José Coronel Urtecho 20
Rubén Darío 18
Ernesto Cardenal 15
Jorge Luis Borges 14
Octavio Paz 13
Sergio Ramírez 12
José Lezama Lima 11
Roberto Bolaño 8
Julio Cortázar 8
Jacques Derrida 8
Bob Dylan 7
Foucault 7
Luis Cardoza y Aragón 6
Roque Dalton 5
John Lennon 5
Mario Vargas Llosa 5
Prince 5
Edward Said 5
Ángel Rama 4
Gabriel García Márquez 4
David Bowie 4
Carlos Fuentes 4
Eunice Odio 3
César Vallejo 3
Stendhal 3
Luis de Góngora 3
Flaubert 2
Gioconda Belli 2
Guillermo Cabrera Infante 2
José Agustín 2
Jorge Volpi 2
T.S. Eliot 2
Dicen algo los nombres: fobias, favoritos. Un índide inconsciente con dejes de abyección.
lunes, noviembre 01, 2010
sábado, octubre 09, 2010
El Nobel contrainsurgente
Algunos links críticos (y no celebratorios) sobre Vargas Llosa en ocasión del Premio Nobel de Literatura:
Idelber Avelar hace una apretada y muy buena síntesis de la deriva literaria-ideológica del peruano.
Tercera describe cómo fue narrado intencionadamente el Nobel por los medios españoles, coincidiendo con los intereses económicos del mercado editorial.
Kurupí dice que en las novelas del nuevo Nobel subyace la idea "que Perú es el culo del mundo y solo queda europeizarse, blankiñosarse o morir..."
Juan Sobalvarro narra cómo se vive el anuncio y parafernalia del Nobel desde la cotidianidad de Managua.
Por mi parte: el Vargas Llosa que me parece más infame es el de La utopía arcaica, su libro anti-Arguedas. Pura prosa de contrainsurgencia.
---
P.S. 15/10/2010
En Nicaragua se han publicado algunos penosos comentarios encomiásticos de la posición política de MVLl antes que de su literatura.
Oguer Reyes Guido prodiga metáforas caninas para enjuiciar a los detractores de Vargas Llosa, quizá lo sorprendería saber que en La ciudad y los perros, éstos no son caninos.
Para Sofía Montenegro Vargas Llosa sería un paradigma del intelectual crítico, aquel que "nunca ha creído que las ideologías sean más importantes que las personas". Esto equivale a tomarle la palabra al peruano-español sin la mínima distancia crítica, más cuando hay pruebas textuales y políticas de que MVLl pone la ideologia neoliberal por sobre cualquier concepto de diversidad cultural.
A propósito, el texto de Luis Martín-Cabrera, Contra la escritura letrada de Vargas-Llosa, que enfatiza la postura "letrada" de MVLl ante Arguedas.
Por su parte Manuel Talens y Juan Miguel Company-Ramón en Mario Vargas Llosa como síntoma caracterizan la entrega del Nobel dentro de las encrucijadas del poder geopolítico.
En El Boomerang, especie de grupo corporativo de blogs de la editorial Santillana, ha habido algunas reacciones esperables y frívolas, tal la de Vicente Molina Foix que aprovecha la ocasión para descalificar al Nobel guatemalteco Miguel Ángel Asturias.
En el mismo Boomerang, Julio Ortega esgrime una esperanza diplomática: "El Premio Nobel hará que la obra de Mario Vargas Llosa sea, por fin, leida más allá de la política." Tal lectura implicaría un retroceso teórico-crítico de por lo menos 45 años. (Un originario mundo pre-foucaultiano que no creo sea esperanza de Ortega.)
A propósito del francés, la entrada en O Biscoito Fino e a Massa O anti-Foucault, por Pedro Meira Monteiro. En efecto, quien parece desear un mundo pre-postestructuralismo es el propio Nobel de literatura. (En Letras Libres el discurso de Vargas Llosa Breve discurso sobre la cultura)
Y para recordar un poco algo de la concreta práctica política del Nobel reciente, un artículo de 2003 por Santiago Alba Rico, Trofeos de Guerra que enmarca bien el liberalismo de MVLl en la guerra neocolonial de Irak, y sus consecuencias.
---
P.S. 2 17/10/2010
Francamente ingenua me parece la propuesta de Javier Cercas en El País de rescatar a Vargas Llosa para la izquierda. Aunque "izquierda" puede ser un concepto laxo, en el terreno exclusivamente literario y latinoamericano refiere a la heterogeneidad cultural (un libro básico: Rama, Transculturación narrativa). Es en ese terreno en donde el Nobel es más contrainsurgente.
Idelber Avelar hace una apretada y muy buena síntesis de la deriva literaria-ideológica del peruano.
Tercera describe cómo fue narrado intencionadamente el Nobel por los medios españoles, coincidiendo con los intereses económicos del mercado editorial.
Kurupí dice que en las novelas del nuevo Nobel subyace la idea "que Perú es el culo del mundo y solo queda europeizarse, blankiñosarse o morir..."
Juan Sobalvarro narra cómo se vive el anuncio y parafernalia del Nobel desde la cotidianidad de Managua.
Por mi parte: el Vargas Llosa que me parece más infame es el de La utopía arcaica, su libro anti-Arguedas. Pura prosa de contrainsurgencia.
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P.S. 15/10/2010
En Nicaragua se han publicado algunos penosos comentarios encomiásticos de la posición política de MVLl antes que de su literatura.
Oguer Reyes Guido prodiga metáforas caninas para enjuiciar a los detractores de Vargas Llosa, quizá lo sorprendería saber que en La ciudad y los perros, éstos no son caninos.
Para Sofía Montenegro Vargas Llosa sería un paradigma del intelectual crítico, aquel que "nunca ha creído que las ideologías sean más importantes que las personas". Esto equivale a tomarle la palabra al peruano-español sin la mínima distancia crítica, más cuando hay pruebas textuales y políticas de que MVLl pone la ideologia neoliberal por sobre cualquier concepto de diversidad cultural.
A propósito, el texto de Luis Martín-Cabrera, Contra la escritura letrada de Vargas-Llosa, que enfatiza la postura "letrada" de MVLl ante Arguedas.
Por su parte Manuel Talens y Juan Miguel Company-Ramón en Mario Vargas Llosa como síntoma caracterizan la entrega del Nobel dentro de las encrucijadas del poder geopolítico.
En El Boomerang, especie de grupo corporativo de blogs de la editorial Santillana, ha habido algunas reacciones esperables y frívolas, tal la de Vicente Molina Foix que aprovecha la ocasión para descalificar al Nobel guatemalteco Miguel Ángel Asturias.
En el mismo Boomerang, Julio Ortega esgrime una esperanza diplomática: "El Premio Nobel hará que la obra de Mario Vargas Llosa sea, por fin, leida más allá de la política." Tal lectura implicaría un retroceso teórico-crítico de por lo menos 45 años. (Un originario mundo pre-foucaultiano que no creo sea esperanza de Ortega.)
A propósito del francés, la entrada en O Biscoito Fino e a Massa O anti-Foucault, por Pedro Meira Monteiro. En efecto, quien parece desear un mundo pre-postestructuralismo es el propio Nobel de literatura. (En Letras Libres el discurso de Vargas Llosa Breve discurso sobre la cultura)
Y para recordar un poco algo de la concreta práctica política del Nobel reciente, un artículo de 2003 por Santiago Alba Rico, Trofeos de Guerra que enmarca bien el liberalismo de MVLl en la guerra neocolonial de Irak, y sus consecuencias.
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P.S. 2 17/10/2010
Francamente ingenua me parece la propuesta de Javier Cercas en El País de rescatar a Vargas Llosa para la izquierda. Aunque "izquierda" puede ser un concepto laxo, en el terreno exclusivamente literario y latinoamericano refiere a la heterogeneidad cultural (un libro básico: Rama, Transculturación narrativa). Es en ese terreno en donde el Nobel es más contrainsurgente.
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martes, septiembre 28, 2010
Borges según Coetzee
En su Costas extrañas: ensayos, 1986-1999 J.M. Coetzee incluye una interesante recensión de las Collected Fictions de Borges.
Quisiera hacer ver en este caso no tanto la inteligencia de la reseña (muy notable) sino, más bien, el carácter frances que tiene el Borges que Coetzee lee. Curioso el desapego latinoamericano de este Borges tragado, en cierta medida, por Menard.
El siguiente párrafo ilustra este desvío (y desvarío quizá):
Para pensar la geografía por países de Coetzee quizá habría que preguntar algo así como qué será Reyes en el espectro francés de Borges?. Pues en su contabilidad territorial los países latinoamericanos no cuentan como lectores o interlocutores (es casi lo mismo), como se puede ver en la colocación de un "mayor número de lectores en Francia" y el paralelismo canónico con Poe. (Poe que por cierto Darío leía también como caso francés opuesto al hierro de la urbe newyorkina.)
La fábula quizá sea que las patrias literarias (como las otras) son inventadas. También que incluso patrias literarias existentes pueden ser patrias invisibles. En alguna parte del mundo, en efecto, estarán desapareciendo ahora mismo los lectores.
El artículo de Coetzee (una reseña aparecida originalmente en el New York Review of Books) abunda en las sutilezas de la traducción, en las debatibles intervenciones de los textos, de Borges y por él mismo, a posteriori y en otro idioma, en el declive de los poderes narrativos del argentino (el centro del Aleph son sus cuentos de los 30s y 40s; en Coetzee, así como no hay un Borges latinoamericano, no lo hay poeta), en cómo la violencia de compadritos y cuchilleros relumbra (como la hoja de un puñal) aquí o allá en sus textos. No hay la presencia de Bioy. Hay algún reproche al (tantas veces insoportable) Borges mediático ("de hecho se convirtió en un parlanchín", dice Coetzee).
Curiosamente, Coetzee desprecia casi a "Pierre Menard" (lo de "autor del Quijote" se ha perdido, al parecer, en la traduccion). Es "un relato de ficción no muy satisfactorio", informa.
Sólo para contrastar desde el margen. Hace algún tiempo en este mismo blog puse los títulos de 10 textos de Borges que me parecían imprescindibles. Cada lector tendrá su canon borgeano (sería incluso una forma de saber de los amigos intercambiar fantasmagóricas versiones de Borges). Los míos (una lista que no quería perderse la astucia del ensayo y la infamia de la intervención política) eran:
El Aleph
Arte de injuriar
Two English Poems.
Otro poema de los dones.
El sur
El jardín de los senderos que se bifurcan
Kafka y sus precursores
El evangelio según San Marcos
Funes el memorioso
Discurso ante Pinochet.
Quisiera hacer ver en este caso no tanto la inteligencia de la reseña (muy notable) sino, más bien, el carácter frances que tiene el Borges que Coetzee lee. Curioso el desapego latinoamericano de este Borges tragado, en cierta medida, por Menard.
El siguiente párrafo ilustra este desvío (y desvarío quizá):
Aparte de su tierra natal, Argentina, había un país donde ya se conocía el nombre de Borges. El crítico y editor francés Roger Caillois había estado exiliado en Buenos Aires entre 1939 y 1945. Después de la guerra, dio a conocer a Borges en Francia, publicando Ficciones en 1951 y Labyrinthes en 1953... En el decenio de 1950, Borges era más reconocido y tenía mayor número de lectores en Francia que en Argentina. Resulta curioso que, en este aspecto, su carrera se asemeje a la de su precursor en la ficción especulativa, Edgar Allan Poe, a quien Baudelaire defendía y que fue acogido con entusiasmo por el público francés.
Para pensar la geografía por países de Coetzee quizá habría que preguntar algo así como qué será Reyes en el espectro francés de Borges?. Pues en su contabilidad territorial los países latinoamericanos no cuentan como lectores o interlocutores (es casi lo mismo), como se puede ver en la colocación de un "mayor número de lectores en Francia" y el paralelismo canónico con Poe. (Poe que por cierto Darío leía también como caso francés opuesto al hierro de la urbe newyorkina.)
La fábula quizá sea que las patrias literarias (como las otras) son inventadas. También que incluso patrias literarias existentes pueden ser patrias invisibles. En alguna parte del mundo, en efecto, estarán desapareciendo ahora mismo los lectores.
El artículo de Coetzee (una reseña aparecida originalmente en el New York Review of Books) abunda en las sutilezas de la traducción, en las debatibles intervenciones de los textos, de Borges y por él mismo, a posteriori y en otro idioma, en el declive de los poderes narrativos del argentino (el centro del Aleph son sus cuentos de los 30s y 40s; en Coetzee, así como no hay un Borges latinoamericano, no lo hay poeta), en cómo la violencia de compadritos y cuchilleros relumbra (como la hoja de un puñal) aquí o allá en sus textos. No hay la presencia de Bioy. Hay algún reproche al (tantas veces insoportable) Borges mediático ("de hecho se convirtió en un parlanchín", dice Coetzee).
Curiosamente, Coetzee desprecia casi a "Pierre Menard" (lo de "autor del Quijote" se ha perdido, al parecer, en la traduccion). Es "un relato de ficción no muy satisfactorio", informa.
Sólo para contrastar desde el margen. Hace algún tiempo en este mismo blog puse los títulos de 10 textos de Borges que me parecían imprescindibles. Cada lector tendrá su canon borgeano (sería incluso una forma de saber de los amigos intercambiar fantasmagóricas versiones de Borges). Los míos (una lista que no quería perderse la astucia del ensayo y la infamia de la intervención política) eran:
El Aleph
Arte de injuriar
Two English Poems.
Otro poema de los dones.
El sur
El jardín de los senderos que se bifurcan
Kafka y sus precursores
El evangelio según San Marcos
Funes el memorioso
Discurso ante Pinochet.
jueves, septiembre 16, 2010
Hacia una antología apocalíptica
Me gustaría presentar a partir de aquí un segmento descriptivo. Es preciso, por cuestiones de metodología, y también por cuestiones de proximidad e incluso de desconocimiento, hacer un corte geográfico que intentará situar mis hipótesis principales en un territorio apocalíptico. Me limito a Managua, dejando como tarea pendiente probar convergencias y divergencias con otras áreas urbanas de Centroamérica. Mi inquisición es, además, interesada por ser partícipe de la sintomatología aquí (re)presentada.
Mis fuentes son una pequeña selección de textos de tema distópico seleccionados para la revista L´Ordinaire Latino-American de la Universidad de Toulouse-Mirail, y los libros Holanda, que es una colección de cuentos del joven escritor Rodrigo Peñalba, y el poemario La casa de fuego de Marta Leonor González. En este corpus trataré de observar un sentido destructivo, relacionándolo con la modernidad y las tradiciones políticas y estéticas que señalé al principio.
La escritura nace de la destrucción. La circulación mediática de los desastres naturales y no naturales (New Orleáns, Cuba, el Golfo de México, Pakistán: y con referentes nacionales Managua, pero también Bilwi o Casitas), intensifica una expresividad que explora este condicionamiento discursivo. El personaje del cuento de Rodrigo Peñalba “Inundación” espera en los techos de una Managua inundada a que llegue por aire la salvación. Leo fragmentos del último párrafo de la narración, que mezcla la imaginería de la ciencia ficción y el apocalipsis, con las de las labores de rescate:
Quiero hacer ver que la cerebración del personaje al momento del rescate incluye la evocación de versos de Carlos Martínez Rivas (“Y cielos de cielos, infiernos de infiernos”). Ese paroxismo de la destrucción que anula fronteras entre realidades discursivas, no deja de mostrar una antigua huella literaria entre la suciedad de la inundación (que es también asunto mediático), la poesía es el indicio infernal más cercano al bocado. Como nota marginal habría que decir que la postmodernidad en ámbitos de modernidad abigarrada del estilo de Managua, no se expresa tanto o no sólo por una conversión arquitectónica y urbanística ecléctica, sino también por el rol, con frecuencia amenazador, de la naturaleza y los discursos que quieren apropiársela.
El poema de Ezequiel D´León Masis “Convulsión de suelo” conjetura precisamente el resultado mediático, discursivo y estético de “un terremoto de escala provinciana”, pensando que tal cataclismo ocurriera en Managua (por supuesto, este cálculo está dentro de toda probabilidad para una capital destruida dos veces por terremotos durante el siglo XX). El poema está articulado como apuesta metatextual en la que una lógica de mercado acaba imponiéndose. La primera parte plantea la maquinación estética. Dice así:
Aquí resulta evidente que el estado de la función del arte en donde se entrelazan una índole conceptual (hablar de la destrucción) con otra tecnocrática (calcular, planificar, racionalizar la destrucción: una especie de razón postmoderna bifronte. El discurrir del poema deja ver más claramente esta interrelación, pero situando el locus de tal alianza: los medios y el mercado del arte. Dice así el final del poema:
En realidad enclavado en el centro del poema de D´Leon Masís aparece un designio “otro” el del trazo modernista (referido a un cuento de Alejo Carpentier) que sublima la lógica devoradora de la destrucción, pero que figura también un camino cerrado.
Otra versión del nacimiento de la escritura a partir de la destrucción aparece en el poema “Que tome vitamina D (de destrucción)” de María del Carmen Pérez. Este caso es más directamente apocalíptico y se ocupa de un futuro distópico en que la poesía vegetal terminará dominando a la poesía animal. Aquí la destrucción reconoce un ámbito mucho más doméstico, dejando claro que la destrucción comienza por casa, y por la propia subjetividad. El poema dice así:
En este poema la pareja contradictoria de la destrucción, que acaba anulando o marginando cualquier expresividad “animal”, podría ser la “comodificación” (es decir, la transformación del espacio urbano en bienes de capital). Si se considera la paz social de tal espacio después de la destrucción se verá quizá la labor ideal de la globalización: jardines tropicales y periféricos en que se concilian la subjetividad y el paisaje. También aquí aparece, sin embargo, la huella discordante del pasado en las figuras marginales de “las perras negras” cuyo hábitat natural es mucho más destructor y destructivo.
Quisiera, para finalizar con mi recorrido descriptivo, pensar qué pasa con esas huellas y márgenes afectados por la destrucción (en sentido literal: la destrucción opera sobre los afectos) pero no anulados por la lógica apaciguadora. La pregunta, obviamente, por una radicalidad estética posible. Podrían considerarse desde ese ángulo los poemas de Marta Leonor González en que se desplaza la subjetividad autorizada (y autoritaria) típica del relato revolucionario. La experiencia de González parece ser doble. Por un lado, la vida familiar, el arraigo de lo común, y la destrucción de ese mundo. Por otro lado, una especie de subjetividad coral que trata de dar nuevo sentido a ese mundo fragmentado, permanentemente asediado por la violencia. La operación también podría describirse como una interrelación entre melancolía y lucidez: añoranza de lo común, lucidez de su esencial lógica violenta. Así, por ejemplo, en el poema “Cultivo familiar”:
Aquí es evidente una frontera de poder referida al género que la escritura confronta a través de la destrucción, y otra frontera fundamental referida a la edad y la operación de filiación. La escritura está llena de tanteos, de ocultamientos de manuscritos, de equívocos, de revelaciones provisionales cercadas por la disciplina y la violencia simbólica. El poema continúa diciendo:
La ley del padre parece fijar la subjetividad pero los borramientos y bocetos anteriores siguen operando inconscientemente. Son un espacio irrenunciable que obliga a replantearse la cuestión de la unicidad subjetiva y su relación con la escritura. La escritura es fronteriza porque asedia desde espacios menos autorizados, en cierto sentido más blandos, más ocasionales (son los manuscritos ocultos de la madre). En el poema “Ciudad Juarez: los muros hablan” se puede ver como la escritura ocasional y desautorizada del grafiti puede rearticular lo que antes llamé una subjetividad coral. Algunos fragmentos:
La pareja conceptual que invoqué al principio, la de destrucción e inserción, opera aquí de forma testimonial, pero de un testimonio desapegado (quizá desentendido) de la síntesis nacional. Una escritura de las manchas, las huellas, la marca corporal, el testimonio de la desaparición, el boceto transitorio pero válido. González estaría explorando, pues, lo dejado por la destrucción en un sentido cercano a los textos y autores considerados antes, pero penetrando en los (con)textos de tales procesos de cambio que no suelen ser instantáneos o, tal vez, en que opera un Apocalipsis más extasiado.
Para finalizar, algunas conclusiones. Mi percepción general es que estos textos muestran una preocupación política, aunque obviamente no referida a un proyecto político. No los veo como textos abandonados a una idea literaria (y mucho menos mercantil) de lo literario. Son textos que reaccionan al avance de la globalización, que entienden la motivación y el afecto mediático, que teorizan la relación entre técnica y arte, que comprenden de manera radical la importancia de las escrituras otras y el valor testimonial de los trazas de las víctimas de la destrucción postmoderna. Muestran, pues, una continuidad con las tradiciones centroamericanas en lo que se refiere a la presencia de la identidad, y no como una entidad abstracta, sino, más bien, como una identidad pasional. La lección postvanguardista en cuanto al vínculo ético y estético es, por eso mismo, decisiva. La gran escapada del discurso nacional no implica, pues, para estos creadores una sumergida acrítica en la globalización, sino una problematización cuyos indicios creo que es preciso estudiar.
(Fragmento de ponencia presentada en la Universidad de Chile durante el Encuentro Internacional Poesía y Diversidades: perspectivas críticas en el marco del Bicentenario, 2 de septiembre de 2010.)
Mis fuentes son una pequeña selección de textos de tema distópico seleccionados para la revista L´Ordinaire Latino-American de la Universidad de Toulouse-Mirail, y los libros Holanda, que es una colección de cuentos del joven escritor Rodrigo Peñalba, y el poemario La casa de fuego de Marta Leonor González. En este corpus trataré de observar un sentido destructivo, relacionándolo con la modernidad y las tradiciones políticas y estéticas que señalé al principio.
La escritura nace de la destrucción. La circulación mediática de los desastres naturales y no naturales (New Orleáns, Cuba, el Golfo de México, Pakistán: y con referentes nacionales Managua, pero también Bilwi o Casitas), intensifica una expresividad que explora este condicionamiento discursivo. El personaje del cuento de Rodrigo Peñalba “Inundación” espera en los techos de una Managua inundada a que llegue por aire la salvación. Leo fragmentos del último párrafo de la narración, que mezcla la imaginería de la ciencia ficción y el apocalipsis, con las de las labores de rescate:
Una visión bajo del cielo, con cuatro brazos que agitados a gran velocidad se mantenía suspendida como si colgara de un gran lazo. Cuerpo voluminoso y hueco, y en su interior seres con cráneos de acero y cruces rojas en el pecho que colgaban como crías de marsupial con los cordones umbilicales todavía fijos a su madre. (…) Abandonado me dejé llevar dentro del ser voluminoso, elevándome por los aires, con el océano que enterró a Managua abajo, océano uniforme, perfecto, lodoso, cubierto de nubes, fondo tapizado de cadáveres atrapados en sus casas. El infierno, la perfección. Infierno. Pasteles. Y cielos de cielos, infiernos de infiernos, pasteles de toda suerte. Sube helicóptero, sube. (Holanda 22-23)
Quiero hacer ver que la cerebración del personaje al momento del rescate incluye la evocación de versos de Carlos Martínez Rivas (“Y cielos de cielos, infiernos de infiernos”). Ese paroxismo de la destrucción que anula fronteras entre realidades discursivas, no deja de mostrar una antigua huella literaria entre la suciedad de la inundación (que es también asunto mediático), la poesía es el indicio infernal más cercano al bocado. Como nota marginal habría que decir que la postmodernidad en ámbitos de modernidad abigarrada del estilo de Managua, no se expresa tanto o no sólo por una conversión arquitectónica y urbanística ecléctica, sino también por el rol, con frecuencia amenazador, de la naturaleza y los discursos que quieren apropiársela.
El poema de Ezequiel D´León Masis “Convulsión de suelo” conjetura precisamente el resultado mediático, discursivo y estético de “un terremoto de escala provinciana”, pensando que tal cataclismo ocurriera en Managua (por supuesto, este cálculo está dentro de toda probabilidad para una capital destruida dos veces por terremotos durante el siglo XX). El poema está articulado como apuesta metatextual en la que una lógica de mercado acaba imponiéndose. La primera parte plantea la maquinación estética. Dice así:
El malestar de la vigilia me ha llevado a calcular francas estupideces, como ésta que me aturde ahora acerca de las probabilidades performativas—o suceptibilidades de ser performance—que pueda brindar un terremoto de escala provinciana. La argumentación teórica podría plantearse sobre el concepto de la deconstrucción visual de los elementos arquitectónicos de una ciudad, un pueblo. La obra podrá ser titulada Convulsión de suelo, título que—sé que insisto en algo evidente—será posterior al desastre telúrico…
Aquí resulta evidente que el estado de la función del arte en donde se entrelazan una índole conceptual (hablar de la destrucción) con otra tecnocrática (calcular, planificar, racionalizar la destrucción: una especie de razón postmoderna bifronte. El discurrir del poema deja ver más claramente esta interrelación, pero situando el locus de tal alianza: los medios y el mercado del arte. Dice así el final del poema:
No dejemos de lado la cuestión de la escala provinciana: piénsese que un cataclismo capitalino será cubierto, a sus anchas y chanchas, por los mass media y, nones, lo que se quiere es llevar a categoría de alta costura visual un estruendo que poco se celebre en la boca del alboroto noticiante; así, la sopa que iba a estropearse en la intimidad de la casa deviene proyecto promisorio, capaz de sacarle cierta sumita de billetes a alguna de estas bienales burguesas de la periferia. El arte puede ser más intrincado de lo que apenas solemos imaginar, y hasta más rentable.
En realidad enclavado en el centro del poema de D´Leon Masís aparece un designio “otro” el del trazo modernista (referido a un cuento de Alejo Carpentier) que sublima la lógica devoradora de la destrucción, pero que figura también un camino cerrado.
Otra versión del nacimiento de la escritura a partir de la destrucción aparece en el poema “Que tome vitamina D (de destrucción)” de María del Carmen Pérez. Este caso es más directamente apocalíptico y se ocupa de un futuro distópico en que la poesía vegetal terminará dominando a la poesía animal. Aquí la destrucción reconoce un ámbito mucho más doméstico, dejando claro que la destrucción comienza por casa, y por la propia subjetividad. El poema dice así:
El arcángel bajó
puso un lápiz en la siniestra de la poeta-niña
y ella, viéndose magníficamente poderosa
escribió:
Fuego
Azufre
Miedo
y ceniza sobre Managua.
Luego prendió fuego a su propia casa.
Y así, la poesía animal
quedó transfigurada en perras negras
y la poesía vegetal
comenzó a dominar la ciudad
con enredaderas eróticas, espinudas,
árboles y frutas salvajes
que nacían comúnmente
en el centro
de sus salas.
En este poema la pareja contradictoria de la destrucción, que acaba anulando o marginando cualquier expresividad “animal”, podría ser la “comodificación” (es decir, la transformación del espacio urbano en bienes de capital). Si se considera la paz social de tal espacio después de la destrucción se verá quizá la labor ideal de la globalización: jardines tropicales y periféricos en que se concilian la subjetividad y el paisaje. También aquí aparece, sin embargo, la huella discordante del pasado en las figuras marginales de “las perras negras” cuyo hábitat natural es mucho más destructor y destructivo.
Quisiera, para finalizar con mi recorrido descriptivo, pensar qué pasa con esas huellas y márgenes afectados por la destrucción (en sentido literal: la destrucción opera sobre los afectos) pero no anulados por la lógica apaciguadora. La pregunta, obviamente, por una radicalidad estética posible. Podrían considerarse desde ese ángulo los poemas de Marta Leonor González en que se desplaza la subjetividad autorizada (y autoritaria) típica del relato revolucionario. La experiencia de González parece ser doble. Por un lado, la vida familiar, el arraigo de lo común, y la destrucción de ese mundo. Por otro lado, una especie de subjetividad coral que trata de dar nuevo sentido a ese mundo fragmentado, permanentemente asediado por la violencia. La operación también podría describirse como una interrelación entre melancolía y lucidez: añoranza de lo común, lucidez de su esencial lógica violenta. Así, por ejemplo, en el poema “Cultivo familiar”:
Trago las púas que mi padre sembró,
mi hermano las cultiva.
Mamá esconde el cuaderno
donde la niña garabateó
la casa en llamas
destruida por las palabras.
Aquí es evidente una frontera de poder referida al género que la escritura confronta a través de la destrucción, y otra frontera fundamental referida a la edad y la operación de filiación. La escritura está llena de tanteos, de ocultamientos de manuscritos, de equívocos, de revelaciones provisionales cercadas por la disciplina y la violencia simbólica. El poema continúa diciendo:
En este momento
Veo las páginas tachadas
Los poemas que mamá escribió
Con vergüenza
Y el sueño de armar una ventana
Inventar un color
“amarillo no es azul” me dice
Y vuelvo a la paleta
Donde ella confunde el rosa
Con el fucsia.
Pero papá tiene ese jardín de púas para él
Y noches largas de riego
Donde le acompaña la congoja
Y le descubre el color a las piedras.
La ley del padre parece fijar la subjetividad pero los borramientos y bocetos anteriores siguen operando inconscientemente. Son un espacio irrenunciable que obliga a replantearse la cuestión de la unicidad subjetiva y su relación con la escritura. La escritura es fronteriza porque asedia desde espacios menos autorizados, en cierto sentido más blandos, más ocasionales (son los manuscritos ocultos de la madre). En el poema “Ciudad Juarez: los muros hablan” se puede ver como la escritura ocasional y desautorizada del grafiti puede rearticular lo que antes llamé una subjetividad coral. Algunos fragmentos:
…..
¿Quién pronuncia tu nombre Esmeralda
llamado de piedra?
Verde es el musgo y tu canción.
¿Quién te nombra sino tu hija
emparentada con la muerte?
En los muros tu nombre,
en la calle tu sangre salpicada,
las manchas que los minutos borran.
….
La pareja conceptual que invoqué al principio, la de destrucción e inserción, opera aquí de forma testimonial, pero de un testimonio desapegado (quizá desentendido) de la síntesis nacional. Una escritura de las manchas, las huellas, la marca corporal, el testimonio de la desaparición, el boceto transitorio pero válido. González estaría explorando, pues, lo dejado por la destrucción en un sentido cercano a los textos y autores considerados antes, pero penetrando en los (con)textos de tales procesos de cambio que no suelen ser instantáneos o, tal vez, en que opera un Apocalipsis más extasiado.
Para finalizar, algunas conclusiones. Mi percepción general es que estos textos muestran una preocupación política, aunque obviamente no referida a un proyecto político. No los veo como textos abandonados a una idea literaria (y mucho menos mercantil) de lo literario. Son textos que reaccionan al avance de la globalización, que entienden la motivación y el afecto mediático, que teorizan la relación entre técnica y arte, que comprenden de manera radical la importancia de las escrituras otras y el valor testimonial de los trazas de las víctimas de la destrucción postmoderna. Muestran, pues, una continuidad con las tradiciones centroamericanas en lo que se refiere a la presencia de la identidad, y no como una entidad abstracta, sino, más bien, como una identidad pasional. La lección postvanguardista en cuanto al vínculo ético y estético es, por eso mismo, decisiva. La gran escapada del discurso nacional no implica, pues, para estos creadores una sumergida acrítica en la globalización, sino una problematización cuyos indicios creo que es preciso estudiar.
(Fragmento de ponencia presentada en la Universidad de Chile durante el Encuentro Internacional Poesía y Diversidades: perspectivas críticas en el marco del Bicentenario, 2 de septiembre de 2010.)
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martes, septiembre 07, 2010
La juventud como objeto de deseo
No había una abate loco durante los sucesos del 48 (en París) que murió gritando: "Ahorcadme si menciono más de dos veces a la juventud!"?
No, no había, es un personaje ficcional.
Pero no tanto.
Aunque tengo ganas de echarle la culpa a Sócrates (yo, que no soy Aristófanes) por el afán sistematizado (gubernamental, pero hoy oenegizado y massmediatizado) de conducir, seducir, d o m i n a r a la juventud, me limitaré a señalar una fábula nacional: La muerte del hombre símbolo.
El hombre símbolo quiere retener aldeanamente a la juventud vendiéndoles la fábula del humanismo. Aunque él mismo sabe que su biblioteca de clásicos lo es sólo de fachada, y que amuebla en verdad una colección de literatura policial. (Sé qué diría Freud al respecto: se sublima en el crimen, la investigación y el detective, la disciplina militar somocista que, pensaba Coronel, debía embriagar a la juventud. Aquí Coronel es sólo un nombre contradictorio que contiene lo cotidiano y lo utópico.)
Aunque siente un corazón cosmopolita (y repite en veladas escolares aquello de "audaz, cosmopolita" ), el hombre símbolo quiere ver cómo será la aldea de jovenes Frankenteins con que sueña (y Mary no tiene la culpa de esto).
El hombre símbolo, es claro, se resiste a morir.
El hombre símbolo es el notable que habla del futuro, y de la universidad, y de las reglas, y de la incultura, y abundantemente (más de las veces que lo permitiría un abate loco) de la juventud.
Ahorcadle, please, cada vez que la mencione.
No, no había, es un personaje ficcional.
Pero no tanto.
Aunque tengo ganas de echarle la culpa a Sócrates (yo, que no soy Aristófanes) por el afán sistematizado (gubernamental, pero hoy oenegizado y massmediatizado) de conducir, seducir, d o m i n a r a la juventud, me limitaré a señalar una fábula nacional: La muerte del hombre símbolo.
El hombre símbolo quiere retener aldeanamente a la juventud vendiéndoles la fábula del humanismo. Aunque él mismo sabe que su biblioteca de clásicos lo es sólo de fachada, y que amuebla en verdad una colección de literatura policial. (Sé qué diría Freud al respecto: se sublima en el crimen, la investigación y el detective, la disciplina militar somocista que, pensaba Coronel, debía embriagar a la juventud. Aquí Coronel es sólo un nombre contradictorio que contiene lo cotidiano y lo utópico.)
Aunque siente un corazón cosmopolita (y repite en veladas escolares aquello de "audaz, cosmopolita" ), el hombre símbolo quiere ver cómo será la aldea de jovenes Frankenteins con que sueña (y Mary no tiene la culpa de esto).
El hombre símbolo, es claro, se resiste a morir.
El hombre símbolo es el notable que habla del futuro, y de la universidad, y de las reglas, y de la incultura, y abundantemente (más de las veces que lo permitiría un abate loco) de la juventud.
Ahorcadle, please, cada vez que la mencione.
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sábado, septiembre 04, 2010
Los blogs intelectualizan
Es más bien fácil descubrir que los blogs intelectualizan.
El punto cuatro de un reciente decálogo para blogueros, afirma:
La verdad es que hay espléndidos blogs que "intelectualizan", lo hacen muy bien, y dan libertad a un formato al que las grandes editoriales llegaron después.
Véanse algunos temas de Mosca Cojonera, por ejemplo: Marx, lector anómalo de Spinoza, Nietzsche contra la democracia, así como penetrantes ensayos sobre Heidegger, entre otros pensadores. Puede verse también las lecturas--de libros de ciencia frecuentemente-- de Pseudópodo.
Este tipo de blogs muestran que no es necesariamente la concesión juvenilista la que define a los blogs. Todo es mucho más denso. (Esto tiene que ver con esa categoría especial llamada el slow blog, el que no se agota en la inmediatez de los sucesos, aunque el asunto de la velocidad aquí es muy relativo.)
Es cierto que hay mucho blog literario que, con todo derecho, se mantiene atento a lo que el mercado del libro ofrece y concede. Pero también hay otros muchos blogs literarios experimentales que al borrar fronteras (por ejemplo entre literatura y pensamiento) intelectualizan también (tan bien). Cito tres casi al azar: uno de Nicaragua, otro de Guatemala y otro de Paraguay para ilustrar la tendencia: La esfera infinita de Ezequiel D´León, Fellinada de Julio Serrano y Kurupí de Cristino Bogado (o sus infinitos alias).
Los usos del blog, como los de la literatura, son muy amplios, y hay sensibilidades mucho más propicias a esto de "intelectualizar" (o "ensayar" en el sentido clásico de Montaigne, o jalándolo más al terreno de las vanguardias, experimentar y contradecir).
Aunque se piensan los blogs generalmente como alternativas a un sistema de comunicación entrelazado con las grandes propiedades y los grandes financistas, también es bueno pensar al blog como alternativa de pensamiento al aplanamiento cultural que opera el mismo sistema.
Desde mi punto de vista, no intelectualizar sería más bien una resignación que una apuesta productiva.
P.S. Por eso los links (que son también escritura) dicen algo del bloguero y del blog. Los links son los hallazgos, lo demás es administración. Y ahí están a la derecha, en éste, la lista de kool blogueros nicas, y de blogs que me gustan: creo que todos intelectualizan.
El punto cuatro de un reciente decálogo para blogueros, afirma:
"4.No confundir el blog con el ensayo. Por tanto, no intelectualizar."
La verdad es que hay espléndidos blogs que "intelectualizan", lo hacen muy bien, y dan libertad a un formato al que las grandes editoriales llegaron después.
Véanse algunos temas de Mosca Cojonera, por ejemplo: Marx, lector anómalo de Spinoza, Nietzsche contra la democracia, así como penetrantes ensayos sobre Heidegger, entre otros pensadores. Puede verse también las lecturas--de libros de ciencia frecuentemente-- de Pseudópodo.
Este tipo de blogs muestran que no es necesariamente la concesión juvenilista la que define a los blogs. Todo es mucho más denso. (Esto tiene que ver con esa categoría especial llamada el slow blog, el que no se agota en la inmediatez de los sucesos, aunque el asunto de la velocidad aquí es muy relativo.)
Es cierto que hay mucho blog literario que, con todo derecho, se mantiene atento a lo que el mercado del libro ofrece y concede. Pero también hay otros muchos blogs literarios experimentales que al borrar fronteras (por ejemplo entre literatura y pensamiento) intelectualizan también (tan bien). Cito tres casi al azar: uno de Nicaragua, otro de Guatemala y otro de Paraguay para ilustrar la tendencia: La esfera infinita de Ezequiel D´León, Fellinada de Julio Serrano y Kurupí de Cristino Bogado (o sus infinitos alias).
Los usos del blog, como los de la literatura, son muy amplios, y hay sensibilidades mucho más propicias a esto de "intelectualizar" (o "ensayar" en el sentido clásico de Montaigne, o jalándolo más al terreno de las vanguardias, experimentar y contradecir).
Aunque se piensan los blogs generalmente como alternativas a un sistema de comunicación entrelazado con las grandes propiedades y los grandes financistas, también es bueno pensar al blog como alternativa de pensamiento al aplanamiento cultural que opera el mismo sistema.
Desde mi punto de vista, no intelectualizar sería más bien una resignación que una apuesta productiva.
P.S. Por eso los links (que son también escritura) dicen algo del bloguero y del blog. Los links son los hallazgos, lo demás es administración. Y ahí están a la derecha, en éste, la lista de kool blogueros nicas, y de blogs que me gustan: creo que todos intelectualizan.
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jueves, agosto 26, 2010
Los fantasmas
Un problema hermenéutico y político muy señalado es averiguar la identidad política de los seguidores del FSLN, esos que llenan la plaza este o cualquier otro 19 de julio.
Mi curiosidad ha vuelto de forma indirecta, al leer en Envio una especie de diagnóstico contundente que salta por sobre cualquier duda interpretativa o metodológica.
En su reseña de la última celebración del aniversario de la revolución, dice la revista:
¿No es extraño y singular el caso de una multitud reunida en un acto político (no se trata de un concierto de rock, ciertamente) que carece de identidad política?
Los "asiduos participantes" deberían meditar más el caso. ¿Descartaron una eventual trama populista? ¿Agotaron a Canclini, a Laclau y confiaron únicamente en sus ojos, su asiduidad, su "claridad"? ¿Y qué pasa en la plaza con los simbolos? ¿Qué narrativa transmite el acto? ¿Es como quiere Canclini en todo populismo, una representación melodramática? ¿Se trata "de un PRI más en Mesoamérica"? ¿En qué momento y por qué medios se rompe la sintonía entre masa y partido para el caso mexicano? ¿Cómo se traspone eso para el caso nicaragüense?
Los medios no vacilan cuando dicen que los seguidores del FSLN participan de una especie de borreguismo político. Ese desprecio clasista (y racial) es difícil de ser superado desde los medios (dado el nivel ético con que trabajan).
No obstante, si algo enseña la escritura academica es que debe haber cierto respeto interpretivo ante los movimientos políticos y, diría yo, sobre todo sus seguidores: el mismo respecto que se merecerían, por ejemplo, las masas que se movían apoyando al PLC y Alemán en los años 1990s ¿tampoco tenían identidad política o da pereza buscar explicaciones?. Por supuesto, debe darse una visión crítica de tales grupos, pero dentro de un marco interpretativo plausible. Todos queremos saber. Paralelamente, no queremos conformarnos con vistas superficiales.
Si alguien informa que una plaza está llena de fantasmas, mi curiosidad iría a preguntar sobre todo qué faculta (y desde qué facultad!) esa visión fantasmática de la realidad que traspone el deber interpretativo por la fantasía ideológica.
Mi curiosidad ha vuelto de forma indirecta, al leer en Envio una especie de diagnóstico contundente que salta por sobre cualquier duda interpretativa o metodológica.
En su reseña de la última celebración del aniversario de la revolución, dice la revista:
Asiduos participantes en esta celebración vienen observando, este año con más claridad, que el gentío que llena la plaza es una multitud mayoritariamente sin identidad política, mucho menos que tenga una identidad “revolucionaria”, tal como se les describe y excita desde la tarima oficial. Se nota esto en las conversaciones que se cruzan y se escuchan, en las consignas, en la forma de “participar”. Se trata sólo de estar ahí y de estar porque sí. El contradictorio hecho de una multitud despolitizada en una concentración política refleja la deriva del FSLN, donde la educación política ha sido sustituida por un activismo dirigido centralistamente o forzado desde las instituciones del gobierno. (acá el artículo completo)
¿No es extraño y singular el caso de una multitud reunida en un acto político (no se trata de un concierto de rock, ciertamente) que carece de identidad política?
Los "asiduos participantes" deberían meditar más el caso. ¿Descartaron una eventual trama populista? ¿Agotaron a Canclini, a Laclau y confiaron únicamente en sus ojos, su asiduidad, su "claridad"? ¿Y qué pasa en la plaza con los simbolos? ¿Qué narrativa transmite el acto? ¿Es como quiere Canclini en todo populismo, una representación melodramática? ¿Se trata "de un PRI más en Mesoamérica"? ¿En qué momento y por qué medios se rompe la sintonía entre masa y partido para el caso mexicano? ¿Cómo se traspone eso para el caso nicaragüense?
Los medios no vacilan cuando dicen que los seguidores del FSLN participan de una especie de borreguismo político. Ese desprecio clasista (y racial) es difícil de ser superado desde los medios (dado el nivel ético con que trabajan).
No obstante, si algo enseña la escritura academica es que debe haber cierto respeto interpretivo ante los movimientos políticos y, diría yo, sobre todo sus seguidores: el mismo respecto que se merecerían, por ejemplo, las masas que se movían apoyando al PLC y Alemán en los años 1990s ¿tampoco tenían identidad política o da pereza buscar explicaciones?. Por supuesto, debe darse una visión crítica de tales grupos, pero dentro de un marco interpretativo plausible. Todos queremos saber. Paralelamente, no queremos conformarnos con vistas superficiales.
Si alguien informa que una plaza está llena de fantasmas, mi curiosidad iría a preguntar sobre todo qué faculta (y desde qué facultad!) esa visión fantasmática de la realidad que traspone el deber interpretativo por la fantasía ideológica.
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viernes, agosto 20, 2010
Varia
Aires neoliberales. Según se desprende de la propuesta de reforma a la seguridad social en Nicaragua y otros gestos visibles, el pacto Estado-FMI sigue en su sitio. Con razón Amaru Barahona se pregunta hoy en END: ¿Quién dice que nos va bien con el Cafta?. ¿Será cosa de ministros y funcionarios estrategicamente ubicados en el gobierno? Así lo sugiere Barahona, preguntando: "¿cómo hacemos para detener esa vocación orgiástica hacia los TLC que tienen los jerarcas y tecnócratas del Mific?". Pero, ¿será que hay posibilidad de un giro de izquierda en el gobierno?
Civilización y barbarie. La perdurable dicotomía está siendo usada para acusar de animalidad a los caudillos y seguidores (la "civilización" aquí es bastante conocida y ampliamente sospechada). Extraño retoño del liberalismo del siglo XIX en el injerto neoliberal del siglo XXI. Si la oposición necesita de esas masas para abortar el proyecto político del FSLN no es con la mirada de Sarmiento que van a lograrlo.
Poema. Me ha gustado mucho éste de Ezequiel que está en La Esfera Infinita. ¿No es tiempo de discutir si las esferas letradas cooptan a los jóvenes aspirantes?
Cuba. Leo, en invito a leer, el debate sobre el socialismo en la isla (sitio web de Kaos). Mucho más sustancioso que leer a la insipida Yoani. ¿Sólo el camino capitalista chino va a quedar como alternativa? ¿Es posible un socialismo autogestionario?
Clases sociales. Pregunta Persola que "dónde está esa generación activa y entusiasta". Parte de la respuesta es que está dividida en clases.
Twitter. Allí soy isonauta.
Civilización y barbarie. La perdurable dicotomía está siendo usada para acusar de animalidad a los caudillos y seguidores (la "civilización" aquí es bastante conocida y ampliamente sospechada). Extraño retoño del liberalismo del siglo XIX en el injerto neoliberal del siglo XXI. Si la oposición necesita de esas masas para abortar el proyecto político del FSLN no es con la mirada de Sarmiento que van a lograrlo.
Poema. Me ha gustado mucho éste de Ezequiel que está en La Esfera Infinita. ¿No es tiempo de discutir si las esferas letradas cooptan a los jóvenes aspirantes?
Cuba. Leo, en invito a leer, el debate sobre el socialismo en la isla (sitio web de Kaos). Mucho más sustancioso que leer a la insipida Yoani. ¿Sólo el camino capitalista chino va a quedar como alternativa? ¿Es posible un socialismo autogestionario?
Clases sociales. Pregunta Persola que "dónde está esa generación activa y entusiasta". Parte de la respuesta es que está dividida en clases.
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miércoles, julio 21, 2010
Recurrencia
Monsivais leyendo a Cabrera Infante y a Puig. Bolero y habanera.
Los del "boom" todavía highbrownovelanacional volviéndose advertidos. Viejos y pesados elefantes en sus fuentes.
La modernidad había sido la reescritura urbana del modernismo hispanoamericano. El aleph verdadero y cantarín. La rosa de Darío en las manos de Juan Gabriel.
Los del "boom" todavía highbrownovelanacional volviéndose advertidos. Viejos y pesados elefantes en sus fuentes.
La modernidad había sido la reescritura urbana del modernismo hispanoamericano. El aleph verdadero y cantarín. La rosa de Darío en las manos de Juan Gabriel.
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jueves, julio 08, 2010
Cátedras van
En su edición del día 7 de julio, El Nuevo Diario usó uno de esos subtítulos infames a que nos tienen acostumbrados los medios políticos (todos lo son en Nicaragua, por desgracia).
Reaccionando ante al anuncio del gobierno sobre la fundación de una Cátedra Sandino, END propone: "Autonomía universitaria queda pintada en la pared y currículo aumentado con estudios delirantes."
Por supuesto, no es desde la Presidencia que se debería pensar (en estudiar) a Sandino académicamente. Pero esto no convierte de hecho el estudio de Sandino en un asunto "delirante". (Me imagino que cuando Cardenal dio a conocer su gran poema sandinista "Hora 0" muchos habrán pensado que el poeta (todavia no trapense) deliraba).
Hay que admitir con pena que tuvieron que haber sido las Universidades las que propusieran el estudio universitario de Sandino. Tuvieron 31 años para hacerlo (el tiempo que tiene Sandino de haber sido admitido--sin duda polémicamente--en el panteón de héroes nacionales), y todavía no lo han hecho.
Una verdad paralela e íntima de este asunto, y que tiene poco de delirante aunque lo parezca, es el poco interés que las Humanidades y la Ciencias Sociales despiertan en el sistema universitario nacional. Pareciera ser que por defecto todo universitario del país debe escoger entre la tecnocracia, la administración o el derecho. No hay recursos para investigación en las áreas humanísticas y de ciencias sociales. Esto al Estado no le interesa, y, al parecer, a las Universidades no les preocupa.
Esta situación produce un efecto personalista bastante evidente. Hay dos o tres notables que pretenden concentrar los saberes del canon patriótico: son darianos autonombrados, sandinólogos amateur, filósofos improvisados, vigilantes de la ética social y permanentes precandidatos políticos a algún cargo. Con tanta falta de autonomía política y académica como han acumulado, suelen, como ya lo he dicho en otras ocasiones, perorar sobre la autonomía.
Son parte importante del fraude nacional en que se ha convertido el sistema educativo del país pero hablan desde un recinto de pretendida pureza, y con autoridad. Responden, en realidad, a la poca democrática estructuración que tiene el saber en Nicaragua, y a una realidad que, no obstante la revolución del 79, no ha sido superada. En este sentido coincido casi con la sorna que END pone en su titular, interrogándose sobre si habrá una revolución cultural.
A juzgar por las cátedras administradas desde la presidencia, la salud todológica de los notables, el desprecio universitario del saber humanístico y la liviandad con que los medios abordan estos temas, hay que responder que no.
Significativo, de todas maneras, es que en esta misma semana se presentará la segunda edición del libro de Volker Wünderich Sandino: una biografía política, libro con que todos: catedráticos, notables y medios podrían comenzar a debatir sobre el héroe.
Volviendo a END, noto que en los sótanos de las intervenciones anónimas de sus ciberlectores, el debate tampoco es muy creativo que digamos. Hay un relente somocista bastante peculiar en esas discusiones, y al parecer, el diario se deja arrastrar por una especie de incitación a su barra signficante.
Hoy, titulan la zaga como Todo huele a “Cátedra Ortega”, y entrevistan a dos especialistas de las cátedras darianas, que piden la reivindicación de Darío, el universal, sobre Sandino, el regional.
En Nicaragua, el bizantinismo nunca estará divorciado de la información superficial.
Reaccionando ante al anuncio del gobierno sobre la fundación de una Cátedra Sandino, END propone: "Autonomía universitaria queda pintada en la pared y currículo aumentado con estudios delirantes."
Por supuesto, no es desde la Presidencia que se debería pensar (en estudiar) a Sandino académicamente. Pero esto no convierte de hecho el estudio de Sandino en un asunto "delirante". (Me imagino que cuando Cardenal dio a conocer su gran poema sandinista "Hora 0" muchos habrán pensado que el poeta (todavia no trapense) deliraba).
Hay que admitir con pena que tuvieron que haber sido las Universidades las que propusieran el estudio universitario de Sandino. Tuvieron 31 años para hacerlo (el tiempo que tiene Sandino de haber sido admitido--sin duda polémicamente--en el panteón de héroes nacionales), y todavía no lo han hecho.
Una verdad paralela e íntima de este asunto, y que tiene poco de delirante aunque lo parezca, es el poco interés que las Humanidades y la Ciencias Sociales despiertan en el sistema universitario nacional. Pareciera ser que por defecto todo universitario del país debe escoger entre la tecnocracia, la administración o el derecho. No hay recursos para investigación en las áreas humanísticas y de ciencias sociales. Esto al Estado no le interesa, y, al parecer, a las Universidades no les preocupa.
Esta situación produce un efecto personalista bastante evidente. Hay dos o tres notables que pretenden concentrar los saberes del canon patriótico: son darianos autonombrados, sandinólogos amateur, filósofos improvisados, vigilantes de la ética social y permanentes precandidatos políticos a algún cargo. Con tanta falta de autonomía política y académica como han acumulado, suelen, como ya lo he dicho en otras ocasiones, perorar sobre la autonomía.
Son parte importante del fraude nacional en que se ha convertido el sistema educativo del país pero hablan desde un recinto de pretendida pureza, y con autoridad. Responden, en realidad, a la poca democrática estructuración que tiene el saber en Nicaragua, y a una realidad que, no obstante la revolución del 79, no ha sido superada. En este sentido coincido casi con la sorna que END pone en su titular, interrogándose sobre si habrá una revolución cultural.
A juzgar por las cátedras administradas desde la presidencia, la salud todológica de los notables, el desprecio universitario del saber humanístico y la liviandad con que los medios abordan estos temas, hay que responder que no.
Significativo, de todas maneras, es que en esta misma semana se presentará la segunda edición del libro de Volker Wünderich Sandino: una biografía política, libro con que todos: catedráticos, notables y medios podrían comenzar a debatir sobre el héroe.
Volviendo a END, noto que en los sótanos de las intervenciones anónimas de sus ciberlectores, el debate tampoco es muy creativo que digamos. Hay un relente somocista bastante peculiar en esas discusiones, y al parecer, el diario se deja arrastrar por una especie de incitación a su barra signficante.
Hoy, titulan la zaga como Todo huele a “Cátedra Ortega”, y entrevistan a dos especialistas de las cátedras darianas, que piden la reivindicación de Darío, el universal, sobre Sandino, el regional.
En Nicaragua, el bizantinismo nunca estará divorciado de la información superficial.
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jueves, julio 01, 2010
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que no tengo otro tiempo más que ser de vez en cuando un isonauta
algunas temáticas recientes
sassy
sassy version of my funny valentine: eso no es música, sino filosofía
había perdido la voz, asunto secundario, no la gestualidad
qué grosería decir que hacía como moscardón
marchemos compañeros
marchemos compañeros: ¿el estalinismo del FSLN o el neoliberalismo del MRS?
marchemos compañeros: o seguir esperando poder enterrar el corazón del enemigo como el MPRS?
marchemos compañeros: o seguir usufructuando discursivamente a la revolución como hacen los intelectuales?
marchemos compañeros: es tan diverso el sandinismo!
marchemos compañeros: tan diverso, lástima que con horizonte capitalista
proyectos
cómo no decir "este proyecto consiste" porque los proyectos nunca consisten, help santo austin
mejora la cosa "mi proyecto intentará"? pero un proyecto es una fuerza ciega sin voluntad real y capacidad de intento
hacer un proyecto: juntar a kafka y nietszche para diseñar un programa de gobierno (dios santo que no se entere la academia)
querido jacques (derrida) acabé descubriendo que la palabra "proyecto" está empapada de presencia!
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había perdido la voz, asunto secundario, no la gestualidad
qué grosería decir que hacía como moscardón
marchemos compañeros
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marchemos compañeros: o seguir esperando poder enterrar el corazón del enemigo como el MPRS?
marchemos compañeros: o seguir usufructuando discursivamente a la revolución como hacen los intelectuales?
marchemos compañeros: es tan diverso el sandinismo!
marchemos compañeros: tan diverso, lástima que con horizonte capitalista
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cómo no decir "este proyecto consiste" porque los proyectos nunca consisten, help santo austin
mejora la cosa "mi proyecto intentará"? pero un proyecto es una fuerza ciega sin voluntad real y capacidad de intento
hacer un proyecto: juntar a kafka y nietszche para diseñar un programa de gobierno (dios santo que no se entere la academia)
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martes, junio 08, 2010
Agenda
Tengo que leer a la Eunice. Ir a la farmacia por antiácidos.
Vigilar la temperatura.
El monóxido.
Esperar la tarde soleada. Sentir un poco de pena de ver a la tierra convertida en gigantesco balón de fútbol. Quejarme del consumismo.
Seguir imaginando que doy una charla sobre transculturación.
Prestar libros imaginarios a amigos no menos imaginarios.
Recordar gestos de gente que vi muy pocas veces hace 30 años pero que están vivas en unas residencias bonitas y cálidas de Oregon.
Pensar mi proyecto.
Ver más libros e imaginar que los compro en un rincón de Santiago.
Hablar esta vez de verdad sobre la Eunice. Ella entrando a iglesias algo oscuras y pequeñas que tienen en alguna parte a San Miguel Arcángel. Y al entrar ella con una vela se va agrandando la iglesia catedral súbita dios errante.
Sí, alguien prepara una novela sobre la Eunice. Comentar en voz alta, solo, "se van a cagar en ella".
No decir esto en mi seminario. Borrar esto de mi diario. Censurar esto en mi blog.
Caminar por Ñuñoa. Saberse los perros, los melancólicos y los atados. El San Bernardo tan imponente. El perro errante que me simpatiza. Definitivamente odio los gatos, me simpatizan los perros.
No es un paseo pero casi. Me olvido de las cosas prosaicas y quedan las verticales esas que dijo el sucio señor Barthes. (Doble hijueputa gonorrea provincialismo francés.)
Regresar a casa y deambular. Planificar las cartas que escribiré mañana.
Al anochecer, por fin, alumbrado con la lámpara solar leer lentamente paladeado y casi místico antes de sufrir el sueño.
Vigilar la temperatura.
El monóxido.
Esperar la tarde soleada. Sentir un poco de pena de ver a la tierra convertida en gigantesco balón de fútbol. Quejarme del consumismo.
Seguir imaginando que doy una charla sobre transculturación.
Prestar libros imaginarios a amigos no menos imaginarios.
Recordar gestos de gente que vi muy pocas veces hace 30 años pero que están vivas en unas residencias bonitas y cálidas de Oregon.
Pensar mi proyecto.
Ver más libros e imaginar que los compro en un rincón de Santiago.
Hablar esta vez de verdad sobre la Eunice. Ella entrando a iglesias algo oscuras y pequeñas que tienen en alguna parte a San Miguel Arcángel. Y al entrar ella con una vela se va agrandando la iglesia catedral súbita dios errante.
Sí, alguien prepara una novela sobre la Eunice. Comentar en voz alta, solo, "se van a cagar en ella".
No decir esto en mi seminario. Borrar esto de mi diario. Censurar esto en mi blog.
Caminar por Ñuñoa. Saberse los perros, los melancólicos y los atados. El San Bernardo tan imponente. El perro errante que me simpatiza. Definitivamente odio los gatos, me simpatizan los perros.
No es un paseo pero casi. Me olvido de las cosas prosaicas y quedan las verticales esas que dijo el sucio señor Barthes. (Doble hijueputa gonorrea provincialismo francés.)
Regresar a casa y deambular. Planificar las cartas que escribiré mañana.
Al anochecer, por fin, alumbrado con la lámpara solar leer lentamente paladeado y casi místico antes de sufrir el sueño.
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lunes, mayo 31, 2010
Luzardo
Los medios ya no son la putas de los partidos políticos, dijo el muy machista.
Se conforman con ser las queridas de la élite bien pensante (el redomaado clasista)
Las doñas Bárbaras de las hordas civilizadas (el literato blando).
Los Luzardo de las masas.
Se conforman con ser las queridas de la élite bien pensante (el redomaado clasista)
Las doñas Bárbaras de las hordas civilizadas (el literato blando).
Los Luzardo de las masas.
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viernes, mayo 14, 2010
Postal y mudo
Estoy por sellar esta carta en silencio.
No silencio mío (en realidad tarareo, incluso hago karaoke: rose garden me cae bien), sino silencio de la carta misma: que no dice nada, pues.
Pero me crié en una época estentórea, y en adolescencia plena tenía el mejor de los ambientes para la epístola: guerras, separaciones, particiones anónimas.
Así escribí mis primeras cartas verdaderas: cartas de guerra.
Es usual echarle la culpa a la técnica (ya no digamos Heidegger tan pop por estos lados finales del hemisferio).
Es usual también (como Derrida) decir que la mano que escribe la carta es la mano onanista, la del cálamo que deja correr su negra fuente.
La carta virtual podría enumerar, contarte que vi las calles desde el noveno piso, que ahora llueve, que estoy en otra historia.
Y no es sólo el archivo de cartas el que se ha movido (la foto movida tan emotiva): se ha movido la videoteca (la que tanto queríamos) y está toda de fuera, herida de muerte mostrando tripas, sangrando sus kurosawas.
Pienso también en correspondencias completas metidas en el cajón solo aparentemente mudas.
En fin, que mi arte epistolar se evaporó como se evaporan hoy mis emails más formales, estimado profesor, hoy que llueve no va acusar Ud. sólamente a la técnica.
Así te pido que puedas contar este silencio.
No silencio mío (en realidad tarareo, incluso hago karaoke: rose garden me cae bien), sino silencio de la carta misma: que no dice nada, pues.
Pero me crié en una época estentórea, y en adolescencia plena tenía el mejor de los ambientes para la epístola: guerras, separaciones, particiones anónimas.
Así escribí mis primeras cartas verdaderas: cartas de guerra.
Es usual echarle la culpa a la técnica (ya no digamos Heidegger tan pop por estos lados finales del hemisferio).
Es usual también (como Derrida) decir que la mano que escribe la carta es la mano onanista, la del cálamo que deja correr su negra fuente.
La carta virtual podría enumerar, contarte que vi las calles desde el noveno piso, que ahora llueve, que estoy en otra historia.
Y no es sólo el archivo de cartas el que se ha movido (la foto movida tan emotiva): se ha movido la videoteca (la que tanto queríamos) y está toda de fuera, herida de muerte mostrando tripas, sangrando sus kurosawas.
Pienso también en correspondencias completas metidas en el cajón solo aparentemente mudas.
En fin, que mi arte epistolar se evaporó como se evaporan hoy mis emails más formales, estimado profesor, hoy que llueve no va acusar Ud. sólamente a la técnica.
Así te pido que puedas contar este silencio.
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Que también buscaban amo
Por qué no aprovechan los recientes sucesos para debatir más a fondo el sentido que tiene la educación universitaria en Nicaragua?
Desde las razones por las que el poder administrativo tiene mucho más importancia que el saber/poder (el catálogo de rectores no produce conocimiento!), hasta si los porcentajes del 6% que se invierten en investigación (¿se invierte algo?) son adecuados.
(Por supuesto que no lo son, pero alguna pregunta retórica habría que plantear.)
"Es que todo lo invertimos en becas para que los chavalos pobres estudien." Sí pero ¿eso no es igual a decir que "nosotros" les administramos a los chavalos pobres el lugar social que van a tener en el futuro? Es "nuestra" prometeica apuesta.
Y que la lección aprendida es que administrarle la vida a alguien (biopolítica, señores rectos y rectores) es la gran conquista del "saber administrativo" que todos ponen en primer plano.
(Ya sé que rectores o ex que de casualidad se toparon con Derrida en una fiesta parisina ahuecarán la voz para recitar a Unamuno.)
Por qué no ir a analizar la historia (o la memoria que está más de moda que la otra) y analizar con sinceridad las razones de la entrega de los notables al poder político-administrativo (y con ellos, divos del saber administrativo, entregando la Universidad) en las coyunturas de auge revolucionario.
En fin, quizá la tecnocracia administrativa primitiva no va con la filosofía regenerativa del 98 que parece ser el horizonte epistémico (aunque huérfano de teoría y de recursos) de las Autoridades.
Desde las razones por las que el poder administrativo tiene mucho más importancia que el saber/poder (el catálogo de rectores no produce conocimiento!), hasta si los porcentajes del 6% que se invierten en investigación (¿se invierte algo?) son adecuados.
(Por supuesto que no lo son, pero alguna pregunta retórica habría que plantear.)
"Es que todo lo invertimos en becas para que los chavalos pobres estudien." Sí pero ¿eso no es igual a decir que "nosotros" les administramos a los chavalos pobres el lugar social que van a tener en el futuro? Es "nuestra" prometeica apuesta.
Y que la lección aprendida es que administrarle la vida a alguien (biopolítica, señores rectos y rectores) es la gran conquista del "saber administrativo" que todos ponen en primer plano.
(Ya sé que rectores o ex que de casualidad se toparon con Derrida en una fiesta parisina ahuecarán la voz para recitar a Unamuno.)
Por qué no ir a analizar la historia (o la memoria que está más de moda que la otra) y analizar con sinceridad las razones de la entrega de los notables al poder político-administrativo (y con ellos, divos del saber administrativo, entregando la Universidad) en las coyunturas de auge revolucionario.
En fin, quizá la tecnocracia administrativa primitiva no va con la filosofía regenerativa del 98 que parece ser el horizonte epistémico (aunque huérfano de teoría y de recursos) de las Autoridades.
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miércoles, mayo 05, 2010
Diario de enseñanza
Los martes Gómez Carrillo, Arévalo, Brañas, Guatemala.
Los lunes Mejía Sánchez, CMR (pero en Chile estas iniciales son sólo las de una tarjeta de crédito de una cadena de tiendas), Mujeres Monstruos, porque el pueta era misógino.
Los miércoles quijotadas y pescas, granizo en el sueño.
Los jueves, las vocales.
Los lunes Mejía Sánchez, CMR (pero en Chile estas iniciales son sólo las de una tarjeta de crédito de una cadena de tiendas), Mujeres Monstruos, porque el pueta era misógino.
Los miércoles quijotadas y pescas, granizo en el sueño.
Los jueves, las vocales.
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viernes, abril 23, 2010
Lectura
Donde late la última radicalidad.
En la gigantesca librería un poster también gigantesco de Yoani con su pose y su cara de monja.
Toda lucha "ética" es también una lucha de poder. El muchacho devolviendo su última adquisición (Tocqueville quizá) para luego perderse por la Costanera.
El escenario posterior de La Moneda lleno de peruanos y ecuatorianos, algunos se fotografían con los carabineros (y los carabineros sostienen un perro).
La traición. Beethoven. Milán Kundera.
Leo apuradamente La insoportable levedad del ser. Aprendo la relación entre arte y traición, y entre traición y ruptura, y entre ruptura y arte. El Dr. Zhivago apaciguado, parisino y descreido (y casi apto para Corín).
Leo apuradamente El guardián entre el centeno. Horrible traducción española llena de gilipolleces.
En la gigantesca librería un poster también gigantesco de Yoani con su pose y su cara de monja.
Toda lucha "ética" es también una lucha de poder. El muchacho devolviendo su última adquisición (Tocqueville quizá) para luego perderse por la Costanera.
El escenario posterior de La Moneda lleno de peruanos y ecuatorianos, algunos se fotografían con los carabineros (y los carabineros sostienen un perro).
La traición. Beethoven. Milán Kundera.
Leo apuradamente La insoportable levedad del ser. Aprendo la relación entre arte y traición, y entre traición y ruptura, y entre ruptura y arte. El Dr. Zhivago apaciguado, parisino y descreido (y casi apto para Corín).
Leo apuradamente El guardián entre el centeno. Horrible traducción española llena de gilipolleces.
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lunes, abril 19, 2010
Campanas tubulares
He decidido estudiar la obra de Cortázar de acuerdo a una especie de teoría tubular del sonido.
Decidido de verdad, tanto que abro los ojos. Mi primer capítulo será una interrogación sobre los cuentos de Bestiario. Bestiario y las campanas. Abro los ojos otra vez y me doy cuenta de dos cosas singulares. Uno. Tengo insomnio. Dos. La idea recién concebida es estúpida.
Desde el terremoto mis insomnios son más telúricos que la novela de la tierra.
Yo también he estado acostándome temprano. ¿Quién escribió esto? ¿Piglia?
Alguien golpea el gong gigantesco de la tierra: el equivalente a Rayuela. Mi tercer capítulo.
Para salir por fin de mi estupidez nocturna,estoy decidido a hacer un repaso delicado de mis últimas lecturas. Abro, para tal menester, los ojos. Para repasarlas comienzo a producir unos homúnculos especialistas todos (el que menos máster) en campanas tubulares.
El trabajo en equipo me entusiasma.
Decidido de verdad, tanto que abro los ojos. Mi primer capítulo será una interrogación sobre los cuentos de Bestiario. Bestiario y las campanas. Abro los ojos otra vez y me doy cuenta de dos cosas singulares. Uno. Tengo insomnio. Dos. La idea recién concebida es estúpida.
Desde el terremoto mis insomnios son más telúricos que la novela de la tierra.
Yo también he estado acostándome temprano. ¿Quién escribió esto? ¿Piglia?
Alguien golpea el gong gigantesco de la tierra: el equivalente a Rayuela. Mi tercer capítulo.
Para salir por fin de mi estupidez nocturna,estoy decidido a hacer un repaso delicado de mis últimas lecturas. Abro, para tal menester, los ojos. Para repasarlas comienzo a producir unos homúnculos especialistas todos (el que menos máster) en campanas tubulares.
El trabajo en equipo me entusiasma.
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jueves, abril 15, 2010
Ante las cosas exaltadas
Ante las cosas exaltadas que dice pensar: entró al Colegio Centroamérica y proviniendo de una familia pobre de Altagracia (en Managua) aprendió a mirar con ironía (luego con sorna) el talante con que los jesuitas entrenaban a los niños de la clase media alta para hacerlos los futuros miembros de la élite, compuesto de blanqueamiento y pasión por los pobres (y ganas de gobernar).
Ante las cosas exaltadas (sus glorias al amor libre tanto como su pasión por el Tercel que maneja): verlo sufrir en un vuelo de 11 horas hasta Barajas, la forma en que ordena una cerveza Corona. Sentirlo contrastar continuamente los sucios y pobre bulevares de Managua. Esa forma áspera con que acuna su ciudad: la canción ciega y siniestra que le quiere cantar y no se atreve todavía. Contrastar siempre con México D.F. o Miami (ahí donde viaja de vez en cuando).
Otros datos: graduado de la Universidad Nacional donde el mismo devino un contraste. La forma lenta en que humilló a algunas novias de origen mucho más pobre. Su repentina fama de brillante (que era más un contraste interclasista: alguien prendido oscuramente de la doctrina jesuítica que de pronto se desprende en un universo-polvazal llamado Managua).
Su repentina fama de brillante. El Tercel. Los viajes. El vértigo de ser él mismo.
Ante las cosas exaltadas (sus glorias al amor libre tanto como su pasión por el Tercel que maneja): verlo sufrir en un vuelo de 11 horas hasta Barajas, la forma en que ordena una cerveza Corona. Sentirlo contrastar continuamente los sucios y pobre bulevares de Managua. Esa forma áspera con que acuna su ciudad: la canción ciega y siniestra que le quiere cantar y no se atreve todavía. Contrastar siempre con México D.F. o Miami (ahí donde viaja de vez en cuando).
Otros datos: graduado de la Universidad Nacional donde el mismo devino un contraste. La forma lenta en que humilló a algunas novias de origen mucho más pobre. Su repentina fama de brillante (que era más un contraste interclasista: alguien prendido oscuramente de la doctrina jesuítica que de pronto se desprende en un universo-polvazal llamado Managua).
Su repentina fama de brillante. El Tercel. Los viajes. El vértigo de ser él mismo.
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sábado, abril 10, 2010
Fin del golpe
Con la al parecer inminente normalización de relaciones entre el gobierno de Nicaragua y el gobierno golpista hondureño, la historia del golpe llega a un "final" esperado.
"El golpe quedó atrás", reza el subtítulo de un diario nacional. Y es curioso el funcionamiento ideológico con que se articula ese supuesto cambio de temporalidad.
La conciencia tantas veces manipuladora de los medios dominantes y el pragmatismo político que ha carscterizado siempre al sandinismo pretenden pues doblar la hoja, y con ella suturar la posibilidad de historia, de seguir contando de verdad lo que ha pasado en Honduras. (Por favor, no mencionen aquí al "sandinismo ético" que esa antigualla solo entusiasma a la parte jesuítica de la clase media que anda en busca de apaciguar su mala conciencia).
Manipulación mediática y pragmatismo políto versus historia, con minúscula porque vendrá ya la Historia de los notables a (ab)usar su propio sello. De hecho la tercera pata en este "dejar atrás" a la historia latía ya en tantas declaraciones frívolas y poco ingeniosas ("lo de Honduras está enredado, no sé qué opinar"), cuando no abiertamente pro-golpe de los notables, quienes en alianza con los medios lograron provocar un clima de "lo irremediable" y de "lo pragmático", y una idea sancionada de "lo democrático" antes los sucesos históricos centroamericanos más decisivos en lo que va del siglo.
A pesar, pues, de los silenciamientos que ahora se inician (sancionados por derecha e izquierda, recordemos de paso que Funes es otro pragmático) hay que estar atentos a las versiones más erizadas y menos conformes que provengan del movimiento popular que defendió en Honduras la institucionalidad. Son los que mejor saben qué temporalidades se han cerrado y cuáles están abiertas.
"El golpe quedó atrás", reza el subtítulo de un diario nacional. Y es curioso el funcionamiento ideológico con que se articula ese supuesto cambio de temporalidad.
La conciencia tantas veces manipuladora de los medios dominantes y el pragmatismo político que ha carscterizado siempre al sandinismo pretenden pues doblar la hoja, y con ella suturar la posibilidad de historia, de seguir contando de verdad lo que ha pasado en Honduras. (Por favor, no mencionen aquí al "sandinismo ético" que esa antigualla solo entusiasma a la parte jesuítica de la clase media que anda en busca de apaciguar su mala conciencia).
Manipulación mediática y pragmatismo políto versus historia, con minúscula porque vendrá ya la Historia de los notables a (ab)usar su propio sello. De hecho la tercera pata en este "dejar atrás" a la historia latía ya en tantas declaraciones frívolas y poco ingeniosas ("lo de Honduras está enredado, no sé qué opinar"), cuando no abiertamente pro-golpe de los notables, quienes en alianza con los medios lograron provocar un clima de "lo irremediable" y de "lo pragmático", y una idea sancionada de "lo democrático" antes los sucesos históricos centroamericanos más decisivos en lo que va del siglo.
A pesar, pues, de los silenciamientos que ahora se inician (sancionados por derecha e izquierda, recordemos de paso que Funes es otro pragmático) hay que estar atentos a las versiones más erizadas y menos conformes que provengan del movimiento popular que defendió en Honduras la institucionalidad. Son los que mejor saben qué temporalidades se han cerrado y cuáles están abiertas.
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miércoles, abril 07, 2010
Nuevo laberinto de la soledad
Encontré a mi amor de secundaria (la foto de ella) en una de esas jaulas sociales tan divertidas, facebook o cosa parecida.
Quedé pasmado, le confieso.
Fui al espejo a verme las escamas: pensaba que esa condición reptilesca de la vejez me pasaba sólo a mí (en mi caso quelonio, en el suyo, acababa de descubrirlo, más lagarto que quelonio).
Recordé sus ojos en los ojos de aquella lagartija: eran los ojos de Diana Ross aplastados por el mundo.
Recordé Upside Down bailado con ella en un rincón oscuro (pero estroboscópico) del salón de actos. Ah larga secundaria inocente acribillada por Mark Chapman. Ese disparo no sólo detuvo la producción del mejor disco de Yoko Ono (el track del hielo delgado es la prueba promesa) sino que acabó con mi adolescencia.
Luego de verme en el espejo, tomé mi maletín y salí. Sentí que adoraba aquella ciudad del norte en sábado. Sin duda la adoraba. Quería sus recovecos y negocios. Una ristra de luces de un cine porno, ofertado junto a un almacén de música, era casi una pura constelación descrita en el estilo anticuado de Octavio Paz.
Mi sobretodo disfrazaba bien mis ojos de culebra, mi piel de tierna paslama o de tortuga tora. Necesitaba de la masa para confundirme. Necesitaba de las viejas tiendas de discos.
Soplaba el otoño y entré a aquella tienda gigante que está cerca de Main Street. La esquina "latina" prodigaba "Los mareados", lo que me llenó de cierta sosa melancolía.
Pero nunca imaginé, me encontré diciendo, que ibas a entrar en mi pasado de esa manera tan escamosa, pero igual de melancólica. Añadí un apóstrofe con su nombre, alce mi frente (porque en un tango, me imagino, se alza la frente) para ver que me miraban unos niños. Ya estaba acostumbrado, me confundían con unos muñequitos animados que eran quelonios (como yo).
A lo lejos, una vez apagado el tango, se escuchaba esa parte inquieta del piano de "Lad in Vain" martillando.
No sé si recordarás la profundidad de aquellas luces.
No sé cómo has sobrevivido a este general aplastamiento allá en Portland, ciudad gris (imagino).
Había devenido el reptil parlante y no únicamente sino apostrofante, en aquella tienda sofisticaba que ostentaba una colección de viniles digna: More Hot Rocks, por ejemplo.
A lo lejos alguien canta, murmuré.
Era Héctor Lavoe, según recuerdo.
Quedé pasmado, le confieso.
Fui al espejo a verme las escamas: pensaba que esa condición reptilesca de la vejez me pasaba sólo a mí (en mi caso quelonio, en el suyo, acababa de descubrirlo, más lagarto que quelonio).
Recordé sus ojos en los ojos de aquella lagartija: eran los ojos de Diana Ross aplastados por el mundo.
Recordé Upside Down bailado con ella en un rincón oscuro (pero estroboscópico) del salón de actos. Ah larga secundaria inocente acribillada por Mark Chapman. Ese disparo no sólo detuvo la producción del mejor disco de Yoko Ono (el track del hielo delgado es la prueba promesa) sino que acabó con mi adolescencia.
Luego de verme en el espejo, tomé mi maletín y salí. Sentí que adoraba aquella ciudad del norte en sábado. Sin duda la adoraba. Quería sus recovecos y negocios. Una ristra de luces de un cine porno, ofertado junto a un almacén de música, era casi una pura constelación descrita en el estilo anticuado de Octavio Paz.
Mi sobretodo disfrazaba bien mis ojos de culebra, mi piel de tierna paslama o de tortuga tora. Necesitaba de la masa para confundirme. Necesitaba de las viejas tiendas de discos.
Soplaba el otoño y entré a aquella tienda gigante que está cerca de Main Street. La esquina "latina" prodigaba "Los mareados", lo que me llenó de cierta sosa melancolía.
porque ya no volveremos a vernos más
....................................
hoy vas a entrar en mi pasado
Pero nunca imaginé, me encontré diciendo, que ibas a entrar en mi pasado de esa manera tan escamosa, pero igual de melancólica. Añadí un apóstrofe con su nombre, alce mi frente (porque en un tango, me imagino, se alza la frente) para ver que me miraban unos niños. Ya estaba acostumbrado, me confundían con unos muñequitos animados que eran quelonios (como yo).
A lo lejos, una vez apagado el tango, se escuchaba esa parte inquieta del piano de "Lad in Vain" martillando.
No sé si recordarás la profundidad de aquellas luces.
No sé cómo has sobrevivido a este general aplastamiento allá en Portland, ciudad gris (imagino).
Había devenido el reptil parlante y no únicamente sino apostrofante, en aquella tienda sofisticaba que ostentaba una colección de viniles digna: More Hot Rocks, por ejemplo.
A lo lejos alguien canta, murmuré.
Era Héctor Lavoe, según recuerdo.
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martes, marzo 23, 2010
Imágenes de la cruzada
Algunos recuerdo algo estáticos de la cruzada de alfabetización (que inició un día como hoy hace 30 años).
Los ríos secos que servían de camino. La marcha solitaria a dejar el parte. La seriedad con que nos tomábamos la orden militar.
El primer 19 de julio que celebramos con una piñata (sin ironía) en la escuela.
Dirigir el himno nacional en la clase, y cantarlo solo.
Chico, un niño de 12 años al que le enseñé a leer.
Luis Enrique Mejía cantando en el parque de Jinotepe: "y regresaron los muchachos victoriosos".
Repetir casi jugando un apotegma de Freire: la alfabetización no es un proyecto pedagógico con implicaciones políticas, sino un proyecto político con implicaciones pedagogicas.
La perrita a la que nombramos Hope (por doña Hope). Pobre perrita.
El soundtrack: incluía Rapper´s Delight. Aunque la matrona era Donna Summer, pero el rap era lo realmente nuevo.
El fantasma de la muerta esperando en el lecho de piedras en donde abundaban las vertientes.
La excursión al cerro Tambor. Enfrente un cerro más grande: La Pita, y abajo, Granada al atardecer.
Salir de noche a atrapar camarones en el riachuelo.
También pequeños terrorismos, traiciones evaporadas.
Despertar el primer dia, que dormimos en el suelo, con la noticia en la radio del asesinato de Monseñor Romero.
Los ríos secos que servían de camino. La marcha solitaria a dejar el parte. La seriedad con que nos tomábamos la orden militar.
El primer 19 de julio que celebramos con una piñata (sin ironía) en la escuela.
Dirigir el himno nacional en la clase, y cantarlo solo.
Chico, un niño de 12 años al que le enseñé a leer.
Luis Enrique Mejía cantando en el parque de Jinotepe: "y regresaron los muchachos victoriosos".
Repetir casi jugando un apotegma de Freire: la alfabetización no es un proyecto pedagógico con implicaciones políticas, sino un proyecto político con implicaciones pedagogicas.
La perrita a la que nombramos Hope (por doña Hope). Pobre perrita.
El soundtrack: incluía Rapper´s Delight. Aunque la matrona era Donna Summer, pero el rap era lo realmente nuevo.
El fantasma de la muerta esperando en el lecho de piedras en donde abundaban las vertientes.
La excursión al cerro Tambor. Enfrente un cerro más grande: La Pita, y abajo, Granada al atardecer.
Salir de noche a atrapar camarones en el riachuelo.
También pequeños terrorismos, traiciones evaporadas.
Despertar el primer dia, que dormimos en el suelo, con la noticia en la radio del asesinato de Monseñor Romero.
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domingo, marzo 21, 2010
Los notables instruyen
Los notables sólo se acuerdan de la Universidad cuando ven sus intereses afectados.
Pero no se preguntan cómo es que esa amenaza a la libertad de pensamiento se vincula con su propia administración de poder cultural como notables y con la ruina de la Universidad (porque al parecer no les importaría que la Universidad estuviese en ruinas con tal de que fuera "autónoma" y en esa Universidad en ruinas se pudiera "pensar libremente").
Y tampoco se preguntan por sucesos históricos recientes en los que todos ellos estuvieron involucrados.
Si la cultura está organizada en torno a la Personalidad, hay poco espacio para la Universidad. Y en sentido pragmático: a la Universidad se va por la Personalidad. Al menos era esa la tardía lógica nicaragüense de los años 1950s.
Pero esa época ya debería estar superada, y no debería ser restituida. Y los notables, como es lógico, todavía padecen esa añoranza.
Sin ponerse a pensar todo lo que perdió la Universidad de autonomía en los 80s, cuando se partidizó de verdad (y con anuencia de los notables).
Y luego toda la autonomía que perdió la Universidad frente al mercado desde los 90s para acá. (Si algunas universidades privadas parecen sucursales de Movistar y Claro).
Y mucho más intimamente: toda la lógica de mercado que ha operado esmeradamente en la Universidad (y que algunos de esos notables han avalado), y el desprecio sistemático por las Humanidades (que en este blog he tratado varias veces), en un país en que, de hecho, han desaparecido.
Una ausencia de las Humanidades que no puede ser subsanada por la presencia de la Personalidad y del Notable.
Pero, además, por las maniobras de poder a que están acostumbrados, estos notables tienen bastante empeñada su labor como intelectuales críticos. Son de hecho operadores políticos, opositores, partidistas u oficialistas, según soplan los aires y según les conviene.
Si han empeñado su propia autonomía política es bastante irónico su reclamo de independencia, y sus instrucciones a cerca de todo lo independiente que debe ser un estudiante universitario de verdad.
Pero no se preguntan cómo es que esa amenaza a la libertad de pensamiento se vincula con su propia administración de poder cultural como notables y con la ruina de la Universidad (porque al parecer no les importaría que la Universidad estuviese en ruinas con tal de que fuera "autónoma" y en esa Universidad en ruinas se pudiera "pensar libremente").
Y tampoco se preguntan por sucesos históricos recientes en los que todos ellos estuvieron involucrados.
Si la cultura está organizada en torno a la Personalidad, hay poco espacio para la Universidad. Y en sentido pragmático: a la Universidad se va por la Personalidad. Al menos era esa la tardía lógica nicaragüense de los años 1950s.
Pero esa época ya debería estar superada, y no debería ser restituida. Y los notables, como es lógico, todavía padecen esa añoranza.
Sin ponerse a pensar todo lo que perdió la Universidad de autonomía en los 80s, cuando se partidizó de verdad (y con anuencia de los notables).
Y luego toda la autonomía que perdió la Universidad frente al mercado desde los 90s para acá. (Si algunas universidades privadas parecen sucursales de Movistar y Claro).
Y mucho más intimamente: toda la lógica de mercado que ha operado esmeradamente en la Universidad (y que algunos de esos notables han avalado), y el desprecio sistemático por las Humanidades (que en este blog he tratado varias veces), en un país en que, de hecho, han desaparecido.
Una ausencia de las Humanidades que no puede ser subsanada por la presencia de la Personalidad y del Notable.
Pero, además, por las maniobras de poder a que están acostumbrados, estos notables tienen bastante empeñada su labor como intelectuales críticos. Son de hecho operadores políticos, opositores, partidistas u oficialistas, según soplan los aires y según les conviene.
Si han empeñado su propia autonomía política es bastante irónico su reclamo de independencia, y sus instrucciones a cerca de todo lo independiente que debe ser un estudiante universitario de verdad.
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miércoles, marzo 17, 2010
Fantasmas
El casero ha dicho que no pasó nada.
Paredes interiores son paredes interiores.
Pero empezamos por dejar de ocupar los cuartos de arriba.
Y es así como se fabrican los fantasmas.
Nadie entra dos veces en el mismo cuarto.
Y es usual entrar doble o partido por la misma puerta.
Paredes interiores son paredes interiores.
Pero empezamos por dejar de ocupar los cuartos de arriba.
Y es así como se fabrican los fantasmas.
Nadie entra dos veces en el mismo cuarto.
Y es usual entrar doble o partido por la misma puerta.
lunes, marzo 15, 2010
Amanecer
Lo cierto que cuando amaneció nos dio gran alegría. Luego de algunas horas nocturnas y a oscuras en que por fin los vecinos hablaban entre sí, y se confesaban que hablaban a causa del nerviosismo, y deseaban fumar y que los celulares funcionaran.
Decidimos volver al departamento, con el ánimo de normalizarnos. Hice café, serví el café con leche para los niños. Me senté a la mesa a comer mi yogurt con cereal. Pero estábamos en una especie de vórtice de réplicas. Cada vez más fuertes y prolongadas. Nos volvió el pánico y como hacía frío buscamos cómo abrigarnos y salimos al parque.
No había casi nadie. Excepto nosotros, y una señora que caminaba, como nosotros, desconfiada. Necesitábamos de alguna manera tipificarla, descubrir su secreto. Notamos que tenía algo de oriental. Decidimos llamarla "la señora china". La observábamos. De su comportamiento dependía algo nuestro, interno. El frío nos jodía. El sueño también. La literatura ni se diga.
Amaneció de verdad (salió el sol tras la cordillera). Amaneció de verdad contra la corteza del pino. (Andaba por ahí Fargo: el espectro de Fargo, o el perro viejo que lo representaba. Dicho en términos epistemológicos: no hay parque sin el espíritu de un perro).
Entonces vino la réplica más grande de aquella mañana, y que fue la más grande por muchos días, hasta que llegó la del día 11. Hubo un gran ruido como que pasaba un tren gigantesco bajo la Villa Frei. La señora china gritó de manera particular: un quejido largo, un ensalmo, o una orden que chocaba contra los edificios.
Desde entonces no hemos vuelto a verla.
Decidimos volver al departamento, con el ánimo de normalizarnos. Hice café, serví el café con leche para los niños. Me senté a la mesa a comer mi yogurt con cereal. Pero estábamos en una especie de vórtice de réplicas. Cada vez más fuertes y prolongadas. Nos volvió el pánico y como hacía frío buscamos cómo abrigarnos y salimos al parque.
No había casi nadie. Excepto nosotros, y una señora que caminaba, como nosotros, desconfiada. Necesitábamos de alguna manera tipificarla, descubrir su secreto. Notamos que tenía algo de oriental. Decidimos llamarla "la señora china". La observábamos. De su comportamiento dependía algo nuestro, interno. El frío nos jodía. El sueño también. La literatura ni se diga.
Amaneció de verdad (salió el sol tras la cordillera). Amaneció de verdad contra la corteza del pino. (Andaba por ahí Fargo: el espectro de Fargo, o el perro viejo que lo representaba. Dicho en términos epistemológicos: no hay parque sin el espíritu de un perro).
Entonces vino la réplica más grande de aquella mañana, y que fue la más grande por muchos días, hasta que llegó la del día 11. Hubo un gran ruido como que pasaba un tren gigantesco bajo la Villa Frei. La señora china gritó de manera particular: un quejido largo, un ensalmo, o una orden que chocaba contra los edificios.
Desde entonces no hemos vuelto a verla.
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jueves, marzo 11, 2010
Diccionario
Ética: (tal como es discutida por la clase media ilustrada del país) voluntad de poder de esa clase.
Voluntad de poder de la clase media ilustrada nicaragüense: ética (tal como es discutida y pregonada por ellos mismos).
Paradigmas éticos: (si están disciplinado y motivados por el nacionalismo) fantasmas.
Fantomas: paradigma ético que ha entrado furtivo a los salones de la clase dominante pero se ve imposibilitado de luchar contra la ley del valor (y lector fanático de Lacan).
Peligro: confundir ética con conformismo.
Confundir el culo con las témporas: expresión castellana.
Poder: (voluntad de) ansiedad retórica por imponer mi verdad y mi ética.
Profilaxis: no creer que hay entre la clase media ilustrada algún paradigma ético vivo.
Voluntad de poder de la clase media ilustrada nicaragüense: ética (tal como es discutida y pregonada por ellos mismos).
Paradigmas éticos: (si están disciplinado y motivados por el nacionalismo) fantasmas.
Fantomas: paradigma ético que ha entrado furtivo a los salones de la clase dominante pero se ve imposibilitado de luchar contra la ley del valor (y lector fanático de Lacan).
Peligro: confundir ética con conformismo.
Confundir el culo con las témporas: expresión castellana.
Poder: (voluntad de) ansiedad retórica por imponer mi verdad y mi ética.
Profilaxis: no creer que hay entre la clase media ilustrada algún paradigma ético vivo.
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martes, marzo 09, 2010
Tumbas de la ética
En estos días de terremoto me han venido las ganas fantasmagóricas de encontrar un espectro confesionario con quien poder hablar mal de la cultura nicaragüense.
Pero estoy lejos y para colmo soy bueno.
Supongo que pronto comenzaré también a ser ético como lo es toda la clase media ilustrada nicaragüense.
Pero estoy lejos y para colmo soy bueno.
Supongo que pronto comenzaré también a ser ético como lo es toda la clase media ilustrada nicaragüense.
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domingo, marzo 07, 2010
Verano
Uno de los últimos poemarios de Huidobro.
Trozos de palabras casi materiales (recuerdo relámpagos).
Un sol en el borde más frágil de la capa de ozono.
Pliegues, coberturas, secretos.
Noches de calor y canciones viejas.
Un terremoto.
Pánico cuando despierto y todo está quieto, y la luz de la escalera parece mediodía.
Colocando un dedo en el vidrio de la ventana como símbolo de mi duelo (lecturas reiteradas de la provincia francesa).
Viviendo momentos históricos que dejan lustre en el borde de un libro (que podría ser la última novela de Onetti o un relato de la Conquista).
Haciéndole cirugía en los ojos a mis odios ciegos.
Trozos de palabras casi materiales (recuerdo relámpagos).
Un sol en el borde más frágil de la capa de ozono.
Pliegues, coberturas, secretos.
Noches de calor y canciones viejas.
Un terremoto.
Pánico cuando despierto y todo está quieto, y la luz de la escalera parece mediodía.
Colocando un dedo en el vidrio de la ventana como símbolo de mi duelo (lecturas reiteradas de la provincia francesa).
Viviendo momentos históricos que dejan lustre en el borde de un libro (que podría ser la última novela de Onetti o un relato de la Conquista).
Haciéndole cirugía en los ojos a mis odios ciegos.
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domingo, febrero 28, 2010
Terremoto
El sábado de madrugada nos despierta el terremoto.
El departamento duplex, 4to y 5to piso, que arrendamos en Ñuñoa se mueve como un barco a punto de naufragar. La oscilación es increíblemente fuerte. La electricidad se corta, estamos en la oscuridad y escuchamos cómo se estrellan en la escalera los estucos que se deslizan de las paredes, las cosas que caen, las tazas que revientan. Estamos brevemente abrazados (los dos niños y nosotros). Son minutos muy largos.
Cuando salimos, se oyen gritos de gente que ha quedado atrapada por puertas en edificios vecinos. Hay también gente atrapada en el nuestro. (Hay edificios de 20 y más pisos en todo este sector, todos resisten el terremoto). Algunas puertas tienen que ser tumbadas. Por suerte nada grave en los alrededores. Amanecemos con algunos vecinos en la entrada del edificio. Nuestra historia es particular: los únicos nicaragüenses a los que el terremoto da la bienvenida a Chile.
Por el día vagabundeamos por los parques tratando de evitar volver al edificio. Recorremos parte de Irrarázaval (la principal avenida de Ñuñoa) donde hay varios edificios con daños menores: se han caído algunos paramentos, se han deslizado techos. El comercio está cerrado exceptuando algunos restaurantes que abren a mediodía. El transporte parece normalizarse (al menos los buses).
Loa habitantes de nuestro edificio se entregan a la limpieza. Esa entereza es admirable. Los corredores están llenos de lozas quebradas, estucos, aparatos dañados. Mucha actividad y de vez en cuando una salida precipitada por las réplicas del terremoto que son muy fuertes. Algunas de más de 6 grados.
La siguiente noche es de vigilia. Hay una réplica fuerte la mañana del domingo, entre otras de menor intensidad.
El departamento duplex, 4to y 5to piso, que arrendamos en Ñuñoa se mueve como un barco a punto de naufragar. La oscilación es increíblemente fuerte. La electricidad se corta, estamos en la oscuridad y escuchamos cómo se estrellan en la escalera los estucos que se deslizan de las paredes, las cosas que caen, las tazas que revientan. Estamos brevemente abrazados (los dos niños y nosotros). Son minutos muy largos.
Cuando salimos, se oyen gritos de gente que ha quedado atrapada por puertas en edificios vecinos. Hay también gente atrapada en el nuestro. (Hay edificios de 20 y más pisos en todo este sector, todos resisten el terremoto). Algunas puertas tienen que ser tumbadas. Por suerte nada grave en los alrededores. Amanecemos con algunos vecinos en la entrada del edificio. Nuestra historia es particular: los únicos nicaragüenses a los que el terremoto da la bienvenida a Chile.
Por el día vagabundeamos por los parques tratando de evitar volver al edificio. Recorremos parte de Irrarázaval (la principal avenida de Ñuñoa) donde hay varios edificios con daños menores: se han caído algunos paramentos, se han deslizado techos. El comercio está cerrado exceptuando algunos restaurantes que abren a mediodía. El transporte parece normalizarse (al menos los buses).
Loa habitantes de nuestro edificio se entregan a la limpieza. Esa entereza es admirable. Los corredores están llenos de lozas quebradas, estucos, aparatos dañados. Mucha actividad y de vez en cuando una salida precipitada por las réplicas del terremoto que son muy fuertes. Algunas de más de 6 grados.
La siguiente noche es de vigilia. Hay una réplica fuerte la mañana del domingo, entre otras de menor intensidad.
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jueves, febrero 25, 2010
El país bajo mi maquillaje
Ud. tuvo la suerte, me dijo ella, de que Lizandro hablara bien de Ud. cuando estaba vivo.
Luego Sergio dijo de Ud. que era una promesa.
Le dije que desde entonces se me llamaba con sorna la fatal promesa provinciana.
Agitó levemente la cucharita del café.
Lo llamé por eso, porque qué mejores recomendaciones.
Tengo-- continúo luego de probar el café-- mi mamotreto privado. Mis memorias.
Requieren una miradita así, distante pero entendida.
Ud. sabe que estamos rodeados de Memorias horrorosas. Exceptuando a Cardenal pero incluyendo su segundo tomo que me resultó indigesto--esta vez ocultó un breve eructo--, para no referirme a Violetas y Giocondas, estamos de verdad rodeados de Memorias Horrorosas.
Pasa con toda la memoria de este pais--dije.
Lo mío es especial--me interrumpió ella. Un caso local pero muy entretenido. Cerrado si se quiere pero con suficiente mundo.
De quién no fui amiga yo. Elenita Garro, tan bella. Eunice Odio, tan parasicológica. La tímida de la Blanca Varela. Ya por último, allí mismito en la Centroamérica, Bianca Jagger.
Mi memoria sería la única memoria con valor femenino y artistico de este país. Revolución cero. Cero fusilados. Cero entrenamientos de tiro en Cuba. Patria cero. Nada de maridos con apellidos sublimes. Sólo escenarios dramáticos y quietos.
Tu tarea sería ajustar esta memoria.
Por una parte evitar que me convierta en una especie de Luisa Cardoza con ese chorro del río que nunca para. Si te confieso la verdad, tiendo al ascetismo estilístico aunque me arrastre el drama de la vida. Ya me ves: viuda, empobrecida, sufriendo las dictaduras, ignorada...
Por otra parte extirpar toda ilusión del yo (de este tema hablé tanto con la Eunice en México, porque es un tema fascinante).
Las quiero titular Zoegrafía canicular.
Es que así incluyo mi nombre en el mero título. Además, Zoe significa Vida en griego. No sé si lo sabías.
Pienso en textos preciosos como los de la Victoria Ocampo.
En tres páginas yo pongo un pálpito de pájaro. Pero no es lo precioso lo que me preocupa sino lo preciso.
Quiero ser precisa con mi vida y esa sí que no es tarea fácil.
Limpiar de polvo la memoria (aunque parezca ironía).
Ajustar, como Duras, la letra al rostro desvastado.
Expliqué que la entendía perfectamente, y que me gustaría hojear aquella memoria muy lentamente, pero en casa.
Tengo que confesarte, me dijo, que no sos el primero al que le ofrezco esta tarea. Primero estuvo aquí Fulano (y mencionó a un poeta, crítico, ensayista y funcionario nacional muy conocido), pero me cobraba muy caro.
Además, imaginate lo florido de mis memorias en esas manos.
Vos en cambio te mirás mucho más estilizado. Quieto pero oliendo y tocando todo con los ojos.
Hablemos pues de precios--le dije.
Sonrió un poco ladeada, sin casi levantar la cabeza.
Luego Sergio dijo de Ud. que era una promesa.
Le dije que desde entonces se me llamaba con sorna la fatal promesa provinciana.
Agitó levemente la cucharita del café.
Lo llamé por eso, porque qué mejores recomendaciones.
Tengo-- continúo luego de probar el café-- mi mamotreto privado. Mis memorias.
Requieren una miradita así, distante pero entendida.
Ud. sabe que estamos rodeados de Memorias horrorosas. Exceptuando a Cardenal pero incluyendo su segundo tomo que me resultó indigesto--esta vez ocultó un breve eructo--, para no referirme a Violetas y Giocondas, estamos de verdad rodeados de Memorias Horrorosas.
Pasa con toda la memoria de este pais--dije.
Lo mío es especial--me interrumpió ella. Un caso local pero muy entretenido. Cerrado si se quiere pero con suficiente mundo.
De quién no fui amiga yo. Elenita Garro, tan bella. Eunice Odio, tan parasicológica. La tímida de la Blanca Varela. Ya por último, allí mismito en la Centroamérica, Bianca Jagger.
Mi memoria sería la única memoria con valor femenino y artistico de este país. Revolución cero. Cero fusilados. Cero entrenamientos de tiro en Cuba. Patria cero. Nada de maridos con apellidos sublimes. Sólo escenarios dramáticos y quietos.
Tu tarea sería ajustar esta memoria.
Por una parte evitar que me convierta en una especie de Luisa Cardoza con ese chorro del río que nunca para. Si te confieso la verdad, tiendo al ascetismo estilístico aunque me arrastre el drama de la vida. Ya me ves: viuda, empobrecida, sufriendo las dictaduras, ignorada...
Por otra parte extirpar toda ilusión del yo (de este tema hablé tanto con la Eunice en México, porque es un tema fascinante).
Las quiero titular Zoegrafía canicular.
Es que así incluyo mi nombre en el mero título. Además, Zoe significa Vida en griego. No sé si lo sabías.
Pienso en textos preciosos como los de la Victoria Ocampo.
En tres páginas yo pongo un pálpito de pájaro. Pero no es lo precioso lo que me preocupa sino lo preciso.
Quiero ser precisa con mi vida y esa sí que no es tarea fácil.
Limpiar de polvo la memoria (aunque parezca ironía).
Ajustar, como Duras, la letra al rostro desvastado.
Expliqué que la entendía perfectamente, y que me gustaría hojear aquella memoria muy lentamente, pero en casa.
Tengo que confesarte, me dijo, que no sos el primero al que le ofrezco esta tarea. Primero estuvo aquí Fulano (y mencionó a un poeta, crítico, ensayista y funcionario nacional muy conocido), pero me cobraba muy caro.
Además, imaginate lo florido de mis memorias en esas manos.
Vos en cambio te mirás mucho más estilizado. Quieto pero oliendo y tocando todo con los ojos.
Hablemos pues de precios--le dije.
Sonrió un poco ladeada, sin casi levantar la cabeza.
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miércoles, febrero 17, 2010
Animita revolucionaria
En el Aeropuerto también hay un rincón revolucionario.
Se venden los documentales y las memorias de la revolución.
La música de Carlos Mejía no para todo el día. Nicaragua, nicaragüita.
A 20 dólares un documental sobre el 19.
--¿Es "La Ofensiva Final"?--pregunto.
Pero el muchacho no sabe que haya un documental mexicano sobre la ofensiva final. Sí sabe que este que cuesta 20 dólares (no se aceptan córdobas) lo hizo Fulano (y menciona un nombre junto a un Apellido Oligárquico).
Las memorias de la Gioconda con la portada de la mujer anónima que sostiene el AK-47 (para siempre decapitada).
También Adiós, Muchachos.
Y el libro gordo del ex-jefe del ejército.
Se venden los documentales y las memorias de la revolución.
La música de Carlos Mejía no para todo el día. Nicaragua, nicaragüita.
A 20 dólares un documental sobre el 19.
--¿Es "La Ofensiva Final"?--pregunto.
Pero el muchacho no sabe que haya un documental mexicano sobre la ofensiva final. Sí sabe que este que cuesta 20 dólares (no se aceptan córdobas) lo hizo Fulano (y menciona un nombre junto a un Apellido Oligárquico).
Las memorias de la Gioconda con la portada de la mujer anónima que sostiene el AK-47 (para siempre decapitada).
También Adiós, Muchachos.
Y el libro gordo del ex-jefe del ejército.
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lunes, febrero 15, 2010
Salí de Nicaragua
Hice el intento de echar los discos. Probé uno de los bolsos. Imposible, se rompía.
Hallé el ángulo interesante: yo era un coleccionista, como Benjamin. Podía iniciar un artículo diciendo: “Estoy ordenando mis discos. De verdad”
Cada disco una piel, un morado, una condición médica.
El disco de Rubén Blades que compré en Puerto Rico. El de Dylan que compré en Montreal.
Los de Van Morrison atrapados en el recuerdo junto a los pescados del Strip District.
Pero tenía que apurarme. Ya era la noche anterior al viaje. Malditas despedidas.
Ya casi que me hería el hielo de la madrugada que se colaba por la ventanilla del taxi.
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viernes, febrero 12, 2010
My Funny Valentine
My Funny Valentine en versión de Sarah Vaughan, probablemente muy cercana a su muerte, aunque espléndida.
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sábado, febrero 06, 2010
Erección nocturna
Trabajo toda la noche en el sueño montando esta estatua híbrido de Stalin y Juan Pablo II.
(Por mucho que lo repitan, la pareja conceptual de Stalin no es Hitler sino el Papa.
Y con respecto a Hitler su pareja debía ser sudamericana: corporización de Videla o Pinochet.)
Trato de convencerme de que más allá de su dureza es una estatua pertinente.
No la derribará el terciopelo.
Estoy, de hecho, dando una clase mediocre sobre esta (mi) erección nocturna.
Soy el profesor impenitente.
(Por mucho que lo repitan, la pareja conceptual de Stalin no es Hitler sino el Papa.
Y con respecto a Hitler su pareja debía ser sudamericana: corporización de Videla o Pinochet.)
Trato de convencerme de que más allá de su dureza es una estatua pertinente.
No la derribará el terciopelo.
Estoy, de hecho, dando una clase mediocre sobre esta (mi) erección nocturna.
Soy el profesor impenitente.
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martes, febrero 02, 2010
Down By Law /Coronel
Down By Law (Jim Jarmush)
Cargado por 1001nights. - Mira más videos de TV y películas.
Así debió haber visto al río y la ciudad. Ojos de Robby Müller.
Pero claro casto sordo (sordo para la music). Abstemio de Tom Waits, John Lurie.
Pero repitiendo con acento extranjero ráfagas de Withman, Robert Frost como Benigni en la película.
(Ahí donde el acento es el Calibán que se traga la lengua. Ahí en donde el río es el de The Dry Salvages:
I do not know much about gods; but I think that the river
Is a strong brown god—sullen, untamed and intractable,)
Lo agitado es el entrecruce (Coronel iba para NY cuando pasó por aquí: demasiado patricio sin embargo como para afinar el oído, y en filogénesis produciendo discípulos patricios cada vez menos interesantes)
De todas formas la repetición el inicio el filo del Huckleberry Finn; su impulso libertario descartado por Coronel y asumido por Jarmush.
Una intermitencia improbable (pero existente) y política.
P.S. El video de la primera parte fue quitado de youtube (infracciones, etc.) así que lo sustituí por el "trailer original" via dailymotion.
lunes, diciembre 28, 2009
Fin de año en nic.
Terror de los diarios nacionales.
Uno de ellos escoge a "los personajes de la década". Gana Wojtyla. Disimulan el deseo de incluir a Goriletti.
El terror reincide.
Nowhere to hide, Martha.
Uno de ellos escoge a "los personajes de la década". Gana Wojtyla. Disimulan el deseo de incluir a Goriletti.
El terror reincide.
Nowhere to hide, Martha.
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jueves, diciembre 17, 2009
Micropolítica
No te he hablado de los cantantes de micro, y paso ahora a hacerlo, antes que cante el gallo.
Venía del hospital Salvador de traer mi radiografía y había uno que era virtuoso en Leo Dan. La voz no era especial, era más bien blanda y demasiado aguda. El pulso de la guitarra era decente no más. Pero con la salvedad que era un instrumento pobre, chillante. Así que eso podía sin duda ser mejorado.
Su verdadero talento era la propiedad con que se pegaba a las notas y los giros: la medida en general. Puntos que yo jamás alcanzaría: asimilación y oído. Pasó de Cómo te extraño mi amor por qué será, a Mary es mi amor, sólo con ella vivo la felicidad, y terminó—antes que yo me bajara del bus—con Si no puedo ser el dueño yo, nunca podrás olvidarme.
Los sábados hay más cantantes folklóricos. Jóvenes que están más seguros de la política de la canción, que llevan de paseo a Víctor Jara, el desenterrado. Yo que tiemblo cada vez que paso cerca del Estadio, y me vuelvo animal político cuando lo escucho, no puedo menos que reaccionar. Pero, claro, hay de pronto las mujeres maduras que cantan timbradamente, sin instrumento, canciones que llevan siempre flores en alguna parte. Aspiraré en el aire aquel olor a rosas. Cuando tú te hayas ido, amor, me envolverán las sombras.
Un día de estos era un fanático de José Luis Perales que marcaba muy mal la guitarra. No era virtuoso más que en su memoria de cada verso. Recordá que bajo ninguna circunstancia podés apartar la necesidad de estos casos. Poné la libertad en el lugar que querrás pero aquí la necesidad es el eje: inconsciente político o como querrás llamarlo.
Cantó Cómo es él, en qué lugar se enamoró de ti, y yo hacía de aguafiestas mental recordando la parodia que hacía un compañero del Servicio Militar: y cómo es el? señal obscena indicando el tamaño superlativo del miembro viril del amante por el que la mujer había dejado a Perales. A qué dedica el tiempo libre? respuesta entusiasmada: a practicar el verbo ese tan obsceno here, there and everywhere. Después el hombre entró en los vericuetos humanistas del español: las cosas líricas que lo hacían cantar: los ríos, los hombres, la soledad.
Me acordé de unos niños que cantaban en la parada frente a la UCA, un niño de vocecita a lo Pedrito Fernández que cuando entonaba La hija de nadie, disimulaba al decir Yo también soy la hija de nadie. Claro, él era el hijo de nadie. Pero cómo hacer la cesura para introducir la política?
No creo que tampoco el público notara aquella tensión. Los públicos, en estos casos, somos algo ajeno e indiferente.
Venía del hospital Salvador de traer mi radiografía y había uno que era virtuoso en Leo Dan. La voz no era especial, era más bien blanda y demasiado aguda. El pulso de la guitarra era decente no más. Pero con la salvedad que era un instrumento pobre, chillante. Así que eso podía sin duda ser mejorado.
Su verdadero talento era la propiedad con que se pegaba a las notas y los giros: la medida en general. Puntos que yo jamás alcanzaría: asimilación y oído. Pasó de Cómo te extraño mi amor por qué será, a Mary es mi amor, sólo con ella vivo la felicidad, y terminó—antes que yo me bajara del bus—con Si no puedo ser el dueño yo, nunca podrás olvidarme.
Los sábados hay más cantantes folklóricos. Jóvenes que están más seguros de la política de la canción, que llevan de paseo a Víctor Jara, el desenterrado. Yo que tiemblo cada vez que paso cerca del Estadio, y me vuelvo animal político cuando lo escucho, no puedo menos que reaccionar. Pero, claro, hay de pronto las mujeres maduras que cantan timbradamente, sin instrumento, canciones que llevan siempre flores en alguna parte. Aspiraré en el aire aquel olor a rosas. Cuando tú te hayas ido, amor, me envolverán las sombras.
Un día de estos era un fanático de José Luis Perales que marcaba muy mal la guitarra. No era virtuoso más que en su memoria de cada verso. Recordá que bajo ninguna circunstancia podés apartar la necesidad de estos casos. Poné la libertad en el lugar que querrás pero aquí la necesidad es el eje: inconsciente político o como querrás llamarlo.
Cantó Cómo es él, en qué lugar se enamoró de ti, y yo hacía de aguafiestas mental recordando la parodia que hacía un compañero del Servicio Militar: y cómo es el? señal obscena indicando el tamaño superlativo del miembro viril del amante por el que la mujer había dejado a Perales. A qué dedica el tiempo libre? respuesta entusiasmada: a practicar el verbo ese tan obsceno here, there and everywhere. Después el hombre entró en los vericuetos humanistas del español: las cosas líricas que lo hacían cantar: los ríos, los hombres, la soledad.
Me acordé de unos niños que cantaban en la parada frente a la UCA, un niño de vocecita a lo Pedrito Fernández que cuando entonaba La hija de nadie, disimulaba al decir Yo también soy la hija de nadie. Claro, él era el hijo de nadie. Pero cómo hacer la cesura para introducir la política?
No creo que tampoco el público notara aquella tensión. Los públicos, en estos casos, somos algo ajeno e indiferente.
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martes, diciembre 15, 2009
Isolation
Escuchando el mejor disco de los Beatles: Plastic Ono Band
Escribo varios mensajes a María con el encabezado Isolation
Estoy en el giro heterogéneo interno Aladdin Sane beyond
Camino Irarrázaval abajo valorando cosas que diré
En la siesta de la tarde sueño que alguien pasa su mano por mi cara
Es el sueño ejemplar, me pregunto, o un vacío que corre por la tarde quieta
Pero no salgo del sueño ni de la pregunta porque el sueño me acerca
A un cuerpo que no veo en total pero que identifico
Del plano tan cerrado en donde alcanza lo diminuto—un trazo de tela con piel en el envés—
Sale un espejo mencionado (es que he estado escuchando también I´ll be your mirror)
Sale una sonrisa que reconozco, una calma que ha llegado viajando
Salgo a la tarde, ordeno de nuevo la música, adivino que tras de la Cordillera hay otra
Cordillera más lejana. Y con las ganas de hacer café camino otra vez hacia abajo
Hasta pisar la tierra dejando los pasos que van adelante atrás olvidados.
Escribo varios mensajes a María con el encabezado Isolation
Estoy en el giro heterogéneo interno Aladdin Sane beyond
Camino Irarrázaval abajo valorando cosas que diré
En la siesta de la tarde sueño que alguien pasa su mano por mi cara
Es el sueño ejemplar, me pregunto, o un vacío que corre por la tarde quieta
Pero no salgo del sueño ni de la pregunta porque el sueño me acerca
A un cuerpo que no veo en total pero que identifico
Del plano tan cerrado en donde alcanza lo diminuto—un trazo de tela con piel en el envés—
Sale un espejo mencionado (es que he estado escuchando también I´ll be your mirror)
Sale una sonrisa que reconozco, una calma que ha llegado viajando
Salgo a la tarde, ordeno de nuevo la música, adivino que tras de la Cordillera hay otra
Cordillera más lejana. Y con las ganas de hacer café camino otra vez hacia abajo
Hasta pisar la tierra dejando los pasos que van adelante atrás olvidados.
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domingo, diciembre 13, 2009
De la críptica inconstante
Leo la, a mi parecer, fallida (fallecida, diría él) novela de Guillermo Cabrera Infante La ninfa inconstante.
Mi escepticismo es casi vargallosiano: no hay una estructura realmente trabajada del texto, hay poca profundidad en los personajes, gana la vagancia por la ya consabida estructura de la ciudad (de La Habana) y por el entretenimiento verbal hasta llegar, lo dice el honesto narrador, a la chacota.
Lo curioso y a la vez dudoso es pues que mi reclamo se haga con respecto a lo convincente de la representación: desde cuándo un yo realista?. Además, que se joda Vargas Llosa, ese pesado reaccionario, y que se joda su estética muerta.
La novela del Infame es de/forme o in/forme pero tiene cualidades:
1. Contra cualquier expectativa, no es nostálgica.
2. De forma desesperada lucha por mantener la estructura pre 59 de La Habana: al punto de poder verse como un honesto artificio modernista: éticamente sólida, en otras palabras.
3. La ninfa es a la vez un escarceo erótico y una interrogación de la memoria: su función alegórica necesariamente destartala al autor-como-dios: la ninfa baila entre la memoria y la reproducción chocarrera de significantes y significados.
4. La deformidad de la novela es virtualmente necesaria: si no, no sería.
5. Es un artefacto que inopinadamente se puede volver en contra de la posición ideológica del autor: sí, señores imperialistas, construir el socialismo (o esta novela) es una tarea difícil.
Mi escepticismo es casi vargallosiano: no hay una estructura realmente trabajada del texto, hay poca profundidad en los personajes, gana la vagancia por la ya consabida estructura de la ciudad (de La Habana) y por el entretenimiento verbal hasta llegar, lo dice el honesto narrador, a la chacota.
Lo curioso y a la vez dudoso es pues que mi reclamo se haga con respecto a lo convincente de la representación: desde cuándo un yo realista?. Además, que se joda Vargas Llosa, ese pesado reaccionario, y que se joda su estética muerta.
La novela del Infame es de/forme o in/forme pero tiene cualidades:
1. Contra cualquier expectativa, no es nostálgica.
2. De forma desesperada lucha por mantener la estructura pre 59 de La Habana: al punto de poder verse como un honesto artificio modernista: éticamente sólida, en otras palabras.
3. La ninfa es a la vez un escarceo erótico y una interrogación de la memoria: su función alegórica necesariamente destartala al autor-como-dios: la ninfa baila entre la memoria y la reproducción chocarrera de significantes y significados.
4. La deformidad de la novela es virtualmente necesaria: si no, no sería.
5. Es un artefacto que inopinadamente se puede volver en contra de la posición ideológica del autor: sí, señores imperialistas, construir el socialismo (o esta novela) es una tarea difícil.
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Una muchacha llamada Milagros
Vos sos como una puertecita "mental" para combatir al Estado en un continente en que millones de seres luchan todos los días contra el Mercado.
Está bien que por esa puertecita mental entren las ilusiones de la clase media, juvenil, informada, esperanzada de por fin encontrar un nicho en este jodido mercado global.
Nada como los compromisos odorizados y blancos (y secretamente ambiciosos).
Los orilleros de San Salvador, Lima o Rio, orilleros y blogueros, y algunos que escriben de verdad (porque la verdad sea dicha: vos no escribís nada ni interrumpirá nunca tu labor política un mero asomo de estética) seguiran intermitentemente desapareciendo en el sublime global.
Pero esa desaparición sólo testimonia que vos sos todo lo contrario a un paradigma de verdad.
Reconozco que dada la índole patética de tus escritos hay un sentimiento natural de deseo de ayuda en tus lectores. Sos la ONG particularizada, vuelta ente o mónada o sujeto.
Sos tan posmo en esa insistencia en que tu pequeña historia es más importante que cualquier otra. No necesariamente una teórica posmo sino una especie de parásito inconsciente del posmo (porque reconozcamos de una vez que tu vuelo teórico tampoco es muy alto que digamos).
Tu pequeña historia es la más importante del mundo. Si eso no es metafísica de la presencia no sé que será.
Lo que no sabíamos es que el Mercado cucharea metafísica de la presencia todos los días. Y Derrida se da vueltas en la tumba.
Como Hija Huérfana del Mercado que lucha contra el Estado despiertas siempre ansias de Orestes en los lectores que también se sienten huérfanos de ese puto mercado global: todos esperan la hora de la Epifanía en que te dirán a ti, oscura y vulgar Ifigenia: vive por fin hermana en ese nivel de clase media que merecías.
Esa narrativa me recuerda la de la telenovela escrita por la honestísima Delia Fiallos titulada Una Muchacha llamada Milagros, que vi desde otro barrio orillero en 1974.
Está bien que por esa puertecita mental entren las ilusiones de la clase media, juvenil, informada, esperanzada de por fin encontrar un nicho en este jodido mercado global.
Nada como los compromisos odorizados y blancos (y secretamente ambiciosos).
Los orilleros de San Salvador, Lima o Rio, orilleros y blogueros, y algunos que escriben de verdad (porque la verdad sea dicha: vos no escribís nada ni interrumpirá nunca tu labor política un mero asomo de estética) seguiran intermitentemente desapareciendo en el sublime global.
Pero esa desaparición sólo testimonia que vos sos todo lo contrario a un paradigma de verdad.
Reconozco que dada la índole patética de tus escritos hay un sentimiento natural de deseo de ayuda en tus lectores. Sos la ONG particularizada, vuelta ente o mónada o sujeto.
Sos tan posmo en esa insistencia en que tu pequeña historia es más importante que cualquier otra. No necesariamente una teórica posmo sino una especie de parásito inconsciente del posmo (porque reconozcamos de una vez que tu vuelo teórico tampoco es muy alto que digamos).
Tu pequeña historia es la más importante del mundo. Si eso no es metafísica de la presencia no sé que será.
Lo que no sabíamos es que el Mercado cucharea metafísica de la presencia todos los días. Y Derrida se da vueltas en la tumba.
Como Hija Huérfana del Mercado que lucha contra el Estado despiertas siempre ansias de Orestes en los lectores que también se sienten huérfanos de ese puto mercado global: todos esperan la hora de la Epifanía en que te dirán a ti, oscura y vulgar Ifigenia: vive por fin hermana en ese nivel de clase media que merecías.
Esa narrativa me recuerda la de la telenovela escrita por la honestísima Delia Fiallos titulada Una Muchacha llamada Milagros, que vi desde otro barrio orillero en 1974.
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viernes, diciembre 11, 2009
Fiestas del mañana
Quiero otro disco inexplorado, corte grueso sobre la lámina de un mar de zinc
Que hiera fríamente la nostalgia que haga imposible abrir la ventanilla
De la historia que la historia quede sin escape
Malsana heterogénea perra en celo la historia
Imposible meterle el dedo en las fauces porque te destroza
Nostalgia cero el programa gubernamental mejor llevado
El espejo del arte derritiendo a la sonsa y menstrual egotomanía posmo
Poner a salvo de la pureza la pregunta por las modas que usará la muchacha pobre
Durante las largas fiestas del mañana
(Fragmentos de Pavel Carías)
Que hiera fríamente la nostalgia que haga imposible abrir la ventanilla
De la historia que la historia quede sin escape
Malsana heterogénea perra en celo la historia
Imposible meterle el dedo en las fauces porque te destroza
Nostalgia cero el programa gubernamental mejor llevado
El espejo del arte derritiendo a la sonsa y menstrual egotomanía posmo
Poner a salvo de la pureza la pregunta por las modas que usará la muchacha pobre
Durante las largas fiestas del mañana
(Fragmentos de Pavel Carías)
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miércoles, diciembre 09, 2009
Vivía
Vivía en una casa administrada por una mujer quiromántica que tenía un defecto extraño en el pie izquierdo. Los oficios de la mujer eran más bien decepcionantes: curas a distancia, lectura de sueños, sanación del aura de mascotas.
En la casa vivían cerca de ocho inquilinos. Estudiantes jóvenes y una mujer solterona, alta, y asomada siempre a las persianas, y dando largos paseos por la ciudad casi siempre fría en aquella primavera.
Los domingos se oía alguna música, tal vez algunos de los trozos más vulgares de Pink Floyd, y todos los inquilinos despertaban tarde. En las noches, cualquier día, alguien tocaba una guitarra. Canciones de Freddy Mercury, esa cosita loca que es el amor. Algo decaía en la mano izquierda, torpe, del guitarrista.
En las tardes, si había algo de sol, la mujer alta se sentaba en el patio, y a veces llegaba la adivina, y hablaban del pensamiento positivo y cómo las enfermedades estaban conectadas al pensamiento negativo. Se contaban algo de sus muertos: las madres en especial. Y de las tareas que un gurú del barrio, que daba cursos de yoga, o de pensamiento zen, le habían dejado a la practicante. Por ejemplo, buscar pasajes del Evangelio en que Jesús no estuviera solo sino actuando con grupos. Y luego dos o tres historias de cualquier otra religión. Podía ser hindú, o maya. “Incluso mapuche”, decía la mujer. Pero historias en que el profeta estuviera en medio de un grupo.
Tenía el arte de la jardinería. La criada negra regaba con la manguera aquellas flores que eran la verdadera obra de arte de la mujer impedida. Se sabía los nombres y sus taxonomías, casi de una forma impresionista: era una especie de Monet imaginaria maniatada por el New Age.
Allí tuvo su primer sueño vagamente erótico: la mujer alta mordía suavemente sus testículos. La sensación se disolvía en otras muchas imágenes.
Tuvo después que pasar un día en un hotel de un barrio de clase media alta. La casa de inquilinos quedó atrás, y la primavera se había instalado por fin. Para distraerse en la tarde paseó viendo las tiendas, hasta que entró en una librería de esoterismo. Los filósofos hindúes del espiritismo, la adivinanza y el buen vivir (el vivir seguro, el vivir libre, el vivir tranquilo) estaban ahí, y el administrador de la librería conversaba casi en voz baja con otro hombre y una mujer. El tema eran los cánceres y las curas milagrosas.
Cenó en McDonalds. El pollo grill. “Desea agrandar”, dijo la muchacha. “No”, dijo él. La muchacha tenía unos ojos negros muy profundos que sabía enfatizar de manera casi virtuosa con rímel en los párpados. Era pálida, angulosa y alta.
Volvió al hotel que estaba casi vacío. El hombre de turno le explicó que la puerta de la escalera quedaba con llave por la noche, pero que se abría por dentro, en caso de que, dios no quiera, pase algo.
Su cuarto estaba en el cuarto piso. Al otro lado había alguien que tosía. Sobrevendría el insomnio de cualquier noche de hotel. En la TV pasaban una larga entrevista con José Emilio Pacheco en ocasión del premio Cervantes. Hablaba de los ríos del DF que habían sido cegados por el asfalto. Él recordó Providence, RI, y aquel río visto recién en junio que, al contrario, estaban reabriendo. Aguas subterráneas, naturalmente subterráneas que nunca ven el sol y que Vicente Aleixandre había puesto en un poema. Un poema que leyó hace veinte cinco años en Matagalpa. Esas aguas nunca dejaban de pasar y se las encontraba ahora en esta ciudad. Esas aguas que nunca dejaban de pasar.
Estuvo despierto mucho tiempo después de haber apagado la TV y la luz. El olor de cenizas de cigarro lo atosigaba. Llevó el cenicero al baño y cerró la puerta. Se asomó por la ventana, un gato caminaba por una tapia. Volvió a la cama. Toda esa gente rotando en torno a la librería, y trozos de conversación, y mujeres estilizadas, disciplinadas en gimnasios de aquel barrio, y las historias del jardín y las aguas subterráneas lo mantuvieron despierto hasta muy tarde.
En la casa vivían cerca de ocho inquilinos. Estudiantes jóvenes y una mujer solterona, alta, y asomada siempre a las persianas, y dando largos paseos por la ciudad casi siempre fría en aquella primavera.
Los domingos se oía alguna música, tal vez algunos de los trozos más vulgares de Pink Floyd, y todos los inquilinos despertaban tarde. En las noches, cualquier día, alguien tocaba una guitarra. Canciones de Freddy Mercury, esa cosita loca que es el amor. Algo decaía en la mano izquierda, torpe, del guitarrista.
En las tardes, si había algo de sol, la mujer alta se sentaba en el patio, y a veces llegaba la adivina, y hablaban del pensamiento positivo y cómo las enfermedades estaban conectadas al pensamiento negativo. Se contaban algo de sus muertos: las madres en especial. Y de las tareas que un gurú del barrio, que daba cursos de yoga, o de pensamiento zen, le habían dejado a la practicante. Por ejemplo, buscar pasajes del Evangelio en que Jesús no estuviera solo sino actuando con grupos. Y luego dos o tres historias de cualquier otra religión. Podía ser hindú, o maya. “Incluso mapuche”, decía la mujer. Pero historias en que el profeta estuviera en medio de un grupo.
Tenía el arte de la jardinería. La criada negra regaba con la manguera aquellas flores que eran la verdadera obra de arte de la mujer impedida. Se sabía los nombres y sus taxonomías, casi de una forma impresionista: era una especie de Monet imaginaria maniatada por el New Age.
Allí tuvo su primer sueño vagamente erótico: la mujer alta mordía suavemente sus testículos. La sensación se disolvía en otras muchas imágenes.
Tuvo después que pasar un día en un hotel de un barrio de clase media alta. La casa de inquilinos quedó atrás, y la primavera se había instalado por fin. Para distraerse en la tarde paseó viendo las tiendas, hasta que entró en una librería de esoterismo. Los filósofos hindúes del espiritismo, la adivinanza y el buen vivir (el vivir seguro, el vivir libre, el vivir tranquilo) estaban ahí, y el administrador de la librería conversaba casi en voz baja con otro hombre y una mujer. El tema eran los cánceres y las curas milagrosas.
Cenó en McDonalds. El pollo grill. “Desea agrandar”, dijo la muchacha. “No”, dijo él. La muchacha tenía unos ojos negros muy profundos que sabía enfatizar de manera casi virtuosa con rímel en los párpados. Era pálida, angulosa y alta.
Volvió al hotel que estaba casi vacío. El hombre de turno le explicó que la puerta de la escalera quedaba con llave por la noche, pero que se abría por dentro, en caso de que, dios no quiera, pase algo.
Su cuarto estaba en el cuarto piso. Al otro lado había alguien que tosía. Sobrevendría el insomnio de cualquier noche de hotel. En la TV pasaban una larga entrevista con José Emilio Pacheco en ocasión del premio Cervantes. Hablaba de los ríos del DF que habían sido cegados por el asfalto. Él recordó Providence, RI, y aquel río visto recién en junio que, al contrario, estaban reabriendo. Aguas subterráneas, naturalmente subterráneas que nunca ven el sol y que Vicente Aleixandre había puesto en un poema. Un poema que leyó hace veinte cinco años en Matagalpa. Esas aguas nunca dejaban de pasar y se las encontraba ahora en esta ciudad. Esas aguas que nunca dejaban de pasar.
Estuvo despierto mucho tiempo después de haber apagado la TV y la luz. El olor de cenizas de cigarro lo atosigaba. Llevó el cenicero al baño y cerró la puerta. Se asomó por la ventana, un gato caminaba por una tapia. Volvió a la cama. Toda esa gente rotando en torno a la librería, y trozos de conversación, y mujeres estilizadas, disciplinadas en gimnasios de aquel barrio, y las historias del jardín y las aguas subterráneas lo mantuvieron despierto hasta muy tarde.
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La cortina
En los aniversarios históricos globales la historia de Centroamérica (esa región "menor") pierde todo espesor.
Sucede, por supuesto, con la reciente conmemoración de la caída del Muro. La revista conservadora Letras Libres ha publicado un artículo del periodista francés Bertrand de la Grange Centroamérica: el otro muro que encarna canonicamente el proceso por el cual los acontecimientos centroamericanos son convertidos en extravagancias tropicales que ocurren fuera del tiempo histórico europeo.
No es extraño tampoco que el artículo sea recibido con entusiasmo caluroso (que yo no vacilaría en llamar colonial) por los medios locales. Sólo para hablar de medios nicaragüenses (pues seguramente ha entusiasmado también en El Salvador y Guatemala), hay una reseña en La Prensa; el artículo completo es reproducido en La Trichera, y recomendado por La Brújula.
Como ya dije en mi primera reacción vía twitter: el exorcismo de Colón signa este tipo de intervenciones en la historia local. Como creen los honestos editores de la revista "en aquellas jornadas" Centroamérica, "demostró una vez más estar a destiempo con la historia", lo que implica, obviamente, que el hombre del tiempo histórico verdadero en este relato no es otro que el periodista que nos relata ese otro trozo de historia "atrasada" centroamericana.
No es chovinismo, por supuesto, porque bastaría leerse, por ejemplo, el último capítulo de El pensamiento salvaje del recién fallecido Levi-Strauss para darse cuenta que esa historia uniforme y grandilocuente hace tiempo que ha sido cuestionada.
Otra cosa sería afirmar que con el boom mediático se pueda reactualizar ese tipo de historia eurocéntrica, algo que tampoco es nuevo porque desde los 1980s (tal ha mostrado Neil Larsen) Hollywood (y añadamos ahora los medios y esas mediaciones prestigiosas que son los periodistas) ha tratado a Centroamérica como subcontinente sin historia.
En ese estereotipo incurrieron intelectuales del tamaño de Octavio Paz, como he discutido en mi contrapunteado artículo Ironías materiales.
Sin restar importancia histórica a la caída del Muro, en el contexto centroamericano fueron decisivos eventos como el asesinato de los jesuitas en El Salvador o la invasión de Panamá. Y fundamentalmente las luchas de liberación nacional.
Al afiliar polarizadamente a estos pueblos a la historia ("europea") del Muro (eje de lo aceptable y responsable y lógico) lo que se hace es apartarlos también de una relación (de hecho negar cualquier relación) con los derechos humanos y con la memoria: con las narrativas propias. Expropiarles de hecho las identidades.
¿Qué sucede, qué ha sucedido, por ejemplo, en Honduras en los últimos meses? ¿Otra lucha tribal por fuera del tiempo histórico europeo o una batalla por los derechos humanos y la memoria?
Recuerdan Uds. "la cortina de mierda" que EMS contrapuso al Muro. Esos eurocéntricos la agitan y la embarran cada vez que les conviene.
Sucede, por supuesto, con la reciente conmemoración de la caída del Muro. La revista conservadora Letras Libres ha publicado un artículo del periodista francés Bertrand de la Grange Centroamérica: el otro muro que encarna canonicamente el proceso por el cual los acontecimientos centroamericanos son convertidos en extravagancias tropicales que ocurren fuera del tiempo histórico europeo.
No es extraño tampoco que el artículo sea recibido con entusiasmo caluroso (que yo no vacilaría en llamar colonial) por los medios locales. Sólo para hablar de medios nicaragüenses (pues seguramente ha entusiasmado también en El Salvador y Guatemala), hay una reseña en La Prensa; el artículo completo es reproducido en La Trichera, y recomendado por La Brújula.
Como ya dije en mi primera reacción vía twitter: el exorcismo de Colón signa este tipo de intervenciones en la historia local. Como creen los honestos editores de la revista "en aquellas jornadas" Centroamérica, "demostró una vez más estar a destiempo con la historia", lo que implica, obviamente, que el hombre del tiempo histórico verdadero en este relato no es otro que el periodista que nos relata ese otro trozo de historia "atrasada" centroamericana.
No es chovinismo, por supuesto, porque bastaría leerse, por ejemplo, el último capítulo de El pensamiento salvaje del recién fallecido Levi-Strauss para darse cuenta que esa historia uniforme y grandilocuente hace tiempo que ha sido cuestionada.
Otra cosa sería afirmar que con el boom mediático se pueda reactualizar ese tipo de historia eurocéntrica, algo que tampoco es nuevo porque desde los 1980s (tal ha mostrado Neil Larsen) Hollywood (y añadamos ahora los medios y esas mediaciones prestigiosas que son los periodistas) ha tratado a Centroamérica como subcontinente sin historia.
En ese estereotipo incurrieron intelectuales del tamaño de Octavio Paz, como he discutido en mi contrapunteado artículo Ironías materiales.
Sin restar importancia histórica a la caída del Muro, en el contexto centroamericano fueron decisivos eventos como el asesinato de los jesuitas en El Salvador o la invasión de Panamá. Y fundamentalmente las luchas de liberación nacional.
Al afiliar polarizadamente a estos pueblos a la historia ("europea") del Muro (eje de lo aceptable y responsable y lógico) lo que se hace es apartarlos también de una relación (de hecho negar cualquier relación) con los derechos humanos y con la memoria: con las narrativas propias. Expropiarles de hecho las identidades.
¿Qué sucede, qué ha sucedido, por ejemplo, en Honduras en los últimos meses? ¿Otra lucha tribal por fuera del tiempo histórico europeo o una batalla por los derechos humanos y la memoria?
Recuerdan Uds. "la cortina de mierda" que EMS contrapuso al Muro. Esos eurocéntricos la agitan y la embarran cada vez que les conviene.
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martes, diciembre 08, 2009
Bricoleur
No será Ud. el vecino que tararea a Madonna por horas y horas, devenires y aconteceres, "años, centurias, eras"?
Es Ud. el que va del baño a la ventana pero siempre pensando en la cama, la cama que traquetea bajo el impulso deldeseo Deseo?
Ud. espera ciertamente la hora en que el profesor pronuncie: "pero, claro, tú eres como yo: el Bricoleur" o es más simplemente otra virgen prudente de esas que a montoneras produce la cultura nicaragüense?
Porque si se fija bien no hay otro complejo más íntimo y ardoroso en la llamada poesía nicaragüense que confrontar la virginidad y en eso no hay tanta diferencia frente a la cultura pop: Diana no puede apurar el amor.
Y qué le ha parecido al fin esa última colección? mejor que la Inmaculada?
Es Ud. el que va del baño a la ventana pero siempre pensando en la cama, la cama que traquetea bajo el impulso del
Ud. espera ciertamente la hora en que el profesor pronuncie: "pero, claro, tú eres como yo: el Bricoleur" o es más simplemente otra virgen prudente de esas que a montoneras produce la cultura nicaragüense?
Porque si se fija bien no hay otro complejo más íntimo y ardoroso en la llamada poesía nicaragüense que confrontar la virginidad y en eso no hay tanta diferencia frente a la cultura pop: Diana no puede apurar el amor.
Y qué le ha parecido al fin esa última colección? mejor que la Inmaculada?
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lunes, noviembre 23, 2009
Inmunidad
Estoy completo ante tu inmunidad.
Mentira en este caso no es posible estar completo estoy sesgado inclinado desconstruido destruido ante tu inmunidad.
Me fijo en los cantantes de micro: hoy un ciego que canta unas coplas estereotipadas auxiliado por una chica su lazarilla y tamborilera del conjunto además de segunda voz.
Me fijo en las advertencias que hace al público, el significado que tiene la repetición del vocativo chiquillo. Esa sabiduría paternal que se toma del aire o de ninguna parte.
Fue él quien tuvo que estar por varias horas en la comisaría. Te advierto, chiquillo, del mal del mundo, del ladrón invisible. Pasan el ciego y su olor recogiendo las monedas, y se bajan antes de que el bus entre a Vicuña Mackenna.
"¿Sabés qué fue el muro de Berlín?", me dice el Septembrini interno que todos llevamos dentro.
"Un gran Monumento a la Inmunidad".
"¿Sabes qué fue la guerra de la contra, el bloqueo a Cuba, la visa para un sueño?"
"Son ese punto en que las preguntas comienzan a implicar respuestas: pura inmunidad."
Estoy completo frente a tu inmunidad: audífonos, condones, pin numbers.
Me resisto a contagiarme: acabo en el orden imaginario.
(Para el concepto de inmunidad: Roberto Esposito. Comunidad, inmunidad y biopolítica.)
Mentira en este caso no es posible estar completo estoy sesgado inclinado desconstruido destruido ante tu inmunidad.
Me fijo en los cantantes de micro: hoy un ciego que canta unas coplas estereotipadas auxiliado por una chica su lazarilla y tamborilera del conjunto además de segunda voz.
Me fijo en las advertencias que hace al público, el significado que tiene la repetición del vocativo chiquillo. Esa sabiduría paternal que se toma del aire o de ninguna parte.
Fue él quien tuvo que estar por varias horas en la comisaría. Te advierto, chiquillo, del mal del mundo, del ladrón invisible. Pasan el ciego y su olor recogiendo las monedas, y se bajan antes de que el bus entre a Vicuña Mackenna.
"¿Sabés qué fue el muro de Berlín?", me dice el Septembrini interno que todos llevamos dentro.
"Un gran Monumento a la Inmunidad".
"¿Sabes qué fue la guerra de la contra, el bloqueo a Cuba, la visa para un sueño?"
"Son ese punto en que las preguntas comienzan a implicar respuestas: pura inmunidad."
Estoy completo frente a tu inmunidad: audífonos, condones, pin numbers.
Me resisto a contagiarme: acabo en el orden imaginario.
(Para el concepto de inmunidad: Roberto Esposito. Comunidad, inmunidad y biopolítica.)
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jueves, noviembre 19, 2009
De los intelectuales con madre
Curiosamente, hay quienes idealizan los 1990s, en especial el gobierno de Violeta Chamorro, como modelo de organización ideal y, a estas alturas, deseable. Para eso se sentimentaliza y, sobre todo, se ideologiza. Se asume un ideal socialdemócrata en aquel gobierno, una concertación social exitosa, una transparencia informativa histórica, y una identificación familiar entre la gobernante y sus gobernados (Violeta, para estupefacción de muchos, entre ellos yo, sería una "madre" deseada y añorada). Digo ideologización en un sentido casi mecánico o engeliano: una inversión de la realidad en la mente del que tiene esa percepción.
Me atrevo a proponer mi propia ideologización: ninguna de esas supuestas victorias políticas de Chamorro penetraron en el cuerpo social: lo que se lee ahora y teleológicamente por arriba no es lo que se vivió por abajo. Neoliberalismo crudo, desestructuración social, fragmentación, consolidación de un modelo informativo de mercado: en general, la paradójica presencia de una "madre" que confirma el apotegma de Juan Rulfo: el gobierno no tiene madre. Quiero ideologizar pero quizá no idealizar: se juntaron con Chamorro las principales fuerzas políticas del país, incluido el sandinismo (porque desde que nació el sandinismo no es un ética sino un pensamiento estatal).
Pero como la historia es irónica, no sería extraño que se consolidara en el futuro una idealización ideológica de Chamorro como "madre". Pongo aquí una bibliografía de urgencia que puede llevar más o menos exitosamente a consolidar esa bárbara teleología.
Gioconda Belli "Una mujer otra vez"
Andrés Pérez Baltodano "El silencio de Chávez"
Tomás Eloy Martínez "Sombras de la revolución en Nicaragua"
Lastimosamente, estos árbitros de la ideología son también intelectuales.
Me atrevo a proponer mi propia ideologización: ninguna de esas supuestas victorias políticas de Chamorro penetraron en el cuerpo social: lo que se lee ahora y teleológicamente por arriba no es lo que se vivió por abajo. Neoliberalismo crudo, desestructuración social, fragmentación, consolidación de un modelo informativo de mercado: en general, la paradójica presencia de una "madre" que confirma el apotegma de Juan Rulfo: el gobierno no tiene madre. Quiero ideologizar pero quizá no idealizar: se juntaron con Chamorro las principales fuerzas políticas del país, incluido el sandinismo (porque desde que nació el sandinismo no es un ética sino un pensamiento estatal).
Pero como la historia es irónica, no sería extraño que se consolidara en el futuro una idealización ideológica de Chamorro como "madre". Pongo aquí una bibliografía de urgencia que puede llevar más o menos exitosamente a consolidar esa bárbara teleología.
Gioconda Belli "Una mujer otra vez"
Andrés Pérez Baltodano "El silencio de Chávez"
Tomás Eloy Martínez "Sombras de la revolución en Nicaragua"
Lastimosamente, estos árbitros de la ideología son también intelectuales.
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lunes, noviembre 02, 2009
Receta
Una cucharadita de Maquiavelo tres veces al día.
Sinapismos de hermenéutica (no deje de vigilar a Heidegger cuando mencione la comunidad) sobre todo de noche.
Contra la ingenuidad y la cursilería ("Nicaragua necesita una madre") frotamientos de Gramsci (y no desprecie, por favor, el doble sentido de la palabra frotamiento). Frotese y repasese la maniobra y la hegemonia.
Contra la fiebre y la locura ajena (pero sobre todo contra la propia) el termoangélico de Benjamin le hará la cuenta mirando de espaldas el Paraíso.
Sentirá Ud. que es un sólo dolor, un sólo cuerpo ardiente, una sola confusión: una mónada o una monada. Ud. cartesianito de mierda: parcialice, teorice que no todo lo resuelve la política.
Gárgaras de estudios subalternos pueden acabar irritándole la garganta pero son necesarias.
Sentirá que el dolor de la política le parte el cuerpo en dos pero eso es sólo apariencia: no es la política lo que lo parte a Ud.en dos. Ud. como todos los nicas ingenuos está llanamente equivocado. Lo que lo parte a Ud en dos es Invisible, Viral, Ideológico, Freudiano, Existencial. Piénselo. (Ejercicios de meditación nunca van mal: el estrés siempre baja las defensas.)
Vaya con cuidado con los Curanderos Mayores, los Notables Vestidos de Blanco que le dirán Grandes Palabras: esas que son incurables.
Sinapismos de hermenéutica (no deje de vigilar a Heidegger cuando mencione la comunidad) sobre todo de noche.
Contra la ingenuidad y la cursilería ("Nicaragua necesita una madre") frotamientos de Gramsci (y no desprecie, por favor, el doble sentido de la palabra frotamiento). Frotese y repasese la maniobra y la hegemonia.
Contra la fiebre y la locura ajena (pero sobre todo contra la propia) el termoangélico de Benjamin le hará la cuenta mirando de espaldas el Paraíso.
Sentirá Ud. que es un sólo dolor, un sólo cuerpo ardiente, una sola confusión: una mónada o una monada. Ud. cartesianito de mierda: parcialice, teorice que no todo lo resuelve la política.
Gárgaras de estudios subalternos pueden acabar irritándole la garganta pero son necesarias.
Sentirá que el dolor de la política le parte el cuerpo en dos pero eso es sólo apariencia: no es la política lo que lo parte a Ud.en dos. Ud. como todos los nicas ingenuos está llanamente equivocado. Lo que lo parte a Ud en dos es Invisible, Viral, Ideológico, Freudiano, Existencial. Piénselo. (Ejercicios de meditación nunca van mal: el estrés siempre baja las defensas.)
Vaya con cuidado con los Curanderos Mayores, los Notables Vestidos de Blanco que le dirán Grandes Palabras: esas que son incurables.
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jueves, octubre 29, 2009
Nueve
No tiene de pronto la sensación que todo lo importante sucedió a los nueve años, la promesa de estudiar, la muerte del abuelo, el impacto de Camilo Sesto, los cuajayotes con sal, el pájaro que caga el machete del abuelo, Pancho Madrigal, Plaza Sésamo, Go Ku, El Hombre Araña, el informe sobre la sexualidad, el hombre que llora sobre el timón, detiene el carro y llora sobre el timón, los ecos de un orgasmo o una cachetada en la noche (porque los nueve años son melodramáticos), el infinito camino de la escuela, el perro negro con espuma en las fauces, los rayos que caían en la tarde, la menstruación, el embarazo, el dibujo del ovario, el pene y el espermatozoide, la única clase de artes plásticas, el maestro que después se muere, y, no olvidar, la construcción del nuevo cine frente la escuela, a donde con el tiempo fuimos a ver Taras Bulba en matiné.
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jueves, octubre 15, 2009
Me voy de vez en cuando a algún lugar
Esta vez a Chile.
Mirando los manglares que bordean el Canal repito lo del poeta: "malditas despedidas, me están volviendo viejo".
Por el vértigo (que es también político) cierro la ventanilla, pero sigo rodeado de poetas populares que revolotean.
Entraré sin duda a la noche de Neruda hoy por la noche como un isonauta común y corriente.
Mirando los manglares que bordean el Canal repito lo del poeta: "malditas despedidas, me están volviendo viejo".
Por el vértigo (que es también político) cierro la ventanilla, pero sigo rodeado de poetas populares que revolotean.
Entraré sin duda a la noche de Neruda hoy por la noche como un isonauta común y corriente.
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jueves, septiembre 17, 2009
Cuatro gatos no es ningún sacrificio
Tengo cuatro gatos. Ya Ud. sospechará cómo se llama cada uno. Digo sus nombres delante de la gente y ya me consideran buena persona. Lo que no digo, como tampoco se lo diré a Ud., es que disfruto a veces matando gatos del vecindario: he refinado de hecho el arte de envenenar mininos de nombre anglo. Esto para que nunca se fíe de un fan de los Beatles. Somos terribles: multitudinarios, sectarios y secretamente violentos.
Mi único desliz New Age es que estoy convencido de que la personalidad de mis gatos reflejan su nombre de inspiración. Ya Ud. sabe a Paul le gusta mucho la leche endulzada, Jonh es un poco más errabundo. Ud. no va a creer pero este tipo de cursilerías me llenan de amigos y conocidos, vienen a mi terraza, me llaman al celular, me consultan sobre música. El otro día me llamó un músico para invitarme a ver el homenaje que le hacían a los Beatles en el teatro nacional. ¿Sabía Ud. que ese tipo de homenajes ha devenido una tradición latinoamericana más? En Lima, en el D.F, en Managua, bandas avaras y mostrencas se toman los teatros para cantar "Penny Lane" y "Hey Jude". Algunos hasta en disfraz de soldado Sgt. Pepper´s.
Mi única defensa (además de mi vida nocturna en que mato gatos: a propósito ha visto Ud. cómo proliferan las escritoras centroamericanas que adoran los gatos y lo repiten depravadamente en sus blogs?) es escribir anónimos en mi blog en contra de los Beatles. Nadie sospecharía, ni el más candoroso de los beatlómanos nicaragüenses, que por cierto suelen creerse poetas y publicar libros profilácticos al respecto, que soy yo el autor de la sentencia que dicta: "Los Beatles no fueron ni siquiera la mejor banda en que estuvo John Lennon".
Es una proposición rigurosa en exceso. Conozco otra que es un poco menos rigurosa y más polémica: "Ya no creo en los Beatles". No esa no la dije yo aunque parezca lo contrario.
Sí, ya sé que el centro de su curiosidad es cómo soporto a estos mis cuatro gatos (rigurosamente: mis cuatro cursis gatos) si hay un asesino en serie de gatos escondido bajo mi carne. Dura y difícil pregunta.
Creo que todo comenzó cuando me casé con Eleanor. No, no hay ninguna ironía en su nombre. Se llama Eleanor Kukalón Rodríguez y tiene un talento innato para la venta de perfumería y calzones (bueno, se dice lencería, pero son calzones al fin de cuentas). Ella logró esta casa, con su terraza, su jardín, su fuentecita. Adoro los desayunos en su compañía. Hablamos mal de las malas actrices. Yo defiendo a Shirley McClain hasta la muerte.
Esta calma, este silencio valen oro. Me pregunté como el filósofo: cómo ser bueno. Y llegué a la conclusión que lo único que me podía hacer bueno era volverme fan de aquello de lo que ninguna mente inteligente y brillante rechazaría: así dí con los Beatles. Son la bondad y la inteligencia encarnada en el "hombre masa". Cuatro gatos no es ningún sacrificio.
También tengo dos perros. Uno se llama Mick y el otro Keith. Si quiere pasamos al fondo del patio para los vea un poco más de cerca.
Mi único desliz New Age es que estoy convencido de que la personalidad de mis gatos reflejan su nombre de inspiración. Ya Ud. sabe a Paul le gusta mucho la leche endulzada, Jonh es un poco más errabundo. Ud. no va a creer pero este tipo de cursilerías me llenan de amigos y conocidos, vienen a mi terraza, me llaman al celular, me consultan sobre música. El otro día me llamó un músico para invitarme a ver el homenaje que le hacían a los Beatles en el teatro nacional. ¿Sabía Ud. que ese tipo de homenajes ha devenido una tradición latinoamericana más? En Lima, en el D.F, en Managua, bandas avaras y mostrencas se toman los teatros para cantar "Penny Lane" y "Hey Jude". Algunos hasta en disfraz de soldado Sgt. Pepper´s.
Mi única defensa (además de mi vida nocturna en que mato gatos: a propósito ha visto Ud. cómo proliferan las escritoras centroamericanas que adoran los gatos y lo repiten depravadamente en sus blogs?) es escribir anónimos en mi blog en contra de los Beatles. Nadie sospecharía, ni el más candoroso de los beatlómanos nicaragüenses, que por cierto suelen creerse poetas y publicar libros profilácticos al respecto, que soy yo el autor de la sentencia que dicta: "Los Beatles no fueron ni siquiera la mejor banda en que estuvo John Lennon".
Es una proposición rigurosa en exceso. Conozco otra que es un poco menos rigurosa y más polémica: "Ya no creo en los Beatles". No esa no la dije yo aunque parezca lo contrario.
Sí, ya sé que el centro de su curiosidad es cómo soporto a estos mis cuatro gatos (rigurosamente: mis cuatro cursis gatos) si hay un asesino en serie de gatos escondido bajo mi carne. Dura y difícil pregunta.
Creo que todo comenzó cuando me casé con Eleanor. No, no hay ninguna ironía en su nombre. Se llama Eleanor Kukalón Rodríguez y tiene un talento innato para la venta de perfumería y calzones (bueno, se dice lencería, pero son calzones al fin de cuentas). Ella logró esta casa, con su terraza, su jardín, su fuentecita. Adoro los desayunos en su compañía. Hablamos mal de las malas actrices. Yo defiendo a Shirley McClain hasta la muerte.
Esta calma, este silencio valen oro. Me pregunté como el filósofo: cómo ser bueno. Y llegué a la conclusión que lo único que me podía hacer bueno era volverme fan de aquello de lo que ninguna mente inteligente y brillante rechazaría: así dí con los Beatles. Son la bondad y la inteligencia encarnada en el "hombre masa". Cuatro gatos no es ningún sacrificio.
También tengo dos perros. Uno se llama Mick y el otro Keith. Si quiere pasamos al fondo del patio para los vea un poco más de cerca.
martes, septiembre 08, 2009
Masculinidades pirata
anda diciendo el hijueputa que yo me las doy de amiga de la Sofía (no, bergante, la Coppola es la única Sofía reconocida por estos lares) cuando yo sé lo que guarda en esa cajita plástica que observa ido de vez en cuando cuando lee de forma supurada como si se tomara el jarabe de aceite de hígado de bacalao las páginas de opinión de los diarios
guarda todas y cada una de las películas que se van haciendo sobre novelas de Corman McCarthy desde la primigenia de Billy Bob Thornton con Rubén Blades por cierto y una horripilante Penélope haciendo de texana de hacienda
piensa el milimétrico en esas descripciones de la planicie en esos diálogos sin guiones en medio de la lluvia que nunca termina en esos gestos de hombría hombradía y enfermo machismo malinchismo todo en resumen una suprema culería enclosetada
el amigo probable y más masculino de Corman que se burla de que yo haya pasado la infancia guindada del arete de la Sofía
guarda los volúmenes de Ché porque Soderbergh es su muso y Benicio su patrón y tras de ellos el fantasma requerido y amenazante del Ché
guarda Heat no te digo que ese imbécil piensa que es mejor que Collateral y todo porque en Heat hay una poética del cristal del auto atravesado por balas y una épica de las tomas desde helicóptero sobre LA (sí, así se pronuncia) y el secreto descuartizamiento de la historia y el convencimiento de que Michael Mann es mejor novelista que Thomas Mann
ahí se está quieto con el ricino de los diarios hasta que se decide y abre su cofre plástico de películas pirateadas
guarda todas y cada una de las películas que se van haciendo sobre novelas de Corman McCarthy desde la primigenia de Billy Bob Thornton con Rubén Blades por cierto y una horripilante Penélope haciendo de texana de hacienda
piensa el milimétrico en esas descripciones de la planicie en esos diálogos sin guiones en medio de la lluvia que nunca termina en esos gestos de hombría hombradía y enfermo machismo malinchismo todo en resumen una suprema culería enclosetada
el amigo probable y más masculino de Corman que se burla de que yo haya pasado la infancia guindada del arete de la Sofía
guarda los volúmenes de Ché porque Soderbergh es su muso y Benicio su patrón y tras de ellos el fantasma requerido y amenazante del Ché
guarda Heat no te digo que ese imbécil piensa que es mejor que Collateral y todo porque en Heat hay una poética del cristal del auto atravesado por balas y una épica de las tomas desde helicóptero sobre LA (sí, así se pronuncia) y el secreto descuartizamiento de la historia y el convencimiento de que Michael Mann es mejor novelista que Thomas Mann
ahí se está quieto con el ricino de los diarios hasta que se decide y abre su cofre plástico de películas pirateadas
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viernes, septiembre 04, 2009
Índice para una novela
La tenue, y tal vez inútil, posibilidad de serle fiel al evento que fue la revolución.
La negativa a justificar mi propia infidelidad—el olvido, el aburrimiento, la expatriación subliminal o fáctica—aludiendo a la mediocridad o el capitalismo de la dirigencia.
Y luego de dos o tres actos político-culturales (así les llaman): el hartazgo.
Imaginar una vida sin revolución como la del bruto que se aparea donde puede.
Invertir el resto de la vida en esa contra-utopía.
Porque todos ansiamos una escritura modesta de La educación sentimental.
(Para lo de la fidelidad al evento, Badiou "La filosofía y la "muerte del comunismo"".)
La negativa a justificar mi propia infidelidad—el olvido, el aburrimiento, la expatriación subliminal o fáctica—aludiendo a la mediocridad o el capitalismo de la dirigencia.
Y luego de dos o tres actos político-culturales (así les llaman): el hartazgo.
Imaginar una vida sin revolución como la del bruto que se aparea donde puede.
Invertir el resto de la vida en esa contra-utopía.
Porque todos ansiamos una escritura modesta de La educación sentimental.
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