jueves, noviembre 13, 2008

Intersecciones y transgresiones

Comentario leído en la presentación del primer tomo de la serie Hacia una historia de las literaturas centroamericanas, Universidad Centroamericana, 4 de noviembre de 2008.

Este comentario al libro: Mackenback, Werner (ed.). Intersecciones y transgresiones: propuestas para una historiografía literaria en Centroamérica. Guatemala: F&G editores, 2008, tratará de abarcar tres aspectos: el del contexto, el de la metodología y el de los temas del libro propiamente.

El contexto
Quisiera recordar que el proyecto “Hacia una historia de las literaturas centroamericanas” tuvo su inicio aquí en esta Universidad (la UCA), en lo que se podría llamar los márgenes del departamento de Arte y Letras, y con una posterior relación mucho más fructífera, y todavía viva, con el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica.

En el departamento de Arte y Letras este proyecto fue apoyado con mucho entusiasmo por el profesor Franz Galich, y por Barbara Dröscher, para luego ser continuado por Werner Mackenback, quien lo ha guiado, junto a otros compañeros e instituciones, a resultados cada vez más interesantes y fructíferos.

El programa de estudio de la carrera de Arte y Letras, lamentablemente desaparecida, estaba organizado según lo que se puede llamar una narrativa occidentalista del arte y la literatura. Estudiábamos primero los clásicos (griegos y europeos) y luego la literatura moderna europea, para llegar a la literatura moderna latinoamericana, en especial, el llamado boom, y culminar con los capítulos de casa: Darío y la literatura nicaragüense.

En los años en que estaba todavía activo este plan de estudio, en el mundo los programas de humanidades estaban dando un vuelco. Se pasó al estudio mucho más localizado o regionalizado de las culturas, y a la elaboración de una crítica radical del eurocentrismo en movimientos que se han llamado de diversa manera: postmodernismo, postcolonialismo, subalternismo.

Por supuesto, los programas occidentalistas (el que usábamos en la UCA, por ejemplo) no anulan la lectura de la cultura propia ni de la sujeción y la subalternidad. Pero esta lectura se tenía que hacer en el margen de las representaciones, y con una idea humanista de la cultura (la creencia básica, idealista u utópica de igualdad “de todos los hombres”). En un programa de estudio descentrado, se leería, además de textos no canónicos (por ejemplo, testimonios), los textos canónicos de una manera novedosa, anti-humanista porque implicaría una crítica explícita del hombre imperialista que ha sido en la modernidad el sujeto de la historia.

No sabemos cómo sería ese tipo de programa de estudio en una universidad como esta, porque no tenemos ahora ni siquiera el primer modelo de programa (el occidentalista) para estudiar arte y literatura. Quedamos sin la Beatriz del modelo occidentalista y sin el retrato alternativo postcolonial. Las causas son abundantes, pero se podría señalar algo que Franz Galich dijo en un artículo del 24 de enero de 2004:

el país que llevó la peor parte del vendaval neoliberal, fue Nicaragua. Una de las áreas más afectadas por la tormenta fondomonetarista ha sido la educación (la universitaria en particular) y de ésta, las Humanidades. Se han desplazado de los pensums de estudios superiores casi todas las materias humanísticas, con excepción de contadas instituciones. Pero de todas ellas, la que ha sacado la peor parte ha sido la literatura.

Actualmente, de las 43 universidades y centros de estudios superiores ¡sólo una posee estudios de literatura! ¡En la tierra del jefe máximo del modernismo! Las políticas neoliberales hicieron que en poco menos de cinco años se desmontaran todas las estructuras de los estudios humanistas en general y de los literarios en particular (“Desde el centro de la Periferia de la Periferia”, El Nuevo Diario).


Como se ha podido notar, en el programa occidentalista se llegaba a la nación (Nicaragua) luego de un periplo en que la cultura viajaba desde oriente. El punto de llegada no era Centroamérica, y no había una conciencia de la posibilidad de que existiera una materia de estudio que se pudiera llamar “literatura centroamericana” o, en plural, “literaturas centroamericanas”. Esta ha sido la principal conquista epistemológica del grupo de estudiosos reunidos en torno al proyecto “Hacia una historia de las literaturas centroamericanas”. Ahora es posible concebir este nuevo campo dentro de los estudios latinoamericanos, así como poner en entredicho la coherencia de los discursos culturales nacionales. Se da, pues, un doble movimiento de posicionamiento académico y cultural: la revelación de Centroamérica dentro de los discursos latinoamericanistas (que, por supuesto, ha tenido algunos precursores), y el cuestionamiento de la centralidad del sujeto nacional mestizo que ha dominado la historia moderna de cada uno de los países centroamericanos.

La metodología
Por la ya mencionada crisis de interés en las humanidades que sufren las universidades en Centroamérica, el trabajo del proyecto integra el trabajo de lo que podría llamarse la diáspora académica centroamericana y centroamericanista, y el trabajo de redes. Dispersos en diversas universidades están la mayor parte de participantes del proyecto, algunos realizan y culminan estudios en Universidades de fuera de la región centroamericana, y, por supuesto, los desarrollos teóricos y epistemológicos han ido pasando a programas de estudio.

El proyecto posee, pues, además del índice especulativo, una influencia en la enseñanza (en las universidades en que esto es posible) la que probablemente se profundizará con el tiempo. Hay que mencionar, además, la organización periódica de los Congresos Centroamericanos de Estudios Culturales, que comenzó en San Salvador en octubre de 2007 (en la UCA de San Salvador, y la UES), y continuará en Tegucigalpa el próximo año en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

Diáspora y redes responden al contexto de globalización. Por una parte porque lo centroamericano es también algo diseminado por el mundo; por otra parte porque la velocidad del conocimiento requiere del trabajo colaborativo. Probablemente, el sujeto mestizo tuvo su expresión intelectual más alta en el erudito de lo nacional, cuya biblioteca respetaba fielmente los linderos epistemológicos de la literatura y la homogeneidad mestiza, pero esa figuración tiende a decaer.

Así tampoco resulta productiva la imagen de un “ciudadano del mundo” circulando hipnóticamente por la globalización sin detenerse a cuestionar la identidad propia. Todo lo contrario, el grupo “Hacia una historia de las literaturas centroamericanas” parece proponer la producción de un conocimiento localizado, informado por redes de trabajo, en cierto sentido diaspórico, pero arraigado a las problemáticas de la(s) identidad(es).

Los temas del libro
Con esto paso brevemente al libro. Intersecciones y transgresiones es el primer volumen de una serie de tomos que recorren la historia literaria centroamericana. El libro muestra, pues, los cambios de que he venido hablando: la fundamentación de un área de estudio y su diseminación estratégica como saber universitario y académico; el descentramiento de lo occidental y un nuevo estilo de trabajo colaborativo; nuevos actores culturales y nuevos aportes al debate. No se puede incurrir en la historia literaria sin hacerlo a la vez en sus íntimas compañeras: la teoría literaria y la crítica.

El aporte es, pues, complejo y ambicioso, hay que historizar inauguralmente, a la par que teorizar asuntos como qué es lo centroamericano, qué periodizaciones nos competen, cuál es el lugar de los géneros, y, en fin, qué es la literatura desde este contexto. Por supuesto, hay que definir por vez primera o redefinir el canon centroamericano, mientras se deja penetrar de manera crítica las abundantes textualidades que no han sido consideradas hasta ahora literatura. Todos estos tópicos aparecen en este primer tomo, ofreciendo un texto de indudable valor para los estudios humanísticos centroamericanos del presente y su redefinición.

El tema fundamental del libro es, pues, el de las identidades dentro de la problemática de rompimiento con la narrativa occidentalista desde la localidad centroamericana. Este tomo apuesta menos al asentamiento dogmático de unas definiciones teóricas con respecto a la historia literaria que a la apertura del debate. A pesar de las vicisitudes de las humanidades en Centroamérica, este libro muestra el gran momento creativo que atraviesan en su actual posición dispersa y divergente. Esperamos y confiamos en que la influencia de este debate y estos posicionamientos lleguen con fuerza a los ambientes académicos nacionales y centroamericanos.

martes, noviembre 11, 2008

Elecciones municipales en Nicaragua

Managua se traga toda la atención, los medios hablan de y desde Managua. Managua bendice o maldice y así fabrica verdades.

A la mitad de la población del país, más o menos, no le interesan las elecciones municipales, la otra mitad tiende a estar polarizada entre sandinistas y liberales.

Grupos duros dentro de esos polos tienden al rencor muy cultivado y selectivo. Algunos de ellos están en el ejecutivo, otros lideran la oposición. Pero, peor todavía, algunos controlan medios de comunicación importantes

No entiendo, por ejemplo, cómo un editorial de la VOA--del gobierno de Bush que acaba de ser apaleado en las elecciones de USA--pueda ser un gran titular de un medio escrito nacional: un triunfo inesperado de los lame ducks.

Vivimos en narrativas y velocidades diferentes.

El fin de semana largo de las votaciones se vuelve monótono porque las elecciones--las de Managua sobre todo--ocupan todos los espacios. Así que volver al trabajo es, en cierto sentido, una bendición.

Estoy seguro que el cincuenta por ciento que no vota, no es porque se va de vacaciones en los fines de semana largos de las votaciones. La crisis económica y los oficios de sobrevivencia pesan mucho, a veces demasiado. La política no resuelve la lucha cotidiana.

En Jinotepe, donde voté, todo estuvo, por suerte, muy tranquilo. Unos resultados muy ajustados, pero, al parecer sin impugnaciones.

Managua es otra cosa. Es quien dice la verdad.

jueves, noviembre 06, 2008

Road movie

Se puede ver entero el road movie como pdf.

Cuentos, o más bien textos, de 1991-1994, con el cuerpo metido todavía en San Tranquilino, con el cielo raso de INCINE lleno de ratones que comían teléfonos (y esto no es una metáfora).

Los cuentos fueron acogidos con entusiasmo por Franz Galich quien los editó en lo que iba a ser (nunca lo fue realmente) la Editorial Zorrillo.

domingo, noviembre 02, 2008

Eterno retorno

Ud. dice que vive por "ciclos de materialidad"?

Explíquese.

Un ciclo dedicado a la poesía, en especial Góngora, sus younger years?

Otro de puras películas?

Sin olvidar que su adolescencia fue musical?

Y su florida adultez encerrado en esa tienda de Cds de Forbes Ave.?

Pero Ud. delira.

Pero de verdad.

(circa 2008)

miércoles, octubre 29, 2008

Temor de voz

Confianza desmesurada en los correos electrónicos. Pavor de los teléfonos.

Para Proust era la caída de Lucien de Rubempré, para mí esos dos artefactos y sus funciones.

Creo en el efecto del mensaje por email. Veo cómo punza en dos líneas contundentes. Cómo abre una grieta en el papel. Siento el silencio de mi oponente (en comunicación le llaman más eufemísticamente "el receptor"), la ruptura, la amenaza de respuesta.

Veo ese entrelazamiento de mi viejo mensaje que cicatriza junto a la novedad de la respuesta, y amenazo con otros jabs. Es la boxística de la escritura.

(Aunque he sufrido a la gente, con frecuencia nicaragüense, que nunca bajo ninguna circunstancia responde un correo electrónico. ¿Qué hace con sus bandejas de entrada? ¿Las atesoran? ¿Qué diría Bajtín de tal deterioro acumulativo?)

La amenaza de disciplina filológica no me asusta tanto como el timbre del teléfono que aunque sea en plena recolección a mediodía suena siempre a medianoche, mordiendo frío al perro del sueño.

Pero vivo rodeado de gente que cree en los teléfonos. Gente que se despide con esta amenaza mortal: dame una llamadita, o mejor yo te llamo.

Puro George Romero.

martes, octubre 21, 2008

Encuesta sobre la santidad

Bajo la delgada capa de secularización, ebulle en Nicaragua el deseo de santidad. Su marco cristiano-católico.

La aparición del santo. La indudable existencia del santo. El "olor de santidad".

Esos conceptos no deben dejarse del lado en el análisis cultural y político.

Algunos de sus textos cabecera (su biblioteca particular): Rugama "Como los santos", Cardenal "Autobiografía" (4 tomos, santos en derroche), la colección completa de El Taller San Lucas, y El Pez y la Serpiente.

La correspondiente biblioteca "diabólica", que es como el negativo de la santidad, nuestros Baudelaires cruzados con nuestros Mallarmés (Martínez-Mejía).

(Advertía PAC que estos poetas jóvenes habían roto con la tela de la santidad.)

El sandinismo sin ironía ha sido un camino de santidad. Su "camino en la gloria" que dijo el incrédulo cubano (te lo dice un hermano).

Los santos proliferan en los campos urbanos (no se trata de un oxímoron) de Nicaragua.

Santos instantáneos que conversan con dios, en la dermis del país. Mientras en la epidermis las clases dominantes (el ejecutivo, los medios, los partidos, las ONGs) luchan a brazo partido por la santidad.

martes, octubre 14, 2008

Lo que dijo el trueno

El mundo fue ordenado por T.S. Eliot, él vio los nacimientos y las águilas.

Claro que es una lástima que un reaccionario fuera el de las primaveras en medio del invierno. El del mundo petrificado de las flores heladas.

¿Se imaginan una "poesía nicaragüense" no dominada secreta, subconscientemente por Eliot?

¿Se imaginan que Coronel no hubiera viajado a la Nueva Inglaterra sino a Harlem (como sí hizo Federico)?

En medio de Octubre cerrado de lluvias en Nicaragua hay una primavera encerrada: noviembre en medio del invierno que acaricia con dedos violeta las nubes. Y el corazón sentado en su corralito vanguardista.

Borges apenas vislumbró que Polonio era Gracian. Paz era un Eliot rococó. Eliot era el Polonio verdadero con el rictus comprado en el Lloyds Bank.

jueves, octubre 09, 2008

5 sitios gruesos con textos de literatura latioamericana

Sitios con textos canónicos en su mayor parte que ayudarán al profano y al especialista.

Sabemos que los estilos de aprendizaje están cambiando, y estos sitios lo muestran.

Por orden (casi) de preferencia:

El sitio de Guaman Poma

Biblioteca Ayacucho Digital

Borges Center

Colección Digital Complutense (con el Archivo Rubén Darío incluido)

Ibero-American Electronic Text Series (University of Wisconsin)


***

(Un utilísimo recurso es la colección de Estudios literarios y culturales latinoamericanos en Internet de Genara Pulido Tirado.)

lunes, octubre 06, 2008

Lluvia dentro del taxi

Aunque las ventanas van cerradas llueve dentro del taxi. Llueve tanto dentro del taxi que se ha formado ya un tímido charquito lodoso. El taxista advierte que Ud. se mojará la espalda y la cola si decide arrecostarse en el asiento. Siempre pasa en octubre: asientos húmedos hasta que llegue el sol y dé tiempo de que se seque. Advierte también: 24 horas más de lluvia dijeron en la TV.

Afuera llueve también en sostenidas ráfagas. El mercado es una ráfaga que vuela ¿Han dicho de un huracán? No, no ha dicho. Pero hay ráfagas de viento.

Un hombre con un capote muy viejo detiene al taxi. Ayuda a montar a un viejo de unos 90 años, muy mojado . Con un plástico protegiéndole la espalda. El hombre da las señas, cerca del taller tal, pero el taxista no las capta. Acuerda que siga su bicicleta con el taxi.

Hay varias vueltas. El de la bicicleta sufre las ráfagas y se va metiendo en algunos discretos meandros urbanos hasta dar con el Taller de Motocicletas (Autorizado por Enimosa, etc.) en donde el taxista tiene conocidos. Las motos están casi a media calle, pero ahora los empleados ayudan a apartarlas para que pase el taxi. Es una calle sin pavimento. Llueve dentro del taxi. No hay manera de no sentarse en el asiento húmedo.

El hombre de la bicicleta explica: su hermana manda al viejito (padre de ambos) a mendigar en la acera del mercado. Por eso él lo fue a rescatar. El viejito no dice nada. Una de sus nietas celebra en la acera la llegada del abuelo. Al abuelo le cuesta bajar del taxi.

El taxista comenta el caso mientras su vehículo--lento vehículo con la lluvia perpetua metida--se abre paso entre ráfagas, y la lluvia sigue también adentro.

viernes, octubre 03, 2008

Instant K. !

¿Se puede reconocer de verdad una música durante el sueño?

¿Se toca nada más la abstracción de la música?

¿Será que lo que se oye en el sueño es sólo una versión "pictórica" de la música?

Un estadio lleno como para un concierto de arena rock, puede ser el Madison Square Garden.

Mi hijo lo ve en la pantalla,y yo lo observo fríamente. Casi que me concentro en esa fría calidez paterna que guarda la distancia y a la vez espera.

Una toma aérea en sepia. Mi hijo (en el sueño no sé cuál, pero siento esa cercanía indudable: es mi hijo) sigue concentrado.

Reconozco el inicio de Instant Karma, pero creo por varios segundos que es más bien Nobody Told Me.

Estoy entonces dentro del estadio saltando. Todos brillamos como la luna, el sol y las estrellas.

Quizá en el sueño soy visto por mi hijo que a la vez es visto por mí que a la vez estoy dentro de la visión.

Instant K. es también Instant Kubrick.

Ah "si nos fuese posible tocar a las canciones desnudas con las manos".

lunes, septiembre 29, 2008

De vez en cuando un animal doméstico

Siento engendrarse la diferencia. Usted también lo ve y siente, qué duda cabe.

Convencional, apagada, nada hermosa "música cristiana" a todas horas. Por dos: reaggeton. Por tres: bachatas. Por cuatro: "música romántica". Es el monstruo de cuatro cabezas que suelo pasar por la espada.

Hay que agruparse. Despersonalizarse en el grupo. Ir al mercado. Olvidar la piña en la refri. Ser la piña en el grupo, entre la ropa usada. Bajo toldos de plástico negro cargados de agua.

Las bandas tocan toda la mañana: campañas de los candidatos a alcalde. Caravanas en las tardes amodorradas.

Largas cadenas de chubascos que viajan por la meseta, vienen desde los volcanes, del Lago, y se disipan en el Pacífico.

De vez en cuando un animal doméstico entra a la casa. De vez en cuando, uno salvaje. Un pájaro o un murciélago.

El perro lee sentado la diferencia.

El mueble escucha lentamente cuando Dylan dice beyond the horizon.

domingo, septiembre 21, 2008

Las mañanas de domingo cargadas de neblina

Las mañanas de domingo cargadas de neblina son las de los que se marchan para Costa Rica. Siluetas, olores, dialectos. ´Tate pendiente de tu cel que te llamo en cuanto llegue.

Otros hablan de la venida del próximo mes. Sienten la náusea de La Virgen, un lugar paradisíaco entre tantos de Nicaragua, con el Lago Cocibolca al alcance de la mano, y ganaderos, y rápidos tránsitos que iluminan el paso.

Luego Peñas Blancas y la suciedad de esos baños de la frontera.

miércoles, septiembre 17, 2008

La frivolidad del letrado

Hay palabras que se ponen de moda y en el proceso van cambiando o perdiendo el significado. El auge actual de la palabra “letrado” proviene quizá del impacto que tuvo el último libro (publicado en forma póstuma) de Ángel Rama, La ciudad letrada (1984). La lectura apresurada del debate de Rama ha provocado que, de manera casi paródica, se considere a la “ciudad letrada” como algo “intemporal, como los signos”.

En todo lugar donde se encuentre la presencia de un literato, de un burócrata de la cultura, de un poeta laureado, de una asociación gremial, de un hipo culto se averigua la presencia del “letrado” y de la “ciudad letrada”. Y se asegura, entonces, la intimidad del letrado con el Estado y con la nación. Esto tiende a provocar una reacción a-histórica y mecánica, del tipo de “los letrados fundaron la nación”, como si estos pudieran separarse de la sociedad para “fundar” separadamente.

Esta posición mecánica refiere a un viejo debate del marxismo en torno a la autonomía o no del orbe cultural en una formación social. El mecanicismo reciente tiende a invertir la fórmula de que todo está condicionado en última instancia por la economía, para declarar que en última instancia todo está condicionado por la cultura, o, lo que es casi lo mismo, de que todos somos “letrados” y no nos habíamos dado cuenta, y, por lo tanto, no tendríamos que hacer más que lamentarlo.

Quizá este posicionamiento superficial esté basado en que en el texto de Rama hay una combinación de una herencia marxista y otra postestructuralista. Por un lado, la confrontación entre “ciudad letrada” y “ciudad real”, o, jalándolo más al presente, “letrados” versus “subalternos”, recuerda las clásicas confrontaciones históricas entre burgueses y proletarios. Por otra parte, Rama sigue de cerca la declaración de Foucault de que en siglo “clásico” (el del barroco) hay una operación de separación entre la realidad y los signos, lo que equivale a alegar la instauración de un grado de autonomía para la cultura.

En ese caso habría que preguntarse si la confrontación entre “letrados” y “subalternos” es o bien una alegoría de otras confrontaciones más “reales”, o es una confrontación autónoma dentro de unas confrontaciones sociales más generales. En ambos casos, los letrados sólo podrían “fundar” el Estado y la nación de manera simbólica sobredeterminados por una lucha de clases mucho más vasta.

En Rama la “ciudad letrada” parece un dispositivo del poder postcolonial, pero no es necesariamente el único. A pesar de su perdurabilidad, además, esta “ciudad letrada” sufre decantaciones debidas al nacionalismo y la modernidad. Hay conflictos internos en la “ciudad letrada”, hay disensos y proyectos utópicos, y márgenes. La modernidad también separa a la “ciudad letrada” de sus antiguas funciones, y es muy mecánico proclamar una permanencia por fuera de los hechos. (Para el estudio de este aspecto resulta vital el estudio de Julio Ramos, Desencuentros de la modernidad en América Latina.)

En una reseña reciente, Orlando Núñez habla de esta problemática como la de una novela posible cuya trama podría ser “cómo los letrados han inventado la identidad nacional de los nicaragüenses” (Nuevo Amanecer Cultural, 13 de septiembre, 2008). Pero esta proclamación es en sí problemática, y es lo que se debería de estudiar con cuidado, y sobre lo que debería insistirse en no ser mecánico ni maniqueo. Propongo, pues, que en vez de verlo como una novela, lo miremos como un poema, y a partir de un poema.

Mi tesis sería la siguiente: los escritores modernos (a diferencia de los letrados del siglo XIX) sólo podían fundar la nación de manera ideal y la "fundaron" no de forma estatal sino contradiscursiva, es decir, en oposición a la política, afirmando la autonomía, siendo esta autonomía una necesidad moderna, y, a la vez, una operación ideológica. En otras palabras, lo más difícil de estudiar no es si los intelectuales estaban cerca del Estado, sino qué significa la distancia que tenían con respecto al Estado. Decir que los letrados fundaron el Estado se ha transformado ya en un tópico que no comunica nada. Estudiar la autonomía relativa de los escritores modernos frente al Estado, con el que siempre han convivido, es un desafío más arduo.

Ahora, el poema, que pertenece a uno de los más importantes intelectuales de los años 1960s, Beltrán Morales:

Alusión a la pobreza
Ya que la Universidad constituía
comprobado semillero de asnos.
Y ya usted consagrado
como joven homérida elegido
de los dioses, es natural
que en secreto comenzara a cultivar
“su” Hacienda, “su” Isla, “su” Periódico.

Al cabo de los años
usted no resultó
el avispado ganadero peripatético vencido por the poetry,
el barbón anacoreta fundador de la Izquierda Divina en el país,
el probo editorialista al servicio de la Verdad y la Justicia.

Al cabo de los años
creo que usted había ya comenzado a comprender.
(Poesía completa 328).


Este poema resulta magistral porque muestra el aspecto moderno de la fundación del nacionalismo letrado (que no debe confundirse con el nacionalismo sin más), y porque descobija el aspecto ideológico de esta fundación, hablando de lo que se hace “en secreto”. (Desafortunadamente, entre los poetas jóvenes no parece haber secuaces de esta línea poética iniciada por Morales.)

El poema muestra la modernización de la “ciudad letrada”, su cambio de funciones. Esta modernidad es muy contextual: una inoperancia de la universidad y el desprecio de ciertos escritores modernos por lo académico. Una ritualidad que comanda lo culturalmente establecido (ha habido siempre jóvenes homéridas consagrados o a punto de ser consagrados, en Nicaragua).

Y, luego, las fuentes materiales, que por lo general no se ven, en que se sostiene la idealidad fundacional de los escritores modernos: la hacienda, la isla (podría decirse ahora el turismo), y la prensa. Elementos todos ambivalentes: entre el paraíso y el capitalismo, entre la colonial y lo moderno, entre el negocio y la libertad de palabra. Una alegoría, pues, de la literatura moderna en el contexto nicaragüense en el que la “autonomía” aparece mediada por labores aparentemente marginales (los “oficios compartidos” que dijera el novelista).

Este poema es magistral, en conclusión, porque su nivel utópico es manifiesto: uno puede sentir leyéndolo la necesidad (y el deseo) de derogación del estado de cosas en el ámbito cultural. El poema hace manifiesta la posible clausura de un mundo y un entendimiento cultural. De manera, pues, que a mi tesis principal podría añadirse una acotación: a la lucha contradiscursiva del escritor moderno, que ha abandonado una función mecánica de “letrado”, hay que añadir la pesada carga del rito y los ritos de pasaje , es decir, las tradiciones nacionales se imponen a veces a las interpretaciones generales.

Hasta hace poco ese rito se ha llamado en Nicaragua poesía, aunque sus correlatos estén en crisis.

viernes, septiembre 05, 2008

Irene de memoria

El primer huracán del que tengo memoria se llamaba Irene. Debería decir la huracán Irene (al igual que el creativo Benjamín en vez de decir barrilete dice la cometa: un niño con una cometa).

Pues bien, en tiempos de Irene mirábamos la lluvia desde el corredor. Nos juntábamos con los primos a ver la lluvia interminable que corría por las limahoyas, en una casa grande con tejado, por tanto con un artesonado complicado en el techo.

Quizá con Irene se detenía un poco el tráfico. El tráfico, quiero decir, del triciclo, la patineta y la bicicleta en el corredor.

Ahora que hay unas nubes estacionarias interminables sobre Jinotepe estamos de nuevo en la estación Irene. Aprendéremos algo de la lluvia. Cuando la lluvia comienza/ todo sigue lo mismo. Pero ya no hay aleros.

P.S. El pasado es una trampa: hace pensar que por entonces los huracanes eran benignos. Pero Irene también existe como testimonio oficial.

lunes, septiembre 01, 2008

Guerreros Soles: nuevo disco



Guerreros Soles (Marea Roja) presenta su nuevo disco Tótem-El trazo del rey

Bar La Curva, 4 de septiembre, 9:00 p.m.
Entrada C$50.00


"Entrábamos de noche a Babilonia..."



este concierto en marca-acme, facebook, bacanalnica, guerreros soles blogspot, guerreros soles myspace

viernes, agosto 29, 2008

Ganas de ofender al otro

La periodista Matilde Córdoba publica hoy en END un interesante artículo sobre "El lenguaje de los presidentes". Alude al arte de injuriar político en Nicaragua.

No menciona el artículo los canónicos timbucos y calandracas, pero compensa muy bien este fallo un texto de Sergio Ramírez sobre el tema: "Las ganas de ofender al otro--dice Ramírez--se hacen patentes tras estos apodos, y vienen a dejar a los granadinos como ricos bien comidos, y los leoneses como pobres hambrientos...".

En el artículo de Córdoba, Onofre Guevara, entrevistado, dice: “El recurso se vuelve tan común y tan poco comprobable que la gente se acostumbra a oírlo y a repetirlo, incluso sin ahondar en el contenido, en su significado”.

Esta hipótesis es cuestinable. Nada tiene éxito sino es comprensible en algún nivel general y comprobable de alguna manera figurativa. Los oligarcas tienen carro. Los borregos van a pie. Este esquematismo puede funcionar sin mucha comprobación, y su maniqueísmo es dramático: habla de una lucha invisible pero patente.

Por ejemplo, las colisiones recientes en la izquierda: "oligarcas", sandinistas opuestos al sandinismo oficial, y "borregos" que por apoyar al gobierno y por ir a pie han perdido toda posibilidad crítica.

Cree Córdoba que "Las administraciones que sucedieron al gobierno sandinista... no fueron tan fecund(as) en la invención de términos". ¿No sería esta falta de creatividad las que los llevó a la partición y la debacle?

En todo caso, no hay que olvidar a los "cabecitas calientes" que solía amonestar Violeta Chamorro (etapa racional de la Restauración), ni los "frentistas" del dúo Alemán-Bolaños (etapa vandálica de la Restauración), que, una vez emasculados del término "sandinista", sufrían vergüenza. Pero los exabruptos de Alemán incluyeron también términos menos imaginativos como el de "onanistas".

Pero ¿por qué no clasificar aquí también el apodo de "empresarios" que Antonio Lacayo daba a cualquier tipo de empleado, subempleado o desempleado?

Además, el arte de injuriar no es exclusivo de presidentes o secretarios íntimos.

En la campaña política del 96 se generalizó entre las masas sandinistas el grito "liberales, tamales". Para no decir nada del ambiguo término "piricuaco" que dominó gran parte de los días de la guerra civil.

Recontras, recompas, revueltos y renegados son términos que siguen esperando el reconocimiento cultural que se merecen en los catálogos del vocabulario político nicaragüense.

martes, agosto 19, 2008

Seminario con Ileana Rodríguez en el IHNCA

El Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica IHNCA-UCA
Invita al Seminario

Debates de Campo (Modernidad), Postmodernidad, Postcolonialidad, Memorias Ciudadanas

Con la Dra. Ileana Rodríguez*

Días: 25, 27 y 29 de agosto del 2008
Hora: 3:00 a 6:00 p.m.
Lugar: Auditorio José Coronel Urtecho

El curso está dirigido a profesores universitarios, estudiantes, escritores y especialistas de las áreas de literatura, cultura, antropología, historia y disciplinas afines.
Cupo limitado.

Costo del Ciclo de Conferencia: U$ 20.00 (Incluye material de estudio y refrigerios)
Fecha límite de inscripción: Viernes, 22 de agosto 2008.

Para inscribirse contactarse con Anabelle Jerez al correo electrónico anabelle.jerez@gmail.com y a los teléfonos: 2787317, 2787342. Ext 109.


*Ileana Rodríguez
Profesora Distinguida de Humanidades
Departamento de Español y Portugués
The Ohio State University.




jueves, agosto 14, 2008

En el bus deportivo


Hace días que sólo viajaba en buses femeninos, busetas para más señas en que escuchaban permanentemente a Abba y a Ace of Base y (cuando se ponían masculinos dios) a Air Supply.

Mi biografía ese día era la siguiente: recordaba uno a uno los outs del juego perfecto de Denis Martínez, milimétricamente, traía una gorra roja del PLC, había sido sargento de la GN, tuve por un tiempo un cajón para vender chiclets en la entrada del cine hasta que el cine desapareció y pusieron una iglesia protestante en el cine (y hasta las ratas cambiaron de domicilio).

Y me monté en un bus masculino puro Pink Floyd, puras formas de hacerle el amor a Syd Barret de masculinidad a masculinidad. Y yo todo sospechoso en tiempos sandías con mi gorra del PLC me montaba al bus deportivo. Porque se sentía en el aire: era el bus deportivo.

Era Beijing "mucho más allá de la política".

Para más señas me monté cuando la Whitney entonaba the greatest love of all, en la banca.(La banca es el asiento que mira a los pasajeros, pero a mí no me importaba).

Noté que los chicos hablaban del equipo cubano. Chicos que les habían lavado el cerebro desde chiquitos, grandes amigos míos, eternos enemigos míos.

A las seis comenzaba la final Granada-Matagalpa y yo quería decirlo en voz alta desde la banca: a la seis comienza la final Granada-Matagalpa (el bus masculino transmitía por entonces a Andy Gibb, o a Bread, o a cualquier fantasma de los 1970s con el pelo de Wheelock).

Y yo quería decir a voz en cuello también que yo había sido sargento de la Guardia Nacional del General Somoza.

Hacía una luz espledorosa en la ventanilla: casi que mirábamos a Beijing, a Syd Barret, a Abba, al sol, mientras subíamos por Montefresco.

Y los muchachos comentaban lo bueno que era el equipo cubano, lavadosdecerebro hijosdeputa. Es que a Uds. desde chiquitos les lavaron el cerebro.

Pero ellos me dijeron que no que no estaban hablando de política. POLÍTICA NO. Y a mí me pareció que el profesor que iba frente a mí, el bloguero rudo (pura masculinidad y cien por ciento de ferocidad, sandía de closet, amante de la Chayo, enlace de los naranjas) se sentía aliviado: por fin UN ESPACIO NO POLÍTICO. Por fin un reverdecer postmoderno.

Además del arte.

Yo quería demostrarles que el equipo cubano era una mierda incluso con tanto campeonato.

Pero acabamos de amigos.

Un día viene un Gran Agente de las Grandes Ligas a ver pichar a Denis (no podía ser sino Martínez--aunque el bloguero cree que Denis suckz) y determina que no que el chico no tiene nada en la pelota.

Y a las dos semanas el Denis (que en realidad suckz) está pinchando en las Grandes.

Y yo me reía junto con los lavados de cerebro. Ambos nosotros encantados de la anécdota. Que Gran Anécdota.

Y a las seis, señoras y señores, comienza la final con el juego Granada-Matagalpa.

(Y en el fondo cantaba Elton John: adiós caminos de ladrillos amarillos, la aliteración faculta la traducción.)

Y me pasé rogándole al chofer: póngase el juego que ya va a comenzar.

Los lavados decían que el béisbol (porque lo pronunciaba al contrario de mí con el acento en la primera) ya no era el deporte de Nicaragua. No ya no era. Y todo lo que ha hecho Cuban en Grandes Ligas. Y como llamaban a Ozzie Smith el Mago de Oz. Y que todos los latinos estaban en las Grandes.

Aunque el chofer jamás me hizo caso (y siguió de lejos con su colección cada vez más femenina de éxitos).

miércoles, agosto 06, 2008

Días en blanco

El dilema del “animal no fijado” es un asunto también temporal: no dar con la esencia de un racimo de días acumulados. Por eso el poeta cantó quizá aquello de Días en blanco/ qué sería de mí.

Estoy inmóvil viendo cómo un avión de Continental aterriza en el aeropuerto de San José. Estoy escuchando a Minni Ripperton en el soundtrack de Jackie Brown. Estoy durmiendo en el rock, despertando en el aire.

Hace dos semanas estuve en San Pedro, la ciudad universitaria de San José.

Conocí brevemente a una abuela china que danzaba para dormir al nieto con el cargador puesto. Una comidería oculta. En el TV: noticias. La danza me mareaba y conmovía a la vez. A la vez que el tráfico no paraba. (Te recordaba: pasamos por aquí en octubre de 2005; llovíamos en el temporal.)

Recorría las librerías sin comprar libros. Sólo por averiguar cuántos Deleuze Bolaño Octavio a cuántos miles de colones y de qué manera en qué región bajo que criterio taxonómico se colocaban en los estantes (todo mi potencial benjaminiano desperdiciado!). (Trataba de restituir el verano de Oakland: cuántos Bordieau Zizek De Certeau había en el aire. No podía. Necesitamos al menos una biblioteca así en Nicaragua para terminar con las generalizaciones que nos desangran.)

En la librería, como soundtrack de compras, se oía la voz algo siniestra de Chrissie Hynde: me voy a dormir/ y me imagino que estás ahí/ conmigo.

jueves, julio 17, 2008

El 19

El problema de este 19 es el soundtrack.

Provisionalmente, provisiono los singles de Los Rodríguez. Son melancólicos, cómicos y pop. Además, creo que sus miembros no son hermanos más que de forma afiliativa.

(Por cierto, a propósito de filiación y afiliación, en el conflicto de Coronel por la discontinuidad con la generación de su padre encuentro otra consigna válida para el 19: "con todo lo que el nicaragüense tiene de limitado, fallido y oscuro" (En ausencia del padre 7))

Quizá la peor mediocridad que se puede decir de esta celebración es que tiene que ser nacional. Como si no vino a traer la espada, y como si el Ejército Nacional no devino biopolítico cuando le convino. Muertos por cierto tipo de soberanía no son iguales a muertos simplemente.

Para qué uno se parte y después tratan de pegostearlo? Si lo hice para quebrar para qué rearmarlo?

El 19 es como decir: dejé mi Gemeinschaft allá afuera esperando.

Cosas íntimas: la muerte de dios, la cadena masculina que me ciñe, mi abuelo mi tío mi padre.

Merodear por ahí con melancolía y después press play y Los Rodríguez:

Brindo por la victoria
por el empate
y por la derrota


P.S. Y sin mencionar lo viejo que se ha puesto el dinosaurio azul.

P.S.2 Otros blogueros han celebrado o evocado el 19 a su manera, por ejemplo colgando uno de los documentales célebres de la insurrección.

jueves, julio 03, 2008

Nota de aniversario

Hace dos años exactos inicié estas notas.

Según contrainteligentes fuentes, el blog se debe a 7, quizá 8, lectores insistentes a los que paso a agradecer debidamente.

Podría repetir que hay una serie de autoconsejos para seguir con las notas y su poca rigurosidad.

Hoy día, sin embargo, un cortafuegos ubicado no sé dónde no me deja ver ninguna página de ningún blog de blogger, pero, milagro, me deja escribir desde mi cuenta de blogger.

Escribo, pues, a ciegas.

Esa impertinencia mediática más las olas del desánimo más ese pertinente lector que me escribió para decir que cerrara ya estas notas poco vigorosas (ja ja) más Betancourt diciendo "creamos en este presidente y en este ejército" más la crisis del petroléo no han sido indiferentes a quien escribe este blog.

Por cierto, lector, sabes que vengo siempre acompañado en el bus; esta vez por un policía de tráfico lleno del espíritu de venganza que sueña con enviar a sus subordinados a la boca del lobo, i.e., los semáforos de Rubenia y dejarlos ahí doce horas para que "muerdan el leño" y le rueguen a él, el empoderado, por alimento y por relevo.

Esa cuentecita pequeña en la gran cadena de violencia, y Stevie que canta lo difícil que es vivir para la ciudad me ayudan a terminar esta nota de aniversario.

Saludos.

jueves, junio 26, 2008

Y a vos ¿cuál dictadura te ha gustado más?

En mi más reciente viaje me acompañan los chicos estudiantes de segundo año de medicina. Hablan de anatomía y de neuroanatomía. Cerca de ellos dos chicas discuten de política.

Los chicos se entusiasman con un cadáver "de bigotito" que tenía el hígado negro, y era dotado sexual, lo cual remarcan con un signo de las manos. El mismo cadáver le había tocado a ambos. Se reían de la coincidencia y del color de los riñones del muerto y de su buena suerte genética (la del muerto).

Era para ponerse a pensar incomodamente en el anonimato del cadáver.

Entonces noté que las chicas hablaban de dictaduras. (¿Cerebración inconsciente por la cercanía del muerto dotado, con su bigotito triste y su sexo sepultado en la memoria de los chicos?)

¿Y a vos cuál dictadura te ha gustado más? preguntó la morena.

A mí francamemte la de doña Violeta dijo la chica del tinte oro y los curls tiesos. Porque la de Daniel se había prolapsado ¿no? Quiero decir la primera. Porque de la segunda ya nos estamos cansando (y agitaba la cabellera que...). La de Arnoldo, pues, no sé si fue por el exceso de nepotismo o por la corrupción gubernamental pero como que no me sonaba (...se movía como un campo de maíz ubicado en Kansas).

Las ventajas de la de doña Violeta opinó la morena era que había irrestricta libertad de expresión. Lo malo es que era antidiluviana, la Internet no se había desarrollado, los celulares parecían piedras de moler, uno vivía (parpadeaba la chica otra vez) como personaje de los Picapiedras. Con decirte que uno no podía protestar contra las dictaduras desde Facebook....

O como en Cuba.

Sí, hombre, y a como vamos, así vamos a terminar.

Para escapar de cadáveres y dictaduras prendo mi mp3 player, Santa Amy de Nunca Vibrato y Mucho Hueso comienza por salvarme. Pero (una instantánea) una chica espera cerca del semáforo, la observo. Cerebración inconsciente, casi digo en voz alta (pero no! mi palabra-cadáver, mi palabra-dictadura no puede penetrar este bus) tú me recuerdas el prado de los soñadores, pero lo que digo en realidad es tú me recuerdas la Mary J. Blige de What´s the 411, pero la chica desaparece junto con mi palabra y este recuerdo.

El bus se aleja.

(De la serie compañeros de ruta)

jueves, junio 19, 2008

Algunas metas

1. Diferenciar entre codificación cultural y representación. No confundirlas. La primera trata de bastarse a sí misma, ser, como écriture, autónoma (el envoltorio dorado de la ideología y la doxa). La segunda es política. La primera crea el mundo. La segunda, lo cambia. La primera es una trazo ideológico que ordena al mundo. La segunda, un altercado realmente existente cuyos trazos son corporales. Ambas son como el haz y el envés de una hoja, para usar el ilustre ejemplo de Saussure.

2. Enseñar a trabajar dentro de la distancia que se alza entre voz y subjetividad. No confundirlas. No se puede volver al sujeto cartesiano una vez que has bebido como lobo sediento de las aguas menstruales de Freud.


P.S. del 20 de junio

3. Negarse a aplicar a la cultura una mirada "científica". Las "ciencias humanas" son contracientíficas, para recordar a F.

jueves, junio 05, 2008

Para mencionar a Bolaño en la jungla

“En la década que terminamos, es decir, en la que va de 1960 a 1970, los hijos y los padres ya viven sin reconocerse, la multiplicación se ejerce y nuestra literatura edifica la última terraza de la Torre de Babel”. (Margo Glantz, “Estudio preliminar”, Onda y escritura en México: Jóvenes de 20 a 33, Siglo XXI, 1971, pág 5).

Bolaño hizo el estudio más detallado (o al menos, a como van las cosas, el más vendido) de esa Babel: el estrépito y la dispersión en que acaban las generaciones de escritores jóvenes, su autodestructividad y su nihilismo como método y como mito.

¿Por qué un cuarentón tendría que entretenerse detallando de manera seudoépica esos suburbios de adolescencia?

Por mero narcisismo. Por autorreflexión. Por un ingrediente stendhaliano sumido en la jungla global.

Por nostalgia, seguramente.





martes, junio 03, 2008

El blog intermitente

Junio no es verano sino invierno.

Además de las aflicciones globales casi comunes (precio del transporte y huelgas), junio es el mes de mayor trabajo. Cursos que se reinician, estrés. Y sobre todo deberes: deberes de escritura académica.

Junio es una primavera privada y terriblemente verde que produce alergias. ¿Todos los antialérgicos producen somnolencia? (Hay que ver un septiembre en Nicaragua, uno muere de verde, hasta las almas transparentes de las modelos parecen ranas.)

Junio es la intermitencia.

lunes, mayo 26, 2008

Globalización en la puerta de la escuela

En la puerta de la escuela de una provincia remota de Nicaragua alguien vende fotos borrosas de Kaká a los niños de cuarto y quinto grado.

(Tendría que saber de pragmática para distinguir esta publicidad voceada, y la contraposición de este producto "masculino" (la foto del pendejo jugador) con el "femenino" que también está en oferta: fotos de Laura Natalia Esquivel)


En la "punta de plancha" (el ángulo que hace una manzana triangular muy alargada, en el que debería haber un monumento, una virgen con la cabeza cortada) de un barrio pobre de Jinotepe--una esquina oscura ya al atardecer--unos muchachos informan a gritos que el Manchester ganó el juego.

La globalización como gran narración egocéntrica y heroica servida en las laderas oscuras de la posmodernidad.

viernes, mayo 23, 2008

Últimos acompañantes

La jovencita obesa, estudiante universitaria que sacaba donas milagrosamente de su bolso, y se las comía.

La muchacha distraída con una jaula de canarios en el regazo--muy distraída, masticando yuca frita--, y el marido gordo que la aconsejaba cómo tratar a los pájaros. (Era él quien de verdad los amaba, él quien de verdad sabía y tenía que enseñarle a ella--pero ella seguía distraída, después, dormida).

La muchacha del sueter que hablaba casi en secreto en el móvil. Alguien la esperaba en algún lugar. Alguien se movía para traerla. Ella susurraba. En el km. 16 optaba por ponerse el sueter temiendo el frío (pero mayo es puro calor húmedo).

(Por cierto, la neblina ha vuelto.)

jueves, mayo 15, 2008

Estética del blog

El blog en altamar, aunque altamar exhiba un copyright.

El blog sin respaldo de un medio.

La entrada no para ser publicada en la página de opinión sino cercada por su propia incertidumbre (entre el anonimato y la botellalmar).

La entrada no como cuento ni como artículo de opinión ni, mucho menos, como poema.

Esto que no irá al periódico ni al suplemento.

El blog no como sustituto.

La entrada como una ardorosa púa en el pie: la púa de la escritura, el pie de la letra.

La voz antes de ser "ciudadana" o cualquiera de esas mierdas baratas que venden los medios.

El ego domado en el mar.

La distancia material y necesaria entre la voz y la subjetividad.

El ego múltiple.

La sexualidad de la letra que navega.

martes, mayo 13, 2008

Excepto por los muertos

Ya que Lana se pistoleaba de manera escandalosa su cabellera victoriosa, decidí revisar su biblioteca. Gioconda Belli completa junto a la mitad de Saramago. Por supuesto, la edición de aniversario de Cien años de soledad: era una cursilería comprarla, era horror precipitarse a comprarla, era atroz ostentarla de la manera que Lana lo hacía. Me sorprendí: el Retrato del artista adolescente, quizá Lana después de todo… Rayuela. Rayuela marcada en los capítulos más cursis: Beso tu boca, etc. Costumbres de la Maga: coleccionar hojitas, postales, quejarse de la música de Haydn. ¿Qué pasó en la literatura latinoamericana entre 1963 y 1971? Luego, muchos poetas nicaragüenses, especialmente los de los años 1960s, equivalentes patrios—guardando las debidas distancias—de los Beatles. Volúmenes rotundos, gruesos e inútiles. Me repetí el epigrama que el poeta joven me había soplado:
Excepto por los muertos (Rugama y Morales)
Todos están muertos.

En el área de poetisas brillaba la nueva revelación: Laura Sotelo. Uno ve divanes en esta poesía, cabelleras de mujer precipitadas en actos de felación. No es un sentimiento despreciable. Comencé a contar las veces que mencionaba, sin citar, a Virginia Woolf. Uno, dos, tres…. Lana terminaba de pistolearse y recibía una llamada en su celular. Era Gonzalo O. Jeremías. Servicio Militar en la Tercera Zona Militar, como ayudante político. Su responsabilidad principal era seleccionar los editoriales y artículos de opinión de Barricada que iban a servir para la concientización política en todas las zonas de guerra. Asimismo, la organización de los actos político-culturales, en los que siempre se otorgaba a sí mismo un papel para danzar en tono alegórico: Sandino era una luz, la patria era una estrella, etc. Ahora, viviendo sus cuarenta, se dedicaba al chisme esmerado y el estado vegetativo. Gozalo O. Jeremías era fan de los Beatles, motivo de más para odiarlo. La Juventud Sandinista aún está viva: demacrada, adulta, arrugada pero siempre oportunista, le dije yo a Lana. Gonzalo no es orteguista, querido, me aclaró Lana. Pero es fan de los Beatles, no querida?

viernes, abril 25, 2008

Los Beatles en el Teatro Nacional

Lana Jicote me invitaba al concierto de gala en el Teatro Nacional donde una orquesta interpretaría The Best of The Beatles, especialmente su doble A favorito Penny/Strawberry. O al revés.

Los Beatles están fuera de paila, le respondí. Y será para morir de vergüenza ver al Teatro Nacional haciendo la caricatura del Albert Hall. Los Beatles están demodé. ¿Sabés vos lo que pasaba entre 1966 y 1971 cuando los de Liverpool componían baladitas?

Lana Jicote no lo sabía. Pero se sabía la letra de "The Inner Light". (Es que la ola del Maharishi había pegado fuerte en la costa oeste de Nicaragua. Los intelectuales que se preciaran hablaban de zen, de Oriente y la armonía universal. Era como si nunca hubiéramos salido del prólogo a El reino de este mundo.)

Lana tenía que pistolearse el pelo. Eso impediría que yo prosiguiera con mi lección sobre qué pasó en la música pop entre 1966 y 1971. Lana había respondido entusiasmada: la separación de Los Beatles por las malas artes de la bruja de Yoko Ono. Yoko Ono, sin embargo, no era beatle y era más culta e inteligente que los cuatro, le dije yo. (Un resquemor subconsciente me ganó: “culto e inteligente” llama Ernesto Cardenal a Sandino. Era una asociación perturbadora.) El ruido diluviano de la pistola de estremecerse el pelo ocultó mi última idea.

Continuará.....




lunes, abril 21, 2008

En Nicaragua predomina la poética simbólica

Revisando un viejo libro de español para estudiantes de sétimo grado, del tiempo de la revolución, encuentro la siguiente receta de estilística:

1. La poesía pone atención a los dos rasgos principales de las palabras: la sonoridad y la semántica, es decir, sonido y significado.

2. En la poesía predomina la subjetividad (y era fácil deducir que en este caso se entendía por subjetividad la vida personal).


Estoy básicamente en desacuerdo con esta descripción. Y a la vez creo que es todavía (20 años después de finalizada la revolución) predominante entre círculos de poetas.

Los "dos rasgos" de la palabra deberían ser (son desde el estructuralismo) el significado y el significante (que sobrepasa la parte "sonora" de las palabras, para ser algo más extensamente material, de la misma manera que el significado no está vinculado a una certeza semántica).

La subjetividad, por otra parte, no tiene que ver necesariamente con la vida personal.

Hay subjetividades deslocalizadas. (De grupos, de clases, de épocas.)

Esa confusión del significante con la sonoridad, de las palabras con las cosas y de la subjetividad con la vida personal es el catecismo del poeta o la poetisa como héroe/heroina civil.

¿Y si lo que escribes es algo que penetra silenciosa, inesperada, inconscientemente la materialidad social? ¿De que te sirve la bella sonoridad? (¿No es, en ese caso, la sonoridad un burdo intento de retener para la lógica lo que no es lógico?)

¿Y si la subjetividad que escribes y que vos creés personal es la de tu grupo, tu clase, tu época?

Iniciar estos cuestionamientos toma tiempo. Los poetas jóvenes todavía pelean contra los fantasmas asociados a un nombre, una sonoridad y una vida personal. Es el juego que han planteado (y en el que han ganado) los más viejos.





viernes, abril 18, 2008

Período Especial

Algunos signos y muestras de aridez.

1. La contemplación de las iguanas en los ladrillos de la gasolinera (estación de El Bramadero, Liberia).

2. El agotamiento de temas para el blog.

3. La necesidad de leer historia de América Latina. (En clases uno nota inmediatamente esos cráteres del conocimiento. Regla: si no lo saben tus alumnos es problable que vos tampoco.)

4. El resguardo temeroso de los archivos. (Archivos del blog, archivos de la memoria, diarios íntimos: todo debe ser militarizado.)

5. Alguna voluntad redundante de ver melodramas por T.V. (Triunfará la chica abandonada luego de su violento divorcio con hijos mediando sus estudios de enfermería y el aparecimiento de un nuevo novio?).

6. La certeza de que vos tampoco sabés nada de nada. (Y la certeza contraria: de que vos sabes todo de nada.)

7. La metamorfosis como recurso neurótico. (Cuando Gregorio Samsa etcétera. Kafka más que Proust. Proust más que Joyce.)

8. Abril.

9. Este incompleto decálogo.





lunes, abril 07, 2008

Ante los juvenilismos

Mirando desde muy afuera el pleito en el barrio sureño (y afirmo rotundamente que no tengo vela en ese entierro), llego a pensar que lo que hay que reintegrar a los análisis culturales es la perspectiva de clase.

El juvenilismo (la retórica del joven que va a tomar el poder someday) es carente:

1. Supone la homogeneidad de los jóvenes: como sabemos, no es lo mismo ser joven de 19 de clase media que ser joven de 19 y pobre.

2. Es monádico. No sé si esto es una lección posmoderna o qué, pero se argumenta a través de personas-universo, completas en sí mismas junto con sus discursos, sus perros, sus vicios, sus caídas chicas y grandes. Pero la lección debe ser la contraria: discursos, contextos, clases sociales, inexactitudes entre discursos.

3. La madre, el deseo sexual y el lenguaje nos exceden a todos. De nada vale proclamar la individualidad o, en otras palabras, sólo es posible proclamar la individualidad en los términos alegóricos de una herencia benjaminiana.

4. La escritura excede a todos los que se proclaman escritores. De nada vale luchar a brazo partido por la individualidad de nadie.

5. Una cosa diferente es la lucha de clases.





jueves, abril 03, 2008

A quién meterías en la hoguera

Esto resuena bien (o mal) observando el caso de los medios nicaragüenses:

"En la hoguera metería a todos los llamados blogs (casi sin excepción) que están bajo el paraguas de un periódico o diario o revista. Lo que antes de ser un blog era una columna y aprovechan el tirón para aparentar ser modernos". 4colors


En mi caso sería el tipo de bloguero corporativo (de publicidad, letras o lo que sea).

Y vos ¿a quién meterías en la hoguera?
Digo, como bloguero.





jueves, marzo 27, 2008

Así que a tus alumnos no les gustó la lectura

Ponte, entonces, una banderita de HELP antes que comiences a elaborar un consabido concepto.

Y recuerda: la lectura es específica.

El autor vive en una residencial determinada de Managua. (Está la posibilidad de armar una manifestación de protesta frente a su casa.)

Pero, entretanto, hay que hacer algo con el texto. Al menos, en los márgenes del texto.

Entre otras cosas, tienes que aprender a apreciar el rechazo.

Te dice llanamente el alumno: esto no añade nada. Por qué esto no añade nada?

No vayas a justificar las bondades del texto. Es lo que hacen los fanáticos en su etapa iluminada: decir que este texto es la Biblia. Recuerda: la educación es secular.

Aunque esté de moda: no te eches la culpa. El autor vive en una residencial determinada de Managua, etc.

Aprende a apreciar el rechazo: si esto no añade nada es porque:

1. El efecto de aprendizaje ha dejado al texto (a este texto específico) atrás. Felicidades.

(Puedes pensar lo contrario también: este alumno no ha llegado a este texto. O peor: no lo he conducido bien hasta esta lectura. Pero entonces ¿actuarás en consecuencia?)

2. El rechazo es el índice (alto) de comunicación entre el instructor y el alumno. Felicidades.

(Pero puedes pensar justamente lo contrario: la baja demarcación comunicativa con que el alumno ha ido al texto.)

Ponte, entonces, una banderita de HELP antes que comiences a elaborar un consabido concepto.





lunes, marzo 24, 2008

El bachatero

(De la serie compañeros de ruta)

Era el hombre de la sonrisa mirando al hombre del rostro huesudo. Un momento en el retrovisor de la camioneta que iba delante pudo ver esa palidez surcada, los dientes metidos precipitadamente en la cara. El hombre que advertía con el rostro de ceniza.

El hombre ligero, bachatero, de risa demasiado en la superficie manejaba un van colectivo Managua-Jinotepe. El hombre pálido conducía por su parte una camioneta MAZDA blanca.

En el empalme de la Panamericana con la carretera a Pochomil algo había demorado al hombre pálido. El hombre pálido y sus acompañantes: una mujer que gesticulaba en el asiento delantero, la sombra de un adolescente atrás, tal vez un empleado o, incluso, un hijo.

El del van manifestó con el claxon ocho, diez veces su entusiasmado malestar. ¿Por qué se demoraba la camioneta de esa manera, dudando entre arrancar y no arrancar, y ocupando espacio? Entusiasmado, el bachatero mostraba la sonrisa. Hay que decir que aquellas dulcetes bachatas estremecían a los pasajeros mientras el chofer emprendía esta batalla de amedrentar al de los huesos en la cara. Y el bachatero sonaba el claxon y lo sonaba para que el pálido perdiera la paciencia. Y la perdió asomando la mano, y en la mano erecto el dedo medio, gesticulación a la que correspondió el del van: bueno, hijueputa.

Pero el de la camioneta tomó la delantera. No iba a dejarse pasar. Tampoco iba a alejarse demasiado. Iba a estar cerca de ese miserable hombre de la sonrisa con sus 17 pasajeros a bordo, sin dejar que lo pasara. De vez en cuando la mujer miraba hacia atrás. Sabía quizá que el de las bachatas sonreía. La silueta delgada del adolescente se quebraba en la distancia y se recomponía en los acercamientos.

Pero el de la sonrisa era blando. Pegado de la camioneta, sin apartarle la vista, no insinuó nunca la posibilidad de aventajar. El de la camioneta bajaba la velocidad, se demoraba con impaciencia. Terminaban los recodos y las vueltas de los kilómetros, 27, 32, 38. La carretera cada vez más recta, pacífica, penetrando en el bosquecito mugre de la zona.

Las bachatas se quejaban en el atardecer. Soplos de viento y palabras vueltas púrpura, violeta, dedos naranja. Alguien moría en la canción. Un muerto hacía un juramento. Alguien volvía y encontraba el paisaje cambiado. Alguien esperaba la sonrisa del bachatero. Los pasajeros observaban cómo iba acercándose el van a la camioneta. Miraban al chofer que miraba la cara huesuda y cenizosa del hombre.

Lo iba a reconocer en cualquier parte. Una cantina. El de la cara huesuda iba a acercarse al bachatero. “Yo no hago amenazas de balde”, diría el uno al otro. El bachatero mostraba la sonrisa otra vez. Se presentía en el aire ya casi oscuro. (Se pasan en este camino varios gallineros malolientes.) El de la bachata miraría la calle y reconocería la camioneta aparcada. La mujer estaría echada en un sofá a largos kilómetros de distancia, en una casa de Diriamba. El hijo, si es que era hijo, esperando una llamada a su celular.

El de la bachata se sentía un poco humillado, comenzaba a ver las señales de tránsito (“las señales del mundo”, diría el pastor de su congregación) como otras tantas muestras de que el mal entraba por señales, sobre todo señales humanas. Señal de correr, de no merodear en la pista, de tomar decisiones. El hombre de la cara huesuda lo miraba fijamente desde el retrovisor. Era una cara por entero reconocible. Todo lugar en el mundo era habitable por esa cara. A veces esa cara traía memoria y venganza.







lunes, marzo 17, 2008

La lectura también es tecnología

En las Universidades nicaragüenses, y probablemente las de otros países de Centroamérica, se propagandizan unidas la educación participativa y el uso de tecnologías audiovisuales y de información para mejorar la enseñanza.

El entusiasmo es compartible pero advirtiendo siempre: la lectura también es tecnología.

Si se investiga el estado de desarrollo de la educación en el país (o si se quiere “el estado tecnológico” de la educación), hay que considerar como imperativo las habilidades de lectura, comprensión y pensamiento crítico de maestros y estudiantes.

¿Se investiga el desarrollo tecnológico el país? Hay que ver qué pasa con los programas de bibliotecas públicas y bibliotecas escolares.

¿Se considera al libro un bien que debe circular de la manera más expedita entre estudiantes y población en general? Alguien puede venir a decir que ya no se necesitan las bibliotecas porque la red pondrá los textos en las narices del potencial lector. ¿Hay entonces planes de bibliotecas virtuales-populares? (Algo así como lo que se ha hecho en Venezuela con la Biblioteca Ayacucho al poner su inventario on-line).

¿Se quiere decir algo de la relación entre tecnología y economía? Que se vea cuál es la inversión en bibliotecas, y cómo se relaciona el poder adquisitivo de los universitarios (maestros y alumnos) con el precio de los libros. ¿Cuántos libros puede adquirir un profesor horario de una Universidad nicaragüense por el salario parcial que recibe? ¿Cubren las universidades el déficit de libros y lectura?

(Un punto aparte es el estado de las librerías en el país: negocios tantas veces sonsos en que la papelería ahoga a la librería propiamente dicha, hay un ostentoso afán de negocio educativo, y reinan los bestsellers.)

Si no hay un verdadero desarrollo de las tecnologías vinculadas con el libro (creemos que el auge informático complejiza sus posibilidades en cambio de desaparecerlas), se puede incurrir en lo audiovisual sin esencia ni profundidad, en la información “espectacular” pero blanda, en la clase “participativa” pero monocorde y opaca.

Participar en una clase también es una actividad relacionada con esa tecnología que no debemos descuidar: la de la lectura.






jueves, marzo 13, 2008

Visitas a Rosibel

Lo llamó Averroes para una crítica de cine semanal. Averroes se llama. Buitrago de apellido. Siempre entran las secretarias en las llamadas, vacilan en el oído, anotan. Los días miércoles. Fresco el parquecito con su idiota y su carrito. Se llama el Niño Solo. El parque, no el idiota. Lo llamó su esposa. ¿Que qué dijo? Estaba en el super, no habían pasas. Pero, en cambio, tiró a lo lejos su dieta.

PRIMERA VISITA

El epílogo lo daba el radio receptor: para los dos hasta el fin del mundo… Me harté de yesos y querubines trompudos enseñándose en las salas hasta que di con el biombo forrado con cartones. Allí estaba el Corazón de Jesús en una versión rojiza. Crucé la sala sin que me vieran: ahí estaba la T.V. enseñoreando y una mujer que sonreía frenética. Llegué al patio y vi las estrellas. Me perdí en las estrellas.

Como en una película de Natassja Kinsky, Rosibel tenía una abuela sorda. No la mamá, que había muerto hacía varios años, sino la abuela. Al fondo había un silvestre jardín descompuesto en loterías de hojas lustrosas y a veces partidas; y trepadoras que se habían posesionado de las bardas. El radio era un celeste Philidor y Los 007 se seguían quejando: detén la noche para los dos… Palacios hacía gracias: para la noche detén los dos… La abuela era ostentosamente sorda mirando el jardín y con el radio a su lado, puesto en la mesa de madera sin pintar.

Rosibel quería hablar de esa mujer. Vos decís la Andarivela. Es una pueta de por aquí que trabaja en el FENUAP, una o-ene-gé de esas. Me traía en su carro y me dejó ahí por las Delicias. Vos mentiste. Pensé que iba a decir: Usted mintió. Hubiera sido más terrígeno o terráqueo sentir que una matagalpina de pelo crespo suelto y largo me hablaba de Ud. No tengo por qué mentirte. La abuela apartaba una mosca que quería roer su oreja derecha y seguía ensimismada. Luego otra vez ver el jardín. Un jardín de cachivaches, flores encarnadas en sujetos anónimos: la dalia petrificada, la tribu de jalacates, el jacinto vítreo. Al fondo había crecido un arbusto de huelenoche, saludable y pestífero. El jardín será siempre tierra de nadie, pensé. Al tiempo que decía: tenía que aceptar el raid. Aunque esa niñona de la palabra me traía enfermo con su catalepsia literaria. Es un tipo de mujer desenfadada y frívola. Desenfadada, está bien, relacionada, con carro. Pero frívola, free bola, lluvia o llovizna de la poesía, jardincito de la poé-tica, cualquier cosa menos mi heroína.

-Mira, Norberto. Ven que te enseño – esta vez con acento de cubana -. Aquí donde tú ves, la alfombrita deshilachada del estar, ahí fue donde caí muerta. Bueno no muerta, me faltaban algunos minutos para morirme…

Rosibel abría las persianas de madera. Afuera era la calle del verano, la algarabía del barrio. ¿Si digo algarabía estoy optando por ser pesimista?. Rosibel Sander, Rosibel Aurora, Rosibel Liuba Condorí. Era gruesesita en verdad. Había abierto esa misma persiana en un viejo diciembre para despedir a un novio que se quedó aferrado al recio calor del aire en otros meses menos oreados. Al voltearse, su cara ofrecía la cifra de fotos, empleos, lugares, ansias que Palacios no iba nunca a conocer. Pensaba en las casas de alquiler, listas ya con todo y cucarachas para ser ocupadas, llenadas. Las primeras noches extrañando las bujías número 100 y el sitio. La primer mañana en que se mide el patio y se lavan las medias para colgarlas en el alambre de púas. Y Rosibel seguía hablando de esas sensaciones y de cómo el jardín se había tomado la esquina del patio y las tapias.

Mi jefe es enorme. Come carne de canguro y toma cocacola cada amanecer. Y lo llama Averroes Buitrago que eructa casi en el teléfono. De dónde lo llama?. Tal vez del más allá, de los canteros viejos del Pedagógico donde estudió con él y donde adoraban juntos a las musas del cine. Sale mi jefe bañado en colonia a almorzar con Averroes. Pero Averroes le insiste al siguiente día con la reseña semanal. Cuando se lo digo muestra su sonrisa mi jefe. Tiene un puente con los dientes superiores artificiales. También lo llamó su esposa. Desde el gimnasio. O viene ella hedionda a cold cream y sudor. La nutria con que se aparea el inmenso de mi jefe. Hasta sus sueños veo, ya hasta clarividente me voy volviendo. Pero es claro que sueña con España, sueña con esas vacaciones. Yo llamo a la oficina de Iberia, pregunto por los boletos. Él vuelve agitado y serio. Da indicaciones, no me mira. Roo – si –bellllll. Y enuncia (la ele que usa es de Miami, una ele anglosajona, así como cuando dice Robert De Niro, dice en realidad prrrroberrrrttt dte nirooo, pero él no tiene acento de gringo, sino que intercala la pronunciación inglesa donde debe y el resto es puro chapiollo lo que habla pero claro con distinción, me he fijado por ejemplo en su forma irónica de decir gallo pinto) órdenes.

- Vamos al parque del niño solo (¿de qué muere el niño sino de soledad?). Ahí nos sostendremos el uno en el otro como dos picados de culebra…- dijo Palacios otra vez ocurrente.

- Pero no estará lleno de pequineses y pateadores de bultos?- preguntó Rosibel haciendo señas a Palacios que callara que la abuela podría oírlos. La abuela flotaba impermeable a las amenazas (solo y herido así me dejás…) de Leo Dan.

- Temés que el vulgo naufrague nuestra barcarola? – sabiendo Palacios que Rosibel siempre estaba disgustada con el vulgo (¿qué le ha hecho a Ud. el vulgo, señorita? preguntaba el locutor)

-Además va a llover – dijo Rosibel mientras Palacios echaba una última mirada al ocaso en el jardín (un Chardin transmoderno sin duda) (saludos en la ciudad de San Marcos para Fulgencio, Soto, para Robert PRRROBERRRT, para Argentina, Felipe del Mismo Apellido, saludos a doña Paula…).

Paula no era /la Andarivela /que vendrá por ti/ a la tierra/ de la espera/ infinita.

Paula Noriega/la Andarivela/ que vela por ti/ en la esfera/ terráquea y/ finita.

Paula andariega/ la Andarivela/ que esperma/ eremita.


No sabés hablar con Rosibel; ella enmudece con sus párpados y glúteos, te tiene preso en los enmedios y los acertijos; cómo llamar al huelenoche que te atosiga cuando vas al excusado, cómo desertar de sus cabellos traídos de los cerros de La Chispa El Chispón y Gua-nunca (mi patria adoptiva). Y así con ese himno terminó la primera visita.






lunes, marzo 10, 2008

Diagrama para pasear un perro

En este lugar hay un mapa para pasear un perro.

De madrugada una manada de perros expectantes miran y ladran a su perro cuando Ud. lo pasea.

Huyen, entran al motelito, ladran. Perros desrazados que comercian con la madrugada.

La madrugada de domingo es irreal. Ud. está todavía en el sueño, o ha salido. O escribe esto.

El objeto del deseo del perro son las deyecciones de los otros. Busca un código.

Sienta cómo se petrifica su perro: orines sagrados en el orbe territorial. Un éxtasis sobre la marca pequeña del otro sobre la hierba.

La sombra de un perro, antes que su voz, entrelaza a los vecinos. Los guardianes de raza pura que cuidan el garaje. Las tribus amodorradas que han sorteado los fantasmas de las dos y las tres.

Es la razón por la que Ud. dicta a su hijo más tarde un cuento sobre el Cadejo: el perro de huesos que puede ser bueno o malo. El perro lacaniano. El perro hecho código.

El verano ha llegado, la hierba está casi seca; sólo la alimentada con viejos alisios, muestra todavía algo de humedad. Pero el perro sabe que el sol es inclemente en marzo y abril.

Los atletas, los gordos, los trabajadores cruzan la madrugada del domingo. Un hombre trata de abrir el portón del campo deportivo. Sostiene una bicicleta y carga un saco. Es un enigma que el perro no advierte. (El perro sigue husmeando el código del otro, la abstracción de su sexo.) El hombre penetra en el campo deportivo. Dispone su saco, saca la cal y comienza a marcar sobre la hierba la geografía del fútbol.

El perro se ve atraído por las basuras, por el polvo, por las hierbas más sucias y menos estéticas.

El perro suelta ahora por séptima vez la vejiga.

El perro ha decidido que por fin puede marcar este lugar.

El perro está constipado. Ud. piensa comprarle desparasitante muy pronto.

El perro es escatología pura. Porosa, verdosa y húmeda escatología.

El perro ha marcado la mañana del domingo. Cuando Ud. regresa los vecinos riegan ya la calle. Hay que saludarlos. El saludo debe ser tan impecable como su perro.

Ud. se repite casi íntimamente al momento de saludar eso de que el perro es el animal no fijado.





jueves, marzo 06, 2008

Las chicas anglo

(De la serie compañeros de ruta.)

Son empleadas de agencias publicitarias.

Luego de saludarse evalúan su cabello. Te cambiaste el look, se dicen. Hablan de lo cansadas que las tenía aquel tinte cobre. Ahora hay un toque Kidman en su pelo.

Muy delgadas.

En algún momento hablarán de la dieta.

Entradas para ver a Reik o Alejandro Fernández o cualquier otro acto poco interesante pero anunciado mil veces en sus radios preferidas y que ellas monitorean por hábito.

Se preguntan cómo es el V.I.P. en los conciertos de Pharaons Casino.

¿Por cuánto tiempo te dieron la visa? ¿Qué documentos presentaste?

La visa sólo puede ser la Visa.

Un hombre casi mítico interrumpe la conversación con una llamada al celular.

Les pide que bajen del bus para llevarlas en su carro.

Ya dijo N. que una vida excepcional está llena de repeticiones.




lunes, marzo 03, 2008

Cómo vender un rincón en el mundo

Domingo a medio día

Lo que veo en el paseo del domingo por la mañana, más o menos.

Tres prostitutas esperan en la esquina.

Misa de once.

La sorbetería cerrada.

Los clientes tardíos del desayuno en la comidería.

Máscaras de El Viejo y la Vieja en lo baños del mini-centro comercial.

Imperceptible estado místico de la mujer que va a misa. Pasea en su mente a su hijo alcohólico.

El supermercado atestado.

Entrenamiento, de padre a hija, de cómo consumir la paleta de helado de fruta.

Campanas y sol.

Clientes en bicicleta, clientes en las mecedoras de madera.

Real Estate que ofrece vender la casa de dos pisos de la esquina.

La casa del prostíbulo derruida.

Viento de enero al inicio de marzo.

Sol de marzo dentro del viento de enero.

Vagas ideas de turismo en el subconsciente: qué vender desde este rincón del mundo.






jueves, febrero 28, 2008

La ciudad maquila

La "ciudad maquila" equivale a la situación cultural de las sociedades centroamericanas en el presente auge de la globalización y el neoliberalismo.

Maquila, remesas, narcotráfico.

Migración, globalización, des(es)truc(tura)ción.

Comercio informal, postmodernismo, universidades de garaje.

Estoy en la conferencia sobre historia económica, pero percibo los conceptos “en clave cultural”.

La ciudad maquila reinando en Centroamérica.

El conferencista menciona al Mercado Oriental, en Managua, el espacio de comercio informal más grande de la región.

Algo así como el Festival de Poesía del comercio informal: pero tal vez más importante.

Turismo, poesía, privatización.

Y los intelectuales oficiales de la ciudad maquila con su retórica en torno a los negocios de la sociedad civil.


Hablé ya en otro momento de la ciudad maquila.








lunes, febrero 25, 2008

Compañeros de ruta

El mesero

Planifica que el viernes llevará de todas maneras ropa. “Una mudada”.

El viernes pasado estuvo fatal. A las dos de la madrugada del sábado su jefe inmediato le pidió que regresara a trabajar a las diez de la mañana. Tenía menos de ocho horas para volver a casa (en el km. 38 de la carretera sur), descansar, asearse, vestirse y volver a Managua.

“Sos un salvaje. Estoy aquí desde las ocho de la mañana. Dónde querés que duerma. Dónde voy a bañarme.”

“Yo no sé vos. Dormí sobre una piedra si querés. Pero te quiero aquí a las diez.”

Reclamó inútilmente. Suele reclamar inútilmente, y acaba metido en un entrecejo de la madrugada.

Acaba metido también en un vehículo que lo lleva por la carretera sur.

Es curioso que el mesero cuente esto en voz alta en el bus. Tiene como un deseo de que su vida sea más peligrosa de lo que en realidad es, mezclado con la evidencia dañina de que su vida es en realidad peligrosa.

Se fue con los otros empleados y meseros a la costa de la laguna. En Managua hay siempre una laguna nocturna esperando. Cubierta de mosquitos, lunas olvidadas rielando en el agua, lucecitas escasas de carros que corren.

Se tomaron dos litros de cerveza. Rumiaba su resentimiento contra el jefe.

Hasta las tres, la cerveza cada vez más tibia. A esa hora el más compasivo de sus compañeros le propone que vaya a su casa, descanse unas horas y luego se bañe y se vista.

El mesero se escandaliza. “Bañarme. Vestirme. Yo no voy a ponerme la misma mudada. Ando sudado de todo el día.”

Es un caso de aseo personal. Pero de todas maneras va a la otra casa, donde siguen tomando cerveza. El mesero está cada vez más retraído en la reunión (me pregunto cómo será esa casa del otro mesero, quién lo esperaba y abría la puerta, habrá mosquiteros, colillas en el cenicero, niños que cuentan la madrugada despiertos), hasta que cerca de las cinco sale, detiene un taxi y desaparece.

A las ocho de la mañana, aseado y vestido espera en el km. 38 un intermortal que lo lleve de vuelta a Managua. Va siempre acompañado de una mujer, tal vez su mujer, que es su interlocutora principal. Alcanzan en recodos incómodos del bus. El tiene acento de hondureño, o quizá sólo usa unas eses más remarcadas a causa de su trabajo en público. Al montarse al bus algunos cobradores le preguntan por la abuelita. “A estas horas ya está pensando qué va al almorzar”. Se ríe. “Si está levantada desde las cinco de la mañana”.

La abuelita y el páramo del Crucero, que comienza, entran sigilosamente en el bus.






jueves, febrero 21, 2008

Silvio (Rodríguez) y el Dinosaurio (nica)

Andará Nicaragua
Canción conocida

El dinosaurio se despertó temprano, leyó la noticia: Silvio Rodríguez en Nicaragua. Se exigió concentración el resto del día. Lo real sorprende. A veces reprende. Esta vez reprendía más de lo que sorprendía.

No se apresuró a comprar el boleto de entrada. Estuvo el fin de semana revisando los viejos discos. Se escuchaba hasta aquí el rumor tiránico del mercado, los discretos empujoncitos, las seducciones a domicilio de la TV, las conversaciones en los pabellones del arte.

El dinosaurio compraba religiosamente lo último de Vargas Llosa y Fuentes, alguna de Pamuk, lenta pero eficazmente todo Saramago, y en primicia a Sergio y Gioconda (Coelho no, porque todos sabemos que él es muy superficial). Era, además, económico: no más de 5 libros al año, menos de 100 dólares anuales, y por todo eso mantenerse al día en lo que se refiere a la literatura latinoamericana y mundial.

Silvio era otra cosa. Era como pasear el fantasma del hombre nuevo en la pasarela del casino. Intolerable. Si ya tenemos nuestros propios trovadores, nuestras versiones trabajadas del mismo Silvio, Silvitos s.a. (Además: Mercedes en rebaja: Shakira; Silvio de polietileno: Arjona. The Police tropicalizada: Maná. Serrat sin complicaciones: Hernaldo.)

Pero que viniera ese dinosaurio (perdón, especie, pensó el dinosaurio) a cantar montado sobre el rabo de la nube.

Especialmente por ese track 2 del lado B en la versión vinil de Unicornio. Eso de los espectros y del camino en la gloria. Toda la retórica de la “sangre sabia”. Se vuelve esta aparición una especie de enjuiciamiento posmo a la qué hicisteis vosotros rilkistas.

Sé que comerciasteis.

Con vuestra memoria, armas, tierra, novelas, pobrezas, ONGs, piñatas, trovas, poetas, festivales, contratos al mejor postor, más memorias, espacios pagados, puñales, estatuas de Sandino, valores, el Güegüense, poetas jóvenes acunados por poetas viejos, poetas viejos besuqueados por poetas jóvenes, espíritu de lucha, petróleo, divas recientes de la canción protesta y la canción sorpresa, conchas acústicas, reverencias a la prensa, temor de perder el poder, así ha andado Nicaragua y no en el track 2 del lado B de Unicornio.

Qué mercado este del camino en la gloria.


Silvio en Nicaragua el 2 de marzo de 2008.


P.S. del 3 de marzo de 2008: y Silvio no quiso cantar el "andará Nicaragua"


P.S. del 5 de marzo de 2008
El link al video youtube en donde se ve que Silvio no cantó la canción urgente.



lunes, febrero 18, 2008

La aldea motorizada

En algunas entradas de este blog—por ejemplo, en mi descripción de los Intermortales—he mencionado lo que llamo la aldea motorizada.

Pero ¿qué es la aldea motorizada?

Provisionalmente, la definiría como el grupo de pueblos y ciudades, con infraestructura de transportes insuficiente, que viven un “boom” en el número de vehículos que los cruzan y comunican.

Asimismo, aldea motorizada podría ser entendida, en sentido connotativo y metonímico, como los procesos sociales y culturales aparejados por ese “boom” de transportes sin infraestructura adecuada.

Estos pueblos y regiones no tienen ni las carreteras ni las vías adecuadas para soportar la carga de tránsito con que ahora viven. Tampoco pueden renunciar a ella. Es con eso que la aldea y sus habitantes se mueven y, en sentido económico, se reproducen.

Este “boom” de vehículos cambia rápidamente los hábitos y costumbres de la aldea. Surgen nuevos oficios, frescos atolladeros, polvazales extensos, nuevas formas de vivir y de morir.
La aldea motorizada es esencialmente distópica, es decir, anula el pensamiento posible de alternativas equilibradas que combinen la salud ecológica y la salud pública.

Figura 1: el furgón incrustado.
Íbamos para La Boquita, balneario del Pacífico caraceño. Es una ruta lenta y doméstica: los habitantes de los pueblitos aledaños van a Diriamba a comprar alimentos, y viajan en el bus Bluebird (uno de esos viejos amarillos buses escolares que han desocupado en algún County de los Estados Unidos y ha sido adoptado en la aldea motorizada). El suceso visual de este viaje no fue el paisaje, sino ver cómo un furgón de bebidas gaseosas había penetrado por la puerta de la sala de una casa orillada a la carretera. Los del bus comentaban que la señora de la casa había tenido un ataque de nervios— ¿quién no?—pero que, por suerte, no había víctimas humanas. En la sala se podía ver a la señora, sus hijos, algún vecino comentando el evento, mientras el furgón incrustado seguía en su lugar.

Todos sabemos cómo crece esa extensa zona suburbana que abarca, por lo menos, el sur y el este de Managua, con tendencia a convertir en una sola área metropolitana lo que comprende las ciudades de Masaya y Granada, así como amenaza con trepar sobre los bosques del Crucero hacia el sur.

Sin mucha exageración podría decirse que estas zonas suburbanas crecen en los márgenes de las carreteras (que, en realidad, son sólo dos angostas vías). Carreteras, además, que tienen que soportar el tránsito de carga, porque no hay tren en Centroamérica ni vías alternas de transporte pesado. Así que el transporte de pasajeros y los conductores con vehículo propio deben pelear el espacio del viaje con los camiones. Sin duda, esto eleva varias veces los riesgos de accidentes. A veces, se cuentan filas de hasta 20 furgones con su marca correspondiente, digamos TRANSAMERICA, bajando en el atardecer por el bosque del Crucero.

Figura 2: el caballo muerto.
Un enero de hace algunos años. Las bolsas de viento que golpean el páramo con fuerza, empujaron al furgón hacia el costado. Los caballos venían en ese mismo viento galopando, habían saltado el cerco (por los ácidos que vienen del volcán, quizá, todo se seca rápidamente en esta área) e iban a cruzar la carretera: buscaban quizá hierba fresca. Uno de ellos recibió el impacto del furgón y cayó en el centro de la carretera dando un golpe de vientre. Cuando pasamos y lo vimos desde el bus, se arrastraba y sangraba pero no podía incorporarse.

Uno de los cimientos obvios de la aldea motorizada es una elevada tasa de nacimientos que permite la duplicación en pocos años relativos de la extensión de los pueblos. Este cambio de volumen poblacional no implica una modernización del espacio. La modernización es desigual: se siembran por todas partes antenas para la comunicación por teléfonos móviles pero las ciudades y pueblos crecen de manera desordenada, sin racionalidad urbana o servicios básicos adecuados.

El estado de las carreteras, la polución (incluida la polución sonora) y el estado mental de choferes y pasajeros están íntimamente ligados. Como ya sugerí en mi post anterior, 5 consejos para afrontar el estrés del commuter, se requieren profilaxis y curas. El uso de la música, atestada de comerciales exaltando un consumo ridículamente agringado (emparedados submarinos del mes, cafés copiados de Starbuck, autos en rebaja, loterías, la felicidad de hablar por teléfono móvil), enfatiza la tortura y la esencia autoritaria de la aldea motorizada: el que tiene un motor conduce y hace oír lo que él (es decir, la aldea en sí) desea.

Figura 3: Allison, historia de taxi
Allison (el nombre anglo en una centroamericana ladina no es ninguna novedad) es una mujer pobre de unos 45 años, con dos hijas adolescentes que a su vez tienen entre ambas tres críos. Ninguna de estas mujeres trabaja de manera convencional. No les entusiasma las zonas francas en donde los taiwaneses disciplinan y explotan mucho. No serán domésticas ni saldrán a vender nada de nada. Viven de un carro convertido en taxi, el cual conducen sus eventuales novios y maridos. Por la noche, el taxi sirve también para raterías de poca monta, algún tráfico de drogas livianas, sus salidas a los bares pobres. No es fácil tener este taxi. Allison está endeudada, los siempre cambiantes choferes-novios la maltratan a ella y a sus hijas. La gasolina sube de precio. Se invierte mucho en reparaciones. Pero su sueño de futuro está claro: cada hija tendrá un taxi propio, con chofer propio quizá, y mejores posibilidades económicas. Ni la escuela ni el empleo formal dan esperanza de futuro a esta mujer, incluso teniendo tres nietos que se acercan a la edad escolar.

Cuando de pronto la ciudad se llena de taxis uno lo percibe inmediatamente: polvo, lodo, consumo. Centenares y miles quieren vivir de esa opción económica. Los jóvenes del politécnico, los maestros desempleados, los agricultores fracasados se convierten en choferes. Las pulperas, los profesionales, los rentistas adquieren taxis para explotarlos. Desde los aparatos ideológicos se exalta la libre competencia y el espíritu empresarial. Las ONGs y Universidades comienzan a hablar del emprendedurismo.