasas y ciruelas, la piel macerada del reptil.
Mi tío contó el otro día que en el centro de rehabilitación había un muchacho que engullía lagartijas vivas. Pero no sólo. Sino también batracios diminutos, gusarapos o guarasapos, como se dice, e insectos.
No pasábamos al orden de los ofidios.
Reptiles que eran prendas.
Pero este caso era el de un rastro, clavado en Dr. Johow, barrido por la velocidad de la mirada.
Ahí estoy, desengañado por el esquivo reptil. Me he detenido pero tengo que seguir mi camino (sin desear que aquí la palabra camino tenga ningún significado alegórico).
(Veo el mundo no sus enigmas, decía P.P.P.)
Así sigo tomando el sol para calentar mi sangre.
viernes, noviembre 04, 2011
Una foto de Somoza en la portada de Confidencial
Una foto de Somoza Debayle en la portada de Confidencial.
La foto me parece perturbadora y deshistorizada.
Probablemente no es la intención del diario electrónico pero el juego entre la fotogenia de "Tachito", su record en asesinatos políticos y abusos de poder, y cierta frivolidad con que se le menciona en las batallas políticas nicaragüenses, especialmente cuando hay, como ahora, campañas de elecciones da un efecto extraño. Diríase un efecto de reconocimiento histórico, de memoria o desmemoria.
La intención de la noticia es quizá que reconozcamos en este Somoza a Daniel Ortega. A pesar de la autoridad política que se le atribuye a los entrevistados en la noticia (dos comandantes de la revolución) no creo que el efecto sea tan inmediato. (En fotos como esta no hay inmediatez.)
Nicaragua que es un país de poetas rimadores, se ha solazado por décadas en la rima entre Somoza y cosa. Así de todos los presidentes recientes se ha visto en las paredes escrito que son la misma cosa con Somoza.
Somoza es la Cosa oculta, trascendente, olvidada, acechadora, fantasma, que es recordada sólo por traslación y metáfora.
Esto va unido a las formas de memoria y recordación particulares de Nicaragua. En efecto, se ha vuelto constituyente de la memoria nacional que la revolución del 79 fue una coyuntura de ruptura salvadora, que lavó con sus aguas lustrales la historia.
La revolución ha salvado el pasado (muy en el acorde de Coronel Urtecho). Pero a la vez lo ha borrado. Se hace difícil por tanto recordar a Somoza en sí. Es un recuerdo taponeado por "el triunfo nacional y definitivo".
Sólo se le recuerda por metáfora y sustitución.
miércoles, octubre 05, 2011
Cuestionario
Creo que la potencia de los blogs es esa impresión de proximidad, heredada quizá de los que fue el lenguaje de las imágenes en el siglo XX (el cine, la TV, en particular, el video musical, y probablemente también el porno).
Son todos ese tipo de aproximaciones pretendidamente veraces (aunque muchas veces falseadas) a una o muchas (millones al mismo tiempo) de intimidades.
Cuando Bajtin define la novela habla precisamente de la vida privada que hay que espiar o escuchar a hurtadillas. Ese contrato de revelación de la vida privada es el que opera en los blogs. Aunque no todo bloguero tiene talento para tal tarea.
2. Desde 1998 escribo para la web. Comencé con un sitio de crítica de películas (Miradas desde el sur) cuando no existían los blogs todavía. Como estaba en Geocities el sitio fue cerrado hace algunos años. (Pero, wait, existe en Reocities!).
Luego intenté fracasadamente un blog en 2003. Básicamente bajo los parámetros que definí arriba.
Cuando terminé mi doctorado en 2005 había pasado varios años sumergido en escritura de papers y asuntos académicos. Había suspendido prácticamente la escritura de cuentos o ficción. Y estaba tan dentro de la disciplina crítica que cuando inicié mi blog Notas poco rigurosas en 2006, escogí ese nombre casi como una excusa. Es decir, esto que voy a poner en el blog no tiene el rigor académico que debería tener, pero lo pongo porque es urgente. Así con el paraguas de lo urgente comenzó para mí una experiencia de escritura única, muy satisfactoria porque fue derivando en un espacio el que alcanzan opiniones políticas, seudopoemas, seudocuentos, anécdotas, etc. Todos con la alternativa de que pueden formalmente desconyuntarse, mixturarse, intercambiarse. Esa libertad formal es lo que me ha mantenido pegado al blog todo este tiempo.
Como en todo, pues, hubo motivos conscientes (escribir en un espacio sin el rigor de la academia) e inconscientes (escribir un poco más impúdicamente).
(Entre paréntesis, sigo escribiendo rigurosamente para la academia, pero eso es otro asunto.)
3. Creo que los formatos ya hechos que te ofrecen los sitios de blogs ayudan mucho, pero también a veces entorpecen la “diagramación” y lo que querés ver.
En los tiempos de web.1 aprendí algo de HTML, pero ahora no me siento capaz de tratar de influir en el formato o cambiarlo. Así que me resigno a lo dado en ese aspecto.
Lo que me gusta de la forma visual en los blogs es que ahí opera mucho el azar. Por lo general me gusta como lo digital trata la frase corta. Me gustan los espacios entre párrafos cortos. No creo que un blog sirva para una novela. Pero creo que se lleva bien con géneros más elípticos, incluida la poesía.
La escritura en blog y eso que Octavio Paz llamaba analogía, se llevan muy bien.
4. Por lo general escribo por / con urgencia. Y el producto se queda así, lo considero definitivo dentro de su urgencia. Nunca he hecho la prueba de pasar un texto del blog a otro lado. No sé si funcionaría.
5. En juventud quise escribir guiones para cine, y terminé por escribir cuentos. Publiqué Road movie y otros cuentos (1997) gracias al apoyo de Franz Galich. Luego publiqué cuentos, crítica de cine, crónica, crítica literaria, y demás en varios medios impresos. Llegué a tener dos libros de cuentos que quedaron inéditos hasta esta fecha, aunque algunos cuentos llegaron a aparecer en antologías.
Aparte está mi trabajo más directamente académico, en revistas y libros. En 2002 el IHNCA publicó mi libro Márgenes recorridos. Está por publicarse Excéntricos y periféricos mi libro sobre autobiografía centroamericana.
6. Creo que tengo siete lectores, lectoras más o menos fieles. Lucho por el/ la número ocho.
Más que promover mi blog como tal, promuevo algunos temas que llaman a lectores que no son fijos que pasan por el blog en busca de una entrada en exclusiva. Por lo general opiniones o notas sobre libros, o autores. (La entrada más visitada del blog es una nota informativa sobre Nellie Campobello.)
Respeto mucho a ese tipo de lector, pero trabajo para los que eventualmente se queden. Y aspiro a hacerlo con recursos escriturales.
Respuestas a un cuestionario de Persola.
viernes, septiembre 30, 2011
Diamonds are Forever
En algunos insomnios en que logro separar cuerpo de historia, veo atisbos. Pero al no pasar de fantasmas, protoplasmas, acaeceres desvanecidos, acabo rechazándolos.
Algunos jóvenes entregados al oficio entusiasmado del servilismo. Algunos viejos que han descubierto como filosofía variantes new age de la Guerra de la Galaxias. Algunos secretarios de edad indefinida que balbucean ideología. Todos ellos ven lo mismo que yo y tienen el mismo impedimento: no pueden escribirlo.
Anoche tuve revelación. La taxonomía del sandinismo pasa por los míticos, los arruinados y los brillantes. Sobre los brillantes habría que escribir prolongado. (Ver el Mashup que pongo más abajo).
En ocasión de elecciones los brillantes se sienten en el deber de mostrar la autoridad de su voto.
Destituyamos patrañas: 1)la comunalidad sandinista no implicó nunca (ni en los Tiempos más Éticos) horizontalidad; 2)de haber sido asi habría sido una historicista comunidad postmoderna; 3)operando dentro de la desigualdad moderna, tampoco podía traer automáticamente democracia ni en 1984 ni en 1990 (afirmar lo contrario es ir contra el espíritu utópico del término).
Todos (míticos, brillantes y arruinados) se ven en la obligación de destacar democráticamente que su voto no es igual al de la masa, que vale más: por razones de una comandancia (mítica), una operación (de pensamiento), una teología (de lo que Morales llamó Izquierda Divina), o una clase (la dirigente más allá de la ideología).
En un reciente, rutinario y coyuntural artículo que habla por la voz de los y las brillantes, Gioconda Belli respalda la candidatura de Fabio Gadea a la presidencia. El texto es histriónico: Belli encarna (o pretende encarnar) un Ente preocupado por la Decisión. Hace un Balance Objetivo, destacando la habilidad de Gadea para representar (vía Pancho Madrigal) al Campesino Nicaragüense. Estamos ante el Candidato de la Empatía.
Belli deja colonizar su texto por el hábito binario de la publicidad (¿Coca-Cola o Pepsi?) para terminar optando por la Abstracción, el Símbolo Vacío en que el costumbrismo desplaza la contradicción.
Dentro de la taxonomía del sandinismo, son los brillantes los que requieren este tipo de operación ideológica para justificar y expresar, en relación simbólica, una voluntad de poder. Lo constante y sonante del poder los sigue atrayendo como si fueran unos políticos comunes y corrientes más. Pero deben disimularlo discursivamente.
Desafortunadamente tal voluntad de poder en un ambiente intelectual empobrecido no deja penetrar demasiada complejidad estructural. Para el caso del texto de Belli, en tanto el Campesino esté representado por Fabio Gadea (mientras la estructura de poder esté en su lugar), podremos ver de forma encantada (y frívola) cualquier historia de opresión.
Al someter la elaboración intelectual al devenir estereotipado de las elecciones, es decir, del consumo de candidatos, de la binariedad superficial, se encasillan las posibilidades (¿el deber intelectual?) de pensar.
(Mashup)
1. Shirley Bassey interpreta Diamonds are Forever
2. Sergio Ramírez habla de la gente brillante
—Cuando uno recuerda ese gobierno de 1979 aparecen su nombre y los de Gioconda Belli, Ernesto Cardenal y un conglomerado de personalidades que han roto con el fsln. ¿Qué fue lo que pasó?
—Fuera de toda la gente brillante que tuvo aquel gobierno, como el jesuita Cardenal, que dirigió la cruzada de alfabetización, o Carlos Tunnermann, ministro de Educación, gente creativa que tenía la idea de un proyecto de cambio y transformación revolucionaria en el país ya no está más y se pronunció incluso en contra del régimen. Fueron reemplazados en los cargos principales por operadores anónimos. Los originales, los revolucionarios y creativos se fueron. Y a este gobierno no le interesa tener gente de esa clase. Especialmente porque son un desafío para la actual gestión y hacen peligrar el poder de Ortega.
resto de la entrevista aquí
miércoles, septiembre 14, 2011
Retablo para septiembre
No hacen la prueba con periodistas o intelectuales o poetas. (Ojalá en los próximos años se animen a la heterogeneidad.)
Escogen a los estudiantes porque es la forma más fácil de demostrar, entre chascarrillos informativos, lo bruto del sistema educativo.
Así en el arrebato de este año, de El Nuevo Diario, se ha espantado de que el fantasma de Rafaela Herrera se pasee por la hacienda San Jacinto.
En el segundo acto del melodrama, los periodistas llaman al intelectual para que a través de sus declaraciones: 1) él quede como estrella de sabiduría; 2) demostrar que en cambio de sistemas educativos seculares deberíamos tener sabios escolásticos que parloteen; 3) terminar de reafirmar lo ignorantes en historia que son los estudiantes.
Al derribado, darle Knockout en el suelo.
Esta mezcla de esquematismo, amarillismo y conservadurismo pasa, sin asomo de crítica, por variación pedagógica sobre el tema patrio.
Este año, el intelectual convocado fue Carlos Tunnermann quien no hizo sino confirmar el esquema que el diario planteó al respecto.
Sorpresivo hubiera sido que el intelectual se sintiera obligado a criticar la ignorancia en historia que los propios intelectuales padecen. Esas peras del olmo no se piden en esta patria.
Las fiestas patrias, por otra parte, son horrorosas.
Al menos en la escuela pública a la que yo asistía cuando niño, eran horrorosas.
Se celebraba sin la menor distancia crítica personajes y hechos tan diversos como: Cristóbal Colón descubridor de Nicaragua (¡Gracias a Dios!); Domingo Faustino Sarmiento, maestro de América (todos con la civilización y contra la barbarie); Rafaela Herrera, defensora del Castillo (y de la época colonial); Andrés Castro y José Dolores Estrada (en la proverbial Hacienda plena de la armonía del trópico); Rubén Darío, fundador de la nota pintoresca en la literatura nicaragüense (qué alegre y fresca la mañanita), y, no menos importante, la bandera, ya independiente, celebrada por la lectura de la Jura por el dictador Anastasio Somoza Debayle, y transmitida por radio a todos los centros educativos.
Qué lección de historia se desprende de tal amalgama que no ha variado mucho? Pues que la historia nacional es inmemorial y descentrada. Que la "comunidad imaginada" tiene mucho de retablo religioso en donde conviven las especies y las épocas de manera poco problemática. Perfectamente se pasean por la hacienda San Jancinto Rafaela Herrera, Rubén Darío o Somoza Debayle, y no hay mayor conflicto.
Es un esquema que quizá se remonta al momento del pacto entre conservadores y liberales, luego de la llamada "guerra nacional" de mitad del siglo XIX, el que fue institucionalizado por el estado de los Treinta Años.
En fin, ministros de educación e intelectuales que no han podido y ni siquiera han deseado alterar este retablo de la falsa convivencia, no pueden venir a escandalizarse, tal periodistas en septiembre, del esquema que permite una divulgación del nacionalismo tan efectiva.
Menos aún, si uno de los prejuicios fundamentales del notabilismo es precisamente instalarse en ese retablo patrio, siempre asoleado, de septiembre.
Y, claro, enternecerlo con la verba escolástica.
jueves, agosto 18, 2011
Paz de estos desiertos
Romomejicano, rosaperuano, perrunoparisino, húmedoquebec-qué-meves.
El que también allí amó a una mujer terrible.
El letrado lateral.
El que visitó a Reyes y Reyes le dijo que pactara.
El que fue a Colombia a pactar con la ciudad letrada
(la de verdá).
El que se encontró con la llama ahora hedionda a cold-cream en un declive de L.A.
Esos no eran como vos lumpen de la academia.
Esos no eran como vos Mr. Exilio Interior.
El que orinó en una esquina de Granada el día del Festival
(ya sabemos cuál).
El anclado en Tapachula.
Ahora todos fotogénicos en una instantánea de Portbou.
lunes, agosto 15, 2011
Nuevo conflicto de las facultades
"Y es probable que el autor, aunque no se hubiese visto afectado ese mismo año por un tipo de afasia total e incurable, no habría estado en condiciones de sugerir una solución".
Una especie de darwinismo enmascarado tomó la palabra.
"Precisamente en el momento en que la gramática comparada alacanzaba su máximo desarrollo gracias al Vocabulaire de Benveniste... se asistía a un declive generalizado de tal proyecto y al giro de la lingüística hacia el modelo formalizado de tipo chomskiano..."
La tensión verbal--tan T.S. Eliot, tan Coronel--es el presente histórico redimible.
"En el mismo sentido, Benjamin hacía de la redención una categoría plenamente histórica, opuesta en todo sentido a la apologia de los malos historiadores".
Volviendo a leer el Capítulo X de Las palabras y las cosas
"En este punto también es posible comprender qué está en juego en el desplazamiento del paradigma de las ciencias humanas desde la gramática comparada (una disciplina en esencia histórica) hacia la gramática generativa (una disciplina en última instancia biológica). En ambos casos, el problema es el del anclaje ontológico último, que para la gramática comparadad (y para las disciplinas que en ella se fundan) es un evento histórico originario, y para la gramática generativa (y para las disciplinas cognitivas solidarias con ella) es el sistema neuronal y el código genético del homo sapiens".
¡Y en Nicaragua los cognitivos vienen a salvarnos!
"Las ciencias humanas, sin embargo, alcanzarán su umbral epistemológico decisivo sólo cuando hayan repensado desde el comienzo la idea misma de un anclaje ontológico para entender al ser como un campo de tensiones esencialmente históricas.
(Citas tomadas de: Agamben, Giorgio. Signatura rerum: sobre el método. Buenos Aires: Adriana Hidalgo, 2009)
viernes, julio 29, 2011
Abstinencias
Saludos
sábado, julio 23, 2011
El fantasma de Marco Z.
Bien decir.
Es árido por acá.
Serial.
Nadie pisa la lengua.
El sol no da en la bardas sino en el pico
de la Cordillera.
La edad, la clase social y el vómito-octavio-paz.
Las bibliotecas imaginarias como las sollamaduras
duran.
El homúnculo-borges se carcajea.
Tantos millones de hombres debimos irnos hace tiempo
al departamento de inglés.
viernes, julio 08, 2011
La maniobra oscura
Siempre se cuela una luz en la rendija y tiembla una flor en el iris.
Hoy que me leen menos amigos, deslizo secretos.
La realidad es una araña hidrópica.
Mi disco favorito de los Stones suena en alguna parte.
¿Es desde una ventana que suena?
Se confunde el viento.
Armo mi cuarto.
¿Acabaré orientándome por la rendija o por la sombra?
Entran mediodías de 1984 aquí. Son mis mascotas.
Paisajes que vi una vez en Providence, RI, serpentean.
El tiempo abstracto vacío entra aquí.
Tengo juntas imaginarias. Zarandeos en la camisa. Coimas por libros.
Trozos de películas con casas errantes.
Desituado me da sed.
Me incorporo en el pasado.
sábado, julio 02, 2011
Lecturas absorbentes
Como tal, habría algunos síntomas:
a) la novela del dictador latinoamericano
b) la novela melodrama-radio-novela
c) la novela post-nacional
d) la novela que lleve en el título a Batman, a Chespirito o a
e) la novela feminista-pero-de masas
d) no pretendo agotar la taxonomía pero revísense algunos catálogos editoriales
Quizá no es extraño que Vargas Llosa las haya practicado casi todas. Tampoco que ellas pretendan una lectura absorbente.
Me pregunto cómo andará en ese pathos el post-boom centroamericano.
miércoles, junio 29, 2011
Cintura de los sollozos
Aeropuertos.
Ya sé que dicho así suena menos romántico.
Viaje instantáneo (o vertical, como diría José Cemí).
Viaje entre madrugadas.
En los Aeropuertos todo es más caro. El agua, el aire. No hay combos en los restaurantes de comida rápida. No hay piedad en los supermercados de libros. Tampoco es que sepan de literatura esos supermercados. Uno no se libra del nicho Vargas Llosa: y que nadie pregunte cuándo se jodíó Perú.
"Lo que no sabíamos es que al mismo tiempo que nosotros comenzábamos a escribir la posmodernidad, en los ochenta, y la globalización, en los noventa, cambiarían las reglas del juego y convertirían a Latinoamérica no en una república independiente de la letras sino en un gran supermercado de novedades literarias."
Mirando los nichos más perversos del supermercado (tres de los aeropuertos que piso son latinoamericanos) cito casi de memoria esas palabras de Carlos Cortés que tengo en un libro allá.
De todas las novedades compro la última novela de Sergio Ramírez, La fugitiva.
La compro no pensando en "la república independiente de las letras" sino en la Eunice, criatura de aquel tiempo heroico. La compro casi como literatura para turbulencias de eventual auxilio académico, sin que eso desdiga mi comunicación con la muerta, la restitución deseante, incluso el sol incaico, ya que estoy en El Callao.
(Hay que escribir un poema en las entrelíneas de las novelas no lo sabías? Es la única manera de defenderse.)
La pragmática de la novela es acaso evidente en una primera mirada (unas cien páginas adentro): los ticos y los nicas son constituidos como espejos, estos frentes a aquellos y viceversa. Esta novela de nica ve con delectación e ironía la historia tica (iba a poner idiosincrasia pero esa es palabra sin gracia).
A la altura de la página 159 llego borgeanamente al que es quizá el centro del
Y así voy leyendo casi burocráticamente, imaginando parques del futuro.
viernes, junio 10, 2011
Llamada a la patria
Sí. Sigue clandestino, puesto que la dictadura arrecia.
No. Es que “intolero” a más de la mitad de mis connacionales.
Sí. A punto de encontrar my four leaf clover.
No. Sin belleza.
Sí. Carísima.